Comisión de Asuntos Constitucionales Reunión efectuada el 8 de marzo de 2005 Salón Arturo Umberto Illia — En el Salón Illia del H. Senado de la Nación, el martes 8 de marzo de 2005, a las 18 y 50: Sra. Presidenta (Fernández de Kirchner). — Con el número que marca el Reglamento, damos inicio a la reunión del día de la fecha convocada por la Comisión de Asuntos Constitucionales, con el temario del día. En primer término, conforme lo establece el Reglamento, corresponde considerar la elección de autoridades de la Comisión. En segundo término, la designación de representantes del Senado para el jury del Ministerio Público. Y en tercer lugar, el tratamiento de la acusación formulada sobre el miembro de la Corte, doctor Boggiano, por la Cámara de Diputados, en su carácter de cámara acusadora, ante el Senado de la Nación. Tiene la palabra el presidente del bloque justicialista. Sr. Pichetto. — Gracias, presidenta. Con relación al tema de autoridades, nuestro bloque va a solicitar la ratificación de las actuales autoridades de la Comisión en los tres cargos: en la Presidencia, la senadora Fernández de Kirchner; en la Vicepresidencia, el senador Marcelo Guinle y en el cargo de secretario, el senador por Mendoza, Sanz. Sra. Presidenta. — Por la Unión Cívica Radical. Sr. Pichetto. — Si es que la Unión Cívica Radical no hace ninguna modificación. Sra. Presidenta. — Si no hay objeciones, se aprueba la moción formulada por el presidente del bloque justicialista, en el sentido de ratificación de las actuales autoridades, tanto por el oficialismo como por la oposición, frente a la Comisión de Asuntos Constitucionales. — El senador Yoma pronuncia unas palabras fuera de micrófono. Sra. Presidenta. — No, senador Yoma, el presidente de bloque, simplemente, en acuerdo previo con la oposición, y tal como ha sido —me dicen— la tónica de todas las comisiones, procede a la ratificación de todas las autoridades de las comisiones. Abordado y solucionado el primer punto del Orden del Día, se pasa al tratamiento del segundo punto. Tiene la palabra el presidente del bloque justicialista. Sr. Pichetto. — Sí, señora presidenta: quiero hacer una moción para el cargo en el jury de los fiscales, que además está con una larga mora dado que el doctor Lorenzetti, que había sido propuesto por esta cámara, prácticamente no pudo intervenir porque inmediatamente fue propuesto para la Corte. Así que en este tema hay una urgencia. Y vamos a pedir que mañana se lo pueda tratar también sobre tablas, si es que estamos de acuerdo con la proposición que vamos a hacer ahora, para reemplazar al doctor Lorenzetti en el cargo, del doctor Arístides Horacio María Corti. Es un jurista de larga trayectoria, titular de la cátedra de Finanzas y Derecho Tributario de la Universidad de Buenos Aires desde el año 1988; es profesor titular por concurso de antecedentes y de oposición. Su currículum es realmente muy largo; lo vamos a agregar e incorporar al legajo de la Comisión de Asuntos Constitucionales. El doctor Corti ha tenido distintos cargos públicos. Fue jefe de División Jurídica en la Dirección General Impositiva. También, en el Poder Judicial de la Nación, secretario de la Corte; miembro honorario del Consejo de Notables designado por la Secretaría de Hacienda de la Nación para asesorar al gobierno nacional en la reformulación del sistema tributario. Desde el 22 de diciembre de 1992 es miembro integrante del Tribunal de Arbitraje General y Mediación organizado por la Facultad de Derecho. En fin, es larga la trayectoria del doctor Corti. Le vamos a alcanzar los antecedentes, presidenta, para que, si algún senador los pide, estén a su disposición. Sra. Presidenta. — Vamos a enviar los antecedentes a cada uno de los señores senadores y senadoras integrantes de la Comisión. Sr. Pichetto. — Como suplente del doctor Corti, vamos a proponer al doctor Daniel Roberto Pastor. También tiene antecedentes académicos nacionales: profesor adjunto de Derecho Penal y Procesal Penal de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, secretario del Departamento de Derecho Penal y Criminología de la Facultad de Derecho, auxiliar docente, miembro del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales. Por supuesto, tiene también antecedentes académicos extranjeros: becario de la Fundación Alexander von Humboldt, becario del servicio alemán de intercambio académico, becario de la Fundación Hertz del Ministerio de Ciencia e Investigación del Estado de Renania, socio del Estudio Maier Pastor; asociado al Estudio Ernesto Galante abogados, en sus distintas etapas de la carrera. Esta es la propuesta para el suplente del doctor Corti. Sra. Presidenta. — En igual sentido vamos a hacer con los antecedentes de la