GUIA PARA REALIZAR EL CIERRE TECNICO DE UN VERTEDERO DE DESECHOS SÓLIDOS MUNICIPAL PRESENTACIÓN El IFAM desde sus inicios ha tenido como una de sus funciones sustantivas la formación y capacitación del personal y de las autoridades municipales, función definida en la Ley 4716 como actividad prioritaria. Las limitaciones Financieras que enfrentan día a día nuestros Gobiernos Locales, son el reto que nos impulsa a cambiar esta realidad y esto será posible sólo si todos nos comprometemos con el mejoramiento del servicio y la gestión municipal. Los recursos económicos son importantes para ello, pero los recursos humanos son indispensables. Es en las personas vinculadas a las distintas estructuras municipales en quienes depositamos nuestra confianza para lograr una mejor gestión de nuestros Gobiernos Locales y sabemos que requieren de una formación integral para hacer de éstos verdaderos gestores del desarrollo en nuestras comunidades, conforme todos deseamos y Costa Rica lo necesita. En razón de lo anterior, una prioridad de las Autoridades de la Institución ha sido desarrollar programas de formación y capacitación para quienes asuman cargos en los Concejos Municipales, por lo cual desde el año 1974 se planifican y ejecutan, cada cuatro años, sendos Programas de Capacitación para Autoridades Municipales electas en el respectivo proceso electoral. El año 2006 no es la excepción y por ello estamos en presencia del VIII Programa de Formación para las nuevas Autoridades Municipales 2006-2010, que planificamos con la misma ilusión y responsabilidad que los siete Programas anteriores, pero incorporando nuevas estrategias, nuevos temas, nuevos actores y mucho más material. El presente documento es parte de ese material, el cual durante los últimos meses, con la sabiduría y experiencia que brindan tantos años de servicio público, muchas compañeras y compañeros del IFAM, en algunos casos con la colaboración de amigas y amigos de otras Instituciones y Organisaciones, lo hemos venido elaborando con la intención de que lo utilice como una herramienta de trabajo, en beneficio de su Municipalidad y por lo tanto de su Cantón. Esperamos cumplir con nuestro cometido y que todo el material entregado en el marco de este VIII Programa, se transforme en conocimientos para hacer realidad el lema de esta jornada nacional de Formación y Capacitación: “Forjando líderes para la nueva Costa Rica”. Lic. Juan José Echeverría Alfaro Presidente Ejecutivo del IFAM 2002-2006 1 1. INTRODUCCIÓN. Tradicionalmente la gran mayoría de las municipalidades de Costa Rica han depositando los desechos sólidos en forma inadecuada y por tanto han impactando en forma negativa el medio ambiente. Se ha mantenido desde el momento en que se iniciaron el servicio a los ciudadanos, y todavía perdura en casi un 50% de las municipalidades que lo brindan. Con el paso de los años, el aumento en la cantidad de desechos, la aparición masiva de plásticos y otros materiales de lenta degradación, han fortalecido el surgimiento de una conciencia social más comprometida con la conservación del ambiente. Entre otras cosas, han hecho que las municipalidades inicien proyectos de mejoras y cambio de prácticas para depositar los desechos sólidos. Para esto último la especialización de profesionales de diferentes ramas científicas enfocadas al aspecto ambiental y el uso de técnicas cada vez más modernas, han aportado una enorme ayuda para que con el paso de los años, poco a poco se utilicen criterios cada vez más científicos, en busca de una disposición final sostenible y ambientalmente apropiada, en el servicio de recolección y disposición final de los desechos sólidos municipales. 2. OBJETIVO Y ALCANCE. Se pretende con este documento entregar a las autoridades municipales un procedimiento y que a la vez conozcan los alcances y requerimientos para proceder a cerrar técnicamente, un vertedero de desechos sólidos. Disponer de una guía básica para las autoridades municipales, que oriente el procedimiento y la toma de decisiones, durante la ejecución de un plan de cierre técnico para vertederos mal operados. 3. LA TOMA DE DECISIÓN PARA CERRAR TÉCNICAMENTE UN VERTEDERO. La decisión final que toma un concejo municipal para cerrar o clausurar un sitio de vertido de desechos sólidos, en la mayoría de los casos se origina por un mandato de la Sala IV ó del Ministerio de Salud, dirigido a la administración municipal ó al alcalde municipal directamente, producto de una serie de hechos, notas y procesos interpuestos por ciudadanos inconformes con el manejo ambiental que se le da al sitio y en contra de la administración municipal. Los anteriores hechos en la mayoría de los casos concluyen con un mandato de cierre progresivo del vertedero o clausura total y en muchas ocasiones, con fecha final de clausura incluida. En otras ocasiones, la decisión de clausurar un lugar de vertido se da por parte de la municipalidad, ante el inminente agotamiento del sitio. 