Crisis y privatización de los servicios sanitarios (La Opinión, 14-11-09) La crisis económica ha generado, en grandes capas de la población, una mayor bolsa de desempleo y un menor nivel de ingresos, lo que provoca un deterioro del nivel de salud, con una mayor facilidad para enfermar. Ello supone, para los servicios sanitarios, un incremento de la carga de trabajo (de la demanda de servicios), y a la vez un importante recorte de presupuestos. Bajo la óptica de la gestión economicista se plantea la necesidad de la eficiencia y se apunta, como solución, la participación de la empresa privada en la organización y la prestación de los servicios públicos. Actualmente, en Europa, es claro el incremento de la lógica de mercado, de la privatización, en los servicios públicos a la salud. Sin embargo, la evidencia es abrumadora en el sentido de que con la privatización los costes globales son mayores y se incrementan las desigualdades, a la vez que se reduce la equidad en la accesibilidad a las prestaciones. Tal y como asegura el documento de conclusiones de las jornadas, “el modelo de Globalización Neoliberal ha tenido una importante repercusión para la salud de los ciudadanos en el empeoramiento de los factores que determinan la salud-enfermedad y el deterioro de los servicios sanitarios públicos. Es por ello que se solicita promover instrumentos que faciliten la información sobre la situación de salud y los riesgos que la amenazan, facilitar la participación social en los sistemas sanitarios y crear alianzas que incluyan a organizaciones representativas de los diferentes grupos de población”. Por último, en las conclusiones de los expertos, se hace un llamamiento a los organismos internacionales, gobiernos y administraciones públicas, a los profesionales de la salud y al conjunto de la población para promover actuaciones que favorezcan y consoliden el derecho a la salud para todos como un derecho humano fundamental y a que potencien los servicios públicos de salud como la alternativa más eficaz y eficiente para conseguirlo. En nuestra Región, hay diversas iniciativas del gobierno de Valcárcel que representan zonas de sombra y de amenazas para la calidad y el carácter público del Servicio Murciano de Salud (SMS). Apuntamos a continuación algunos datos: en los años que lleva gestionando el Partido Popular la asistencia sanitaria regional no se ha solucionado el déficit crónico en recursos (camas hospitalarios, recursos humanos) que la Región de Murcia padece; hay un incremento, no justificado por necesidad clínicas, de la concertación con los centros privados de pruebas diagnosticas (más del 75% de las Resonancias magnéticas Nucleares solicitadas en el SMS, se realizan en centros privados); se ha eliminado la participación comunitaria en las zonas de salud, haciendo desaparecer los Consejos de Salud; se han firmado convenios con la Universidad privada (UCAM), que cede instalaciones y recursos del SMS en detrimento de la formación de los profesionales sanitarios en la Universidad Pública y se ha creado una sociedad mercantil (GISCARMSA) encargada de la construcción de Hospitales y de gran parte de la gestión de los centros sanitarios, abriendo la puerta a la privatización de esos centros. Pero sobre todo, lo que adolece la política de la Consejería de Sanidad y Consumo regional es de falta de rumbo, de una dirección clara, decidida y continuada en apoyo del sistema público, de una planificación con unos fundamentos sólidos y realizada en base de las necesidades en 1/2 Crisis y privatización de los servicios sanitarios (La Opinión, 14-11-09) términos de salud de los ciudadanos. Esa carencia de pulso, de liderazgo, es el mejor caldo de cultivo para que crezcan determinados intereses mercantiles y de visión de negocio con la salud de los murcianos. Aquí y ahora, la política en salud viene, marcada por las declaraciones y opiniones del Presidente Valcárcel en los medios de comunicación, con anuncio de medidas (como la construcción del Hospital de Águilas-Mazarrón, con una gestión “privada”, el traslado del Hospital Morales Meseguer., la creación del Centro de Lesionados Medulares.. ) que ni están reflejadas en los presupuestos generales de la Comunidad Autónoma, ni surge del trabajo técnico de los planificadores, ni están recogidos en los diferentes los planes de salud, ni planes estratégicos de la Consejería de Sanidad. Por ello, y más en la Región de Murcia, es tiempo de movilización social, de exigencia de una política sanitaria que apueste por lo público, por la prestación de servicios de calidad y equitativos, costeados a través de los presupuestos generales. En ese empeño estamos ya muchos, confiados en que, juntos, seremos capaces de impedir que algo que ha costado muchos años construir y mejorar, un servicio murciano de salud de calidad de todos y para todos y, menos aún en época de crisis, desaparezca o se deteriore. Juan Antonio Sánchez Sánchez es Médico de Familia, Presidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de la Región de Murcia y miembro del Foro Ciudadano. 2/2