persona propuesta. La idea sería, en todo caso, aprobar una resolución de modo tal que pueda ser tratada en el plenario del recinto, mañana o cuando el plenario lo estime conveniente. Si no hay objeción en contrario por parte de algún señor senador o senadora, vamos a hacer leer por Secretaría el proyecto de resolución. Sra. Secretaria. — (Lee:) “Honorable Senado: Vuestra comisión de Asuntos Constitucionales ha considerado el expediente Oficiales Varios 500/04, “Procurador General de la Nación: solicita la designación del vocal suplente que representará al Senado ante el Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público de la Nación, en los términos del artículo 19, inciso a) de la ley 24.946”, y Considerando: I- Que la ley 24.946, Orgánica del Ministerio Público, establece en su artículo 19 que el Senado de la Nación designará un miembro titular y un suplente para integrar el Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público. II- Que mediante oficio Nº 738/04 de fecha 15 de octubre de 2004, el Procurador General de la Nación solicitó que se efectuara la designación del vocal suplente del Senado de la Nación ante el Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público toda vez que dicha representación se encontraba acéfala. III- Que asimismo, con fecha 8 de febrero de 2005, el Procurador General de la Nación reiteró su pedido y solicitó también la designación de un nuevo vocal titular del Senado de la Nación ante el Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público, toda vez que dicha Cámara con fecha 10 de noviembre de 2004 (Decreto 1222/04) aceptó la renuncia al cargo presentada por el doctor Ricardo Lorenzetti en virtud de su nominación como Juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. IV- Que ante la situación expuesta, se advierte la necesidad de llevar a cabo con celeridad la designación por parte del Senado de la Nación del vocal titular y del vocal suplente para integrar el Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público. V- Que el artículo 19 de la ley 24.946, modificado por ley 25.909, en su inciso a) establece que el vocal designado por el Senado de la Nación deberá cumplir con los requisitos constitucionalmente exigidos para ser miembro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Por su parte, el inciso c) del citado artículo determina que a los efectos de la subrogación se elegirá igual número de miembros suplentes. VI- Que los ciudadanos Arístides Horacio María Corti y Daniel Roberto Pastor cumplen acabadamente con tales exigencias. En base a lo expresado y a las razones que dará el miembro informante, se aconseja la aprobación del siguiente: proyecto de resolución: El Senado de la Nación resuelve: Artículo 1º.- Designar como vocal titular del Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público de la Nación al doctor Arístides Horacio María Corti, de conformidad con los términos del artículo 19 inciso a) de la ley 24.946. Artículo 2º.- Designar como vocal suplente del Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público de la Nación al doctor Daniel Roberto Pastor, de conformidad con los términos del artículo 19 inciso c) de la ley 24.946. Artículo 3º.- Comunicar esta resolución al señor Procurador General de la Nación, doctor Esteban Justo Righi y al señor Defensor General de la Nación, doctor Miguel Angel Romero.” Sra. Presidenta. — Si no hay objeción en contrario, se procederá a la firma del presente proyecto. — Así se hace. Sr. Menem. — Pido la palabra. Sra. Presidenta. — Tiene la palabra el senador Menem. Sr. Menem. — Yo no tengo objeciones, porque no conozco a ninguno de los dos. Pero, por una razón de elemental prudencia, quisiera ver los antecedentes y luego firmar el dictamen, si tienen a bien hacérmelos llegar. Sra. Presidenta. — Sí, ya habíamos dicho, antes de que usted llegara, que se le iba a hacer llegar a cada señor senador integrante de la Comisión. Vamos a dar tratamiento al tercer punto del Orden del Día. Como todos ustedes saben, a fines del año pasado la Cámara de Diputados, en su rol de Cámara acusadora, formuló acusación contra el doctor Boggiano, uno de los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Esto tomó estado parlamentario —si mal no recuerdo— durante el mes de febrero. Y en la primera reunión que formaliza la Comisión de Asuntos Constitucionales, en su carácter reglamentario del ámbito donde se tramita, donde se sustancia el juicio político, damos tratamiento a la cuestión. La última vez que se formuló acusación por parte de la Cámara de Diputados, fue tratado sobre tablas un proyecto de mi autoría para constituir, como corresponde, a la Cámara de Senadores como cámara juzgadora y que cada uno de sus miembros