4. QUÉ ES UN VERTEDERO DE DESECHOS NO CONTROLADO. 2 En ocasiones también es llamado simplemente “botadero de basura”. Es un lugar donde se depositan los desechos sólidos sin ningún tratamiento técnico, ni control alguno. Se dejan en forma desordenada al aire libre, sin cumplir requisitos sanitarios y ambientales mínimos para evitar ser un foco de contaminación y peligro para la salud pública. No se impermeabiliza, compacta, ni cubre con tierra. No reciben tratamiento las aguas contaminadas. Estos sitios requieren una evaluación formal para determinar si se justifica una inversión en obras (generalmente alta) para transformarlos en sitios controlados ó decidir por la clausura definitiva. También requieren realizar un análisis beneficio/costo; vida útil; historia; situación del entorno; proyección a futuro; voluntad política. 5. QUÉ ES UN VERTEDERO DE DESECHOS CONTROLADO. En algunas ocasiones los vertederos de desechos reciben algún tipo de atención y control de contaminación por parte de la municipalidad que hace uso del lugar, tal como cobertura de los desechos cada cierto tiempo, instalación de chimeneas, desvío de aguas de lluvia, instalación de cercas periféricas, mejoramiento de caminos, captación de lixiviados. No obstante, el funcionamiento de estos sitios no es del todo apropiado, ni representan un riesgo demasiado grande para el ambiente y la salud. Sin embargo mantienen una fuente de contaminación y peligro para ambos. Uno de sus mayores riesgos representa su vulnerable sistema de impermeabilización hacia el suelo, bajo la capa de desechos. 6. QUÉ ES UN RELLENO SANI TARIO. Es el lugar donde se depositan los desechos sólidos en una forma segura, ordenada, dirigida y sin representar peligro para la salud de la población. Técnicamente se debe concebir desde un inicio como un proyecto de ingeniería, con todos los elementos necesarios y suficientes para operar correctamente durante su vida útil, incluso después de clausurado. 7. QUÉ ES SANEAMIENTO O REHABILITACIÓN DE UN VERTEDERO DE DESECHOS SÓLIDOS. Muchos sitios funcionan en forma inadecuada como depósito de desechos sólidos, representando una fuente de contaminación ambiental, para las aguas, suelo y aire, con el consiguiente peligro para la salud pública. A estos sitios se les puede realizar una serie de mejoras, para mejorar los controles y disminuir, en la medida de lo posible, el peligro que representan. 3 La introducción de obras de infraestructura, debe responder a un plan ordenado, diseñado por profesionales y dirigido correctamente, contar con la aprobación del Ministerio de Salud, y ser constante en el tiempo, de lo contrario se volverá nuevamente a convertir en un peligro de salud publica, sin controles ambientales. Las obras a ejecutar deben responder a un plan diseñado, producto de estudios específicos y todos los aspectos técnicos relacionados con el tema, tales como las características y composición de los desechos depositados; un estudio hidrológico lo más detallado posible, de la zona de influencia del sitio; definir la capacidad de vida útil posible; la disponibilidad de material de cobertura; disponer de personal capacitado para la operación; instaurar sistemas de control administrativo y contar con agua, luz y servicio sanitario en el lugar. El saneamiento contiene obras de remediación y reparación tendentes a devolver las características naturales al sitio. Se trata de “sanear” el lugar en la medida de lo posible, e igual, minimizar el peligro que representa para la salud de la población. Que a partir de la instalación de obras de infraestructura empiece a operar adecuadamente, o mantenerlo clausurado, pero en condiciones que representen un peligro menor para la salud pública. La rehabilitación tiene un sentido similar, solo que va dirigida a restituirle a un sitio las calidades positivas que tiempo antes mostró, y que las perdió por alguna razón, pero que puede restituir para volver a ser habilitado como un sitio seguro para la disposición final de los desechos sólidos, con un mínimo de requisitos. Tiene el sentido de permitir la disposición final de residuos bajo una operación y manejo controlado. Los sitios controlados o en proceso de control, deben ser reevaluados periódicamente para sostener un manejo adecuado. 