· ARCHIVO Jueves 14 de diciembre de 2006 Buscar en esta edición Buscar en todas las ediciones Centro del lector Ingresar Registrarse Cultura Publicado en la ed. impresa: Cultura Jueves 14 de diciembre de 2006 Noticias | Archivo | Jueves 14 de diciembre de 2006 | Cultura | Nota En el Centro Cultural Recoleta Un recorrido impactante por los exilios literarios Hoy abrirá una muestra que refleja la diáspora española En apenas un puñado de días, casi medio millón de españoles cruzó la frontera con Francia. Fue en 1939, cuando se produjo la caída de Barcelona y sucumbió el sueño de la república. Entre los refugiados, que emigraron para vivir en condiciones infrahumanas, hubo decenas de intelectuales. Fue la primera etapa de una diáspora que continuó, luego, en América latina. Sobre el eje de una muestra conmovedora que ocupa seis salas e incluye teatro y música, en una amplia programación, se inaugurará hoy, a las 19, la impactante muestra "Literaturas del exilio", en el Centro Cultural Recoleta (Junín 1930). Se trata de una narración tejida sobre la base de historias de exilios reales que, en nuestro continente, ancla en la Argentina, Chile y México, que recogió la mayor parte de la diáspora catalana. Abrirá hasta el 11 de febrero. La directora del Centro Recoleta, Liliana Piñeiro, ha trabajado estos días codo a codo con los vigorosos organizadores de la movida catalana en Buenos Aires: la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior española, el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona y el Instituto Ramón Llull de Cataluña. A la muestra se ingresa por un túnel que recoge voces de exiliados y que, a través de fragmentos de poemas, libros de memorias, expedientes, agendas y retazos de libros se construye una vivencia colectiva, intensa y elocuente en el mensaje que transmite. No hay referencias ideológicas ni políticas, sino nombres de gente de carne y hueso que sufrió primero el confinamiento en campos de concentración al sur de Francia. Y, más tarde, el traslado a estas latitudes. La muestra se desarrolla a partir de tres miradas aportadas por los curadores: el crítico literario Juliá Guillamón, de La Vanguardia; el artista plástico Francesc Abad, y el recientemente fallecido cineasta Joaquín Jordá. A los textos literarios se unen los videos que fragmentan testimonios e imágenes de los lugares del exilio. Pero hay también objetos, como un alambrado de púa, símbolo de un campo de refugiados en el sur francés, por el que pasaron primero los españoles emigrados, luego los judíos en la Segunda Guerra Mundial, más tarde los argelinos prisioneros y hoy confina a inmigrantes ilegales. Aportes y reflejos Un dato importante es la presencia de portadas de periódicos. En la sala dedicada a la Argentina -hay otras dos que recogen la inmigración en Chile y México- se contraponen el apoyo que el diario Crítica, de Natalio Botana, hizo a la república española, y la simpatía que La Razón tenía por el franquismo, por ejemplo. La parte argentina se articula sobre cuatro historias de catalanes ilustres que realizaron aportes sustanciales a la cultura argentina. Son ellos el editor Antonio López Llausás, abuelo de los reconocidos editores Gloria Rodrigué y Javier López Llovet, quien se hizo cargo de Sudamericana hasta colocarla en el pináculo de la industria editorial; el arquitecto Antonio Bonet, creador de la famosa silla mariposa; la actriz Margarita Xirgu, y el fundador de la Editorial Poseidón, Joan Merli. En el recorrido "argentino" de la muestra queda claro que aquellos nombres señeros de la cultura catalana representaron, de algún modo, la vanguardia que luego continuó en Buenos Aires, por entonces una metrópoli bulliciosa que seducía con su promesa de modernidad. Desde hoy habrá, además, música en la terraza del Centro Cultural Recoleta. Y mañana se estrenará la pieza teatral El privilegio de ser perro, dirigida por Juan Diego Botto. En un breve diálogo con LA NACION, mientras completa los detalles para el inminente debut porteño, Botto comentó que la pieza enlaza cuatro historias de exilio e inmigración. Esas historias se sumergen en las dos caras de una cuestión de profunda raíz humana: la desesperación por encontrar un lugar en el mundo, la necesidad de adaptarse a vivir en otra cultura, la apelación a la memoria histórica y el rechazo a la inmigración desde el otro lado del mostrador. La programación se completa con ciclos de cine y mesas redondas en el Casal de Cataluña (Chacabuco 863), en la Biblioteca Nacional (Agüero 2502) y en el Centro Recoleta. Vendrán al país el escritor chileno Antonio Skármeta y el español Pedro Molina Temboury, entre otros. Por Susana Reinoso De la Redacción de LA NACION Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/867416