DISFUNCIÓN EJECUTIVA Y DÉFICIT EN LA MEMORIA EN EL AUTISMO Christopher Jarrold & James Russell Traducción: Maria José Prieto (Argentina) CAP. 1 TÍTULO Lo que espero hacer en esta presentación es dar un vistazo a lo que Jim Russell y yo hemos estado llevando a cabo en el último par de años. Como quiero avanzar sobre una cantidad razonable de material en el tiempo limitado disponible, me temo que sólo seré capaz de dar más bien una cobertura superficial de este trabajo. Sin embargo mis esperanzas son que ustedes vendrán y me preguntarán más acerca de la charla si la encuentran interesante y quieren más detalles. Un punto al respecto es que soy conciente de que en una conferencia como ésta algo de la terminología psicológica que usaré podría no ser familiar para algunos de ustedes. Nuevamente, en el tiempo que dispongo no seré capaz de hacer las cosas tan claras como posiblemente podría, pero vengan a hablar conmigo después si algo no está claro. CAP. 2: INTRODUCCIÓN Nuestra investigación indaga el grado en el cual el autismo es asociado con lo que se ha llamado déficits en la ejecución. Éstas son funciones psicológicas de relativo alto funcionamiento las cuales se piensa que están involucradas en el control deliberado y conciente del comportamiento. Ozonoff et al. definen al control ejecutivo como "...el constructo cognitivo usado para describir comportamientos orientados a futuro dirigidos hacia metas, que se piensa son mediados por los lóbulos frontales...incluyendo planificación, inhibición de respuestas predominantes, flexibilidad, búsqueda organizada y memoria de trabajo". La función ejecutiva es evaluada a menudo usando tareas neuropsicológicas formales que se piensa recurren a estas habilidades, tales como el 'Wisconsin Card Sort Test' -una medición de la inhibición y la flexibilidad, o la 'Tower of London'- un test de planificación. Muchos estudios han mostrado que individuos con autismo se desempeñan pobremente en esta tareas; yo sólo he notado unas pocas claves aquí. Esto ha llevado a Ozonoff y otros a preguntarse si los problemas de ejecución podrían explicar muchos de los síntomas asociados con la condición. Hay , sin embargo, al menos dos problemas en relación a que el autismo sea esencialmente un trastorno en la ejecución. En primer lugar, los déficits en la ejecución no son específicos del autismo, sino que se ven en otros trastornos del desarrollo, y segundo lugar la noción de control de la ejecución es una nebulosa; necesitamos claramente ser más específicos acerca de cuáles problemas en particular se ven en el autismo. Con este fin hemos investigado la memoria en el autismo. Una razón para esto, la cual es ampliamente teórica, es que tal como la cita de Ozonoff et al. lo indica, podría requerirse memoria de trabajo en los test de función ejecutiva. El problema visto en el autismo en estas tareas podría por lo tanto deberse a déficits en la memoria de trabajo específicamente. Una segunda, más empírca, deriva del hecho de que los déficits en la ejecución se ven también en pacientes neurológicos que han sufrido daño en los lóbulos frontales del cerebro. Estos pacientes muestran un patrón particular de problemas de memoria, y si podemos observar el mismo patrón de déficits en el autismo entonces tendremos mayores evidencias de que la disfunción frontal podría ser importante en el trastorno. CAP 3: MEMORIA DE TRABAJO Y DÉFICITS EN LA EJECUCIÓN La memoria de trabajo puede ser definida como el mantenimiento de información en la mente a fin de guiar nuestro comportamiento. Por ejemplo, si estoy manejando en el continente (Europa), necesito en los pocos primeros minutos o al menos algo así, recordarme a mí mismo concientemente manejar por la derecha y no por la izquierda, como estoy acostumbrado. Este ejemplo podría también ser visto como una tarea de ejecución; Pennington escribe: " el grado en el cual una tarea recurre a la función prefrontal es un producto conjunto de cuán fuerte es la respuesta predominante (manejar por la izquierda) y cuán difícil es mantener la representación interna del contexto (la necesidad de manejar por la derecha) en la memoria de trabajo". Similarmente Goldman-Rakic and Diamond sostendría por un vínculo entre las tareas de ejecución y la memoria de trabajo, y también sostendría