LA IGLESIA – SIETE ÁREAS EN QUE PODEMOS ESPERAR RESTAURACIÓN Ez. 34 nos describe la condición del pueblo de Dios y su necesidad de restauración. Las escrituras se refieren a siete áreas, por lo menos, en las cuales podemos esperar el mover de Dios en restauración. A. RESTAURACIÓN DE LA VERDAD 1. Para que Dios pueda restaurar totalmente a su Iglesia, ella tiene que ser expuesta a la verdad, en una manera que jamás ha experimentado. La verdad es el medio que Dios usa para cambiarnos. Cuando miramos la verdad, somos cambiados de gloria en gloria (2 Co. 3. 18). A través de las escrituras la verdad se relaciona con el concepto de luz. La Palabra de Dios es la Palabra de verdad (Sal. 119. 43; 2 Co. 6. 7; Ef. 1. 13; Col. 1. 15; Stg. 1. 18). Y aun es una lámpara a nuestros pies y una lumbrera a nuestro camino (Sal. 119. 105). Cuando somos expuestos a la palabra, esto nos lleva al lugar de la luz (Sal.119.130). Dios quiere hacer una obra tremenda en su Iglesia hoy en día (Ef. 3. 10-11; Ef. 4. 11-16; 5. 2627; Hch. 3. 21), pero es importante para nosotros ver que cuando Dios trabaja, siempre obra en la atmósfera de luz, Verdad (Gn. 1. 3). Es el ministerio del Espíritu Santo, el Espíritu de verdad (Jn. 14. 17; 15. 26; 16. 13; 1 Jn. 4. 6), crear una atmósfera de recepción para la verdad. En la primera restauración encontramos que la condición de tinieblas fue interrumpida por el Espíritu de Dios, que se movía sobre la faz de las aguas, “Y dijo Dios: sea la luz;” (Gn. l. 2-3). También podemos ver al Espíritu Santo en relación con el candelero en el Tabernáculo de Moisés. El es el aceite por el cuál aquella luz era producida; hoy, y de la misma manera, él produce luz en la vida del creyente. También él es quien prepara el terreno sobre el cuál será sembrada la semilla de la verdad, que es la Palabra (compárese con Lc. 8. 11 y Jn. 17. 17. vea 1 Jn. 2. 3). La Iglesia de los últimos días va a experimentar algo que ninguna otra generación de creyentes ha experimentado; tiene que recibir y aceptar la luz de Dios para abrir sus ojos. Tenemos que experimentar más luz que cualquier otra generación. El Espíritu Santo, el revelador de la verdad, es nuestro maestro; y va a guiarnos línea sobre línea, precepto sobre precepto (Is. 28. 10), hasta que seamos cambiados a su imagen (Ef. 4. 13). Este es el método de enseñanza de Dios, siempre progresivo. Hay necesidad de una restauración de verdad a la Iglesia. No necesitamos leer el Nuevo Testamento muchas veces, para saber que hemos perdido algo de la revelación y poder de la Iglesia Primitiva. Nos paramos juntamente con los cristianos hebreos, en su necesidad de ser establecidos y bien fundamentados en los rudimentos de la doctrina de Cristo (He. 6. 1-3); pero también, necesitamos tener un oído para las cosas particulares que Dios quiere hacer, tocante a la Iglesia de los últimos días. Hay muchas verdades que nunca han sido manifestadas a través de la historia porque son reservadas para esta Iglesia de los últimos tiempos. Necesitamos oír lo que el Espíritu está diciendo en este día, 2 P. 1. 5 “Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento”. 2. JESÚS VA A SER REVELADO A TRAVÉS DE UN PROCESO DE RESTAURACIÓN. Jn. 14. 6. a. Jesús Como EL CAMINO. Jesús dijo en Jn.14. 6 “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. Jesús es el camino; el único camino hacia la salvación y vida eterna. En realidad él es el camino a una salvación triple – de espíritu, alma y cuerpo (1 Ts. 5. 23). Cuando aceptamos a Cristo como nuestro Salvador y nuestro espíritu nace de nuevo, conocemos a Jesús como EL CAMINO. Jesús es conocido como el cordero molido (camino establecido) desde la fundación del mundo (Ap. 13. 8). b. Jesús Como LA VERDAD. El está renovando nuestras almas diariamente conforme a la imagen del Creador (Col.3.10; Ro. 12. 2). Esta obra de redención tiene que ver con la mente, la voluntad y las emociones, o podríamos decir, el alma del hombre (Ef. 4. 23; 2 Co. 4. 16). Cuando nos sometemos a este proceso renovador, experimentamos a Jesús como LA VERDAD. Jesús llega a ser para nosotros como el que bautiza con el Espíritu Santo y fuego (Mt. 3. 