HERRAMIENTA PARA LA IDENTIFICACIÓN DEL RIESGO CREDITICIO Scoring de clientes La gestión crediticia busca en toda y cada una de las etapas del ciclo de vida del crédito, cuantificar el riesgo que involucra una operación financiera y, a la vez, determinar la viabilidad que representa esta colocación para la entidad financiera, buscándose que los resultados sean compatibles con las pérdidas aceptables y los costos administrativos con las utilidades del negocio. Determinar un punto de equilibrio no es tarea fácil, pues una elevada exposición al riesgo puede llevar a altas tasas de incobrabilidad y mora, así como un bajo otorgamiento de crédito puede significar pérdida de mercado y de ganancias frente a una competencia dinámica; ambas situaciones con efectos negativos en los resultados de la entidad financiera. Las evaluaciones de crédito parten de un amplio análisis, que involucra desde el entorno económico hasta factores individuales del cliente, entre los que se identifican la capacidad de pago, el historial de endeudamiento, la solvencia y las garantías del cliente, lo que no siempre garantiza que los criterios se utilizarán de manera uniforme en su estudio, y si la interpretación que le darán los diferentes analistas será la misma. Lo que hace necesaria la aplicación de un catalizador que permita evaluar la información de cada uno de los clientes de la manera más objetiva posible. En este sentido, las entidades financieras han incursionado en el uso de metodologías matemáticas y estadísticas con el fin de identificar tanto el riesgo potencial en la concesión de créditos nuevos, así como para predecir el posible deterioro de la calidad crediticia de sus clientes actuales. Dentro de estas metodologías, ocupan un lugar significativo las denominadas metodologías de “scoring” o “puntaje técnico”, y comprenden aquellas que estudian comportamientos poblacionales a partir de análisis técnicos objetivos, con la finalidad de anticipar conductas de clientes actuales o potenciales y de este modo prevenir riesgos de incumplimiento, fraude y deserción, entre otros. Los modelos de scoring eliminan la subjetividad en los análisis crediticios, facilitan la evaluación de las operaciones nuevas al procesar con mayor rapidez las solicitudes de crédito descartando las que no 1 cumplen requisitos mínimos y permiten el ordenamiento y la utilización de información histórica que es muy valiosa para la entidad financiera, pero que muchas veces no es explotada en su totalidad. De esta manera, a través del acceso y recolección de datos de los clientes actuales y potenciales y del análisis predictivo subsecuente, la entidad financiera puede llegar a un mejor entendimiento de las características del riesgo al que se expone y los factores que llevan a la incobrabilidad de sus operaciones. Estos modelos funcionan a partir del historial mismo de cumplimientos e incumplimientos de la entidad financiera; para cada cumplimiento e incumplimiento de crédito, la base de datos o historial equivalente deberá contener información sobre las características del sujeto de crédito para poder descifrar un patrón que pueda pronosticar adecuadamente si una operación de crédito prospectiva entrará o no en incumplimiento en base a experiencias similares. Este pronóstico se puede expresar de dos maneras: un score (puntaje) numérico y una probabilidad de incumplimiento, donde se aplica la siguiente regla: “a mayor score menor probabilidad de incumplimiento, y a menor score, mayor probabilidad de incumplimiento”. Podemos encontrar en la industria dos tipos de modelos de scoring: • Scoring de aprobación o de evaluación de solicitudes para créditos nuevos y nuevos clientes. • Scoring de gestión o de comportamiento de los clientes ya incorporados dentro de la entidad y que permiten calificar al cliente, estimar previsiones, identificar y agrupar a buenos clientes afín de mantenerlos en la Entidad Financiera y proveerles de mayor financiamiento de manera oportuna y automática, optimizar las acciones de cobranza, anticipar y prevenir fraudes y deserciones. Los modelos de scoring no se utilizan únicamente en la fase de aprobación de solicitudes, ni es un instrumento exclusivo de medición de riesgos, sino que trasciende hacia la gestión comercial de la Entidad Financiera. Al momento de implementar estas metodologías, es fundamental que la entidad financiera considere que el mayor desafío no es técnico sino humano; se requiere de una capacitación continua del personal así como de un seguimiento cuidadoso a los resultados sobre la base de 2 análisis retrospectivos o de contraste que permitan verificar y mantener la calidad del poder predictivo de los modelos. Los modelos de scoring, se han convertido en herramientas de gran utilidad a la hora de gestionar el riesgo de crédito, de ninguna manera sustituyen el trabajo del analista de créditos, sino que complementan el análisis previo y la evaluación del comportamiento del cliente, constituyéndose en una eficiente herramienta de apoyo a la toma de decisiones. 3