HERRAMIENTAS DE APROVISIONAMIENTO ELECTRÓNICO: ¿QUÉ ES LO QUE REALMENTE OFRECEN? Nuria Rodríguez López nrl@uvigo.es Departamento Organización de Empresas y Marketing, Universidad de Vigo Facultad de Ciencias Empresariales y Turismo, Campus Universitario, 32004 Ourense, España Tel. +34 988 368744, Fax +34 988 368923 RESUMEN: En los últimos años las nuevas tecnologías de la información han tenido una importancia cada vez mayor no sólo en la vida diaria de los ciudadanos, sino para todo el mundo empresarial. De hecho, aunque de lo que más se habla es del comercio electrónico dirigido a consumidores finales, es en realidad en las transacciones entre empresas en donde más beneficios se han obtenido de la implantación de estas nuevas tecnologías. En este sentido, un concepto del que se ha empezado a escribir recientemente es el de los aprovisionamientos electrónicos o eprocurement, es decir, el empleo de Internet como soporte de las transacciones comerciales entre empresas, y como paso que va más allá de las tradicionales redes de valor añadido, superando las limitaciones que éstas suponen. La enorme rapidez de cambio de las nuevas tecnologías junto con los relativamente incipientes desarrollos científicos sobre estos temas, han resultado en la adopción de expresiones en inglés, no siempre utilizadas para referirse a los mismos elementos, con la confusión que ello genera. El objetivo de este trabajo es profundizar en los conceptos asociados al aprovisionamiento electrónico, recogiendo y diferenciado las diversas posibilidades existentes, o dicho de otro modo, las posibles amplitudes de actividades que abarcan las herramientas electrónicas orientadas a la relación con los proveedores (redes de valor añadido, eprocurement, e-sourcing, e-fulfillment, e-market y e-tail). El desarrollo se completa con una sistematización de las principales ventajas y limitaciones que se han ido extrayendo de la implementación de estos sistemas basados en Internet, en las relaciones de suministro. 1 Concepto de comercio y aprovisionamiento electrónicos Se puede definir comercio electrónico como “cualquier actividad en la Red realizada con ánimo comercial, que pueda generar la realización de una transacción comercial, tanto en la web como fuera de ella” (Santamaría Díaz y Escobar Espinar, 2004:188). Este concepto amplio de comercio electrónico hace referencia a cualquier tipo de actividad de negocios que se lleve a cabo utilizando nuevas tecnologías de la información y la comunicación. En este sentido, abarca desde meras transferencias internas de información, hasta la realización de transacciones comerciales, pasando por actividades como el envío y recepción de información del exterior, o la comunicación interempresarial. Por su parte, la realización de transacciones lleva asociadas otras actividades de apoyo, relacionadas con la organización y gestión de subastas, de mercados y de relaciones entre grupos de personas, que hacen que el comercio electrónico sea considerado el servicio más importante de la Sociedad de la Información (Adsuara Varela, 2004:18-19). De un modo genérico, se puede decir que las tecnologías de la información están ampliamente implantadas en las empresas, y que su aceptación es cada vez mayor. Si bien, también es cierto que existen diferencias según el tamaño empresarial. En lo que se refiere a las grandes empresas, con la implantación de soluciones sofisticadas de software como ERPs, groupware, product data management (PDM) o sistemas de gestión del conocimiento, es posible hablar de una extensa cultura de tecnologías de la información. Por su parte, en las pequeñas y medianas empresas, destaca la informatización de actividades orientadas a conseguir la integración con el proveedor, es decir, tareas como la solicitud de presupuestos, la recepción y confirmación de órdenes y la recepción de facturas, y herramientas como el correo y los catálogos electrónicos (Cagno y otros, 2004). Es frecuente agrupar todas estas actividades en tres tipos según su función sea la información, la comunicación o la transacción. Las aplicaciones de información son aquellas a través de las cuales se ofrece información a agentes externos, como accionistas o clientes (Santamaría Díaz y Escobar Espinar, 2004:189190). Las acciones comerciales a través de medios electrónicos tienen las ventajas de mejorar el control de las campañas, liberar recursos humanos y reducir los costes de marketing, si bien, no llegan a todos los mercados y su automatización puede resultar demasiado cara (Bland, 2003:54) Las principales herramientas utilizadas para la transmisión de información son los directorios y los sitios web corporativos (López San Miguel, 2004:117), que permiten acceder a información siempre actualizada en cualquier momento. Sin embargo, también