ORAR DESDE LA PALABRA DE DIOS “Cuando me llegaban tus palabras, yo las devoraba. Tus palabras eran para mí gozo y alegría, porque entonces hacías descansar tu Nombre sobre mí, oh Dios del universo” Jr. 15,16 I. ORACIÓN EN LA BIBLIA INTRODUCCION: Esta Guía tiene como objetivo ayudar a los miembros de la AMM a descubrir en la Biblia un libro de plegaria nuevo y actual. El documento de Puebla afirma que el cristiano movido por el Espíritu Santo debe hacer desde la oración motivo de su vida diaria y de su trabajo porque la oración, Crea en él una actitud de alabanza y agradecimiento al Señor, Le aumenta la fe, Le conforta en la esperanza. Le conduce a entregarse a los hermanos Le mueve a ser fiel en la tarea apostólica Lo capacita para formar comunidad Puebla 932 A partir del Vaticano II se ha despertado en los creyentes un nuevo y creciente interés por la Palabra de Dios. El contacto con la Biblia ha vuelto a ocupar un lugar central en la vida cristiana. Se ha convertido en luz que ilumina, que orienta, que enseña y que forma. La Biblia es tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento “LA MAESTRA DE ORACIÓN.” En la escritura Dios nos habla de muchas maneras en la historia del Pueblo de Israel hasta el momento en que pronuncia su palabra en plenitud “Cristo” (hebreos 1,1-2) El nos invita a orar en todo tiempo sin desfallecer. (Lc 18,1) PARA RECORDAR La Biblia surge de un encuentro de Dios con el hombre. Es un libro que fue escrito bajo la inspiración del Espíritu Santo y por eso es Palabra viva y eficaz fuente de VIDA y ESPERANZA. La Biblia tuvo un proceso de composición que duró varios siglos, a lo largo de los cuales el pueblo de Dios fue experimentando la acción amorosa y salvadora de Dios en su vida. El Antiguo testamento - corresponde a la etapa elemental. “El Antiguo testamente prepara la venida de Cristo y su reinado universal – lo anuncia proféticamente – y lo representa con diversas imágenes.” (Const. Sobre la Revelación No. 15) El Nuevo Testamento - Nos trae la revelación perfecta. Desde Cristo Resucitado todo lo que contiene la Biblia adquiere su sentido y significado. La Biblia es la “Maestra” de la Oración., Nos enseña que podemos hablar con Dios y escucharlo. La Biblia es sin duda el libro más rico de la historia en la experiencia de la oración. Fundamentalmente es la historia del diálogo de Dios con el hombre. Un encuentro que nace de la iniciativa de Dios. El habla primero y espera la respuesta existencial del hombre, que se abre a Él en la contemplación y en el AMOR. La Biblia refleja la fe de un pueblo. El tomó la palabra para expresar ante Dios. Peticiones – SU GRATITUD – SU ALABANZA – SUS DESEOS – ASPIRACIONES – LAMENTOS Y DOLORES. ORAR CON LOS SALMOS La Biblia ofrece en todas sus páginas una enseñanza sobre la ORACIÓN pero tiene un libro que puede llamarse libro de ORACIÓN “El libro de los Salmos.” Cuando nos acercamos a la Biblia para aprender a orar encontramos de manera especial estas páginas que nos educan, orientan y ayudan al diálogo con Dios. Los Salmos ocupan un lugar destacado en la plegaria litúrgica. En la Eucaristía tenemos siempre un salmo responsorial, la liturgia de las horas tiene como estructura fundamental los salmos. El libro de los salmos está compuesto por 150 salmos escritos en diferentes épocas. Son oraciones pero también son POESÍAS. Utilizan imágenes para expresar su plegaria: Los ríos aplauden, las montañas gritan (sal 98.8) En otras ocasiones en el mismo verso se repite una idea con palabras diferentes (sal 114, 1-2) Los salmos pueden ser agrupados en 5 clases: Himnos Son salmos en los que se alaba y glorifica a Dios. Ejemplo: el salmo 8 – Himno a Dios por haber hecho al hombre capaz de contemplar los cielos, de tomar en sus manos la creación y alabarlo. Salmos individuales: son salmos