8. QUÉ ES UN CIERRE TÉCNICO. Cierre técnico se puede definir como un proceso gradual, programado en el tiempo. Diseñado por un profesional y dirigido técnicamente, de tal forma que al concluir la vida útil de un sitio de disposición final y declarar la clausura definitiva, el sitio cuente con todos los elementos necesarios y suficientes para darle monitoreo y control, en forma correcta por al menos los siguientes 20 años. Se trata de “ir cerrando” el vertedero en forma técnicamente correcta, para que al clausurarlo, cuente con la infraestructura necesaria para poder ejercer un control y monitoreo adecuados posteriores al cierre definitivo. Las obras civiles necesarias para lograr un cierre técnico correcto, deben darse en forma gradual y por sectores, durante el tiempo de operación. Al final no habrá que realizarlas con la clausura, lo que disminuye costos. 4 9. PROCEDIMENTO PARA UN CIERRE TÉCNICO. La municipalidad debe iniciar un proyecto de ingeniería para ejecutar las actividades que requiere un cierre técnico. Es necesario contar con los servicio de un profesional con experiencia de la materia, a fin de diseñar un Plan de trabajo, con planos constructivos. Se debe cumplir; tanto con los requerimientos técnicos como con los legales en materia ambiental; del Ministerio de Salud, Tribunal Ambiental, SETENA y demás instituciones. La interpretación de los estudios, conlleva a una propuesta de solución del caso particular, que debe ser sometida a conocimiento, revisión y discusión de las autoridades políticas y ambientales, a nivel local, municipal y nacional para efecto de validar su contenido y lograr el mejor resultado posible en beneficio de la mayoría. Es indispensable contar con un programa de trabajo que permita conocer claramente las características del depósito, los efectos actuales sobre el medio ambiente, los efectos sanitarios y las bases para formular un plan de recuperación del área, o de medidas para revertir los efectos negativos originados por la disposición incorrecta de los residuos. 10. ESTUDIOS BÁSICOS. Todo proyecto para cerrar técnicamente un vertedero de desechos, necesariamente debe realizar estudios de varios tipos. El propósito es conocer detalles del servicio. Su historia, la situación actual, cantidad y composición de los desechos. Se debe tener un panorama claro y real de la situación a solucionar. Todo lo anterior ayuda a elaborar el proyecto correspondiente. Entre más información y conocimiento técnico del sitio se tenga, del entorno y acercamiento a la realidad, el proyecto ofrecerá una solución más integral. Al considerar más elementos e integrar mayor información, la propuesta final será una mejor solución, con un mayor beneficio final para todos. La mayoría de estudios para realizar un cierre técnico son similares a la metodología para construir un relleno sanitario. Podemos hacer similitud al decir que en uno se realizan los estudios de previo a iniciar la operación y en el otro los estudios se realizan durante la operación, antes de clausurarlo definitivamente. Ambos tienen propósitos similares, enfocados hacia el mismo fin: evitar al máximo la contaminación y no representar un peligro para la salud publica. Por lo tanto los estudios para rehabilitar o cerrar técnicamente un vertedero son similares a los necesarios para abrir u operar un relleno sanitario. La propuesta de un cierre técnico debe ser producto de los siguientes estudios: La edad y cantidad de desechos que han ingresado al sitio. 5 Para efectos de cuantificar el volumen y potencial peligro, se debe definir la antigüedad e historia, tipo, procedencia, sitio de ubicación. Definir la propuesta de solución para estos desechos colocados con anterioridad en el sitio. Producción per-cápita, establecer los días y épocas de mayor ingreso de desechos. Determinar los tipos de desechos que ingresan al sitio. Calcular la cantidad de desechos recibidos diariamente. Su composición (plásticos, metales, papel, cartón, biodegradables, hospitalarios). Estimar el potencial y magnitud del caso. Determinar la cantidad que ingresa cada día. Establecer controles y seguimiento, conteo y estadísticas. Proponer una solución. Proyección a futuro durante la vida útil del sitio. Características particulares. Definir el área utilizada, dentro del vertedero. Con el uso de métodos topográficos, se debe realizar un levantamiento del sitio para ubicar el área afectada, área disponible, incluir caminos, infraestructura, curvas de nivel. Delimitar las áreas donde se colocaron los desechos en el pasado y ubicación