aquí es de señalar el alto coste que supone instalar y mantener la estructura de hardware y software junto con el soporte técnico humano necesarios (Bland, 2003:54). Cuando existe la posibilidad de hacer esta transferencia de información de un modo bidireccional, entonces se habla de herramientas de comunicación. Entre las principales herramientas de comunicación destacan el correo electrónico (Ballestero Díaz, 2004:8; López San Miguel, 2004:117) y la comunicación interna (Santamaría Díaz y Escobar Espinar, 2004:189190). En lo que se refiere a las actividades de transacción suponen la realización del intercambio comercial a través de Internet. A ellas se refieren las definiciones más restrictivas de comercio electrónico -e-commerce (Ballestero Díaz, 2004)-, y aprovisionamiento electrónico -eprocurement (Santamaría Díaz y Escobar Espinar, 2004). Cuando se realiza entre empresas y clientes finales recibe el nombre de B2C (Business to Consumer), y cuando se realiza entre empresas el de B2B (Business to Business). A su vez, dentro del B2B es frecuente incluir el EDI, el e-procurement, el e-sourcing, el efulfillment, los marketplaces y el e-tail. La decisión de utilizar unas u otras de estas herramientas, depende, en gran parte, del valor estratégico de las compras que haya que realizar. Así, cuando este valor estratégico es alto, la complejidad de los productos hace necesario el contacto estrecho con proveedores especializados, y consecuentemente, que se prefieran soluciones dedicadas compradorvendedor. Sin embargo, ante materiales estándares, las aplicaciones basadas en Internet, con bajo contenido en ingeniería, permiten la combinación adecuada de flexibilidad y eficiencia (Cagno y otros, 2004). La utilización del móvil para realizar negocios electrónicamente (mobile e-business), está empezando a materializarse a través de la conexión Internet-móvil-PDA, que permite descargar a la PDA órdenes de pedido o información de la extranet empresarial. Sin embargo, su alto coste y deficiente cobertura, hacen que su implantación sea todavía menor que cualquier otra forma de negocio electrónico (Bland, 2003). En los siguientes apartados abordaremos con más detalle las herramientas incluidas dentro del B2B1. 2 Herramientas electrónicas de aprovisionamientos Las herramientas electrónicas son instrumentos que facilitan la gestión de las relaciones entre empresas. Para su buen funcionamiento son necesarios acuerdos entre empresas y sistemas informáticos soporte. Su implantación comienza con el envío de órdenes electrónicas, para ir abarcando, posteriormente, el ciclo completo de suministro-pago (E&MJ, 2004). Como ya hemos mencionado, las principales herramientas utilizadas en los aprovisionamientos electrónicos son el EDI, el eprocurement, el e-sourcing, el e-fulfillment, los marketplaces y el e-tail. 2.1 Intercambio electrónico de datos (EDI) El EDI está considerado como el principal protocolo de comunicación directa electrónica entre empresas (López San Miguel, 2004). Su alto coste, su rigidez y su software específico, han restringido su uso limitándolo a las grandes empresas (Corbeil, 2002), y han incentivado el desarrollo y adopción de otras aplicaciones basadas en los estándares de Internet; en la década de los noventa se podían distinguir desde empresas que usaban solamente el EDI original, hasta aquellas que tenían totalmente implantadas soluciones de Internet, pasando por las que mantenían una estructura de datos EDI pero con el transporte a través de la Red (Pardo Bustillo, 2004). Una de estas nuevas aplicaciones, considerada como una versión avanza del EDI, es la extranet. Las extranets son redes de empresas, basadas en los protocolos de Internet, que permiten compartir datos y aplicaciones en diferentes formatos de software y ficheros (Mincom, 2001). También se ha propuesto la utilización del lenguaje XML, como estándar de comunicación, si bien, su escasa aceptación y dudosa estandarización, han hecho que pierda 1 Aunque en este trabajo se abordan los aspectos relacionados con los aprovisionamientos, dentro de los negocios electrónicos, también destaca su aplicación a otras funciones empresariales y a actividades como la formación on line (elearning), los temas culturales (e-cultura) o las Administraciones Públicas por Internet (eAdministración) (Ballestero Díaz, 2004). importancia como sustituto de los sistemas EDI (Sánchez Coll, 2004). Actualmente, la amplia gama de opciones en sistemas EDI, hacen que su coste y complejidad no sean barreras para su adopción (Sánchez Coll, 2004), contribuyendo así, a que, pese a las ventajas relativas de Internet, esta Red siga siendo un complemento que mejora las características de transporte de los sistemas EDI, y no su sustituto (Sánchez Coll, 2004). El empleo de Internet permite integrar la gestión de la cadena de suministros, es decir, negociación, evaluación y consolidación de todos los proveedores en una sola plataforma, sustituyendo así las tradicionales redes de valor añadido entre empresas, por una conexión a la red y un explorador, con el que cualquier empleado puede realizar transacciones (Attaran y Attaran, 2002). 