11-12). El Señor nos dijo en 3 Jn. 4. “No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad”. c. Jesús Como LA VIDA. Esto tiene que ver con el aspecto de salvación que se ha de revelar en los últimos días (1 P.1.5). Es la consecuencia o fruto de una experiencia con Dios mismo (1 Co. 15. 51-58); significa que la revelación de la vida de Cristo está en realidad fluyendo en la Iglesia, supliendo vida recta y poder trasformador al pueblo de Dios. Cuando esto se convierte en una parte de la experiencia cristiana vamos a considerar a Jesús como LA VIDA. Jesús cumplió esta fase de su ministerio como el gran Sumo sacerdote (He.7.15-16). B. RESTAURACIÓN DE LOS MINISTERIOS Siempre que Dios restaure una verdad, tendrá ministerios maduros verdaderamente preparados para ministrar aquella verdad. Si una verdad no viene bajo la guianza propia de un ministerio, puede ser muy peligroso. Tenemos que ver como unos movimientos modernos han pervertido la verdad genuina de la Biblia, excluyendo el equilibrio natural que viene al considerar las demás escrituras, para ver la importancia de ministerios dirigidos por Dios. Hay una grande necesidad de obreros instruidos, que usen bien la palabra de verdad. Dios, está restaurando los cinco ministerios, Apóstoles, Profetas, Evangelistas, Pastores y Maestros para perfeccionar a los santos, hasta que lleguemos a la unidad de la fe (Ef. 4. 11-16). La Iglesia no puede ser perfeccionada sin los cinco ministerios de la ascensión, que son un don de Dios para la Iglesia. Cuando Dios obra en la restauración, podemos esperar entonces que también prepare a un buen liderato, para que haya obreros hábiles en guiar al pueblo. Habrá una restauración de los labradores (Jer. 31. 14, 24-26), cuyas almas han sido saciadas por el Señor, y por esta razón pueden hacer descansar a sus rebaños (Jer. 33. 12-13). De este tipo de ministerios vendrá crecimiento, porque el rebaño será alimentado y saciado. Jesús es el gran pastor (Jn.10. 11), que muestra el patrón para todos los verdaderos pastores del redil, la Iglesia. Dios, en este tiempo, está levantando a estos ministerios y se está cumpliendo Is. 30. 20-21, “Bien que os dará el Señor pan de congoja y agua de angustia, con todo, tus maestros nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán a tus maestros. Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabras que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda”. C. RESTAURACIÓN DEL PUEBLO El pueblo, durante la Edad Oscura, estaba en cautividad, natural o espiritual; y desde entonces ha estado en una condición triste, como si hubiera sido robado y despojado. Las aves de rapiña han limpiado sus huesos, y hay un olor de muerte y derrota. Pero Dios ha prometido que si un pueblo mira hacia él, él les va a edificar (Jer. 31. 4). A la Iglesia de la Edad Oscura vino un arrancar y destruir, pero Dios ha prometido que si la nación se arrepiente y se vuelve de su mal camino, él otra vez les edificará y les plantará en lugares regados (Jer. 31. 514). La Iglesia era como los huesos secos (Ez. 37. 1) que habían sido limpiados por los buitres teológicos de su día. Tenían el esqueleto teológico, no había vida en los huesos. Cuando Dios visita a su pueblo, estos huesos tienen el potencial de convertirse en el cuerpo restaurado de Cristo. Dios ha prometido dar vigor, otra vez, a los huesos de su pueblo (Is. 58. 11). Serán como huerto de riego y “reverdecerán como la hierba” (Is. 66. 14). Ahora el pueblo de Dios está siendo restaurado. Dios está restaurando nuestra alma y guiándonos junta aguas de reposo, él adereza una mesa delante de nosotros donde hay vida y salud, tanto en lo natural como en lo espiritual (Sal.23). D. LA RESTAURACIÓN DE ADORACIÓN La adoración verdadera en Espíritu y en verdad solamente puede venir de los labios de un pueblo, que ha tenido una experiencia con el Espíritu y que ha conocido la verdad (Jn. 4. 23-24). Esta es la expresión natural de los labios de un pueblo que ha sido restaurado, y que está caminando en la luz de la presencia de Dios, donde hay plenitud de gozo (Jer. 31. 12; Sal. 16. 11). La voz de la Iglesia del último tiempo dirá, “Alabad a Jehová de los Ejércitos” (Jer. 33. 