prestara juramento, tal cual lo prescriben el Reglamento y la Constitución. En esta oportunidad, hemos creído conveniente que sea la propia Comisión de Asuntos Cosntitucionales la que tome la decisión. Y vamos a someter a su consideración un proyecto de resolución para que, luego, lo trate el pleno de la Cámara constituida como cámara juzgadora y cada uno de nosotros preste juramento. Es esto lo que pongo a consideración en el plenario del día de la fecha. Por Secretaría se leerá el proyecto de resolución. — Se lee el proyecto citado. Sra. Presidenta. — Tiene la palabra el senador Pichetto. Sr. Pichetto. — Hemos sido objeto, junto con el senador Yoma, de una recusación. Consideramos que no existen las causales de la recusación. Pero de todas maneras me parece que esas recusaciones deberían ser tratadas con carácter previo al juramento, a nuestro juramento, no al de la Cámara. Sra. Presidenta. — Creo que, más allá de la opinión que tengo respecto de la orden formal y material de las recusaciones planteadas, si bien no está incluido en el temario, podemos dar lectura a las presentaciones de los señores diputados, que creo que son la diputada América González y el diputado Adrián Menem, si mal no recuerdo. Que se dé lectura por Secretaría y, luego, podemos tratarlas aquí, aprovechando la reunión de comisión, para dar trámite completo a la cuestión. Si no hay objeción,... Sr. Guinle. — Pido la palabra. Sra. Presidenta. — Tiene la palabra el senador Guinle. Sr. Guinle. — En realidad, creo que no se puede tratar la recusación de ninguno de los miembros hasta que no se constituyan en jueces. Primero tienen que jurar y luego habrá que atender a la recusación de que han sido objeto. Sra. Presidenta. — No creo que deba ser así. Creo que se puede tratar previamente. La toma de juramento es la asunción formal del cargo. Pero, en definitiva, la recusación ya está planteada y el carácter de los integrantes del Senado, como juzgadores, instalado independientemente de que hayan prestado juramento. El juramento es a los efectos de que nos los involucre ninguna cuestión que los torne en amigos o enemigos del acusado, o que estén interesados en la suerte del acusado. El juramento no es lo que le da la calidad de juzgador, sino simplemente el hecho que los habilita porque no se encuentren inhabilitados por ninguna de las causales de amistad, enemistad, etcétera, que se enumeran. Pero ellos no están recusados por amistad, sino en su carácter de juzgadores. Por lo tanto, creo que no hay ningún inconveniente en que pueda ser tratada, aunque no resuelta esta cuestión que, definitiva, no resuelve la comisión sino el pleno de la Cámara. Sr. Guinle. — Discúlpeme. Voy a tratar de terminar. Creo que, inclusive, el proyecto de resolución debiera ser rubricado por algunos de los legisladores, como una propuesta de iniciativa a considerarse mañana. En realidad, el proceso es la integración del tribunal, en el pleno del Senado, previo juramento de sus integrantes. En este caso, no hay una acusación, sino una recusación. A mi juicio, para ser recusados, primero deben ser jueces. Cuando se constituyan como jueces y constituido el Tribunal, creo que deberá considerarse la recusación de algunos integrantes. Y en cuanto a la propuesta de resolución, creo que lo que corresponde es que la refrenden de manera individual los legisladores, como propuesta, dado que no tiene iniciativa parlamentaria la propia comisión, para hacerlo. Me parece, entonces, que lo natural sería un proyecto refrendado de manera individual por los legisladores. Se trataría de una propuesta que puede votarse. Luego de votarse, previo juramento, se constituye como Tribunal el cuerpo y, a partir de ahí, considerar las recusaciones de las que han sido objeto los dos señores senadores. Esta es mi opinión. Sra. Presidenta. — Tiene la palabra el senador Menem. Sr. Menem. — Comparto la opinión del senador Guinle. Creo que la recusación es de un juez, pero si no asumió, todavía, no puede ser recusado. Creo que es correcta la propuesta del senador Guinle. Me parece que no deberíamos hacer mayores problemas de esto. Está la decisión de que se constituya, mañana, el jurado y la cámara de juzgamiento, que se tome juramento. Y la misma cámara es la que deberá resolver las recusaciones, como ocurre en la Justicia. Quién resuelve la recusación, si no la acepta el propio interesado, es otro tribunal. Sra. Presidenta. — Tiene la palabra la senadora Negre de Alonso. Sra. Negre de Alonso. — Estoy de acuerdo, presidenta. Simplemente creo que las recusaciones han sido presentadas extemporáneamente. Si las hubieran presentado antes de que llegara la acusación o, a lo mejor, antes de que se constituya en Tribunal el Senado... Si vamos a