Introducción Bajo un punto de vista financiero, el riesgo es un concepto que no debe unirse necesariamente a una valoración peyorativa. En efecto, cuando se habla del riesgo de un producto financiero se trata de captar la probabilidad de no obtener los rendimientos esperados. Simplemente, es una medida del error que se puede incurrir al invertir en los mercados financieros. Como es conocido, esta idea de riesgo es uno de los pilares en que se asienta el funcionamiento de los mercados financieros: cuanto mayor es el riesgo, mayor es el rendimiento que se demanda. Y, en general, uno de los temas clave que deben aportar las finanzas es una adecuada gestión del riesgo. En este contexto, la actuación racional de los inversores se centra en conjugar adecuadamente el binomio riesgo-rentabilidad. Para esto, es preciso conocer la mecánica de los diferentes mercados financieros y de los productos que se negocian. Como suele decirse, el conocimiento es poder. Y es, además, la herramienta que permite gestionar el riesgo para conseguir decisiones de inversión racionales en mercados y productos financieros. Este libro pretende trasmitir conocimiento sobre estos mercados y productos, para ayudar a mejorar la calidad de algunas decisiones que pueden o deben afrontar personas vinculadas con la comunidad que conforma la industria financiera: inversores, operadores de mercado, investigadores, estudiantes y, en general, el público que se relaciona con estos mercados, habitualmente en una doble faceta de prestamista o prestatario. Hagamos un experimento: si escribimos en un buscador de Internet la palabra “Bolsa”, aparecen 4.480.000 referencias. Si repetimos el experimento pero escribiendo “Stock Exchange“, aparecen 4.370.000 referencias. Con estos datos se puede deducir que existe un gran interés por los temas bursátiles en todo el mundo, y que en el mundo de habla hispana ese interés es mayúsculo: ¡hay más referencias en español que en inglés!. Si se utilizan sinónimos de esos términos i se obtienen, así mismo, un gran número de hipervínculos. En definitiva podemos decir que los mercados financieros interesan, e interesan mucho. El interés por la Bolsa ha crecido en todo el mundo haciendo que el término capitalismo popular sea cada vez más real. En los últimos años la Bolsa ha dejado de ser una caja negra para ser un sistema de inversión conocido por el público, en general. A nadie le extraña ya que las familias tengan parte de su patrimonio en acciones en la Bolsa, y nadie asocia invertir en Bolsa con un juego de las clases pudientes, sino que muchos, en función del riesgo que pueden soportar, invierten en la compra de acciones en un mercado bursátil. Se asume que la inversión en acciones tiene riesgos, pero también se reconoce que, a largo plazo, no hay sistema de inversión que ofrezca a sus partícipes la posibilidad de conseguir los rendimientos que se pueden obtener en la Bolsa. Además, el público intuye que la Bolsa es un barómetro de la economía que, de alguna manera, anticipa la salud del país para los siguientes años. Cuando en las noticias informan de las caídas de la Bolsa se extiende una cierta preocupación, y no sólo porque se tengan comprados valores en los mercados, sino, porque se identifica esas caídas con problemas en la economía del país. Sin embargo, todavía existen personas que, aunque están relativamente familiarizadas con el mercado bursátil, desconocen otros mercados financieros, de los que solo tienen referencias vagas. Nos referimos a los mercados de deuda y a los mercados de productos derivados. Los primeros permiten obtener rentabilidades a un riesgo menor que en la Bolsa, mientras que los segundos sirven tanto para especular como para cubrirse de los riesgos que hay en los mercados financieros. Por otra parte, los mercados financieros están en permanente evolución, adaptándose a coyunturas cambiantes y afrontando cada día nuevos riesgos que se transforman en retos. En consecuencia, es preciso estudiar los nuevos cambios y sus consecuencias, ya que el conocimiento es condición necesaria para la eficiencia en las decisiones. Esta obra trata de profundizar en el conocimiento de la Bolsa e introducir al lector en el funcionamiento de los mercados de bonos y obligaciones, y en el de los productos derivados: opciones, futuros y swaps. El primer capítulo se centra en el funcionamiento de los mercados bursátiles. Partiendo del mercado español, se expone el funcionamiento de los mercados de valores más importantes del mundo, para terminar con una introducción a los índices bursátiles: cómo se construyen y cuáles son los índices más conocidos. El segundo capítulo trata sobre los mercados de bonos y obligaciones; cómo funcionan y cuales son sus características. Aunque los ejemplos son para mercado español, el análisis se puede extrapolar a cualquier otro país. ii El tercer capítulo describe el funcionamiento de los mercados de futuros y opciones financieras, incluyendo una introducción a las opciones exóticas. Además de desarrollar la mecánica y características de estos mercados, se muestran dos maneras de calcular la prima de las opciones: el método binomial y la ecuación de Black Scholes. El cuarto capítulo desarrolla el tema de la estructura temporal de los tipos de interés, imprescindible para conocer la curva de rendimientos y poder tomar decisiones en cualquier mercado. Su íntima relación con el mercado de bonos justifica que este capítulo se incluya después del dedicado a los mercados de deuda. El capítulo quinto está destinado a introducir al lector en diferentes técnicas de inversión. Comienza explicando los fundamentos de las teorías clásicas del CAPM y del APT, para proseguir con el análisis técnico y el fundamental. Aunque estas técnicas se pueden aplicar a cualquier mercado, lo cierto es que fundamentalmente sólo se utilizan en los mercados de renta variable. Por esto, el capítulo finaliza con dos epígrafes dedicados a las estrategias utilizadas en los mercados de renta fija El sexto y último capítulo desarrolla alguna de las metodologías matemáticas aplicadas para el análisis de los mercados, especialmente las relativas a modelos de simulación y al concepto del Valor en el Riesgo (VaR). Para ayudar a la lectura de este capítulo se han incluido varios casos, que se resuelven paso a paso para que el lector pueda seguir sin dificultad la exposición del problema y su solución cuantitativa. Para facilitar la aplicación práctica y conocer el grado de asimilación de los conceptos desarrollados, al final de todos los capítulos se incluyen ejercicios prácticos y un cuestionario de preguntas. En la confianza de que este libro pueda servir de ayuda para aclarar cuestiones que pudieran estar sin resolver, los autores quieren agradecer a todas las personas que han contribuido en el mismo, a través de la labor de proporcionar datos y/o analizar críticamente su contenido. Aunque todos estos amigos han colaborado al interés que pueda tener esta obra, es preciso señalar que las posibles imperfecciones, omisiones o defectos del libro son responsabilidad exclusiva de sus autores. iii