Desbloqueo. (La Opinión, 10/03/07) MIGUEL HERNÁNDEZ VALVERDE Los mejores acuerdos son los que nacen del conflicto laboral, los que nacen del consenso continuo tienden a morir por conformismo a largo plazo. La sobredosis siempre es mala. El conflicto laboral que viven los ayuntamientos de Murcia y Cartagena, y que podrían extenderse a otros municipios, no tienen visos de terminar, los ánimos de los convocantes no decae, los intentos de la corporación de politizar el conflicto, han pinchado en hueso, y por tanto, se nos presentan unas interesantes jornadas, donde se pondrá a prueba nuevamente no solo la capacidad negociadora de ambas partes, sino la paciencia del ciudadano, no solo de a pie, sino de coche, principalmente. No se quien ganará esta negociación, lo que si es seguro es, quien va a perder, pues ahora mismo, a ojos de la sociedad, está perdiendo la dignidad del empleado público y sobre todo, se están perdiendo horas de trabajo de una parte de la ciudadanía, por lo tanto, es necesario que no se siga negociando y hablando solamente de retribuciones. Las organizaciones sindicales, deberían empezar a poner sobre la mesa otras cuestiones junto a las retributivas, reducción de la jornada de trabajo, participación en la prevención de riesgos laborales (una lacra en esta sociedad, incluido las administraciones), creación y participación del observatorio sobre las privatizaciones de servicios municipales, cogestión en la organización del trabajo, participación en la gestión de la externalización de servicios, conciliación de la vida familiar, participación en la gestión pública, apostar por la carrera profesional y administrativa de los empleados públicos, y sobre todo, ambos ayuntamientos tienen una deuda pendiente con la temporalidad. Las administraciones en general, pero sobre todo las locales en particular tienen un índice de temporalidad por encima del 30%, y los datos históricos nos dicen que dicha tendencia, salvo que se adopten políticas concretas, irá en línea ascendente. Los ayuntamientos por su parte, deberían apostar claramente por una gestión pública, pero si su decisión es seguir apostando por gestionar desde lo privado un servicio público (y que han demostrado su nefasta gestión) tendrían que asegurar el dar participación a los trabajadores en la empresa, las propias corporaciones tendrían que ser las primeras interesadas en dignificar al empleado público, a desenterrar su política de conmigo o contra mi, a fomentar la carrera profesional, lejos de títulos y amigos, a respetar las decisiones de sus técnicos y dejarles trabajar con libertad, a dar participación en la formación, a no mentir sobre sus retribuciones, o a no airear que algunos de sus servicios bastante cobran por que están todo el día de brazos 1/3 Desbloqueo. (La Opinión, 10/03/07) cruzados (espero que lo que dijo la concejala de personal no sea un llamamiento a pirómanos para que algunos trabajen mas) a un aumento de las retribuciones justas e igualitarias, y sobre todo, a hacerles partícipes de la cogestión. No tiene ningún sentido por ejemplo, que la policía local, dependiendo del municipio en el que trabajen, pero realizando el mismo trabajo, tengan retribuciones dispares, como tampoco que la corporación anuncie a bombo y platillo la contratación de una empresa para que busque soluciones al desastre circulatorio que hay, que pasa, ¿no hay técnicos cualificados entre los 2.500 funcionarios, para realizar el estudio el propio ayuntamiento?. En los próximos meses, se va a aprobar (eso si, con veinticinco años de retraso) por las Cortes Generales, el Estatuto Básico del Empleado Público, y aquí disponen las administraciones y sindicatos de una herramienta magnifica para llevar a cabo un verdadero proceso de negociación. Si ahora no aprovechan esta oportunidad, dentro de unos meses, tendrán obligatoriamente, que volver a sentarse para negociar de nuevo sus condiciones laborales, en temas tan importantes como la unificación de grupos, evaluación del desempeño, movilidad geográfica y funcional, soluciones extrajudiciales de conflictos, etc. Todos los estudios dan a las administraciones y a los sindicatos los peores resultados en cuanto a confianza y credibilidad, y cambiar esa percepción está en manos de sus actores principales, A los empleados y organizaciones públicas, se nos olvida muy a menudo, que a nosotros no se nos paga por ir a trabajar, sino que se nos retribuye por trabajar bien y en condiciones, y solo así podremos dar un servicio público digno, solo así podremos dejar de ser el sector que mas bromas soporta sobre su profesionalidad, su ética y su presencia en el puesto de trabajo. Estas líneas, solo pretenden ser unas aportaciones para que el conflicto que viven los trabajadores del los ayuntamientos de Murcia y Cartagena, y que han demostrado de sobra su capacidad movilizadora, encuentren nuevos caminos de negociación. Miguel Hernández Valverde. Ex Coordinador Sector Comunidad Autónoma de CC.OO. Miembro de Foro Ciudadano. 2/3 Desbloqueo. (La Opinión, 10/03/07) 3/3