CONSERVANTES Una de las mayores preocupaciones de la humanidad desde sus orígenes ha sido conservar sus alimentos de forma que pudiera nutrirse incluso cuando la caza era infructuosa o la cosecha mala. También los desarrollos microbianos representan la principal causa de deterioración de los alimentos de una parte y del principal riesgo sanitario de otra parte. Por esta razón los descubrimientos de procedimientos eficaces de conservación de los alimentos, tales como el fuego (que ha permitido la cocción y el ahumado), el salado, la apertización, la conservación por el frío, han representado etapas claves de la historia alimentaria de la humanidad. Existen varios procedimientos de conservación, unos son físicos y otros químicos. Algunos factores, especialmente el elevado coste de energía, favorecen el desarrollo de los procedimientos químicos. GENERALIDADES.Un aditivo conservante es una sustancia, no consumida normalmente como alimento, que se incorpora a un alimento para acrecentar su seguridad y estabilidad microbiológicas. La expresión no consumida normalmente como alimento excluye los productos utilizados tradicionalmente como alimentos que poseen además propiedades conservadoras (vinagre, cloruro sódico, alcohol etílico, aceites comestibles y azúcares). OBJETIVOS DE LA CONSERVACIÒN QUIMICA.Los conservantes químicos deben asegurar: La inocuidad del alimento, que resulta de la inhibición del desarrollo de los microorganismos patógenos eventualmente presentes (salmonelas, clostridium, estafilococos, diversos mohos) y de la producción de toxinas; La estabilidad organoléptica del alimento, que resulta de la inhibición de los microorganismos de alteración. Generalmente, a las dosis en que son empleados, los aditivos antimicrobianos no son bactericidas, sino solamente bacteriostáticos. No pueden volver sano un producto que no lo es, ni mejorar la calidad de un producto malo; pueden únicamente conservar al producto sus características iniciales durante más tiempo que el ordinario. AGENTES CONSERVANTES MINERALES LOS CLORUROS Y LOS FOSFATOS.El cloruro sódico (NaCl) es, sin duda, dejando aparte el ahumado, el primer conservante químico que ha sido utilizado. Teniendo en cuenta las dosis a las que se emplea y el carácter tradicional de su utilización para dar el gusto salado, no se le considera como un aditivo. Es, sin embargo, un eficaz agente antimicrobiano, esencialmente por su efecto depresor sobre la actividad del agua de los productos. Los fosfatos, utilizados esencialmente en los productos cárnicos por su contribución a la textura y a la retención de agua, poseen igualmente propiedades antimicrobianas. LOS NITRATOS Y NITRITOS DE SODIO Y POTASIO.En los productos alimentarios, bajo la acción de diversas bacterias, especialmente micrococos, los nitratos son reducidos a nitritos, que constituyen la forma activa de compuestos. Estos aditivos son utilizados tradicionalmente en charcutería y salazones donde su función es múltiple: Combinándose a la mioglobina del músculo, los nitratos dan lugar a un compuesto, la nitrosomioglobina, de color rosa estable, responsable del color de los productos de charcutería; Contribuyen a la formación del aroma particular de los productos de charcutería; En el curso de la acción, da lugar a eficaces inhibidores del crecimiento Clostridium botulinum, bacteria anaerobia esporulada que produce una neuroroxina tremendamente activa y frecuentemente mortal. EL ANHÍDRIDO SULFUROSO Y LOS SULFITOS.Estos compuestos se utilizan mucho en vinificación para desinfectar el material, pero también para controlar la fermentación beneficiándose del hecho de que el SO2 utilizado a razón de 50 a 100 ppm es más tóxico para las bacterias y los mohos que para las levaduras. Se las emplea de manera general también para la conservación de productos vegetales, especialmente frutas y diversos preparados de frutas (rodajas de manzanas, melocotones pelados, tomates pelados, frutas desecadas, concentrados de