tratarlas mañana, tratémoslas después de que juremos nosotros. Sra. Presidenta. — No tengo inconvenientes en adoptar el procedimiento señalado por el senador Guinle. Que haya una decisión mayoritaria de la Comisión es una cuestión menor. Pero reitero que no habría ningún inconveniente formal ni procesal para tratarlo en el seno de la Comisión. En este ámbito podemos discutir cosas, independientemente de lo que resuelva el plenario porque, en definitiva, el que resuelve es el plenario. Y reitero que la constitución de la Cámara como juzgadora y el juramento de los senadores no es lo que le da la característica de juzgadores, sino que los habilita para que no sean impugnados por recusaciones o por excusaciones posteriores. Pero, en definitiva, no es una cuestión sobre la que tengamos que debatir. Tiene la palabra el senador Yoma. Sr. Yoma. — Señora presidenta: apoyo el criterio de la Presidencia, en el sentido de que nada obsta que, en este momento, evaluemos una cuestión que es absolutamente verificable, como la existencia de dos recusaciones a dos miembros del Tribunal, porque ya somos Tribunal. Por ser miembros de la Cámara de Senadores, somos Tribunal de Juicio Político, somos jueces. Hay un ingreso, a la Cámara, de un juicio político y también de las recusaciones que mañana serán planteadas en el seno del Tribunal. Pero nada obsta que reunamos un criterio para que mañana, en el momento de constituirse el Tribunal, se traten las recusaciones y se tome una decisión. Si no, va a haber que correr traslado a la Comisión para que ésta trate las recusaciones. Se trata de un problema de aprovechamiento de tiempo. Sra. Presidenta. — Exactamente. Yo decía eso porque, normalmente nuestro rol como Comisión —y el rol de las comisiones, precisamente, en el Senado— es informar al resto del plenario la cuestión que estamos abordando. Mi intención era que abordáramos el contenido de las recusaciones. Porque, mañana, convengamos que el grueso del plenario no tiene conocimiento de las recusaciones. Y además muchos de ellos no tienen formación jurídica y, por lo tanto, no tienen opinión acá de lo que hace la Comisión de Asuntos Constitucionales y lo que corresponde. Por una cuestión de economía procesal, yo decía que nosotros nos interiorizáramos ya acerca del contenido de las presentaciones, de modo tal que mañana pudiéramos formular algún tipo de opinión al plenario. Porque somos nosotros los que tenemos que asesorar, como Comisión de Asuntos Constitucionales, acerca de la posición que debe adoptar el plenario. Independientemente de ello, después, que el plenario lo haga en ese sentido o en cualquier otro. El plenario es soberano. Así que mi intención era, simplemente, estando reunida la Comisión de Asuntos Constitucionales y sabiendo que tenemos que tratar esto mañana, comenzar el tratamiento, por lo menos la lectura de ambas recusaciones. Tiene la palabra el senador Guinle. Sr. Guinle. — No es tampoco una cuestión de formalismos. En realidad, hay un vicio original: el ingreso debió haber producido la integración del Tribunal y el juramento de los senadores; con el ingreso. Y luego derivarlo a la Comisión. Esto es lo que se debió haber hecho. Pero, bueno, el expediente está en Comisión. Yo creo que al efecto de la evaluación y de ir ganando tiempo, no es malo tener el material e ir conociéndolo, porque se trata de algo que, obviamente, se va a discutir mañana en el pleno. Sra. Presidenta. — Si hay un acuerdo, podemos dar lectura a las recusaciones. Por Secretaría se dará lectura. Sra. Secretaria. — (Lee:) “Recusa a los senadores Miguel A. Pichetto y Jorge Yoma. Adrián Pérez y María América González, diputados nacionales, en el proceso de juicio político que se sigue contra el ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Antonio Boggiano, nos presentamos ante el Honorable Senado de la Nación y decimos:...” Sra. Presidenta. — Perdón, yo dije “Adrián Menem”. Era Adrián Pérez. Me equivoqué. Qué raro que no me corrigió, senador Menem. Sr. Menem. — Podría haberse dado... — No se alcanzan a percibir las palabras del orador. (Risas) Sr. Menem. — No muchas veces me siento favorecido... Sra. Presidenta. — Continúa la lectura. Sra. Secretaria. — “...Punto número I. Objeto. Que venimos por el presente a recusar a los señores senadores nacionales Miguel A. Pichetto y Jorge Yoma, por los argumentos que se exponen a continuación. Punto II. Fundamentos. Los senadores Pichetto y Yoma han incurrido en un verdadero anticipo de opinión respecto del presente juicio político que se sigue contra el Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Antonio Boggiano. En efecto, como ha sido informado por distintos medios de comunicación en el mes de octubre, ambos senadores