que la memoria de trabajo es mediada por los lobulos frontales del cerebro. De modo que una tarea de ejecución puede requerir de la inhibición de una respuesta inapropiada y de la memoria de trabajo. Esto puede ser visto en el Wisconsin Card Sort Test, donde se requiere que el examinado clasifique las tarjetas en base a un criterio, puede ser en pilas de diferentes colores, y luego alternar con otro criterio, puede ser clasificándolas en base a la forma. Cuando se le dice que alterne, el examinado debe mantener el nuevo criterio en mente e inhibir las respuestas consistentes con el criterio anterior. La pregunta que estábamos interesados en hacer entonces, era si el desempeño pobre visto en tareas de ejecución en individuos con autismo podrían reflejar un problema en la memoria de trabajo de esas tareas. CAP. 4: EVALUACIÓN DE LA MEMORIA DE TRABAJO Evaluamos las habilidades de la memoria de trabajo en tres grupos de niños: niños con autismo, niños con dificultades moderadas de aprendizaje(DMA), y niños de desarrollo normal. En este estudio hubo 22 niños en cada grupo, y los niños fueron apareados por edad mental verbal (EMV) usando el British Picture Vocabulary Test. La edad mental verbal de los grupos fluctuaba alrededor de los 5 y 10 años, con un promedio de 7 años. Dimos a estos niños tres tareas, todas las cuales tenían la misma estructura, que se piensa compete a la memoria de trabajo. En estas así llamadas "tareas duales" los niños ven una serie de tarjetas una tras otra, y tienen que buscar la solución al problema mostrado en cada una mientras recuerdan la serie de soluciones ya obtenidas. Así, en este ejemplo, cuatro tarjetas son vistas, y al final de la prueba el niño tiene que responder con la solución a cada una: respuesta uno, respuesta dos, respuesta tres, respuesta cuatro. En la primera de nuestras tareas lon niños tenían que contar el número de puntos vistos en cada tarjeta, y recordar las series de totales. En la segunda tarea los niños tenían que identificar un punto que difería de los otros vistos, y recordar las series de posiciones espaciales en las cuales estos puntos aparecían. Y en la tercera tarea los niños tenían que hallar la suma en cada tarjeta, y una vez más recordar las series de totales. El desempeño en estas tareas fue medido en términos del número de tarjetas que se le podían dar a los niños y todavía recordar correctamente las series de respuestas. Aunque aquí no hay tiempo para dar detalles propios de los resultados, los mismos fueron extremadamente claros -los niños con autismo no mostraron trastornos y se desempeñaron tan bien como los controles en las tres tareas. De modo que los niños con autismo no parecen tener problemas de memoria de trabajo, al menos no como la medimos acá. Habiendo visto esto, nos fijamos si podíamos encontrar alguna otra evidencia positiva de patrones "frontales" en el desempeño de la memoria. CAP. 5: PATRONES FRONTALES DE LA MEMORIA Se piensa que los lóbulos frontales están involucrados en al menos otros dos otros aspectos de la memoria además de la memoria de trabajo. Una propuesta es que ellos apuntalan la evocación estratégica de información. Incisa Della Rocheta and Milner escribe: " las lesiones en el lóbulo frontal resultan en déficits donde la recuperación requiere esfuerzo estratégico y elaborado". La evidencia para esta sugerencia viene de un número de estudios los cuales han demostrado trastornos en la libre evocación y ausencia de trastornos en el recuerdo guiado, en pacientes frontales -siendo aquí el argumento que la libre evociación requiere que el sujeto genere estrategias de recuperación para ellos mismos, mientras que el recuerdo guiado elimina la necesidad de comportarse estratégicamente. Los pacientes frontales fallan también en mostrar comportamientos estratégicos durante la evocación, tales como agrupación y orden de ítems en categorías. De modo interesante, hay evidencia razonable de problemas en el autismo. Boucher and Warrington y Tager-Flusberg han mostrado trastornos en la evocación y ausencia de trastornos en el recuerdo guiado en el autismo, y alguno de los trabajos de Hermelin and O'Connor indican una falla en la utilización semántica de la información para ayudar a la evocación. Minshew y sus colegas han llevado a cabo