en los que quien se dirige Dios es un individuo. Ejemplo: Salmo 22 – Queja por abandono de Dios que termina en esperanza cierta de su ayuda. Salmo 51 – Súplica de perdón por las faltas confiando en la misericordia de Dios. Salmos de la Comunidad: En ellos se expresa el hombre colectivamente. Se distinguen las mismas clases que en los salmos individuales, lamentos, súplicas de la comunidad… Ejemplo: Salmo 44 Lamentación nacional por una derrota o desastre colectivo. Salmo 123 confiesa la seguridad que se tiene cuando el pueblo se apoya en Dios. Salmos Reales: Se refiera a un Rey histórico y también a un rey mesiánico. Ejemplo: Salmo 72 – Presentación del Rey ideal. Salmos Didácticos Son salmos que tienen enseñanzas y orientaciones para la vida. Ejemplo: Salmo lo. Habla de los dos caminos del hombre. Salmo 119 Presenta la ley como revelación de Dios para bien de los hombres. REFLEXIÓN: Buscar los salmos que se han señalado como modelo, leerlos y meditarlos. LA ORACIÓN DE JESÚS Cristo es el modelo y maestro de oración. La revelación plena de Dios en todos los aspectos se da en Jesucristo. No podemos orar con la Biblia a lo cristiano si no tenemos en cuenta lo que Jesús enseñó sobre la ORACIÓN con su ejemplo y su doctrina. El primer dato que aparece en la oración de Jesús es que Él ora con su pueblo, tanto en la sinagoga (Lc. 4,16-21) como en el templo de JERUSALEM (Lc. 2,41-42) Antes de morir celebra con sus discípulos la PASCUA y recita con ellos la oración de los salmos prescritos (Mc. 14,36) Muchas veces en los Evangelios se destacan las oraciones de Jesús. Él vive en continua comunicación con su Padre, ora en todos los momentos de su vida en diferentes circunstancias. En el silencio y la soledad (Lc. 6,12) En momentos de alegría y gozo (Mt. 11,26) En los momentos de prueba y de sufrimiento (Mc. 14,32-36) Cuando realiza milagros (Jn 11,41-42) En los momentos de las comidas (Jn 6,11 – Mt 26,30 Y otros… Es desde la oración de donde brota para Cristo la fuerza para cumplir la voluntad del Padre. Jesús oró y enseñó a orar a sus discípulos. (Lc. 11,1) “Cuando recen digan…” En la oración del Padre Nuestro señala las actitudes y los contenidos de la oración cristiana: Confianza en el Padre Apertura a sus caminos Búsqueda del Reino Preocupación por los problemas de la vida humana Petición de perdón de las propias culpas. Actitud de perdón hacia el prójimo Súplica de ayuda para no sucumbir en la tentación. Del modo como Cristo oró y dio sus enseñanzas sobre la oración podemos deducir las características principales de la oración de un cristiano REFLEXIÓN De la oración del Padre nuestro entresaque los aspectos importantes de la oración cristiana. BREVE INTRODUCCIÓN A LA LECTIO DIVINA Uno de los medios para profundizar y orar la Palabra de Dios es la práctica de la Lectio Divina. Es el método utilizado por los primeros padres de la Iglesia llamada la lectura santa. Es extremadamente sencilla y recomendada para quienes desean tomar contacto con la Palabra de Dios. Los pasos para seguir este estudio, reflexión y meditación de la Palabra de Dios pueden ser los siguientes: 1. LA LECTURA (aprender, respetar, situar) ¿Qué dice el texto? La lectura consiste en leer y releer la página de la Escritura poniendo de relieve los elementos importantes. Aconsejo leer con lápiz en mano y subrayar las palabras que impresionen, aún de resaltar los verbos, las acciones, los temas, los sentimientos expresados o las palabras claves. (repetir de memoria). Haciendo esto nuestra imaginación se estimula; la inteligencia, la fantasía y la sensibilidad se ponen en movimiento y un pasaje evangélico que parecía poco conocido se hace como nuevo. Desde hace muchos años leo el Evangelio de esta manera y cada vez que retomo la lectura descubro aspectos nuevos. Este primer trabajo puede ocupar un cierto tiempo si nos abrimos al Espíritu. Para comprender lo que nos quiere decir, se colocará el pasaje evangélico en un contexto más amplio: el del pasaje más próximo, el del conjunto del libro, el de la Biblia entera. 