CONSIDERACIONES PARA EL DEBATE EN LA RECONSIDERACIÓN DE LA PROPUESTA DE REFORMA DE LA OCM DEL VINO JUAN SEBASTIÁN CASTILLO VALERO Dr. Europeo en Economía Prf. Titular de Economía y Política Agrarias de la UCLM Miembro del Equipo Consultor contratado por el Parlamento Europeo para la reforma de la OCM del Vino Todas las OCM’s habidas en el sector vitivinícola se han realizado condicionadas por las coyunturas del momento en que han sido promulgadas, si la OCM de 1987 se aprobó en una situación de crisis de bajos precios y excedentes agravados con la incorporación de España y Portugal, y que devino en agresivas medidas de contingentación por la vía de la destilación obligatoria y el arranque fuertemente primado desde 1988 hasta 1996. La propuesta de reforma de 2003 proponía un ajuste estructural todavía mas duro, por las grandes cosechas de principios de los noventa, hubo de ser abandonada, inmediatamente, con la sequía de 1994 y 1995 que ‘rompía’ el diagnostico. La actual OCM del vino en la UE se aprobó en 1999 dentro del paquete de reformas de la Agenda 2000, en una situación expansiva del mercado con altos precios y producciones estabilizadas, se centró más en las medidas de reconversión hacia el mercado, un sistema de destilaciones muy laxo y de gran variabilidad y discrecionalidad, así, la estructuración de la actual OCM se articuló en torno a cinco aspectos: potencial vinícola, intervención en mercado, papel de las agrupaciones de productores, prácticas enológicas y comercio con terceros países; todos ellos con una vertiente pasiva de primar la decisión de ajuste tardío y desfasado a las condiciones de mercado, con un acento especial a la reestructuración y reconversión. Este sector siempre se ha visto discriminado por el hecho de diferenciarse claramente de las llamadas producciones continentales, que llevan adosados regímenes de compensación de rentas vinculados a la desregulación de sus sistemas de garantía de precios, se está viendo abocado a una mayor erraticidad, subjetividad y aleatoriedad. En la actualidad cuando el mercado mundial se sitúa en otra coyuntura, tras las cosechas record de 2000 y 2004, mas depresiva, la propuesta de Reglamentación Comunitaria torna restrictiva y a la defensiva, coyuntural, con una miope visión en la planificación estratégica y en el posicionamiento largo plazo. Entrando en los aspectos más concretos vinculados a la opción elegida y, momentáneamente, aparcada por la Comisión, todos los análisis y opiniones vertidas coinciden en que en un mercado mundial abierto, el ARRANQUE y la disminución de producción, no supone ningún ajuste en la situación de mercado del espacio en que se genera, la osmosis en la economía espacial es inmediata y la nueva situación de mercado se redistribuye en el mercado mundial, de modo que los espacios o segmentos abandonados son inmediatamente ocupados por otras zonas de producción que aprovechan las posibilidades de expansión que se les generan. No hay que ir muy lejos, en la etapa de arranque de viñedo, en la UE, desde 1988 hasta 1996, desaparecieron alrededor de 500.000 Has,.el crecimiento de superficie en los denominados Nuevos Países Productores fue, en el mismo período, de 350.000 Has, con mayores rendimientos unitarios, que compensaron totalmente la bajada de producción y comercialización europea, lo que supuso el primer detonante para la entrada masiva, en los siguientes años, de vino, procedente de estos países, en el mercado europeo, sobre todo a través del Reino Unido. Intercambios Intracomunitarios 1989-1990 26,9 Intercambios UE – Resto del Mundo Intercambios entre Terceros Países 10,6 Terceros Países UE - 15 7,3 3,0 1996-1997 28,6 11,0 UE - 15 Terceros Países 10,0 Terceros Países 17,0 3,7 2004-2005 33,7 14,8 UE - 15 12,2 Gráfico 1. Evolución del mercado internacional de vino (Millones de hl.) Por otra parte, el mercado del vino es tradicionalmente excedentario en el nivel mundial, en