CONGRESO CONAMET/SAM 2004 ADHERENCIA Y CORROSIÓN DE LOS HIERROS DE REFUERZO EN MORTEROS CON FIBRAS SINTÉTICAS O.R. Batic, J.D.Sota, R.O.Carbonari, R. Romagnoli LEMIT, calle 52 y 121. 1900 La Plata, Argentina– E Mail jdsota@netverk.com.ar RESUMEN En los últimos años se han desarrollado fibras no metálicas para ser incorporadas en el hormigón a fin de mejorar el comportamiento de las mezclas cementicias frente a la fisuración ya sea por: contracción por secado, acción térmica, pequeñas vibraciones, etc.. Se dosifican en porcentajes de volumen bajos y se obtienen resultados difíciles de lograr con otros materiales, con un bajo costo, por lo que se están usando cada vez con mas frecuencia. Por considerar que existen pocos antecedentes bibliográficos sobre la incidencia que producen sobre la tensión de adherencia acero-mortero y la corrosión del hierro en ambientes agresivos como pueden ser los que contienen cloruros, se inició un estudio sistemático comparativo en probetas de mortero con acero empotrado sin y con fibras ( 1,5 % en peso del cemento) y se hicieron ensayos hasta la edad de quince meses. Palabras claves: Fibras, interface, acero-mortero, adherencia, durabilidad, corrosión. INTRODUCCIÓN El hormigón es una roca artificial compuesta principalmente por una matriz cementicia continua, una fase de agregados discontinuas y una interfase pasta-agregado que posee poca resistencia mecánica a la tracción. En consecuencia, para compensar o mejorar esta limitación, se introduce el refuerzo de hierro que constituye el hormigón armado. Otra debilidad de este material es su tendencia a fisurarse aún sin carga y principalmente en las primeras edades por contracciones plásticas, por secado, por gradientes de temperaturas, vibraciones, movimientos de los moldes, formas, etc.. A fin de incrementar las defensas frente a estas solicitaciones, en los últimos años, se ha desarrollado una tecnología de producción de fibras para aplicar en el hormigón tanto para desarrollar propiedades especiales (resistencia al impacto, fatiga), como para reducir la tendencia a la fisuración. Existen en el comercio una gran variedad de fibras en cuanto a la composición (acero, vidrio, carbono, polímeros, etc.), como a medidas y formas. Está demostrado que además de incrementar la resistencia a los esfuerzos de tracción, la influencia mas significativa de la incorporación de fibras a las matrices cementicias es la capacidad de controlar la fisuración, al ejercer una acción de costura o puente a través de las fisuras permitiendo la transición de las tensiones [1]. Las fibras cortas y discretas de polipropileno, son inertes en su interacción con los otros componentes del hormigón siendo, además, hidrófugas. Su incorporación en porcentajes óptimos no introducen modificaciones en la dosificación de los morteros y hormigones, ni la necesidad de incorporar aditivos [2]. Se agregan en porcentajes bajos de volumen que no superan el 2 % obteniéndose resultados promisorios y con un costo razonable, es por ello que se usan cada vez con mas frecuencia. El acero en el hormigón se pasiva rápidamente debido a la formación de una película de óxidos y silicatos que se depositan sobre él y disminuyen notablemente su velocidad de corrosión en un medio de pH elevado [3]. Hay otros factores que contribuyen a aumentar la durabilidad de la estructura de hormigón armado, tales como un recubrimiento adecuado de las barras de acero, la baja porosidad del hormigón, la buena adherencia acero-mortero, una mínima fisuración y la posibilidad de repasivación del acero. La película pasiva puede ser destruida parcial o totalmente por la exposición a medios agresivos como los que tienen alta concentración de cloruros, carbonatación de la masa de hormigón, presencia de fallas en la estructura que facilitan el ingreso de los agentes agresivos oxigeno y humedad, etc. CONGRESO CONAMET/SAM 2004 Al plantear este trabajo se propuso como objetivos, obtener