La serranilla del Marqués de Santillana pertenece a la poesía cancioneril medieval, en concreto, a las cantigas. Es parte de este género porque se escribió durante el siglo XV, una época en la que los nobles se dedicaban a la poesía, y además coincide con el tema y forma propias de las cantigas: es una composición de tema amoroso -que narra el encuentro de un noble con una pastora, dividido en tres partes, cabeza, variación y vuelta. Sin embargo, la historia de la serrana del Arcipreste de Hita pertenece al mester de clerecía medieval, ya en decadencia en el siglo XIV, porque es un texto narrativo – aunque está escrito en verso, con una intención moral, y es una obra casi anónima, ya que fue escrita bajo un pseudónimo. Temas En ambos se narra el encuentro con una serrana, mujer de campo que entabla una conversación con el protagonista. En la serranilla del Marqués de Santillana, ésta se describe con una hermosura impropia de su condición social, según el narrador; pero la del Libro del Buen Amor, siendo más realista, se recrea en la fealdad y malos modales de la mujer. Estrofas/estructura La serranilla del Marqués de Santillana, al ser una cantiga, tiene una forma hecha de tres partes: cabeza (“Moza tan fermosa/non vi en la frontera/com’una vaquera/de la Finojosa”), variación (versos que siguen) y vuelta (siempre termina la estrofa con “… vaquera de la finojosa”). La narración del Arcipreste de Hita, en cambio, no tiene una parte que se repita, sino que cuenta el encuentro en cada verso, sin introducción o pausas. Métrica La serranilla del Marqués de Santillana se compone de 6 estrofas, una de ellas es la cabeza o introducción, divididas en versos de 6 sílabas con rima consonante, de arte menor y encadenada (abab), en las cuales se repite una vuelta del tipo abba. Aun así, en la historia del Arcipreste de Hita, el tipo de estrofa se alarga hasta tener versos de 14 sílabas, es decir, de arte mayor. La rima sigue siendo consonante, siendo la estrofa esta vez monorrima, del tipo aaaa. Recursos La serranilla del Marqués de Santillana utiliza como marco de su narración el “locus amoenus”, o lugar ameno, un entorno casi paradisíaco en el que se encuentra la serrana; pero en el Libro del Buen Amor, el Arcipreste de Hita parodia este recurso situando la acción de una forma más realista: “Hace siempre mal tiempo en la sierra y en la altura/o nieva o está helando, no hay jamás calentura”. En la primera hay: • Epíteto. “En un verde prado”. • Comparación entre las rosas y la belleza de la muchacha. “Non creo las rosas/sean tan fermosas”. • Metáfora. En los versos 29 a 32. “su mucha beldad/porque me dejara/en mi libertad” • Repetición de “bien” en la última estrofa. • Hay una elipsis al omitir la respuesta del caballero al ver la reacción de la vaquera. En el Libro del Buen Amor se recurre constantemente a hipérboles, exageraciones de la realidad, y comparaciones a la hora de describir a la serrana.