frutas); unen a su acción bactericida un efecto protector con respecto a ciertos procesos desfavorables tales como el pardeamiento enzimático. El SO2 no causa apenas problemas toxicológicos a las dosis de utilización habituales. EL ANHÍDRIDO CARBÓNICO (CO2) Y LOS BICARBONATOS.El interés de la utilización del CO2 como conservante ha sido revelado por el estudio de la conservación al vacío, cuyos efectos favorables son atribuidos en primer lugar a la privación de oxígeno. Por otra parte, el CO2 es muy activo contra los mohos, pero poco contra las levaduras. Por el contrario no modifica sensiblemente el riesgo de las bacterias patógenas. La temperatura es un factor importante de la acción del CO2; su efecto inhibidor es más marcado a baja temperatura como consecuencia de una mejor disolución. La utilización de CO2 se aplica desde hoy a la conservación de carne fresca refrigerada; en lo que concierne a productos vegetales, el CO2 añade a sus efectos favorables sobre el plan microbiológico, los interesantes efectos sobre la evolución del órgano vegetal. EL PERÓXIDO DE HIDRÓGENO O AGUA OXIGENADA (H2O2).Es un compuesto que se forma naturalmente en numerosas célula vivas, sin ser tóxico a causa de la protección asegurada por la catalasa, que la descompone en H2O y O2. Es activo contra las bacterias, esencialmente contra las bacterias anaerobias desprovistas de catalasa. En el campo alimentario, se utiliza como auxiliar tecnológico para la desinfección de superficies de materiales que están en contacto con lo alimentos especialmente envases destinados al acondicionamiento aséptico. Es igualmente capaz de desinfectar los mismos productos, sobre todo la leche, los huevos pero esta autorización no está autorizada más que en condiciones estrictamente limitadas, generalmente con una destrucción terminal del peróxido y únicamente en ciertos países como los EEUU y Japón, pero no en Francia; estas restricciones se explican por el hecho de que el peróxido de hidrógeno se le acusa de ser el origen de cánceres digestivos. LOS AGENTES CONSERVANTES ORGÁNICOS LOS ÁCIDOS GRASOS SATURADOS Y SUS DERIVADOS.(generalmente sales de sodio, potasio y calcio) Es una familia importante de moléculas, de las que las más utilizadas son: - el ácido fórmico (H-COOH) y los formiatos, - el ácido acético (CH3-COOH), los acetatos y diacetatos, - el ácido propiónico (CH3-CH2-COOH), y los propionatos, - el ácido caprílico [CH3-(CH2)6-COOH Estos ácidos, añadidos a los alimentos, o utilizados para desinfectar la superficie o también liberados in situ por los procesos fermentativos, tienen un papel acidificante que puede ser perjudicial para ciertos microorganismos, pero sobre todo la forma no ionizada de éstos ácidos, que predomina a pH bajo, ejerce un efecto inhibidor más o menos específico sobre los microorganismos. El ácido propiónico, que se desarrolla naturalmente en los quesos de pasta cocida, contribuye a su conservación hasta la concentración del orden del 1%. Pero sobre todo este ácido y sus sales particularmente activas contra los mohos, contribuyen eficazmente a alargar la vida comercial del pan y productos de cocción. Estos productos esterilizados por la cocción, son frecuentemente recontaminados por los mohos al enfriar, al cortarlos o al embalarlos. La adición de propionato la protege del desarrollo de estos mohos, sin tener un efecto notable en las bacterias ni sobre las levaduras, lo que le permite introducirse al mismo tiempo que los demás ingredientes, incluso en la fabricación de pastas fermentadas. EL ACIDO SORBICO Y LOS SORBATOS DE CALCIO, SODIO Y POTASIO.Se utiliza incorporado en los productos, o por tratamiento de superficie (remojo o pulverización) o en el embalaje; inhibe sobre todos los mohos, pero también en un grado menor las levaduras e incluso las bacterias. El ácido sórbico y los sorbatos son utilizados para conservar diferentes productos las emulsiones grasas (margarina, mantequilla, mayonesa), ciertos quesos, encurtidos, frutas