información sobre la influencia que producen las fibras de polipropileno sobre la tensión de adherencia entre el mortero y el acero y además estudiar la pasivación que producen las mezclas cementicias sobre el acero de refuerzo, cuando se aplica un sobrepotencial de –500 mV (apto para protección catódica), con respecto al potencial de corrosión del acero de refuerzo, sin cobertura cementicia, en cloruro de sodio 3%. En estudios previos [3] se había detectado que este potencial produce una caída de las tensiones de adherencia de aproximadamente un 10 % y esta era la condición mas desfavorable hallada, debido a ello es que se decidió hacer el estudio tomando en cuenta esta variable, sobre un tipo de probeta, y dos electrolitos diferentes, agua potable natural y una solución de cloruro de sodio al 3%. PARTE EXPERIMENTAL. MATERIALES, PROBETAS Y ENSAYOS. Con la finalidad de estudiar la incidencia que tiene el empleo de fibras de polipropileno en el mortero, sobre la adherencia y la corrosión se hicieron probetas cilíndricas colocando en el eje una barra de acero liso. respecto al potencial de corrosión del acero de refuerzo en cloruro de sodio 3%, empleando ánodos de platino. Al cabo de este período se sometieron a un ensayo de arrancamiento, a fin de determinar la variación de adherencia en la interfase aceromortero. Se realizó un ensayo similar, pero sin polarizar las barras de refuerzo. En este caso se midió, además, el potencial de corrosión de las armaduras, en función del tiempo (Figura 1). Las medidas de potencial de corrosión revelan que, para las probetas sumergidas en agua potable, la presencia de fibras de polipropileno aumenta la susceptibilidad a la corrosión del acero de refuerzo dado que los potenciales están desplazados hacia valores más negativos, con respecto a las probetas que no tienen fibras agregadas. Esto podría deberse a la aparición de micropilas de aireación diferencial en la zona de contacto acero-fibra plástica. Cuando el electrolito empleado es cloruro de sodio 3%, esta tendencia se observa aún en las probetas que no tenían fibras adicionadas. Luego de la extracción se observó que las barras de acero de probetas estacionadas en cloruro de sodio al 3 % mostraban sobre la superficie puntos de óxidos, en cambio las estacionadas en agua presentan la capa oscura inalterada, característica de la piel de cemento. Ensayo de adherencia. Preparación de probetas. Se prepararon probetas cilíndricas de morteros; en el eje de cada probeta se colocó una varilla de acero lis o de construcción de dureza natural, de 6 mm de diámetro. Se usaron dos morteros, uno se preparó con una relación en peso, cemento-arena 1:3, con una razón agua/ cemento 0,50. Se empleó cemento portland normal Tipo CPN40 (IRAM 50000) y una arena sílico feldespática graduada obtenida en el Río de La Plata, sobre la costa de Uruguay (IRAM 1633). El segundo mortero se realizó en idénticas condiciones pero agregando a la mezcla 1,5% en peso del cemento en fibras de polipropileno. No se observaron inconvenientes con la elaboración del mortero. Para obtener las probetas de estudio se utilizaron moldes cilíndricos, de 5x10 cm, que se llenaron en tres capas, que fueron compactados cada capa con un pisón, se tomo la precaución de que la superficie superior final quede plana a fin de evitar la concentración de tensiones durante el ensayo de extracción de la barra. Durante las primeras 24 horas, las probetas permanecieron en el molde, en cámara húmeda (>95% HR y 23±2°C). Luego se desmoldaron y se mantuvieron bajo agua hasta completar los 28 días de curado en las mismas condiciones de humedad relativa y temperatura. Un conjunto de ocho probetas se colocó en cubas de material plástico (60x40x25 cm), con dos electrolitos diferentes: agua potable, de resistividad moderadamente alta, y cloruro de sodio 3%, de baja resistividad. Las probetas se polarizaron durante 15 meses con un sobrepotencial de -500 mV, con