2.2 E-procurement El e-procurement (compras electrónicas) consiste en usar Internet o el correo electrónico para identificar y negociar con proveedores y compradores (Cater, 2001). De un modo escueto, se ha definido como el “businessto-business e-commerce” (Orr, 2002), es decir, es el comercio electrónico entre empresas o la realización de compras basándose en la web. Aunque también se han dado definiciones más extensas en las que se recoge la existencia de un acuerdo con los suministradores que tiene por finalidad la realización de transacciones electrónicas sobre redes seguras, y que permite el inicio automático de órdenes a partir de los datos de inventario, la identificación de proveedores y la realización de transacciones financieras (Bland, 2003). Aunque normalmente, la expresión de eprocurement hace referencia a la existencia de una intranet soporte y a la comunicación a través de líneas dedicadas (Orr, 2002), no es raro que dentro de dicha expresión se incluyan diversas herramientas con distinto alcance. Entre ellas destacan las siguientes (Cater, 2001; Attaran y Attaran, 2002): Correo electrónico y demás sistemas de mensajería para la transmisión de información. Portales que contienen mercados destinados a poner en contacto a agentes (marketplaces). Sitios web con catálogos que ofrecen información y, a veces, posibilidades de compra on-line. Sitios web de subastas. Entre ellos destaca la posibilidad de realizar subastas inversas (reverse auctions), en las que se consigue el menor precio posible para un artículo. Sistemas que soportan el suministro global. El suministro global (global sourcing) permite encontrar proveedores adicionales, mejorar las comunicaciones, usar tecnología punta, optimizar el uso de los recursos y reducir los costes totales de aprovisionamientos. El coste de los sistemas e-procurement todavía es mayor que el de los tradicionales EDI, quedando así restringido a empresas de gran tamaño (Mincom, 2001; Bland, 2003). En lo que se refiere al tipo de productos, tampoco son capaces de tratar con la complejidad que supone la compra de elementos de bajo volumen, alto coste, con ofertas formales y términos complejos (Mincom, 2001:14), por lo que se han dedicado a las compras de productos y servicios repetitivos que no se integran en el producto, los denominados materiales indirectos o MRO (Mantenimiento, Reparación y Operación) (Pardo Bustillo, 2004; Orr, 2002)2. Las principales ventajas de utilizar Internet para las compras de materiales indirectos provienen, principalmente, de la centralización de las decisiones (Pardo Bustillo, 2004) y de la enorme reducción del papel manejado internamente (solicitudes, catálogos, autorizaciones, informes,…) (Orr, 2002). Estos elementos resultan en una reducción de tiempos (el ciclo de aprovisionamientos se reduce de 3,5 horas a 10 minutos) (Orr, 2002), y en un aumento de la eficiencia de los flujos internos de materiales y administrativo (Pardo Bustillo, 2004). El proceso de aprovisionamiento electrónico de MRO se desarrolla a través de las siguientes fases (Mincom, 2001; Orr, 2002): 1. El proceso comienza cuando un empleado detecta una necesidad y la introduce en el sistema informático. Este sistema comprueba los permisos del empleado y redirecciona la orden al responsable de su aprobación. La detección de la necesidad también se puede materializar a través de la búsqueda en catálogos que posibles suministradores tengan en la Red. En este caso, el comprador selecciona los 2 Los materiales indirectos abarcan entre el 30% (empresas industriales) y el 60% (empresas de servicios) de las compras totales de la empresa (Orr, 2002), cifras que resaltan la importancia competitiva de su buena gestión. productos almacenándolos en un “carro de la compra”, para posteriormente realizar la orden de pedido. 2. Una vez que la orden se ha aprobado, se pasa a la fase de búsqueda de proveedores, evaluación y firma del contrato de compra. Cuando ya se ha seleccionado el proveedor, el sistema informático le envía la orden mediante Internet, fax, EDI u otro medio. Simultáneamente, se recoge la información en las cuentas de deudas pendientes, con la finalidad de realizar su seguimiento contable. En caso de que se soliciten ofertas a varios proveedores, el sistema permite que las contestaciones sean enviadas a la carpeta de entrada del comprador y en el mismo formato, de modo que sea fácil su comparación y selección3. 