de infraestructura dentro de la propiedad. El espesor de la masa y la estabilidad. Debe ser estudiada la profundidad de la masa de desechos pues representa un peligro potencial en un eventual deslizamiento sobre las zonas cercanas o ubicadas más abajo. En este caso, se determina el espesor o altura de la masa de desechos, con el propósito de estimar volúmenes y potencial de riesgo. Mediante perforaciones y en otros casos con sondeos eléctricos (métodos indirectos) se puede estimar la estabilidad de la masa y el eventual peligro de deslizamiento. Una vez evaluado el caso y conocidos los resultados, se proponen soluciones para evitar la posibilidad de deslizamiento y avalancha. Estudio hidrológico. Debe incluir un inventario de los cuerpos de agua que eventualmente se vean afectados por el vertedero de desechos (lagunas, ríos, quebradas, nacientes, pozos). Definir si existe algún acuífero en la zona, que pueda verse afectado o que ya ha sido impactado. Determinar el potencial de la afectación, o el riesgo potencial. Profundidad 6 del agua subterránea. Riesgo de contaminación, dirección del flujo subterráneo, entre otras cosas. Estudio geológico. Determinar la estructura del suelo bajo la capa de desechos. La geomorfología local y regional, el marco geográfico del área, las características del suelo bajo el cual están colocados los desechos. Características y espesores de los diferentes estratos geológicos. Amenazas naturales, sismicidad de la región y sus efectos. Climatología y meteorología. Conocer el régimen de lluvias de la zona. El comportamiento a lo largo del año, precipitación, temperatura. Analizar los registros de la zona, y abarcar la mayor cantidad de años disponible en los registros. Mecánica de suelos. Características físicas y propiedades mecánicas del suelo. Realizar pruebas de laboratorio para conocer entre otras cosas, la capacidad de carga, la clasificación, peso volumétrico, capacidad de intercambio catiónico, límites de consistencia, granulometría, porosidad y permeabilidad principalmente. Ambiente biológico local. Zonas de vida, descripción de la flora, la fauna, las zonas de vida, especies de la zona en situación especial, amenazas naturales, impactos, contexto general de la zona de influencia y el cantón. Plan de Gestión Ambiental ó estudio de impacto ambiental. Todo proyecto ambiental de este tipo debe pasar por la Secretaria Técnica Nacional (SETENA), para la consiguiente valoración del sitio y las obras a realizar. El proceso inicia con la presentación del formulario FEAP, ante la SETENA, que debe ser llenado por un profesional ambiental. Seguidamente la SETENA se pronuncia sobre las obras a realizar y solicita un estudio. El pronunciamiento está contenido en una resolución y dependiendo del grado de complejidad del sitio, indica el grado y aspectos que deben ser considerados en el estudio, dimensiona la magnitud del estudio. En algunos casos puede ser una Evaluación Ambiental, una carta de compromisos ambientales ó un estudio de Impacto ambiental. 7 Una vez realizado el estudio solicitado, se presenta a SETENA para la aprobación, seguidamente se deposita una garantía ambiental por parte de la municipalidad, finalmente la SETENA concede la viabilidad ambiental. La municipalidad debe nombrar un profesional responsable ó regente ambiental del proyecto. Otros estudios Dependiendo del caso, pudiera darse la necesidad de realizar estudios especiales ó profundizar en algunos de ellos con más énfasis, dependiendo del criterio de los técnicos o las interrogantes que se deseen atender. 11. EL DISEÑO DE LAS OBRAS Y EL PROYECTO. En la mayoría de los casos, los trabajos de cierre técnico consisten en una cobertura final de los desechos, con tierra. La instalación de una cerca o portón que impida la entrada de camiones y el posterior olvido total del sitio por parte de las autoridades municipales. Esto evidencia la falta de criterios y conocimientos técnicos de lo que debe ser un verdadero cierre técnico progresivo, dirigido, para concluir con la clausura final de un vertedero. Incluso después de la clausura final del sitio, la municipalidad o el propietario deben realizar labores de monitoreo, vigilancia y mantenimiento del lugar por un período de 20 años. El profesional a cargo del diseño reúne toda la información de los estudios realizados y procede a plasmar una propuesta de solución por medio de planos constructivos detallados. Debe informarse, preguntar, leer, escuchar sobre el caso, a fin de proponer una solución viable, en concordancia con las prácticas modernas de la ingeniería. El proyecto debe ser sometido a aprobación por parte del Ministerio de Salud. El manual de operación Es un complemento de los planos constructivos, requisito solicitado por el Ministerio de Salud. En él se explica, y sirve de orientación a los operadores. Contiene la forma de atender las actividades de manejo diario del sitio. Cómo proceder con las diferentes tareas y situaciones que se puedan presentar. Guía y orienta el trabajo diario, dentro de una concepción general y dirigida a organizar el trabajo diario para obtener un mejor resultado final: ahorrar recurso humano, espacio, mejores controles, cumplir con la legislación correspondiente. 