El ensayo de adherencia se desarrolló tratando de extraer la barra de acero empotrada en el mortero mediante la aplicación de un esfuerzo creciente, a fin de producir el arrancamiento (“pull out”) de la misma. Este ensayo se diseñó utilizando como base las normas ASTM C 234-91a e IRAM 1596/56, adaptándolo a nuestro estudio, para lo cual se hicieron las siguientes modificaciones: reducción del tamaño de la probeta (5x10 cm) y reducción del diámetro de la barra de acero (6 mm). La rama larga de la barra empotrada fue tomada por las mordazas de la máquina de ensayo; la pequeña saliente de longitud 4-5 mm del otro extremo se utilizó para registrar los deslizamientos del acero con respeto al mortero por medio de un micrómetro (sensibilidad de medida 0,01 mm). Entre la superficie de apoyo de la probeta y la base rígida de la máquina de ensayo, se colocó un material de nivelación y transferencia (hule o polímero). El ensayo se realizó aplicando una carga P de aproximadamente 20-30 Kg/cm2 .min.; procediendo a registrar las cargas necesarias para producir deslizamientos de 10, 20, 30, 40 y 50 unidades (o más en caso de ser posible) y la carga máxima de arrancamiento. Se pueden presentar tres tipos de rotura que indican la finalización del ensayo: 1) que la barra deslice por lo menos 2,5 mm respecto al mortero, 2) que se fisure el mortero de la probeta por resultar la tensión de adherencia superior a la resistencia a tracción del mortero o 3) que la barra de acero llegue a fluencia o se rompa. Es deseable que la rotura se produzca en la forma descripta en el primer término. CONGRESO CONAMET/SAM 2004 elasticidad individuales del mortero y del acero se mantienen constantes para todas las probetas. Tabla 1. Tensión de adherencia (Kg/cm2 )en probetas polarizadas con un sobrepotencial de -500 mV. Probetas Electrolito c/ fibras Agua potable 42.0 Cloruro de sodio 3% 41.8 Probetas s/ fibras 42.0 42.4 Los resultados de los ensayos de adherencia (Tabla 1) muestran que no existen diferencias significativas entre los resultados obtenidos entre las probetas estacionadas en agua y las colocadas en solución de cloruro de sodio 3%. Es interesante destacar que los valores de la tensión de adherencia para las barras lisas son, término medio, 30% más bajos que los encontrados para barras de acero con nervaduras [3, 4]. Estudios mediante microscopía electrónica de barrido (SEM) Figura 1 La tensión de adherencia, Tadh (kg/cm2 ), se calcula utilizando la expresión: Tadh= P (kg)/ S (cm2 ) Siendo P la carga necesaria para producir un determinado deslizamiento y S la superficie lateral de la barra en contacto con el mortero. En el presente estudio se determinó la Tadh como un promedio de las cargas necesarias para producir las deformaciones en intervalos de 10 hasta 50 unidades. Se ensayaron ocho probetas a la edad de 15 meses por cada electrolito (Tabla 1). Por tratarse de ensayos comparativos realizados con los mismos materiales y los ensayos se realizan en un tiempo pequeño, se considera que los módulos de Las barras de acero polarizadas, sumergidas en agua potable, presentaban una película más o menos uniforme que recubre toda la superficie de la barra (Figura 2, 1000x). Esta película estaba constituida por un gel llamado “piel de cemento” compuesto mayoritariamente, por óxido de hierro (94,8%); el resto es una pequeña cantidad de óxido de aluminio (4,3%) y de óxido de calcio (0,9%). En investigaciones anteriores se encontró que los geles formados en las barras con nervaduras son más ricos en CaO y en SiO2 [3, 4]. Se observaron además, formaciones incipientes de óxido de hierro de mo rfología globular, lo cual no fue observado en las barras con nervaduras [3, 4]. Esto último indicaría que tal vez sea necesario aplicar un mayor sobrepotencial para lograr el mismo grado de protección en las barras lisas que en las barras con nervaduras. Las probetas que contienen fibras, presentaban características similares. Los