estudios usando el California Verbal Learning Test, y argumentan que el patrón de déficits en el autismo visto en estas tareas implica una falla al aplicar las estrategias organizativas en la evocación. La tercera sugerencia con respecto al rol de los lóbulos frontales en la memoria, propuesta principalmente por Schacter, es que están involucrados en la codificación de la información contextual témporo-espacial. Las evidencias para esta propuesta surgen de los problemas mostrados por pacientes frontales en tareas que requieren memoria de este tipo de informacion contextual, tales como reordenar una secuencia de eventos, emitir juicios acerca del relativo reciente acontecer de eventos, y hacer discriminaciones de "memoria de fuentes" Les daré más detalles acerca de estas tareas en un momento. Por lo tanto, ya hay alguna evidencia de patrones"frontales" en el desempeño de la memoria en el autismo, según lo mostrado por los déficits en la evocacion estrategica, aunque no encontremos evidencia de problemas de memoria de trabajo. La siguiente pregunta que hicimos fue si podíamos encontrar problemas en el tercer dominio de la memoria para el 'contexto témporo-espacial' CAP. 7 EVALUACIÓN DE LA MEMORIA 'FRONTAL' Estos experimentos nuevamente evaluaron niños con autismo, niños con DMA y niños con desarrollo normal. Había 22 niños en cada grupo, y los individuos fueron nuevamente apareados por edad mental verbal. Las edades mentales fluctuaban alrededor de los 5 a los 9 años, con una media de alrededor de 7 años en cada caso. Presentamos las tres tareas que pensamos requieren de la memoria témporo-espacial la cual mencioné brevemente en lo anteriormente expuesto. La primera de estas fue un test de habilidad para reordenar una serie de ítems en su secuencia temporal correcta. A los niños simplemente se les mostraron doce tarjetas de imágenes, una a la vez. Cuatro tarjetas eran de diferentes formas, cuatros de diferentes colores, y cuatro mostraban imágenes de juguetes variados . Estas tres categorías diferentes fueron bloqueadas de modo que las cuatro formas, por ejemplo, fueran siempre presentadas juntas, pero el orden de ítems dentro de una categoría era arbitrario. Luego de 15 minutos de espera se mostraron nuevamente las tarjetas a los niños, y se les pidió que ordenaran las categorías en la secuencia en que habían sido presentadas, y luego ordenar las cuatro tarjetas individuales dentro de cada categroía. Hallamos que los niños con autismo no eran peores que los controles en el orden de las tres categorías correctamente, o como el gráfico muestra, en la clasificación de los cuatro ítems dentro de cada set en el orden en el cual fueron presentados. Nota: el gráfico muestra el valor de la T de kendall para ordenar las cuatro tarjetas en cada set de categorías. La segunda tarea evaluaba la habilidad de los niños para determinar cuál de las tarjetas había sido vista más recientemente. En cada prueba, doce tarjetas de imágenes fueron mostradas, una a la vez. Cuatro tarjetas fueron presentadas en una localización espacial, las siguientes cuatro en otro contexto espacial, y las cuatro finales en una tercra posicion. Luego a los niños se les mostraron dos de las tarjetas que habían sido previamente presentadas, y se les pidió que decidieran cuál habían visto más recientemente. En la mitad de la prueba los dos ítems del test fueron sacados de contextos adyacentes. En el último caso el niño podía potencialmente usar información contextual para ayudar al juicio de acontecer reciente. Ocho pruebas de cada clase fueron presentadas, y como muestra el grafico, los niños con autismo no difirieron de los controles en su desempeño en ningún tipo de juicio. CAP. 7: EVALUACIÓN DE LA MEMORIA 'FRONTAL'. CONT. MEMORIA DE FUENTES El tercer test de memoria para el contexto témporo-espacial evaluaba memoria de fuentes. Johnson et al. proveen una definicion de este término: " una variedad de características que, colectivamente, especifican la condición bajo la cual la memoria es adquirida (e.g. el contexto espacial, temporal, y social del evento; el medio y las modalidades a través de las cuáles fue percibido). En Psicología del Desarrollo la memoria de fuentes ha sido típicamente evaluada pidiendo a los niños que recuerden qué persona llevó