3. Tras la solicitud, se ejecuta la orden de pedido, se recibe y factura el pedido. Todos estos datos son incorporados electrónicamente en el sistema de información interno de la empresa mediante el escaneado por radiofrecuencia. Durante esta etapa se va realizando el cotejo entre lo pedido y lo recibido. 4. Finalmente se realiza el pago, quedando así cancelada la deuda contable pendiente. Por último, no se debe olvidar que en este proceso es necesario gestionar, junto con los acuerdos de aprovisionamientos, la gestión de inventarios, el transporte y los componentes del e-business (Mincom, 2001). 2.3 E-sourcing El término e-sourcing (aprovisionamiento electrónico) hace referencia a la compra de productos estratégicos utilizando medios electrónicos (Pardo Bustillo, 2004). En este caso, el proceso tradicional de compras sigue estando controlado físicamente pero se complementa con el uso de Internet como refuerzo en las negociaciones. Los principales apoyos de los medios electrónicos hacen referencia a la simplificación y estandarización las peticiones de información (RFI-Request for Information), de propuestas (RFP-Request for Proposal), y de cotizaciones (RFQ-Request for Quotation), a los análisis de precios, propuestas y 3 Este es el caso de las agencias locales de vivienda de Estados Unidos (LHAs, Local Housing Agencies), miembros de la NAHRO (Corbeil, 2002). demás información procedente de cada proveedor, y a la gestión de los contratos (Pardo Bustillo, 2004). 2.4 Fulfillment o e-fulfillment El e-fulfillment (ejecución de la orden de pedido o cumplimiento) recoge el conjunto de actividades necesarias para atender un pedido que se ha realizado a través de Internet (Pardo Bustillo, 2004). Se entiende, por tanto, que es un concepto más restringido que e-procurement o esourcing, ya que no incluye las primeras fases de búsqueda, negociación y selección del suministrador. Según Pardo Bustillo (2004), las claves del éxito de esta herramienta radican en la flexibilidad horaria y rapidez de las entregas, en la flexibilidad de los modos de pago y en una buena gestión de las devoluciones. Sin embargo, estos elementos son de difícil consecución debido a la gran variedad de productos, a entregar en pocas cantidades en diferentes puntos de entrega, con específicos medios de pago y que provienen de una gran diversidad de suministradores, generando así enormes cantidades de flujos de información interrelacionados de difícil gestión. La integración de los sistemas informáticos de la empresa con los de sus proveedores, puede facilitar esta gestión y evitar que las ventajas de la compra electrónica se vean mermadas por un mal sistema de cumplimiento de pedidos. 2.5 Marketplace o e-market El marketplace o e-market (mercado electrónico), es un sitio web que tiene por finalidad poner en contacto a compradores y vendedores, a través de la publicación de información sobre ellos y sobre sus productos. En los marketplaces se ofrecen catálogos de información, bienes y servicios, suministrados por varios proveedores; al coincidir simultáneamente las ofertas de varios proveedores competidores entre sí, la asimetría de información puede favorecer al comprador a cambio de perjudicar al vendedor (Bland, 2003). Los mercados electrónicos están gestionados por terceros independientes que ayudan a sus participantes a elaborar los catálogos, y a establecer relaciones entre ellos, a cambio de una comisión (López San Miguel, 2004). Un ejemplo es el proyecto eMarket Services (www.emarketservices.icex.es), sin ánimo de lucro y cofinanciado por la Unión Europea, que tiene la finalidad de apoyar a las pequeñas empresas exportadoras en el uso del comercio electrónico, mediante el asesoramiento y difusión de información. Este mercado ofrece los siguientes servicios: Directorio de mercados electrónicos en todo el mundo clasificados por sector y ubicación, con información sobre sus agentes y funcionamiento. Casos prácticos de empresas con experiencia en mercados electrónicos. Informes sectoriales sobre el uso de mercados electrónicos. Información sobre mercados online y negocios electrónicos, ofrecida a través de un boletín gratuito con artículos, informes y casos, y actividades de formación. Si en una de las partes de la relación comercial existe un solo agente, es decir, un solo vendedor frente a muchos compradores o al revés, entonces, se habla de “mercado privado” (López San Miguel, 2004)4, ya que es ese agente único el que los gestiona totalmente. Si la empresa que los controla es un gran vendedor, se dice que el mercado está orientado a la venta; en cambio, si es un gran comprador, entonces está orientado a la compra. En este último caso, y como ya hemos comentado, cuando es un comprador el que gestiona el mercado, suele tener como objetivo