aseguraron que este proceso de juicio político está agotado. En particular, como informó el periódico La Nación el día 13 de octubre del corriente año, Miguel A. Pichetto dijo. “Para mí, el proceso de juicios políticos está agotado. Lo pienso en función de los intereses del país, porque a la Corte hay que darle estabilidad institucional en un momento en el que debe tomar decisiones trascendentes”. De igual manera informó el 13 de octubre de este año el periódico Página 12 en la nota escrita por Eduardo Tagliaferro, indicó que Miguel Ángel Pichetto opinó que ‘El ciclo de los juicios a la Corte está agotado. Hay que dar estabilidad a las instituciones’. Por su parte, el senador Jorge Yoma se pronunció en igual sentido en el programa televisivo ‘En Llamas’, que conduce el periodista Enrique Llamas de Madariaga y transmite la señal de televisión por cable CVN. Allí, con referencia al presente proceso que se sigue contra Antonio Boggiano, aseguró que el proceso de depuración de la Corte Suprema se encuentra concluido. Para mayor abundamiento, igual información ofreció el prestigioso periodista Eduardo Van Der Kooy en su columna publicada en el diario Clarín el 27 de octubre de 2004, involucrando tanto a Miguel A. Pichetto como a Jorge Yoma. A través de su columna, la sociedad fue informada respecto del enjuiciamiento político de Antonio Boggiano, que ‘el jefe del bloque del PJ, Miguel Ángel Pichetto, y Jorge Yoma, aseguran que la iniciativa de Diputados no prosperará en su territorio’. Las expresiones transcriptas, que fueron dadas a conocimiento público a través de muy prestigiosos y creíbles periodistas, evidencian que tanto Miguel Ángel Pichetto como Jorge Yoma carecen de la imparcialidad que se exige a todo juez en un proceso que reviste características jurisdiccionales. Los senadores que se recusan ya han hecho saber a la opinión pública su opinión negativa respecto de la procedencia de la destitución de Antonio Boggiano, y en consecuencia, deben ser apartados del conocimiento de este procedimiento por prejuzgamiento. Es que deben diferenciarse las exigencias en la actuación de los senadores, que deben mantener la objetividad hasta el dictado de la sentencia en el caso, con las de los diputados, que no actúan como jueces sino como fiscales. De acuerdo con el artículo 1° del Reglamento del Honorable Senado constituido en tribunal para el caso de juicio político, los miembros del Senado deben prestar juramento de ‘administrar justicia con imparcialidad y rectitud conforme a la Constitución Nacional y a las leyes de la Nación’. Y es evidente que los senadores recusados nunca podrán impartir justicia con imparcialidad en el presente proceso, pues ya han hecho expresas manifestaciones sobre el sentido en que votarán al momento de considerarse el pedido de destitución. Por otra parte, según el artículo 27° del reglamento citado, son de aplicación supletoria en el presente trámite las normas del Código Procesal Penal de la Nación, que prevé en su artículo 55 inciso 10° que debe inhibirse todo juez que ‘hubiere dado consejos o manifestado extrajudicialmente su opinión sobre el proceso a alguno de los interesados’. Y como vimos, tanto Miguel A. Pichetto como Jorge Yoma ya han manifestado su opinión sobre el presente al pueblo entero de la Nación, máximo interesado en este procedimiento y representado, de acuerdo con el texto de la Constitución Nacional —artículo 45—, por la Honorable Cámara de Diputados, órgano acusador en este enjuiciamiento político. Si bien el juicio político es un proceso de carácter parlamentario —político— y no judicial, por lo que no resultan transpolables a su trámite muchas de las garantías que prevé nuestra Constitución para el proceso penal —ya que el juez enjuiciado políticamente y el imputado en causa penal se encuentran en situaciones abismalmente diferentes, por las diferentes consecuencias que se siguen de uno y otro proceso—, durante el trámite del enjuiciamiento político sí debe respetarse el debido proceso, lo que significa que los senadores, constituidos en tribunal de juicio político de conformidad con el artículo 59 de la Constitución Nacional, deben ser imparciales a la hora de juzgar acerca de la procedencia o improcedencia de la acusación formulada por la Cámara de Diputados. Esto ha sido confirmado recientemente por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, al confirmar la destitución de Eduardo Moliné O’Connor. En dicho fallo, el máximo tribunal de justicia del país señaló que el hecho de que el Senado cumpla una función jurisdiccional conlleva que ‘le es exigible al órgano político juzgador la observancia de las reglas de procedimiento que preserven las garantías de defensa en juicio y del debido proceso...’ III. Prueba. A fin de probar los extremos enunciados, solicitamos al Honorable Senado de la Nación que produzca las siguientes medidas de prueba...” Pide libramiento de los oficios para pedir los artículos periodísticos y el video al programa de Llamas de Madariaga. Y finalmente el punto IV —Petitorio— dice: “Por los motivos expuestos, solicitamos al Honorable Senado de la Nación: a) Tenga presente esta recusación de los senadores Jorge Yoma y Miguel Ángel Pichetto. b) Produzca la prueba ofrecida en su apoyo. c) Aparte a los senadores recusados del conocimiento del presente proceso de juicio político que se sigue contra el Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Antonio Boggiano.” Sra. Presidenta. — Tiene la palabra el senador Pichetto. Sr. Pichetto.— Señora presidenta: de la lectura de la recusación, indudablemente surge con claridad que no hay nada que haya significado una preopinión sobre la cuestión de fondo. En ningún momento, en lo que a mí respecta, he opinado sobre el juicio al doctor Boggiano. Reconozco como propias las palabras dichas a poco de concluir el proceso que llevaba adelante la Cámara de Senadores respecto del ex juez Adolfo Vázquez. Entendía y entiendo que había un ciclo que había sido cumplido por la Cámara de Senadores, por el Congreso, y que no era conveniente seguir avanzando. Pero ésta es una opinión de carácter político, una mirada institucional sobre un tema determinado que tengo todo el derecho de hacer en el marco de la opinión pública. Yo entendía que cuatro jueces eran un número importante. Creo que ya estaba logrado un objetivo de cambio y transformación de la Corte, un hecho institucional que el presidente Kirchner había impulsado con mucha firmeza, y que en mi opinión personal el ciclo estaba cumplido, incluso con algunas valoraciones de cara al futuro de que el gobierno podía ser imputado de la mayoría de cinco miembros, etcétera. Seguramente, en muy poco tiempo más, en la Argentina se harán esos comentarios. En esta Argentina compleja es dable pensar que el futuro nos encontrará con esos dichos en algún medio gráfico. Frente al hecho concreto del juicio político del doctor Boggiano nunca hice ningún comentario. En lo que respecta a los comentarios del periodista Van der Kooy debo decir que son valoraciones propias en el plano del análisis periodístico que él hace, que son respetables, pero que de ninguna manera se ajustan a mis palabras. Yo no he opinado sobre el tema del juicio político al doctor Boggiano. En ningún momento hice alguna referencia. Así que eso de que “no prosperará en su territorio” no son dichos míos ni comentarios formulados al periodista. No he hablado con el periodista de “Clarín”. No estoy planteando una controversia. A lo mejor, el periodista hizo una valoración desde la óptica del periodismo y fue parte de su comentario periodístico del domingo. Lo que sí quiero decir es que de mi boca no salió ninguna valoración respecto del juicio al doctor Boggiano. Por lo tanto, no creo estar incurso en ningún tipo de recusaciones. Tampoco me siento con alguna cuestión moral que me impida participar en el juicio que va a llevar adelante el Senado de la Nación. Sra. Presidenta.- Tiene la palabra la señora senadora Vilma Ibarra. Sra. Ibarra.- Gracias, señora presidenta. Voy a ser muy breve. Creo que la recusación no tiene fundamentos, al menos válidos, para tomarla. Al respecto quisiera decir dos cosas: la primera, que en la recusación se están confundiendo temas institucionales y jurisdiccionales con temas eminentemente políticos. Recuerdo cuando los senadores Yoma y Pichetto hicieron evaluaciones respecto de si era o no conveniente, a los fines institucionales, continuar con un proceso de renovación de una Corte Suprema, de si este proceso debía o no finalizar. Es decir, temas que son eminentemente políticos y de cómo cada uno asume que puede llevarse adelante un proceso institucional. Ahora bien, discutir un tema concreto, imputaciones de hechos concretos a un miembro de la Corte es otra cosa. Esto lo digo porque ya lo discutimos acá. Estaba buscando la versión taquigráfica en la que se trató su recusación, señora presidenta. Allí, en algún momento dije que se había planteado la necesidad de renovar una Corte de mayoría automática que se extendió durante tiempo muy dudoso y que muchos de nosotros así nos hemos expedido al hacer campaña política, en apariciones públicas. Es más, yo misma recuerdo que al tratar la ley de emergencia económica, que en su artículo planteaba el per saltum, dije que en vez de darle instituto a la Corte lo que teníamos que hacer era impulsar la renovación de la Corte y hacer un juicio político. Ahí nadie me recusó. Yo creía que había que iniciar