desecadas, zumos de frutas y otras diversas preparaciones a bases de frutas, productos cerealistas cocidos (pan y pasteles) carnes, especialmente de buey y de aves. Restricciones particulares los panes y pasteles cuyo esponjamiento está asegurado por las levaduras, ya que el ácido sórbico impide tal esponjamiento. En los productos cocidos de volatería, la introducción del sorbato potásico o del ácido sórbico frena la multiplicación de las bacterias psicotrópicas y alarga la vida comercial del producto, el ácido sórbico retrasa el crecimiento microbiano en la carne de buey conservada al vacío y en consecuencia alarga el tiempo de conservación. El ácido sórbico es más activo a pH bajo. EL ÁCIDO BENZOICO Y SUS DERIVADOS.Siendo el ácido benzoico poco soluble en agua, son más utilizados los benzoatos de sodio o de potasio. Estos productos son sobre todo activos a pH bajo, por debajo de 4, por ser la forma no ionizada del ácido benzoico la que es activa. En estas condiciones el bajo pH es suficiente para inhibir la mayor parte de las bacterias lo que es especialmente interesante para proteger el producto contra las levaduras y en menor grado contra los mohos. El ácido benzoico y sus derivados son utilizados a dosis del orden del 0,1% por una parte para conservar huevas de pescado y otros preparados a base de pescado y por otra parte, en los zumos de frutos, concentrados de frutas, compotas y productos similares. El mecanismo de acción de estos compuestos no parece conocido. Su inocuidad no es perfecta. A dosis elevadas presentan una cierta toxicidad que justifica el que no se utilicen más que a dosis débiles y reservarlos para la conservación de alimentos consumidos en pequeña cantidad. LOS OTROS ACIDOS ORGÁNICOS.El ácido ascórbico parece utilizable especialmente para alargar el tiempo de conservación de las carnes de ave y para protegerlos contra la multiplicación del CAMPYLOBACTER. Los ésteres de los ácidos fumárico y maleico presentan cierta actividad antibotulínica pero son también utilizables para conservar el pan. OXIDOS DE ETILENO Y DE PROPILENO.Estos compuestos gaseosos son utilizados para desinfectar los alimentos manipulados en masas importantes tales como los granos. Son también utilizados en ciertos países para descontaminar productos poco hidratados y cuyas características esenciales peligrarían por los tratamientos térmicos; especias, polvo de cacao, frutos secos, levadura seca. Pero la utilización de estos productos está severamente limitada en todos los países. LOS ANTIOXIDANTES FENOLICOS.Dentro de este grupo tnemos el butilhidroxitolueno (BHT), el butilhidroxianisol (BHA), la tributilhidroxiquinona (TBHQ). Los antioxidantes pueden ser utilizados en combinación con otros antimicrobianos, especialmente con el ácido sórbico y los monoglicéridos, con los cuales manifiestan un sinergismo. Sin embargo, hace falta señalar un inconveniente, el de ser más eficaz contra las bacterias lácticas que contra las PSEUDOMONAS. LOS ANTIBIOTICOS.A pesar de su eficacia antimicrobiana, estos compuestos no tienen actualmente muchas aplicaciones en la industria alimentaria por diversas razones, de las cuales las más importantes parecen ser esencialmente: - el riesgo de efectos indeseables en el consumidor, la posibilidad de selección de cepas resistentes a los antibióticos. Se puede decir que los antibióticos crean en tecnología alimentaria más problemas que los que resuelven. La piramicina producida por un STREPTOMYCES está autorizada en diversos países para inhibir el crecimiento de hongos sobre la corteza de ciertos quesos o en la superficie de ciertos productos salados y ahumados. LOS INHIBIDORES DE ORIGEN VEGETAL.Citamos especialmente la HUMULONA del lúpulo, el TOMILLO, el MENTAL de la menta, el CITRONELAL y otros componentes de los aceites esenciales de la corteza de naranja, la ALICINA del ajo, el aceite esencial de girasol, los extractos de té y de café, los benzoatos de los MIRTILOS, la OLEOEUROPAÍNA de la aceituna.