los últimos 60 años, y padece de crisis cíclicas reflejadas en unos años de buenos precios y otras temporadas de años de precios muy bajos, estos ciclos recurrentes no están relacionados tanto con los excedentes (que son estructurales) como con las expectativas y confianza de los agentes que operan, como con el posicionamiento de los grandes operadores en los mercados internacionales y a que, éstos, anticipan racionalmente las medidas de actuación pública, que se planifican para un pretendido ajuste a medio plazo, con lo que pierden totalmente su efectividad: el ejemplo más claro ha sido el de la REESTRUCTURACIÓN Y RECONVERSIÓN del viñedo, pese a que la Comisión y muchos agentes lo califican de éxito y se mantiene en la propuesta de nueva OCM. (las producciones tan elevadas de los últimos años en un mercado de bajos precios han sido propiciadas en gran parte por la política de reconversión y reestructuración de la actual OCM, al catapultarse sobre la base del cambio varietal vinculado a avances tecnológicos y transformación en regadío, sirva de ejemplo el caso de Castilla-La Mancha, dónde se ha fomentado mas de 120.000 Has reestructuradas de 566.000 que hay en la región, el aumento de la viña regada, según los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística en sus censos agrarios, se ha multiplicado por 6, de 18.000 Has a finales de la década de los ochenta a casi 120.000 has. a principio de los años 2000 ). El modo más gráfico de lo que decimos, se produce en cómo se sucede la caída de los precios del vino tinto, a raíz de la del anuncio de la aprobación de la reestructuración masiva en la UE con la OCM de 1999, en la línea más elemental de las denominadas ‘expectativas racionales’ de la teoría económica, la caída de precio del vino tinto y el aumento exponencial de las existencias en bodega, fue la consecuencia del hecho que el mercado ‘descontó’ inmediatamente la actuación pública, no hay que olvidar que la Unión Europea copa casi el 70 % del comercio mundial. 33 231 2001-2005 49 220 1996-2000 39 223 1991-1995 64 264 269 262 Excedente 239 1986-1990 Consumo 303 53 280 1981-1985 41 285 1976-1980 0 50 100 150 200 250 Producción 333 300 326 350 Gráfico 2. Balance en el mercado mundial del vino (Millones de hl.) La Comisión habla en sus documentos de análisis que en los últimos años se ha perdido COMPETITIVIDAD por parte de los vinos europeos resquebrajándose el posicionamiento en los mercados y propiciándose la entrada de vinos procedentes de otros países emergentes. El diagnostico parece asumido, a priori, por agentes e instituciones, sin embargo, debe ser matizado: En primer lugar, la entrada a Europa se produce en el mercado del Reino Unido, más del 70% del aumento de las importaciones en los últimos diez años se explican por el aumento que se da en este país. ¿ Cuáles son las causas? a) El elevado precio del vino francés (que es el vino que pierde todo lo que ganan fundamentalmente Australia y EE.UU. en ese país). b) la estructura comercial y el posicionamiento empresarial (si echamos un vistazo a las primeras 50 empresas mundiales que operan en el sector, sorprende que la inmensa mayoría tiene capital mayoritario de procedencia anglosajona, parece tener más que ver la situación comercial británica a que la Commonwealth se “reeditase” en la praxis), c) las ganancias marginales en el comercio se han producido para el vino europeo en las gamas y segmentos de bajo precio, a modo de ejemplo, España, ha sido mucho mas competitiva en volúmenes comerciados desde 1995 a 2005 que el país más dinámico de la competencia foránea, Australia, evolución que se ha derivado de la alta elasticidad-precio de las exportaciones españolas d) pero, en Italia y sobre todo en Francia, la política comercial que se ha plasmado desde el año 2000, ha sido que mientras los precios mundiales han caído, el precio medio de las exportaciones de la UE no ha dejado de crecer, mantenido