un proceso de juicio político a la Corte y en ningún momento había hablado sobre tal o cual hecho que se le imputara a tal o cual integrante de la Corte. Si digo que creo que los hechos que se le imputan a tal integrante de la Corte no constituyen mal desempeño y yo votaría de tal manera, esto sería un adelanto de opinión; pero, de ningún modo una opinión política sobre lo que puede significar un proceso de renovación o no de la Corte en forma institucional. Además, son materias que hacen a la conveniencia o no del desarrollo institucional del país. Uno puede estar de acuerdo o no, y esto sí es materia opinable; pero, nada tiene que ver con los hechos que se le imputan a Boggiano. Creo que en esto la recusación adolece de confundir un hecho concreto de una opinión política sobre un proceso institucional. Entonces, considero que hay que rechazar la recusación y, en todo caso, adelanto mi opinión para el momento en que la tratemos oportunamente. Sra. Presidenta.- Tiene la palabra el señor senador Yoma. Sr. Yoma.- Gracias, señora presidenta. No quiero abundar en argumentaciones que ya expresara muy bien el doctor Pichetto. Pero, sí quisiera remarcar un par de cuestiones que hacen a nuestro funcionamiento futuro como jueces en los tribunales de juicio político. Con respecto a la valoración de que está concluido el proceso de renovación política de la Corte, lo ratifico y lo creo así. Está concluido en los términos de desarticular una mayoría de la anterior composición, más allá del juicio de valor que merezca aquella mayoría. Entonces, el sentido del juicio político a la Corte era desarticular una mayoría determinada por la naturaleza de su designación o por lo que fuera. Este fue, intrínsicamente, el sentido del juicio político a la Corte considerando la Corte en su totalidad. Obviamente, esto no implica, como bien dijo el senador Pichetto, que hayamos tomado un caso concreto como son los cargos específicos que existen contra uno de esos magistrados de la Corte, en este caso el doctor Boggiano. Quiero precisar y ratificar esto, señora presidenta, porque tampoco me siento condicionado por un voto anterior, en el caso de que venga otro juicio político. A juzgar por lo que viene haciendo la Cámara de Diputados, se está diciendo que, si en este juicio político los miembros actuaron de esta manera, tienen que seguir haciéndolo. Esto implica que, posiblemente, en la Cámara de Diputados, después de este juicio político, vendrán otro y otro más. Aparentemente, este es el criterio de la Cámara. No me siento obligado porque es una valoración política que tengo respecto de la actuación de tal o cual magistrado que, inclusive, hace a una cuestión individual. Se trata de una valoración política en la gestión del juez. No me siento obligado por lo que la Cámara de Diputados interpreta que debe ser el juicio político a la Corte. Digamos que, específicamente, es la actuación en cada uno de los cargos que hizo la Cámara de Diputados. En ese sentido, también voy a pedir el rechazo de la recusación planteada. Sra. Presidenta.- Tiene la palabra el señor senador Sanz, por la provincia de Mendoza. Sr. Sanz.- Señora presidenta: en primer lugar, quiero transmitirle a los miembros de la Comisión que, exclusivamente, hablo a título personal en el marco de esta discusión informal que no va a terminar, obviamente, en ningún dictamen ni en ningún pronunciamiento de la Comisión. Como se ha dicho aquí, esta es una discusión, un antecedente, para luego transmitir a los demás integrantes del Cuerpo y, en mi caso particular, en una reunión de bloque que se está desarrollando en este momento. En segundo lugar, las palabras del señor Yoma, la verdad que me han modificado el esquema que iba a plantear porque no estoy de acuerdo con que esto sea una cuestión u opiniones políticas que no tengan que ver con este proceso. Este es un proceso político y las opiniones políticas influyen directamente en un proceso que es político, porque este es un juicio político, no es un juicio común y corriente. Cuando escuché al senador Pichetto, se me ocurrió que había una razón por la cual uno podía separar la opinión del senador Pichetto de la recusación y que era una cuestión de tiempo. El haber fomulado una apreciación general con criterio político, antes de la acusación de la Cámara de Diputados, creo que libera absolutamente de toda causal por recusación. Sra. Presidenta.