2. LA MEDITACIÓN (rumiar, dialogar, actualizar) ¿Qué me (nos) dice el texto? La meditación es la reflexión sobre los valores que se destacan en el texto. En la lectura nos ayudamos de concordancias históricas, geográficas, así como culturales del pasaje. Aquí, se cuestiona: ¿qué es lo que me dice? ¿qué mensaje con relación al momento que vivimos se propone en este pasaje como Palabra del dios vivo? ¿cómo estoy interpelado por los valores permanentes que se encuentran detrás de las acciones, las palabras, los temas? 3. LA ORACIÓN (suplicar, alabar, recitar) ¿Qué me (nos) hace decir el texto? En la lectura se preguntaba: ¿qué dice el texto? En la meditación: ¿qué me dice, que nos dice el texto? Ahora en la oración le pregunta es: ¿qué me hace decir le texto, qué nos hace decir el texto a Dios? Hasta ahora era Dios quien hablaba mediante la lectura y la meditación. Llegó el momento de dar nuestra respuesta y de expresar delante de Dios la reacción que la Palabra escuchada y meditada provocó en nosotros. La actitud de oración está presente desde el inicio, pero a pesar de que todo esté regado con la oración, debe haber un momento especial, propio para la oración. 4. LA CONTEMPLACIÓN/ACCIÓN (gustar, discernir, actuar) ¿Cómo cambia mi mirada y mis sentimientos? ¿Qué me lleva a hacer el texto? Es difícil expresar y explicar la contemplación. Se trata de permanecer con amor en el texto y pasar del texto y del mensaje a la contemplación de aquel que habla en cada página de la Biblia: Jesús, Hijo del Padre, que nos da el Espíritu Santo. La contemplación es adoración, alabanza, silencio ante aquel que es el objetivo último de mi oración, el Cristo Señor, vencedor de la muerte, revelador del Padre, mediador absoluto de la salvación, dispensador de la alegría del evangelio. En la práctica, los cuatro momentos no son rigurosamente distintos, pero la división es útil para aquel que entra en este ejercicio. Nuestra oración es como el hilo que une todas nuestras jornadas y puede suceder que, de frente a un texto de la Escritura, un día permanezcamos más sobre la meditación y otro, por el contrario, pasemos rápidamente a la contemplación. Esta presentación en cuatro tiempos no expresa más que de manera embrionaria el dinamismo de la Lectio Divina que, en realidad, comporta ocho etapas progresivas: lectura, meditación, oración, contemplación, consolación, discernimiento, deliberación, acción. Para reflexionar y orar: Toma el texto de la Samaritana (Jn 4 ) y hagan en el grupo la oración aplicando la Lectio Divina siguiendo los 4 pasos antes señalados y compartan su oración. Oración agradecida por la Biblia Creemos, Señor, que Tú nos hablas de muchas maneras, a través de la creación, de la conciencia, de los acontecimientos. Creemos que tu Palabra está presente en los libros de la Sagrada Escritura. Dirígenos a la luz de tu Palabra, por el camino de la justicia, el amor y la fidelidad a Dios dentro de tu Iglesia. Que tu Palabra, Señor, nos ayude a entender al sentido de la vida que vivimos. Que la Biblia nos ayude a entender mejor nuestra realidad, y la realidad que vivimos nos ayude a captar mejor el sentido de la Biblia. Pero no permitas que manipulemos tu palabra, haciéndole decir lo que Tú no quieres decir, acomodándola a nuestros caprichos y a nuestras ideologías. Ayúdanos a crear en nuestras comunidades ambientes de apertura y de diálogo fraterno sobre tu Palabra. Enséñanos a descubrir tu Palabra dentro de a historia de nuestra comunidad, de nuestro pueblo y de nuestra Iglesia. Gracias inmensas, Señor, por el don de la Biblia.