¿De quién es el presupuesto público? (5/2/11) Hay que actuar en este campo porque, por desajustes presupuestarios, tres estados federados de Alemania han tenido que aprobar planes de rescate de municipios en quiebra. Francia se prepara para un año difícil, el 2011, en sus haciendas municipales, y no digamos nada de Grecia, el fantasma que se pasea por la UE, porque obligada por su plan de rescate, se ha visto forzada a reducir el número de municipios a un tercio. Y si pasamos al otro lado del Atlántico, el Estado de Illinois (EE UU) tiene un riesgo de quiebra mayor que el que se valora para la economía vietnamita (CDS). Jugar con el presupuesto es arriesgado. En tiempos de bonanza; los políticos se parecen al rey Midas pero los buenos gestores se valoran en la forma en cómo gestionan la crisis, en la administración de lo escaso, en la eficiencia de la aplicación de los recursos públicos, porque es bueno recordar, de vez en cuando, que el presupuesto público no es de los gobernantes, sino de los ciudadanos. Siempre existen alternativas del gasto, priorización de las necesidades y el coraje de expulsar del presupuesto a todos los depredadores del mismo, todo ello trazando una línea brillante que no debe traspasarse. «La pequeña nobleza de Estado», como la llama el sociólogo Bourdieu, los funcionarios públicos, esos que están en la frontera del trabajo diario con las necesidades del ciudadano, los que hacen que funcione la maquinaria de la Administración Pública, deben ser los primeros aliados para salir de la crisis, fortalecidos con más eficiencia en su trabajo, pero nunca con un 'tijeretazo' en su sobre mensual. Esa política nunca da buen resultado, y sobre todo cuando las desigualdades retributivas del mundo de los políticos no se ha puesto en equivalencia. Necesitamos salir de la crisis, precisamos de unos presupuestos sin déficit, pero pensemos, como nos dice Elinor Ostrom, primera mujer Nobel de Economía (2009), que ha estudiado los problemas de negociación con los bienes escasos desde ideas evolutivas, que la solución es dar sentido a la democracia acercándonos a los problemas de la sociedad, porque todos, Gobierno y empresa, tienen formas de gobernanza alternativas. Es el momento de buscar caminos para practicar una mejor democracia redistributiva. Y por último, recordar que la función reguladora de la Administración Pública atraviesa grandes mutaciones, y la rígida materialidad en sus instituciones debe cambiar por nuevas vibraciones para evitar los oportunismos políticos poco democráticos y desintegradores. No olvidemos la complejidad del espacio regional y local, en donde se vislumbran incertidumbres en la configuración de su futuro, y serán los próximos años los fundamentales para asentar su estructura coordinada. Los ciudadanos estamos expectantes y una cosa debemos tener clara, 1/2 ¿De quién es el presupuesto público? (5/2/11) que el presupuesto es nuestro, financiado con los ingresos de los contribuyentes, para lo cual hemos elegido gestores públicos, no ¡señores de las tijeras¡ José Molina Molina es doctor en Economía, sociólogo y miembro del Círculo de Economía. (Artículo publicado en diario La Verdad: http://www.laverdad.es/murcia/v/20110205/opinion/quien-presupuesto-publico-20110205.html) 2/2