morteros en agua potable desarrollaron geles de S-C-H y formaciones laminares con mayor relación CaO/SiO2 (Figura 3, 2000x). La composición del gel de sílice es: Al2 O3 3.39%, SiO2 27.6% CaO 67.21% y Fe2 O3 1.8%. Las laminillas tienen una composición Al2 O3 9.36%, SiO2 38.96% CaO 47.77% y Fe2 O3 3.98%, determinados por EDAX. Según trabajos previos, el desarrollo de geles y microcristales es más abundante en las barras con nervaduras que en las lisas a causa de las tensiones acumuladas en las mismas [3, 4]. El desarrollo de geles y cristales tiende a pasivar estas zonas de alta energía (Figura 4, 2000X). Los morteros en contacto con barras con nervaduras desarrollan algunas estructuras diferenciales como el S-C-H del tipo I y CONGRESO CONAMET/SAM 2004 del tipo II, además de formaciones laminares de hidróxido de calcio (Figura 5, 5000X) [3, 4]. Figura 2 En las imperfecciones de las películas de óxidos aparecen estructuras muy pequeñas las cuales, aparentemente, crecen para reparar la ruptura de la película protectora originada por los óxidos. Se piensa que la presencia de Al, Si y Ca estabilizan los óxidos de hierro evitando el desarrollo de estructuras expansivas. En las probetas de mortero con las barras lisas sumergidas en cloruro de sodio 3% aparece una estructura similar al de las probetas sumergidas en agua aunque los granos de gel son pequeños y de estructura algo más porosa, además llamo la atención la formación abundante de un polvillo blanco. CONCLUSIONES El objeto de este trabajo fue conocer las diferencias que produce la incorporación de fibras de polímeros sobre la adherencia mortero-acero, la corrosión del acero y la microestructura del mortero en contacto con barras de acero liso, sin tratamiento mecánico. Las conclusiones que se extraen de los resultados obtenidos son: Figura 3 1) 2) 3) 4) Figura 4 5) 6) La tensión de adherencia mortero-acero como era de esperar se reduce notablemente con respecto a los de las barras conformadas de dureza natural. La morfología de los compuestos cementicios sobre el acero y área de influencia varían sensiblemente, principalmente la del S-C-H. Parece ser necesario disminuir el potencial del acero para evitar corrosión cuando los morteros contienen fibras de polipropileno. Se estima la conveniencia de continuar el estudio a fin de confirmar algunos resultados y disponer de mayor información vinculada con el cambio de morfología. La inclusión de fibras de polímeros en el mortero no provoca diferencias apreciables en la tensión de adherencia mortero-acero al usar barras lisas. Se observan indicios que hacen presumir que la inclusión de fibras poliméricas producen mayor sensibilidad frente a la corrosión, por lo que sería conveniente hacer estudios a edades superiores a las estudiadas. Figura 5 REFERENCIAS Las probetas con barras polarizadas que estuvieron sumergidas en cloruro de sodio 3%, mostraron mayor desarrollo de óxidos de Fe. El tamaño de las partículas de óxido y su densidad superficial es mayor que en el caso de las probetas en contacto con agua potable. [1] Swamy R. N. Fibre reforcement of cement and concrete materiaux et contructions materials and estructures. RILEM. Mai-juin. 1975 N° 45. [2] Sota J.D. , Traversa L.P. Control de fis uras en morteros cementicios, mediante fibras de polipropileno. SAM96. 1er. Taller Nacional CONGRESO CONAMET/SAM 2004 sobre Materiales para la Construcción. Tandil (1996) [3] Batic, O.R., Vetere, V.F., Romagnoli, R., Sota, J.D., Lucchini, I.T., Carbonari, R.O. Steel – mortar bond strength in cathodically protected specimens after one year exposure. Bulletin of Electrochemistry, 16 (5), 199-204 (2000). [4] Vetere, V.F., Batic, R.O., Romagnoli, R., Lucchini, I.T., Sota, J.D., Carbonari, R.O. Variation in steel-mortar bond strength and microstructure in cathodically protected specimens after two years exposure. Materials & Structures (Matériaux et Constructions), 34 (Jan.-Feb.), 27-33 (2000).