12. LAS OBRAS Y ACCIONES QUE DEBE CONTENER EL PROYECTO. Existe un mínimo de obras y acciones que debe contener un proyecto de cierre técnico. Cada caso es diferente y debe ser tratado en forma individual, de acuerdo con las características propias del entorno. Trataremos de mencionar las más comúnmente 8 utilizadas, tanto para un saneamiento ó para una rehabilitación. Las principales obras y acciones a incluir son las siguientes: DURANTE LA VIDA ÚTIL Y EL CIERE PAULATINO. Proponer un sistema de trabajo eficiente, el que mejor se adapta a las condiciones del terreno. Potencial del sitio de acuerdo a sus características. Seleccionar la maquinaria ideal para trabajar, de acuerdo con el tipo, cantidad, condiciones ambientales y naturales del sitio. Disponer de zonas especiales para diferentes tipos de residuos, anatomopatológicos, metales, chatarra, vegetales, voluminosos. Sistema de captación de lixiviados. Planta de tratamiento de lixiviados. Sistema de bombeo y tuberías de conducción. Sitios de inyección de lixiviados, drenes, pozos, zanjas. Zonas para irrigación o aspersión de lixiviados. Sitios para la toma de muestras de aguas e inspección de tuberías. Caminos de accesos, cunetas, alcantarillas. Controles de escorrentía. Cercas periféricas. Evitar el ingreso de personas y animales no deseados. Portón de entrada controlado. Rotulación, señalización, prevención, información. Servicios de agua y luz. Caseta para la vigilancia y control. Bodega de materiales y equipo. Pozos de monitoreo para agua subterránea. Cobertura final con material vegetal. Siembra de árboles en zonas especiales, césped, especies apropiadas. Conformación de taludes y pendientes estables. Salida segura de gases al aire. Retiros en colindancias. Zonas de amortiguación. Bitácora para el registro diario de labores. Equipo de protección para el personal en el trabajo diario. Disponer de un botiquín básico de atención primaria de accidentes y trastornos de salud. Disponer de equipo manual apropiado y suficiente para el trabajo diario. Bodegas, talleres de mantenimiento de maquinaria Acciones: Implementar el Plan de Gestión Ambiental indicado por las autoridades (SETENA) Un programa de atención preventiva a la maquinaria y mantenimiento de equipo. 9 Un programa de capacitación al personal. Un sistema de registro diario de ingreso, tipo, procedencia y cantidad de los desechos. Un sistema de registro diario de las principales labores. POSTERIOR AL CIERRE DEFINITIVO: 13. Por un período mínimo de 20 años, no utilizar el sitio en otra actividad que no sea el monitoreo, vigilancia y control por aparte. Disponer de material para reparar deslizamientos, hundimientos, grietas, erosiones. Seguir las indicaciones del Plan post clausura aprobado por SETENA. Plan y manual para el mantenimiento y atención de eventos. Dar mantenimiento general, limpieza, corta de maleza, reparación de daños. Vigilancia y control de ingreso de la fauna nociva. Siembra de pastos y especies para atraer fauna amigable. Definir el uso futuro de áreas recuperadas. LA VOLUNTAD POLÍTICA Y LA TOMA DE DECISIONES. En muchos casos, es la voluntad política la que tiene el mayor peso relativo en la toma de decisiones, sobreponiéndose a otros aspectos tales como los financieros y técnicos. Las municipalidades como entes políticos, compuestos por multiplicidad de criterios, se convierten en muchos casos en una maraña de desganos, tirrias y recriminaciones que no ayudan en nada a la toma de decisiones y a la solución de los problemas del ciudadano. Es en estos casos cuando la inteligencia y el bien común se hacen imprescindibles para las autoridades municipales. Los recursos financieros para los proyectos y las soluciones técnicas apropiadas se dan con ingenio y trabajo constante, no obstante es en la mayoría de los casos la benevolencia política de los representantes comunales y la falta de empeño, lo que imposibilita implementar un plan de mejorar o cierre técnico. 10