un diferencial de mas de un 30% sobre sus competidores, la consecuencia, obvia, es que se pierden mercados y se resiente el posicionamiento comercial. Evolución exportaciones (millones de litros) 1.600 1.400 ESPAÑA 1.200 1.000 800 AUSTRALIA 600 400 200 0 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 Exportaciones Australia 130,3 154,9 193,6 216,2 287,6 339,0 417,3 508,0 581,0 636,0 Exportaciones España 675,0 720,0 973,2 1.150,0 972,0 902,4 1.054,2 1.037,1 1.280,7 1.468,6 Fuente: Elaboración propia con datos FEV 3 2,5 $/Kg 2 UE 25 1,5 RDM 1 0,5 19 90 19 91 19 92 19 93 19 94 19 95 19 96 19 97 19 98 19 99 20 00 20 01 20 02 20 03 20 04 0 Gráfico 3. Comparación de las exportaciones en valor unitario (precio medio): UE y Resto del Mundo La política de DESTILACIONES (que no se cambió de dirección en 1999, pese a ser establecida en los años ochenta en la etapa de las restricciones por contingentación) ha sido otro de los grandes fracasos de la regulación europea, puesto que ha propiciado que las zonas de mayor producción de vino se hayan vinculado a una actitud pusilánime y cómoda, de acudir a ese recurso, en lugar de utilizar los bajos precios como estrategia comercial y de penetración en los grandes segmentos de consumo masivo del mercado, y por ende, no ha sido capaz de reflotar los mercados hundidos en la inoperancia de sus propias estrategias. Además se han descontado tan rápidamente por los mercados, que han sido absolutamente ineficaces en la pretendida condición que se les da de regular y reflotar los mercados. En todo caso, la desaparición de las destilaciones y su concatenación con el arranque, no implica la desaparición de excedentes en Europa, sino solo la traslación territorial del eje del problema, con menor escala y la posibilidad de penetración de otros países. Sin duda, la política de destilaciones tiene que tender a la desaparición, puesto que es una medida de intervención en mercados inasumible para la OMC, pero puede buscarse un período de transición, que permitiese estudiar su incardinación en una salida hacia el bioetanol, que puede generar en un futuro próximo una importante vía de salida de producción hacia la función agraria no alimentaria, como es la del vino. Por tanto, las destilaciones deben desaparecer, sobre todo en la vertiente discrecional y subjetiva tal y como está establecida la destilación de crisis y normalizar las necesidades en la de alcohol de uso de boca y mantener el plano medioambiental de las destilaciones de residuos (prestaciones vínicas) y sobre todo concatenar su virtual salida en un futuro próximo hacia la producción de bioetanol. Evolución de la Producción de vino y Destilaciones en España (mill Hl) 45 40 34,0 35 30 15 31,0 30,8 46% 33,2 31,2 33,7 29,6 17,9 16% 16% 8,0 6% 11,4 10 25% 21,0 20,9 26% 34% 6% 4,3 5 20% 16% 19% 1,2 1,2 19 9 4 95 19 9 5 96 10,4 4,9 6,6 19 9 6 97 19 9 7 98 5,0 6,4 42,1 33,4 26,5 25 20 40,1 41,7 38,7 25% 23% 20% 19% * 6,9 6,7 7,5 10,5 0 19 9 0 -9 1 19 9 1-9 2 19 9 2 93 19 9 3 94 Producción vino Destilaciones 19 9 8 99 19 9 9 00 200001 2 0 0 102 200203 Dest. / vino producido 200304 200405 En este contexto, la nueva línea primariamente elegida para la futura OCM, que propugna intervenir menos en los mercados y propiciar la liberalización del sector, con un ajuste radical previo, debería tender más en la dirección de APOYAR A LAS RENTAS Y EN LA PERSPECTIVA DEL DESARROLLO RURAL del viñedo, y debe ser el segundo nivel de las administraciones (el nacional y el regional) quienes elaboren planes estratégicos de viabilidad y sobre todo comercialización proactiva que inciten al atomizado segmento de productores y empresas a estrategias agresivas de conquista de mercados. Y el problema nunca es de rendimientos unitarios ni del coste marginal del producto, ni de alambradas y emparrados sedientos de la escasa agua que en muchas zonas del sur europeo se dispone. La problemática radica en que es imprescindible