Concepto de Europa y Unión Europea y el análisis geográfico regional

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Tema 1.
LOS CONCEPTOS DE EUROPA, UNIà N EUROPEA Y EL ANÔLISIS GEOGRÔFICO
REGIONAL.
El concepto geográfico de Europa.
La geografÃ−a contemporánea define Europa como un concepto geográfico, un espacio fÃ−sico y a la vez
social, como un territorio fruto de una dialéctica histórica y actual ante el medio fÃ−sico y la sociedad
humana. Europa es un concepto geográfico basado en la condición del continente pero también en la
condición de su contenido con una realidad fÃ−sica y sobre todo social. Al concepto geográfico de Europa
se suman diversas acepciones como las que emplea T. Unwin en su GeografÃ−a de Europa (1998) al abordar
un tema tan complejo como es Europa como idea y sobre la idea de Europa, e incluso otros autores han
afirmado que Europa es una idea polémica y apasionada. En esta ocasión nos centraremos en el análisis
de la formación histórica del nombre geográfico, en su identificación como continente y como espacio
social, intentando superar las limitaciones de considerar Europa en diferentes subconjuntos, bien como
espacio geopolÃ−tico, espacio geoeconómico, etc...
La formación histórica del nombre geográfico.
La etimologÃ−a de la palabra no resuelve esta cuestión. Hay autores para quienes es un nombre
pre-helénico, “hirib”, que significa poniente, y que se opone a “açou” que significa oriente y que
representarÃ−a a Asia.
Hirib ------ Poniente ------ Europa
Açou ------ Oriente -------- Asia
De esta forma los dos continentes estaban contrapuestos. Herodoto, cinco siglos a.C. decÃ−a lo siguiente:
“en cuanto a Europa no parece que se sepa ni de donde se ha sacado su nombre ni quien se lo ha dado”.
También se puede acudir a leyendas de mitologÃ−a griega que consideran Europa como un espacio
individualizado en relación con Asia. El núcleo central gira en torno al rapto de Europa... “HabÃ−a una vez
en Tiro una princesa llamada Europa. Mientras estaba en su casa en la cama en el palacio del rey Agenor, su
padre tubo un sueño. Soñó con dos tierras que tenÃ−an el aspecto de dos mujeres y se peleaban entre
ellas: la tierra de Asia y la tierra de enfrente, que disputaban por la princesa...”
En la antigüedad Europa y Asia eran las dos partes en las que se dividÃ−a el Mundo, de hecho, Herodoto
tan sólo añadÃ−a Libia como tercer continente y situaba los lÃ−mites de Europa por el Este hasta un rÃ−o
llamado Tanais (el rÃ−o Don). Con Roma se perpetua el concepto de Europa aunque esta vez el núcleo
central del continente deja de ser Grecia para ser desempeñado por Italia. Con la expansión del
cristianismo se fundamenta la divergencia entre occidente y oriente de Europa. Posteriormente no hay
cambios sustanciales aunque en el tránsito del s.VII al s.VII, sobre todo con la dinastÃ−a Carolingia, se
asume el concepto de Europa como sinónimo de cristiandad.
La edad media y los tiempos modernos han consolidado el empleo del concepto de Europa aunque como
reflejo del gusto por la antigüedad y la civilización. En los inicios de la edad moderna hay tres factores de
gran importancia en la congregación del territorio europeo:
• Se configuran los estados modernos y desaparece el sistema feudal.
• La ruptura de unidad de la cristiandad con la reforma protestante.
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• El descubrimiento de América y el inicio de la expansión colonial.
En el s.VIII aparecen las primeras representaciones cartográficas de las cuatro partes del mundo aunque con
una iconografÃ−a que recogÃ−a casi siempre la superioridad de Europa sobre los otros continentes. De hecho
en los siglos XVIII y XIX se inicia un proceso de europeización de dominio y progreso de Europa, de una
colonización en todos los órdenes, Europa como sinónimo de cultura, civilización, progreso y sin duda
de superioridad.
En el s. XVIII Montesquieu manda dibujar un mapa de Europa y lo hacer terminar en el rÃ−o Volga.
Progresivamente gracias a las conquistas de un cosaco llamado Yermak hacia Siberia franqueando los Urales
favorecieron que finalmente empezase a admitirse que dicha lÃ−nea de relieve era el lÃ−mite por el Este de
Europa y aun hoy en el kilómetro 1.777 del transiberiano existe un obelisco con dos flechas: hacia el Este
Asia y hacia el Oeste Europa.
Esta concreción de lÃ−mites conoce otros puntos sujetos a controversia, por ejemplo en Estambul en la
orilla de Bósforo. Frente a la parte principal de la ciudad existen unos indicadores que señalan la
dirección de Europa hacia el núcleo de la ciudad, el lado Europeo, y al contrario hacia Asia hacia el Este.