la adquisición de material de mantenimiento, reparación u operación, más que las adquisiciones con valor estratégico. Los mercados privados son especialmente útiles cuando la base de proveedores o clientes está muy dispersa, haciendo difícil el acceso a todos ellos de modo eficiente (E&MJ, 2004). Ejemplos de mercados privados orientados a la venta son las tiendas virtuales, y orientados a la compra, lo son las aplicaciones SCM (Supply Chain Management), tanto de e-procurement como de e-sourcing (Pardo Bustillo, 2004). En cualquier caso, los marketplaces suelen estar gestionados y ser propiedad de grupos industriales, como los proveedores de aplicaciones (ASPs), o empresas físicas bien establecidas (Supply Solutions-engineering, SupplyNet-government, Fencepost-agriculture, WoodNet-forestry) (Bland, 2003). Aunque en algunos casos se asocian mercados electrónicos e industrias (Bland, 2003), la mayoría de los autores distinguen dos tipos de mercados, horizontales y verticales, según el campo de actividades que abarquen (ver por ejemplo, Pardo Bustillo, 2004). Los mercados 4 En este caso se hablaría de one-to-many, frente el many-to-many de los mercados electrónicos. horizontales son aquellos especializados en una función común a varias industrias (como por ejemplo, logística o servicios financieros); por su parte, los mercados verticales incluyen agentes que realizan cualquier actividad dentro de un solo sector (por ejemplo, el sector del metal). Los mercados electrónicos ofrecen beneficios comerciales, en la gestión y en la seguridad. Respecto de los primeros, se derivan de la centralización de los servicios financieros y logísticos y del acceso a más información sobre agentes y sus ofertas, que permite mejorar los procesos de negociación al tiempo que obtener economías de escala en el uso de las aplicaciones tecnológicas (Pardo Bustillo, 2004). En lo que se refiere a los beneficios de gestión, aluden a la disminución de los costes de transacción que procede de una mayor eficiencia en la búsqueda de la información, en su gestión y en la comunicación (Pardo Bustillo, 2004). Por último, la mejora en seguridad se corresponde con la posibilidad de ofrecer referencias sobre la formalidad de cada participante, e incluso, restringir el acceso a agentes en los que no se confía (López San Miguel, 2004). En último término, todas estas ventajas recaen la mejora de las formas de hacer negocios, ya sea con reducciones de tiempos o costes, y no en la incorporación de más intermediarios. En este sentido, la creación de nuevos modelos empresariales y el impulso de formas de colaboración, pasan a ser aspectos de vital importancia. López San Miguel (2004) resalta las siguientes herramientas de colaboración: Collaborative Order Management – gestión colaborativa de pedidos, Collaborative Product Commerce, CPC – comercio colaborativo de productos, Collaborative Planning, Forecasting and Replenishment, CPFR – planificación, previsión y reposición colaborativos, y Vendor Managed Inventory, VMI – inventario gestionado por proveedores. 2.6 E-tail El e-tail hace referencia al detallista en línea, es decir a la realización de ventas al detalle utilizando medios electrónicos. En este sentido puede funcionar como un canal extra de ventas, o simplemente como medio de publicidad y ayuda al comprador. Bland (2003) distingue dos modos de utilizar esta herramienta, según el tipo de información que proporcione. El primer uso hace referencia a la venta de información o a la posibilidad de pertenecer a una comunidad online para obtener información a cambio de una cuota. Por su parte, el segundo caso recoge la instalación de terminales en las tiendas, en los que el consumidor pueda obtener información sobre los productos, complementos y extensiones de estos, sin que estén físicamente en dicha tienda. 3 Beneficios del aprovisionamiento electrónico Las experiencias prácticas muestran que los sistemas de comercio electrónico aportan realmente beneficios (Nahro, 2004). Además, las ventajas se muestran más intensamente cuando se trata de sectores intensivos en movimientos, con productos caracterizados por su venta en grandes cantidades, con altas frecuencias y rotaciones, y con varias posibles elecciones de compra (Sánchez Coll, 2004; Cooper-Jones y Macklin, 2002); estaríamos pues, hablando de eprocurement. Los principales beneficios del aprovisionamiento electrónico se pueden agrupar en tres categorías según hagan referencia a la eficiencia, a la gestión de las relaciones con los suministradores, y a la reestructuración y mejor control internos. 