que se utilice el precio como variable de marketing y de elasticidad a la demanda, y no como algo que nos viene dado de recepción pasiva, como erróneamente nos han acostumbrado al acudir a la comodidad de las destilaciones. En contraposición, en el sur de Europa deben establecerse, AYUDAS DIRECTAS a la renta para los productores, incorporando las zonas vitícola al PAGO ÚNICO que, a su vez, debe de servir de mecanismo regulador de producción, no por acoplamiento sino como ecocondicionalidad. Estas ayudas consolidarían no solo el sector sino también zonas rurales de las grandes regiones europeas extensivas en producción de vino y permitirían mantener la cubierta vegetal tan necesaria frente a la dirección del arranque y el abandono. A nadie se le puede ocurrir, después de la nueva propuesta de cambio de la OCM de Frutas y Hortalizas, que el sector vitivinícola sea el único que quede al margen de la filosofía general de la PAC, por lo tanto es imprescindible que la reforma de la OCM del vino se vincule mas a la llamada Opción 3 de las alternativas planteadas por la Comisión, que, por cierto, fue una opción abandonada sin argumentos y que en sus propios estudios salía como la mas beneficiosa para las grandes regiones productoras europeas. En un producto tan complejo como el vino con parámetros que van desde la influencia de la diferenciación de la materia prima, la potencialidad , altísima, del valor añadido, a la elaboración, la imagen, la estética, el ritual/esnobismo, la salud, la celebración, los componentes sociales y territoriales..etc. la nueva OCM no debe tratar linealmente al sector, ya que la SEGMENTACIÓN DEL SECTOR sería mucho más amplia que la de la reglamentación, dando lugar a una homogeneidad poco adaptativa a situaciones variables o cambiantes. De hecho las reglamentaciones parciales nacionales están yendo más allá, con diferenciaciones territoriales de tradición francesa, como los apelativos a la tierra o a pagos, o las marcas de calidad individual de tradición más anglosajona, imbuyendo al sector en una estrategia europea localista, dispersa y poco efectiva, como ejemplo, aparece de nuevo en nuestro país, la idea del Ministerio de Agricultura de lanzar la denominación a los mercados internacionales de Vinos de España. .Es paradigmático, el proceso de los últimos años, de la inducción generalizada a producir exclusivamente vinos de ‘alta gama’ con la excusa de la mal llamada a ‘la calidad’. Cuando el mercado para esos segmentos está muy constreñido, el dar una imagen de producto de elite, y con una gran componente snob, se traslada al consumidor, generando un daño considerable al consumo y a la salida de los vinos de gama media. Además la OCM no debe autolimitar el POTENCIAL VITÍCOLA, afectando a su competitividad cuando el resto del mundo no acomete la misma táctica, entrando en los segmentos bajos y vía precios para mejorar su posición con una dinámica agresividad comercial, ni la solución es la definitiva desaparición de la virtualidad de derechos después del ajuste del arranque, pues la experiencia nos enseña que el mercado retoma posiciones con mayor calado del que tenia previo al ajuste. Es cierto, que el mantenimiento de DERECHOS supone una alteración contingentaria de producción ineficaz e ineficiente para una nueva situación de globalización de mercado y que debe desaparecer al igual que las cuotas lácteas o del azúcar. En otra dirección, también la desconsideración hacia el CONSUMIDOR ha estado presente, la permisividad en prácticas, como la chaptalización o la vinificación con mosto de terceros países no llevando implícita la necesidad de anunciarlo al consumidor en las etiquetas, con lo que en la etapa de la PAC dónde esto ha tornado en la mayor preocupación en la crisis de alimentos reciente, el vino no se ha preocupado en demasía, mas que en la vertiente de bebida alcohólica, dándose situaciones paradójicas: comparen, por ejemplo, las