Al margen de los tres imperios (el Carolingio, el de Carlos V y el Napoleónico) la idea de un solo poder
polÃ−tico en Europa capaz de garantizar la estabilidad polÃ−tica, social del continente sólo podÃ−a nacer
después de la II Guerra Mundial y más aún durante las últimas décadas del s.XX. Es ahora cuando
las instituciones intentan cultivar la identidad de una Europa unitaria. No obstante los proyectos polÃ−ticos
que ha habido siempre han tropezado con una diversidad en el interior del continente que ofrece múltiples
variantes.
Rasgos básicos de Europa
La caracterización de Europa como espacio geográfico no resulta fácil debido a varias razones. A
través de la historia se le han atribuido extensiones y contenidos muy diferentes no existiendo consenso en
los mismos sobre todo en los lÃ−mites oriental y meridional. Resulta necesario identificar a priori unos
objetivos, unos criterios para determinar esos lÃ−mites. En geografÃ−a existe el convencionalismo de que el
lÃ−mite oriental está en los Urales situándose aquÃ− el lÃ−mite con Asia. Incluso asÃ− existen
dificultades para delimitar estos ámbitos y asÃ− se aplica un concepto globalizador llamado Eurasia que se
extiende desde el PacÃ−fico hasta el Atlántico. Si analizamos mediante cartografÃ−a el continente europeo
se comprobará que Europa es una de las grandes partes en que se divide el mundo. Es una porción del
llamado bloque eurasiático comprendido entre: el Atlántico y los Urales, al Norte el Océano Glaciar
Ôrtico y el Mediterráneo al Sur.
De acuerdo con este criterio los lÃ−mites tradicionales son: por el Este la lÃ−nea divisoria de aguas de los
Urales y su prolongación hacia el Sur hasta el Caspio a través del rÃ−o Ural. Por el Sur es el Cáucaso,
aunque no existe consenso a la hora de asignar el monte El Bruz que con más de 5.600 m. supera al Mont
Blanc. Continuando hacia el Oeste a través del mar Negro y el Mediterráneo con sus archipiélagos. Por
el Oeste el lÃ−mite está establecido con el océano Atlántico con varias islas, con Islandia, con las islas
Británicas pero no con Groenlandia. Por el Norte el océano Glaciar Ôrtico integrando el archipiélago
de Svalbard y también el de Spitzbelrg. También el llamado mar de Barents y hasta el borde occidental
del mar de Kara.
Los lÃ−mites de Europa quedarÃ−an inscritos entre los 60º de longitud Este y los 10º de longitud Oeste y
entre los 36º de latitud Norte y los 71º de latitud Norte. Estamos por lo tanto en la zona templada, en una
posición central dentro de las tierras emergidas del hemisferio norte. Europa tendrÃ−a unos 10'5 millones de
kilómetros cuadrados (una octava parte de las tierras emergidas) y alberga 730 millones de habitantes lo que
supone un 12% de la población mundial. Se puede establecer también una serie de rasgos definidores de
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Europa como elemento geográfico:
• Variedad y moderación de sus rasgos climáticos y geomorfológicos.
• Una naturaleza y unas condiciones ecológicas fundamentalmente marÃ−timas por influencia oceánica.
• Heterogeneidad cultural.
• Nivel elevado de desarrollo socioeconómico aunque con grandes contrastes regionales.
• división en áreas de estabilidad polÃ−tica y áreas de inestabilidad.
• Protagonismo de Europa en la historia moderna y contemporánea de la humanidad.
• Una continua transformación de sus estructuras polÃ−ticas, sociales, económicas y territoriales.
• Imprecisión de fronteras con las regiones vecinas.
Europa ha sido definido como un continente, como el viejo continente, pero también hemos destacado su
naturaleza marÃ−tima. AsÃ− mismo evidencia enormes contrastes internos con una sucesión de espacios
continentales, de penÃ−nsulas y de islas. Desde el punto de vista oceánico el Atlántico establece el
lÃ−mite por el Oeste, el Mediterráneo por el Sur, en cambio el espacio marÃ−timo septentrional que hace
10.000 años aun era tierra emergida constituye una prolongación escasamente sumergida de Eurasia.
La inestabilidad que ha padecido Europa constituye un reflejo social de los intereses antagónicos entre
diferentes pueblos, y ha sido y todavÃ−a lo es en la actualidad. Esto ha repercutido en una serie de
fenómenos:
• La existencia habitual de guerras abiertas entre los europeos y entre estos y otros paÃ−ses del mundo.