3.1 Eficiencia El ahorro de costes es el elemento más destacado cuando se habla de las ventajas que ofrece el aprovisionamiento electrónico. Destaca especialmente la mejora de la eficiencia transaccional (Cooper-Jones y Macklin, 2002), ya sea referida al aprovisionamiento (Attaran y Attaran, 2002), al proceso de compras en sí y las relaciones con otros agentes (Cagno y otros, 2004; Sánchez Coll, 2004), a los procesos administrativos (Nahro, 2002b; Hayward, 2001b), o en general, a toda la cadena de suministros (Cater, 2001; Attaran y Attaran, 2002). Este ahorro de costes permite, además, reducir el precio de venta (Pardo Bustillo, 2004; López San Miguel, 2004; Hayward, 2001b), redundando así en la mejora de la eficiencia. El acceso a más proveedores (o clientes), de los que se tiene más información, facilita la transacción y que ésta se realice al mejor precio posible (Cooper-Jones y Macklin, 2002). Además, el aumento de los contactos favorece las compras cooperativas y, por tanto, un precio mejor (Nahro, 2002b). La reducción de los costes de transacción puede llegar hasta un 80% (Cooper-Jones y Macklin, 2002). Por otro lado, la informatización de la información recibida y enviada, reduce el papeleo y los errores de trascripción, haciendo así una relación más fluida y exacta (E-office, 2000; Morey, 2005; Attaran y Attaran, 2002; Bland, 2003). Se ha cuantificado que los costes en el producto y los costes administrativos relacionados se reducen en un 15% (Corbeil, 2002:35), y que los costes innecesarios asociados lo hacen hasta quedarse en sólo un 6% del precio del producto (Sánchez Coll, 2004:45). Algunos autores incluso hablan de que se pueden alcanzar reducciones de más del 90% en el coste medio de la transacción (Provenzano, 2002; Cooper-Jones y Macklin, 2002)5. Como ejemplos de empresas que hayan detectado estos beneficios, está Unilever, en la que se ha producido un aumento de la productividad y una disminución de los costes de transacción, tras automatizar el flujo de la cadena de suministros extendida (Cooper-Jones y Macklin, 2002:28). Otras compañías como Compaq, IBM o DuPont han obtenido ahorros de costes del 22%, 20% y 18% respectivamente (Attaran y Attaran, 2002:19). 3.2 Gestión mejorada de la cadena de suministros El segundo beneficio hace referencia a la reestructuración de la cadena de suministros (Cooper-Jones y Macklin, 2002; Ballestero Díaz y Font Jaume, 2004), derivada de las mejoras en las comunicaciones (Attaran y Attaran, 2002). Estas mejoras facilitan la gestión de todas las fases de la transacción, con lo que aumentan el control y la visibilidad del proceso de compras (Provenzano, 2002; E-office, 2000), y dejan libres recursos para estrategias de potenciación de las relaciones (Bland, 2003). Al inicio de la transacción, ayudan en la búsqueda y comparación de productos y proveedores (López San Miguel, 2004; Hayward, 2001a; Cater, 2001). En este punto, los catálogos electrónicos, con información estándar son muy útiles ya que permiten buscar, comparar productos y enlazar la información de ingeniería con la financiera (Mincom, 2001; López San Miguel, 2004). Además, las facilidades de comunicación entre agentes favorecen la creación de mercados virtuales (Chong y otros, 2002) y se amplían, por tanto, las posibilidades 5 Provenzano (2002) indica que una orden de materiales MRO (mantenimiento, reparación y operación), cuesta por término medio entre 75 y 100$, pero si aplicamos un sistema web, se elimina el papeleo y las ineficiencias, y los costes quedan reducidos a 5-15$. Cooper-Jones y Macklin (2002) ejemplifican este hecho con la adopción de un sistema de eprocurement por parte de Microsoft, que la llevó a reducir el coste medio de la transacción de 145£ a 5£. de acceder a nuevos proveedores y socios comerciales (López San Miguel, 2004; Cater, 2001). Una vez seleccionado el proveedor, ayudan con la tramitación de los pedidos y las transacciones (López San Miguel, 2004), y en el rastreo de recepciones, pagos y gastos con cada agente (Nahro, 2002a; Morey, 2005). En este sentido, los medios electrónicos simplifican la utilización de diversos medios de pago (Nahro, 2002a); en la Tabla 1 se recogen las ventajas y limitaciones de los principales medios de pago que se pueden utilizar en Internet. Finalmente, proporciona datos e informes, tanto de las transacciones realizadas por la empresa como de los demás agentes del mercado, necesarios para realizar un buen control y seguimiento de los proveedores (Provenzano, 2002; Morey, 2005), y para reforzar los conocimientos estratégicos de la empresa (Attaran y Attaran, 2002). En esta misma línea, son muchos los autores que señala que las mejoras en la cadena de suministros, procedentes de la automatización, están asociadas con acortamientos en los ciclos de aprovisionamiento (ver por ejemplo, Cagno y otros, 2004; Bland, 2003; E&MJ, 2004; Hayward, 2001a; E-office, 2000), pasando de días a horas (Cooper-Jones y Macklin, 2002), y redundando finalmente, en