diferencias entre cómo se aborda el tema de la trazabilidad entre la cerveza o el vino. En la etapa de las nuevas tecnologías y de la comunicación, la normalización informativa y la intersección en la gran segmentación de los mercados y productos sustitutivos es ineludible una clarificación en el escenario mundial. Definitivamente, la nueva OCM, debe insertarse de una vez dentro de esa PAC más social y con una dimensión multifuncional que es precisamente el argumento de Europa frente al mundo. Por ello debería apostar por una articulación en la perspectiva del desarrollo rural y con una label cultural y medioambiental para el cultivo del viñedo, con una diferenciación territorial: cultivo del paisaje, fundamento antierosivo, mantenimiento de la cultura rural ancestral , en el caso manchego, vinculación a la cultura del Quijote, etc.. En estos territorios podrían estipularse acuerdos, de carácter coyuntural, para no expandir la oferta, con vendimia en verde, compromiso máximo de sacar al mercado. Paralelamente a ello, debería pasarse de la RECONVERSIÓN Y REESTRUCTURACIÓN PRODUCTIVA a la RECONVERSIÓN Y REESTRUCTURACIÓN COMERCIAL en las inversiones que se acometan desde, el sector productor, el ámbito cooperativo y, en general, la industria vinícola. Para todas estas dimensiones, debería estudiarse la posibilidad de vincular el ‘sobre nacional’ a la implementación de INTERPROFESIONES REGIONALES que fuesen el órgano de gestión y coordinación de los fondos comunitarios, de forma que fuese más efectiva, flexible y adaptativa a las situaciones de mercado y de rentas, en cada región haciendo baluarte de la dimensión de subsidiariedad aunado con el rol activo de los agentes económicos y sociales que operan en el sector. La definición de la comercialización y su futuro, las tendencias mundiales, los escenarios de segmentación en precios y calidades, conforman aspectos de gran interés para analizar, pero estas dimensiones no han estado nunca desagregadas en los trabajos e informes previos para la reforma de la OCM. y para recuperar su status y situarse, definitivamente, en la escala y plano mundial con el potencial que le corresponde, Europa debe hacerlo ineludiblemente. En definitiva, debería articularse una reforma de esta OCM en un doble plano, por un lado el productivo con explotaciones viables económicamente, de visión comercial y competitivas por segmentos, dentro o fuera de territorios tradicionales. Pero además de la óptica comercial, muchos grandes espacios europeos, no deben olvidar el plano territorial de grandes regiones, como el Languedoc Roussillon, Puglia o Castilla-La Mancha, que deberían imbricar el sector con el desarrollo rural, aglomerando las dimensiones sociales, medioambientales o culturales para dar viabilidad al sector en estas zonas sin entorpecer la vertiente liberalizadora del escenario mundial y apostando en el marco multifuncional por una dinámica comercializadora en un estrategia global, de grandes producciones para grandes consumos. Debería proponerse, acometer complementariamente una articulación en la perspectiva del desarrollo rural y con el análisis de la potencialidad de incorporar LABEL CULTURAL Y MEDIOAMBIENTAL para el cultivo del viñedo y la producción de vino, con una diferenciación e identidad territorial: - CULTIVO DEL PAISAJE TRADICIONAL FRENTE A LA ALTERACIÓN VISUAL Y AGRESIVA DE LAS NUEVAS FORMAS DE PRODUCCIÓN. - CULTIVO MEDIOAMBIENTAL CON FINES ANTIEROSIVOS Y DE INDIRECTA REGULACIÓN DEL CONTIGENTE COYUNTURAL DE SALIDA AL MERCADO: mecanismos reguladores tipo vendimia en verde, osmosis territorial, etc. - CULTIVO Y PRODUCCIÓN CULTURAL: El mantenimiento de la cultura rural ancestral , es una materia prima que no puede dejar de abordarse para generar un valor añadido que implica economías de escala y participa de la vertiente promocional del producto base, el vino. - ENOTURISMO: El sector del ocio, y en particular el turismo, es