- Así es. Sr. Sanz. — Pero el problema es que, en este instante, el senador Yoma ha hecho esa misma afirmación en otro tiempo, cuando la acusación ya está en marcha. Por lo tanto, estamos ante un problema. Esto lo quiero poner a consideración, por lo menos, mi opinión. Si el senador Yoma no hubiera dicho nada creo que los tiempos jugaban en favor de su opinión. Pero me parece que el haber opinado de la manera que él acaba de opinar, a mi juicio, es para analizarlo. Sra. Presidenta. — Tiene la palabra el senador Yoma. Sr. Yoma. — Yo comprendo que, a falta de temas de diferenciación, se trate de buscar la manera de plantear una diferencia. Reitero que, cuando dije que está concluido el proceso de juicio político a la Corte, lo hice en función de la desarticulación de una mayoría determinada. Eso, a todas luces —no hace falta que lo diga yo— es un dato de la realidad. Está desarticulada. En ese término, ratifico lo que yo pienso: está desarticulada. Y esto es para evitar que mañana, en el futuro, venga otra recusación por lo que digo ahora. Y tampoco me siento condicionado por un voto anterior. Porque hay una valoración política mía, como juez, frente a un juicio eminentemente político. No veo cuál es la razón por la cual podría haber una diferencia entre lo que dije antes y lo que dije ahora. Lo reitero: está concluida la desarticulación de la mayoría determinada, que fue el objetivo del juicio político en pleno. Nada más. Y reitero mi pedido de rechazo de la recusación. Sra. Presidenta. — ¿Algún otro señor senador o senadora quiere hacer uso de la palabra? Yo creo, en igual sentido que lo manifestado por la senadora Ibarra, que no hay causal de recusación en absoluto. Es más, mi criterio todavía es más amplio en cuanto a la admisibilidad o no de causales en materia de juicios de carácter político. Como ella misma lo indicó, esto fue ampliamente discutido cuando se trató mi propia recusación, durante la sustanciación del juicio al doctor Moliné O’Connor. Estamos evidentemente ante un juicio de carácter político. Y manifestaciones hechas por —diría— casi todos los señores senadores y senadoras, a favor o en contra de quienes en ese entonces integraban la Corte, nos hubieran invalidado absolutamente a todos de poder constituirnos como miembros de este tribunal. En el sentido de las recusaciones y excusaciones, en este tipo de juicios, soy de carácter absolutamente restrictivo en cuanto a su admisibilidad, por las mismas características del juicio político en sí. Así que, en ese aspecto, yo también me manifiesto por el rechazo de las recusaciones que se han formulado contra los senadores Yoma y Pichetto. Y en ese sentido, como miembro de la Cámara y como miembro de esta comisión, creo que mañana debiéramos aconsejar como Comisión al pleno de la Cámara. Teniendo en cuenta lo que sucederá seguramente mañana, una vez que la Cámara se haya constituido como Comisión juzgadora y para evitar diferentes interpretaciones en cuanto a los tiempos en que debe formularse el tratamiento de esta cuestión, sugiero que presentemos un proyecto que puede ser firmado por integrantes de esta comisión, en el sentido de rechazar o aceptar; en fin, cualquiera sea el criterio, las recusaciones. Pero con posterioridad a que el plenario se haya pronunciado sobre su constitución como cámara juzgadora y, además, se le haya tomado juramento a todos y cada uno de los miembros excepto, seguramente, a los dos que han sido recusados, hasta tanto se resuelva su recusación. Por lo tanto, creo que no hay diferencias en cuanto al criterio que mañana vamos a observar durante el desarrollo de la sesión. Sr. Menem. — Pido la palabra. Sra. Presidenta. — Tiene la palabra el senador Menem. Sr. Menem. — Quisiera saber si tiene estimación, la Presidencia, de alguna fecha para empezar a tratar el tema de la reglamentación de los decretos de necesidad y urgencia. Sra. Presidenta. — Sí, se había conformado una subcomisión. Yo no formo parte... Sr. Menem. — Pero como yo no formo parte de la comisión, quisiera saber si hay una posibilidad de tratamiento más o menos pronto del tema. Sra. Presidenta. — Tiene la palabra el senador Sánz. Sr. Sánz. — Yo tengo la misma inquietud que el senador Menem. He estado en contacto con los otros miembros de la subcomisión y, con la gente de mi despacho, hemos elaborado un trabajo comparativo de todos los proyectos que hay, no sólo en esta Comisión sino los que estaban en la Cámara de Diputados. Inclusive mañana lo vamos a poner a consideración de los otros tres miembros, con un proyecto de dictamen que también he elaborado personalmente, para ver si podemos avanzar en las próximas semanas o cuando lo pongan en el Orden del Día y, así, terminar la cuestión. Sr. Menem. — Gracias. Sra. Presidenta. — Había dos subcomisiones. Una era Juicio por Jurados, que creo que integraba la senadora Negre de Alonso y el senador Yoma, por el PJ. Y la otra era la de Decretos de Necesidad y Urgencia. No habiendo más temas para tratar, se da por finalizada la reunión del día de la fecha. — Es la hora 19 y 36.