una reducción de los stocks y en una mayor satisfacción de los consumidores (Attaran y Attaran, 2002) Tabla 1: Ventajas y limitaciones de los distintos medios de pago en Internet MEDIO DE PAGO VENTAJAS LIMITACIONES Pago con tarjeta - Amplia difusión Posibilidad de aprobación on line del pago - Necesita cuenta bancaria - Vulnerabilidad jurídica - Inseguridad y recelo a revelar datos personales - Alto coste de la transacción Pago con móvil (Ejemplo: Mobipay) - Autentificación segura Pago rápido y sencillo - E-payment (Ejemplo: PayPal) - Funciona con un sistema de cuentas de correo electrónico (principio de compensación automática de retirada de fondos) - Gratuito - Anónimo y seguro (se hace responsable de los costes por fraudes) Cadenas de conveniencia (Ejemplo: 7-eleven) - Horario continuado (24x7) - Permite utilizar una tarjeta prepago convencional (convenience card), sin tener cuenta bancaria Inseguridad de la transmisión Poca protección legal del consumidor Grandes inversiones - Utilizado fundamentalmente en subastas por Internet Fuente: Elaborado a partir de Santomá Juncadella, 2004. 3.3 Reestructuración interna Las ventajas de la automatización de las funciones de aprovisionamientos también se reflejan en la estructura interna de la empresa. En primer lugar, se mejora la integración de esta función con los sistemas de control y gestión de la empresa pudiendo así tomar decisiones de más calidad (Attaran y Attaran, 2002; Cooper-Jones y Macklin, 2002; Bland, 2003). En este sentido, las mejoras de gestión también se reflejan en el control del proceso de aprovisionamientos en sí, con la reducción de compras no autorizadas y noconformidades; como resultado se obtiene productos de más calidad y una mejor imagen empresarial (Attaran y Attaran, 2002; Cagno y otros, 2004; encuesta INE, en Pardo Bustillo, 2004). Por otro lado, también se ha resaltado que estas mejoras de comunicación, potencian la asignación de responsabilidades a los empleados (Hayward, 2001a) y la consideración de los aprovisionamientos por su importancia estratégica en la empresa (Attaran y Attaran, 2002). 4 Limitaciones en el desarrollo del aprovisionamiento electrónico Pese a las ventajas que se pueden obtener con los sistemas de e-procurement, su desarrollo no ha sido tan rápido como cabría esperar. Algunos de los elementos que frenan su adopción, como los altos costes, ya los hemos mencionado al principio del texto, si bien, estos no son las únicas trabas. Las dificultades que se plantean ante la implantación de sistemas de aprovisionamiento electrónico se pueden clasificar en cuatro grupos según estén relacionadas con la seguridad, con el coste, con la complejidad tecnológica y con la cultura organizacional. 4.1 Inseguridad La inseguridad es el factor que más se ha señalado como disuasor de la utilización de Internet para la realización de transacciones. Se genera por la falta de confianza que surge del desconocimiento de suministradores y tecnologías (Gómez Avilés-Casco, 2004), y por la incertidumbre y peculiaridades del marco legal (Pardo Bustillo, 2004; Ballestero Díaz, 2004) Las principales exposiciones respecto de este tema, se refieren tanto a los riesgos de los pagos electrónicos (Pardo Bustillo, 2004) como a la falta de garantías de confidencialidad de datos personales (Ballestero Díaz y Font Jaume, 2004). Pero incluso se ha llegado a relacionar con la dificultad que tiene la empresa para asegurarse de que sus proveedores se comportan de un modo ético (Cater, 2001). Estos riesgos dejan entrever la necesidad de desarrollar sistemas legislativos y de seguridad y autentificación a nivel global, que sirvan de fortalecedores de la confianza en las transacciones electrónicas (Ballestero Díaz y Font Jaume, 2004). 4.2 Complejidad tecnológica Las nuevas tecnologías requieren personal especializado que las instale, que las mantega y que proporcione ayuda y formación a sus usuarios; y estos expertos todavía escasean en la actualidad (Ballestero Díaz y Font Jaume, 2004; Attaran y Attaran, 2002; Bland, 2003). Asimismo, la utilización de sistemas informáticos como soporte de las relaciones entre agentes, tiene sentido si existe integración entre ellos. De este modo, deben ser compatibles los sistemas de los distintos departamentos de la empresa entre sí (Ballestero Díaz y Font Jaume, 2004), los sistemas de la empresa con los de los proveedores, y en particular, el sistema de eprocurement con el centro neurálgico de la empresa y con los proveedores (Attaran y Attaran, 2002). Coste La implantación de una plataforma de aprovisionamiento electrónico supone la adquisición de hardware y software (ordenadores, líneas de teléfono, sitio web, bases de datos, catálogos electrónicos,…), además de contratar su creación y mantenimiento (Cater, 2001; Attaran y Attaran, 2002). En algunos casos, también puede ser necesario mantener los sistemas tradicionales simultáneamente, para aquellos socios a los que no les sea posible ajustarse a los nuevos (Bland, 2003). Estos elementos han hecho resaltar el coste como una de las principales barreras para la implantación de una plataforma propia de comercio electrónico (López San Miguel, 2004). Por otro lado, es interesante mencionar que algunos autores destacan que los aprovisionamientos electrónicos pueden entrañar el peligro de reducir excesivamente los márgenes comerciales, por la emergencia de nuevas fuentes de suministro potenciales y la transparencia de precios (Cooper-Jones y Macklin, 2002). 