Que cada palo aguante su vela (La Opinión, 09/05/09) ¿En qué baso tal afirmación? Pues en el modelo territorial español aprobado por los españoles en referéndum en 1978. En España la estructura de gobierno está altamente descentralizada, mucho más que en otros Estados que, como por ejemplo Alemania, son formalmente federales. A través de los estatutos autonómicos un gran número de competencias, educación, sanidad, infraestructuras u ordenación del territorio, han sido transferidas desde Madrid a las comunidades autónomas y autoridades locales. Sobre estas competencias se construyen las bases del desarrollo económico de cualquier sociedad. Mayor productividad, servicios públicos de calidad, mayor valor añadido de la producción, trabajadores más cualificados, todas estas variables, bases de una economía competitiva y sostenible a largo plazo, en estos momentos son competencia, o su aplicación directa depende, de las comunidades autónomas, no del gobierno central. Y con el crecimiento interanual del desempleo más alto de España, en el 66.4%. Con un 33% de los alumnos de ESO que no acaban el instituto. Con el salario medio más bajo del país, un 20.6% por debajo de la media nacional. Y con pensiones que son casi 100 euros más bajas que la media nacional. Yo me pregunto, ¿quién es el principal culpable de que Murcia este sufriendo la crisis económica de una manera tan brutal? ¿de Zapatero, como dicen Rajoy y Valcárcel? Mirando los números objetivamente la imagen no puede ser más clara. El gobierno central, desde su llegada al poder en 2004, ha aumentado la inversión en I+D+i hasta el 1.75% del PIB; en 2003 la cifra era del 1.05%. En tecnologías de la información y comunicación (TIC) la inversión del gobierno central subirá del 4,8% del PIB en 2004 al 7% en 2010. El gasto para becas ha aumentado hasta casi los 90 millones de euros. La inversión en infraestructuras se convertirá en 1.5% del PIB en 2020, un total de 248.292 millones de euros invertidos. En el caso del gobierno autonómico de Valcárcel nos encontramos que la inversión por alumno en educación obligatoria en Murcia está 1.000 euros por debajo de la media española, la segunda cifra más baja del país. La inversión en I+D+i está un 7% también por debajo de la media. La tramitación de ayudas a la dependencia lleva un retraso de 8 meses con las consecuencias que eso conlleva para muchísimas familias. Tenemos el segundo peor servicio de sanidad pública en España según la Federación de Asociaciones por la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) y el poder adquisitivo por habitante más bajo del país, un 16.1% por debajo de la media. Estas cifras demuestran que mientras desde el gobierno central se promovía un cambio de modelo económico menos dependiente de la construcción residencial y el consumo interno, el gobierno regional del PP promovía ese mismo modelo de manera implacable. Desde la izquierda se denunció en su momento, pero el gobierno regional no escuchó; en su lugar se les acusó de demonizar a los constructores que tanto aportaban a la economía regional. Nadie niega la aportación de la construcción a la economía murciana en la última década. Tampoco se puede achacar a gente trabajadora que aspire a una vida mejor para ellos y para 1/2 Que cada palo aguante su vela (La Opinión, 09/05/09) sus familias. Pero sí se puede acusar a este gobierno regional de haber engañado a mucha gente, gente que en estos momentos sufre situaciones financieras precarias, promoviendo un modelo económico regional insostenible y tan dañino, en vez de reinvertir las ganancias como ha hecho el gobierno central desde 2004. Pero no es sólo eso, sino que este gobierno también ha hipotecado el futuro de nuestra región para cuando el resto del país esté saliendo de la crisis. En los años 90, Murcia era la cuna de la producción frutícola y conservera de España, “la huerta de Europa”, el eslogan turístico-comercial de entonces. Ahora en su lugar yace una región yerma, llena de esqueletos de edificios a medio hacer y de grúas paradas. La industria conservera desaparecida, la huerta vendida al mejor postor, y el nuevo eslogan regional, “Murcia - no typical”, un bochorno de 600,000 euros. Este es el futuro que depara a muchas familias murcianas después de catorce años de gobierno la política del señor Valcárcel. La riqueza se ha marchado tan rápido como vino. Mientras el gobierno regional hace oídos sordos a cualquier responsabilidad propia y echa toda la culpa al gobierno central. Este gobierno regional que ha dejado a la región en recesión después de haber destruido la poca industria que teníamos, echa la culpa a un gobierno central que, como las cifras demuestran, ha invertido en la región más que cualquier otro gobierno anterior. Un gobierno central que ha luchado para provocar un cambio en el modelo económico español que aumentase la estabilidad y calidad de los puestos de trabajo, que incrementase la competitividad de nuestro país en Europa y para que los servicios públicos fuesen de calidad para todos. Pero Valcárcel ha preferido perpetuarse en el poder en el corto plazo a costa del bienestar de los murcianos a largo plazo. Lo verdaderamente preocupante es que nadie puede negar que esa estrategia le ha funcionado todos estos años. En Murcia no hemos entendido el sistema político que aprobamos en la Constitución de 1978 y en el estatuto de autonomía de 1982. No hemos aprendido a identificar quiénes son responsables de qué políticas para castigarlos en las urnas por habernos fallado. El gobierno de Valcárcel no sólo ha arruinado económicamente Murcia y dañado su imagen en el resto de España y Europa, sino que además tiene la desfachatez de obviar cualquier responsabilidad en esta crisis y sus consecuencias. Es hora de que cada palo aguante su vela, dejar claro a los señores Rajoy y Valcárcel que ellos han tenido culpa, y mucha, en esta crisis y por ello los murcianos debemos exigir un cambio en el gobierno regional, por el bien de nuestra región. Mario López Areu, colaborador del Foro Ciudadano 2/2