Pero los estragos del neoliberalismo son mucho más graves que... pues se está poniendo en peligro la supervivencia misma...

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Otra democracia es necesaria
Pero los estragos del neoliberalismo son mucho más graves que los de hace ochenta años,
pues se está poniendo en peligro la supervivencia misma de la humanidad. El capitalismo
actual mata diariamente a miles de seres humanos, expolia los recursos naturales y genera un
cambio climático cuyas consecuencias serán catastróficas.
Esta suicida doctrina neoliberal, defendida a sangre y fuego por la derecha conservadora de
Estados Unidos y Europa, ha logrado imponerse en Occidente porque los partidos y Gobiernos
socialdemócratas no han tenido el valor de oponerse frontalmente a ella. Por eso, tenemos
hoy una Unión Europea completamente doblegada ante la codicia insaciable de los mercados
financieros, que ponen y deponen Gobiernos, y les exigen el desmantelamiento del Estado de
Bienestar.
En España, la crisis es todavía más profunda porque los dos partidos mayoritarios (PP y
PSOE) privatizaron la banca y las empresas estatales, bajaron los impuestos a las rentas más
altas, alimentaron la burbuja inmobiliaria y la precariedad laboral, y ahora defienden la política
de austeridad impuesta por la Unión Europea de Merkel y Sarkozy. Si a Zapatero le exigieron
recortar 15.000 millones de gasto público, a Rajoy (que según las encuestas será el nuevo
presidente tras el 20N) le van a exigir recortar 41.000 millones más (16.000 en 2012 y 25.000
en 2013).
Por eso, Rajoy no es ninguna alternativa real, sino más de lo mismo. El bipartidismo no es la
solución, sino que es parte del problema. Los españoles lo saben, y por eso consideran a la
clase política como el tercer problema del país, tras el paro y la crisis. Sin embargo, es
probable que después del 20N no tengamos ni siquiera bipartidismo, sino más bien
monopartidismo, tanto en el Congreso como en la mayoría de Parlamentos autonómicos, una
situación de monopolio político que no se ha dado nunca en la historia de nuestra democracia.
Ahora bien, si el recorte de 15.000 millones le va a costar a Zapatero y al PSOE un retroceso
electoral catastrófico ¿qué le sucederá a Rajoy y al PP cuando tengan que recortar otros
41.000 millones? Nos encontraremos con una situación política paradójica: un régimen de
partido casi único, unos recortes mucho más drásticos que los aplicados por el Gobierno
anterior, y un movimiento de contestación social y sindical que rechazará en las calles lo
apoyado en las urnas.
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Otra democracia es necesaria
Esta paradoja pondrá al descubierto el doble déficit de la democracia española: por un lado, su
incapacidad para reformarse a sí misma, avanzar hacia un verdadero Estado federal,
garantizar la representación que les corresponde a las opciones políticas minoritarias y ofrecer
a la ciudadanía mecanismos de democracia participativa; por otro lado, su incapacidad para
reconocer que las grandes decisiones se toman fuera de nuestros fronteras, por lo que es
necesario reforzar y democratizar la UE, para poner en marcha una política continental
concertada de defensa del Estado del Bienestar frente a los ataques de los mercados
financieros internacionales. Lamentablemente, ninguno de estos dos problemas ha estado en
el centro de la campaña electoral.
La democracia española se encuentra bloqueada por un régimen bipartidista que ofrece a la
ciudadanía una falsa alternativa. No es de extrañar que haya surgido el movimiento de los
indignados, con la exigencia de renovar profundamente nuestro sistema democrático, para que
el Gobierno esté al servicio de la ciudadanía y no al servicio de los mercados. Pero las
alternativas que ofrecen algunos sectores de los indignados (abstención, voto nulo o voto en
blanco) son igualmente falsas, porque no hacen sino reforzar el viejo bipartidismo o, peor aún,
el riesgo del monopartidismo.
Por eso, dada la gravedad de la situación en la que nos encontramos, hay que tener mucho
coraje para ejercer el derecho democrático del voto, y para ejercerlo de tal modo que abra el
camino a una profunda renovación de nuestra joven democracia, con el fin de que sea mucho
más madura, abierta, plural, transparente y participativa.
Antonio Campilo es decano de la Facultad de Filosofía y miembro del Foro Ciudadano
http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2011/11/19/democracia-necesaria/365234.html
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