11), porque se compone de un pueblo que conoce la importancia de traer sacrificios espirituales de alabanza a la casa del Señor (He. 13. 15). La Iglesia de Dios debe ser una habitación del Espíritu (Ef. 2. 21-22), y sabemos que Dios mora en las alabanzas de su pueblo {Sal.22.3). Es claro que una restauración en la Iglesia, de verdadera adoración, implica una restauración de la presencia del Señor en su casa. Dios está edificando a Sion, la congregación de los primogénitos (He.12.22-23). El Tabernáculo de David fue establecido en Sion y será un lugar de alabanza audible. Esta es la generación que alabará a Jehová; ésta es la generación que romperá la cita con la muerte (Sal.102.16). (Vea también Jer. 31.12-13). E. RESTAURACIÓN DE CAMINOS EN QUE CAMINAR Dios ha prometido caminos en que caminar. El mensaje de restauración guía a una vida más profunda en nuestra experiencia diaria. Dios esta restaurando principios prácticos al individuo, a la familia y a la Iglesia; porque el llamamiento es, “¿Pongan en orden su casa!” Cuando comencemos a aplicar los principios de Dios a nuestra vida cotidiana, veremos una restauración de relaciones personales que nunca habíamos considerado posible (Is. 58. 12). La decadencia de la Iglesia comenzó cuando se formó una brecha entre la doctrina y la experiencia. Muchas de las doctrinas de la Escritura permanecían en la Iglesia; pero no había ninguna experiencia correspondiente en la vida del creyente ordinario. Fue como si estuvieran quemando incienso a vanidad (adorando a cosas inútiles), porque tropezaron en el camino de verdad (Jer. 18.15). Andando así, con el tiempo, aun traspasaron los grandes linderos de doctrina, para hacer a su conciencia concurrir con la experiencia de una persona ordinaria (Job. 24. 2-4). Al hacer esto se rebelaron contra la luz y salieron aún más fuera del camino (Job. 24, 13). Dios ha prometido restaurar estos caminos y restablecer las sendas (Jer. 31. 21). El está haciendo esto en la Iglesia, el lugar de seguridad, el redil. La Iglesia debe ser el centro de toda actividad del rebaño, espiritual y naturalmente. Toda la recreación, juego o comunión para los jóvenes y los ancianos debe venir de la Iglesia, bajo la cubierta de la gloria de Dios y de la vara del pastor. Dios está revelando esto como el camino, y él está instruyéndonos para caminar en él. (Is.30.21). F. RESTAURACIÓN DE LOS AÑOS Al ver la Iglesia en decadencia, encontramos que muchos años de la historia han sido comidos por la apostasía y falta de progreso. Hay muchos cristianos individuales que han tenido una experiencia similar, en un nivel personal. Hay también ministros del evangelio que saben, que por años estaban funcionando en una luz parcial; pero Dios ha prometido restaurar los años que fueron perdidos (Jl. 2. 25). El promete que la gloria de la postrera casa será mayor que la gloria de la primera (Hag. 2. 9). El promete que el fin de una cosa es mejor que el principio. (Ec. 7. 8). El nos da un cuadro de Sansón que hizo más en su última hazaña, que en todas las anteriores (Jue.16.30). G. RESTAURACIÓN DEL REINO Podemos esperar que estos días de restauración prepararán el camino para la venida del reino (Mt. 6. 10). El tiempo vendrá cuando las leyes del reino sean puestas en operación por el pueblo de Dios. Jesús enseñó a sus discípulos los principios para vivir en su reino (Mt. 5-7). Cuando la Iglesia aprenda a vivir conforme a las cosas que están involucradas en la restauración de verdades, ministerios, pueblos, caminos, adoración y años, veremos un pleno establecimiento del reino de Dios en la tierra. La plenitud de todas estas cosas está todavía en el futuro, pero podemos ser usados para traer el reino, al orar por su venida; reconociendo, “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. (Ro. 14. 17). Este reino será victorioso sobre todos los demás reinos espirituales o terrenales; y al fin, todos estos serán entregados al Padre (1 Co.15.24). El reino que Dios esta restaurando es eterno. PREGUNTAS 1. Dé una lista de seis cosas que podemos esperar que sean restauradas. 2. ¿Cuál es el proceso de revelación que viene a través de Jesús? 3 ¿Cómo podemos ser usados para traer la Restauración del Reino de Dios?