• Se han dado y se dan actitudes y comportamientos xenófobos y de exclusión social. Hay autores que
afirman que la guerra como experiencia común europea ha ayudado a crear una conciencia y una identidad
europea.
Sin plantearnos los lÃ−mites convencionales del continente interesa hacer una pequeña mención a la
imprecisión de los mismos. Europa puede considerarse como una prolongación hacia el Oeste de Asia, por
ello la dificultad de establecer el lÃ−mite oriental. De hecho en la antigüedad el lÃ−mite se situaba en el
rÃ−o Don aunque nosotros lo establecemos en los Urales. Derruau es el primero en confirmar ese lÃ−mite.
Los lÃ−mites establecidos por Océanos y mares también suscitan controversia como sucede con Islandia
ya que es europea porque fundamentalmente fue ocupada por escandinavos y ello pese a estar muy cerca de
Groenlandia. En cuanto al Mediterráneo, éste puede desempeñar un lÃ−mite natural aunque tampoco
exento de discusión. El Norte de Ôfrica recuerda (Rift) a AndalucÃ−a, y lo mismo sucede con Túnez que
recuerda también a los tÃ−picos paisajes mediterráneos europeos.
De hecho, el propio Mediterráneo puede considerarse como un vÃ−nculo de unión entre paÃ−ses
ribereños sin negar contrastes entre el ámbito mediterráneo septentrional y el ámbito africano. Tampoco
hay consenso a escala intracontinental ya que para algunos Europa sólo es el sector más occidental
cuestionando asÃ− la europeidad de Rusia.
La variedad regional: ¿Europa o Europas?
Un primer nivel de división regional se vincula a la posición geográfica del territorio en relación a los
cuatro puntos cardinales. También se utiliza la referencia de Europa Central y múltiples combinaciones
según referencias de posición geográfica: Europa del Noroeste, Europa del Suroeste, etc... Estas
combinaciones adquieren a veces contenido en relación con diferencias geográficas e intereses
económicos contrapuestos; por ejemplo, en materia de productos agrarios en el seno de la Unión Europea,
Europa del Norte contra Europa del Sur.
Otros niveles de división regional se establecen a partir de diferencias marÃ−timas o continentales. Por
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ejemplo, la Europa Mediterránea, la Europa Atlántica o la Europa Continental. también se emplean otros
criterios de Ã−ndole fÃ−sico-ecológico como sucede con el relieve, con la dialéctica llanuras y relieves y
dentro de estos últimos aludiendo a grandes dominios (zona caledoniana, zona herciniana y zona alpina). Lo
mismo sucede en relación al clima y a otras múltiples ciencias como las lingüÃ−sticas o las
económicas. También a estos criterios se superponen regiones polÃ−ticas (administrativas, estados
nacionales, unidades supranacionales, bloques, etc...) Son abundantes los intentos de regionalizar Europa, en
este caso vamos a incluir dos divisiones:
La primera es de Cori y Gasperoni (1987) en una obra llamada “La Gran unidad regional de Europa”.
Consideraban que el concepto de región funcional no es aplicable a la escasa continentalidad dada la gran
movilidad polÃ−tica y el ritmo de transformados y territoriales que debilitan las estructuras regionales. Estos
autores optan por la región formal que son criterios de localización y derivados de atributos culturales, en
concreto proponen las siguientes grandes regiones: Islas Británicas, Francia y Benelux, PenÃ−nsula
Ibérica, PaÃ−s Escandinavo, Europa Central, Germánica, PaÃ−ses eslavos y danubianos de Europa
central, PenÃ−nsula Balcánica y la URSS europea.
Otra aproximación es la de Dezert, en 1998, que parte de la hipótesis de la existencia de un modelo
territorial, que a su vez es el resultado de un modelo económico con grandes contrastes y desigualdades a
partir de indicadores socioeconómicos, considerando las teorÃ−as de centro y periferias identifican unos
conceptos concéntricos que se basan en cuatro sistemas: las regiones metropolitanas centrales, regiones
periféricas manufactureras, regiones intermediarias de dominio agrÃ−cola y las regiones periféricas en el
nudo europeo.
Este mismo autor también recoge los criterios de la Unión Europea reflejado en el documento Europa
2000 +, que serÃ−an las siguientes regiones: arco Atlántico, Mar del Norte, PaÃ−ses Nórdicos, regiones
centrales, los nuevos Länders alemanes, los paÃ−ses del grupo de Visegrado, los paÃ−ses de Europa central
y oriental, la llamada diagonal del poblado del arco alpino, el Mediterráneo occidental, el Mediterráneo
Meridional y Rusia.
GeografÃ−a de la CEE. Tema 1. Página 1
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