4.3 Inercia organizacional Al igual que en cualquier otro cambio, el empleo de nuevas tecnologías para las aprovisionamientos, debe romper con la inercia de los sistemas anteriores, con la llamada resistencia cultural (Hayward, 2001a). En primer lugar, ni clientes ni proveedores están lo suficientemente formados ni preparados para realizar sus transacciones a través de Internet (Pardo Bustillo, 2004. En segundo lugar, se produce un rechazo de los intermediarios ante el riesgo de ser eliminados (López San Miguel, 2004). Y en tercer lugar, también se produce una oposición por parte de los empleados que temen ser despedidos o, en todo caso, se ven obligados a modificar su forma de trabajar; es indispensable informar y formar a los trabajadores para contar con su compromiso e involucración (Attaran y Attaran, 2002) 5 Conclusiones Acordes con nuestros objetivos, a lo largo de este trabajo se ha profundizado en el estudio del concepto, herramientas y ventajas/limitaciones del aprovisionamiento electrónico. En primer lugar, respecto al concepto de aprovisionamiento electrónico, si bien se utiliza en gran cantidad de ocasiones para hacer referencia a cualquier relación de compra electrónica con proveedores, las definiciones más restrictivas conciben el aprovisionamiento electrónico (e-procurement) como aquella parte del comercio electrónico centrada en la realización de transacciones de productos repetitivos entre empresas. Aún en esta acepción, el aprovisionamiento electrónico incluye el efulfillment por ser ésta la última etapa del proceso de aprovisionamiento, y está al mismo nivel que el e-sourcing, orientado a las compras estratégicas en vez de a las repetitivas. El e-tail quedaría fuera de estos conceptos por estar referido a las ventas al consumidor final y no a las compras a proveedores. En segundo lugar, la existencia de una relación electrónica con los proveedores es independiente de la herramienta que se use para ello. Así, aunque inicialmente la única posibilidad pasaba por las redes privadas y el uso de EDI, actualmente, Internet ha hecho posible complementar estos sistemas con herramientas como el correo electrónico, los mercados electrónicos, los catálogos electrónicos, las subastas electrónicas y las zonas de compraventa dentro de las webs corporativas, pudiendo utilizarse todas ellas como herramientas de aprovisionamiento electrónico. Por último, se han destacado ventajas relacionadas con la eficiencia, la gestión de la cadena de suministros y la reestructuración interna, junto con las limitaciones de inseguridad, complejidad tecnológica, coste e inercia organizacional. Queda así patente que, aunque las herramientas mencionadas ofrecen grandes posibilidades, no son la panacea de los negocios, viniendo su utilidad condicionada por los recursos humanos y tecnológicos que posea la empresa para hacer frente a su implantación y continua actualización. Además, no eliminan la necesidad de definir e implementar una buena estrategia empresarial de aprovisionamientos, siendo así complementos de la actividad empresarial pero no sustitutos de partes de esa actividad. 6 Bibliografía ADSUARA VARELA, B. (2004).“Algunas consideraciones previas sobre el comercio electrónico”, ICE, nº 813, pp. 15-25. ATTARAN, M.; ATTARAN, S. (2002).- “Catch the wave of e-procurement”, Industrial Management, May/June, vol. 44, nº 3, pp. 16-21. 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Una aplicación en el subsector de los proveedores de acceso a Internet). Autora de artículos como “Las nuevas tecnologías y el valor añadido empresarial” (Revista de las Facultades de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales, ICADE, nº 57), “O comercio electrónico e a asimetría da información: unha aproximación desde os custos de transacción” (Revista Galega de Economía, vol. 12, nº 1), o “La cadena de valor en Internet: análisis de su estructura y agentes participantes” (Revista de la Contratación Electrónica, núm. 62). Asistente y ponente en cursos y congresos relacionados con metodologías investigadoras y aspectos económico-empresariales.