un nicho de mercado indirecto que no puede obviarse en una reglamentación con visos de permanencia y futuro, que pretende ser integral e integrada en un sector tan determinante en Europa como es el del vino. - AGROENERGÍA:- La salida como cultivo energético es una vía de futuro, que se está decantando rápidamente, aun cuando la tecnología y la acotación de costes debe sedimentarse todavía para hacerla viable, pero es un innegable factor a considerar, los casos paradigmáticos del maíz en Norteamérica pueden dar una idea de la alteración de los escenarios de futuro si esta función no alimentaria de la agricultura se consolida. Estas potencialidades deben ser asumidas en la nueva OCM como factor de complementariedad, y en algún caso, viabilidad territorial, puesto que las regiones de mayor extensión y producción necesitan de la posibilidad de imbricar el sector con el desarrollo rural, aglomerando las dimensiones económicas, sociales, medioambientales o culturales para dar viabilidad al sector en zonas marginales o de inferior ratio de eficiencia y productividad. La situación del sector vitivinícola en España es muy variable y diferenciada, tanto desde la óptica territorial como de la tipología de vinos, la perspectiva productiva y de rendimientos, como la estructura empresarial, la comercialización o el plano medioambiental, por lo tanto regulaciones simplistas y simplificadas de la OCM tienen efectos muy diferenciados: - Una sola región (Castilla-La Mancha) tiene el 50 % de la superficie y de la producción española, mas del 60% de su producción (sobre 20 Mll de Hls.de cosecha anual media) es de vinos de mesa. Sus rendimientos son bajos y su estructura parcelaria es muy débil, de menos de 7 Has de media. Es una región muy dependiente de las medidas de intervención y apoyo a los mercados de la OCM, casi el 75% del presupuesto que llega a España de las medidas de destilación desemboca en esta Región. - Existen unas Denominaciones de Origen en otros territorios de gran nombre y amplia base comercializadora que coinciden con territorios vinícolas especializados (Rioja, Ribera del Duero, Pénedes, Jerez,etc.) La proliferación de pequeñas DOs y el descontrol de rendimientos en el norte de España, ha desvirtuado esta visión y existen tramos de vinos de ‘calidad’ con grandes problemas de comercialización. - Sigue siendo mayoritaria la proporción de vino de mesa frente a vino DO, aunque éste segmento y el del zumos y mostos han crecido notablemente en los últimos años. Las exportaciones de vinos DOs suelen estar concentradas en los mercados anglosajones, sobre todo Reino Unido y EE.UU y también en el germano. - Hay una clara dicotomía entre cooperativas y empresas bodegueras, las primeras priman en CLM y Extremadura, y simultáneamente han aparecido bodegas y empresas de exportación, vinculadas en muchos casos a Vinos de la Tierra y con capitalización procedente de otros sectores. Hay una clara dicotomía en la potencialidad comercializadora y exportadora y en la dimensión de ambos grupos. - En el año 2005, por primera vez, el volumen de vino exportado supera al del consumo interno, debido a un espectacular crecimiento de la venta al exterior de vinos de mesa a granel desde 2003, fundamentalmente con destino a Francia y a Portugal. La elasticidad precio ha sido determinante para copar los mercados exteriores. Por primera vez, también, las exportaciones españolas superan en volumen a las francesa y se sitúan en segundo lugar del mundo tras las italianas. - Hay una amplia zona del sur de España, y casi toda Castilla- La Mancha y Extremadura, que dependen medioambientalmente y en el plano del desarrollo rural de este cultivo, puesto que no tienen alternativa contra la erosión, la degradación de los suelos y el mantenimiento de la población en los pequeños núcleos rurales. La presencia de viñedo tiene una correlación directa en el mantenimiento de población en los núcleos rurales.