a cabo ciertos actos, o que decidan si ellos mismos desempeñaron un acto particular o si observaron a algún otro hacerlo. Evaluamos la memoria de fuentes involucrando a los niños en un juego en el cual ellos toman turnos con el experimentador para colocar las tarjetas de imágenes en un tablero central de imágenes. Así como ubican las tarjetas para sí mismos, los niños tambien ubican las tarjetas en nombre de una muñeca-compañero. El experimentador similarmente jugó tarjetas de dos fuentes, para él y para su propio compañeromuñeca. Veinticuatro tarjetas jugaron en total, seis de cada jugador o fuente, con cada jugador tomando su turno para jugar una tarjeta en orden. Después de que todas las tarjetas hubieron sido dejadas pedimos a los niños que traten de distribuirlas de vuelta a su jugador original -en otras palabras que los niños trataran de recordar de qué fuente provenía cada tarjeta. El gráfico muestra el promedio de número de tarjetas, de las 24, que los niños fueron capaces de devolver correctamente. El análisis de estos datos muestra que los niños con autismo no presentan trastornos en esta medición ni en otra serie mediciones que tomamos en la tarea. Esto sugiere que los niños con autismo sí tienen problemas con la discriminación de la memoria de fuentes, al menos como la medimos acá, en contraste con su desempeño inalterado en las dos tareas previas. CAP. 8: CONCLUSIONES Esta tabla provee un resumen de nuestros resultados. En contraste con las predicciones descritas inicialmente, encontramos que los niños con autismo no tienen trastornos en nuestros tests de memoria de trabajo. Similarmente no presentaron trastornos en los dos tests de memoria para la información témporoespacial, al llevar a cabo reordenamiento temporal, y al hacer juicios sobre el relativo reciente acontecer. Sin embargo, presentaron claramente trastornos en nuestro test de fuentes de memoria. ¿Qué indican estos hallazgos? Primero, sugieren que los problemas de ejecución vistos en el autismo no pueden ser explicados solamente en términos de demandas de memoria de trabajo de tareas de ejecución. En otras palabras, las dificultades de los ninos autistas en tareas tales como el Wisconsin Card Sort Test parecerían deberse a déficits de ejecución más 'tradicionales', tales como la planificación, el monitoreo y la inhibición de la acción Segundo, la ausencia de claros déficits en la memoria témporo-espacial y en la memoria de trabajo sugiere que los problemas de memoria vistos en el autismo no reflejan aquellos observados en los pacientes frontales. Sin embargo, como ya lo he mencionado antes, hay evidencia de algunos problemas de memoria 'frontales' en el autismo, esto es, en la evocación estratégica de la información. Lo que podríamos estar viendo en el autismo por lo tanto es un problema que es en efecto más de ejecución que frontal. Más que observar un déficit en las tareas que los pacientes frontales encuentran difíciles, vemos trastornos cuando la memoria estratégica es requerida -indudablemente Schacter sostendría que la memoria para la información témporo-espacial es automática y no estratégica. Para el grado en que la evocación estratégica pudiera requerir planificación deliberada, monitoreo y, quizás, inhibición de la mayoria de los métodos más obvios de evocación, aquélla es potencialmente ejecutiva. Habiendo dicho esto, ¿cómo puede un problema con la memoria de fuentes encajar con este propuesta? Bien, aunque Schacter sostuviera que la memoria defuentes es un proceso automático, otros afirmarían que en efecto requiere una aproximación estratégica. En particular, parece que el monitoreo de la acción juega una parte importante en el juicio de fuentes. Trabajos de Bentall han mostrado que pacientes esquizofrénicos que sufren de alucinaciones, pensadas como indicadores de un problema de monitoreo, se desempeñan pobremente en ciertas discriminaciones de la memoria de fuentes En resumen entonces, nuestros resultados son inconcluyentes, y las sugerencias que hice son consiguientemente tentativas. Pienso sin embargo, que podríamos argumentar que nuestro trabajo va en contra de problemas globales 'frontales' en el autismo, y apunta sin embargo a déficits más estrechamente definidos, los cuales pueden bien ser de ejecución por naturaleza.