PATOLOGIA ORIFICIAL Dr. Mariano Flores M. INTRODUCCION La patología orificial está inserta en un enfermo que debe considerarse como un todo; no es raro que ella pueda ser una manifestación sistémica. Por esta razón, la anamnesis debe ser lo más completa posible. Debe investigarse antecedentes de tuberculosis, diabetes mellitus, enfermedades inflamatorias del colon o íleon, cirrosis hepática, etc. En este trabajo se pretende hacer un diagnóstico diferencial en relación a la sintomatología y deslindar las patologías proctológicas más frecuentes, dándole especial importancia al tratamiento primario dado por el médico general. DIAGNOSTICO DIFERENCIAL POR SINTOMAS Dolor Es importante el tipo de dolor (urente, punzante, lacerante, pesado), si es intermitente o constante, si aparece durante la defecación o posterior a ella. Los cuadros que provocan dolor son: 1. Abscesos anorrectales - Dolor local agudo, pesado, intenso, constante y progresivo 2. Hemorroides trombosadas y ulceradas - Dolor pesado y constante, que puede llegar a ser muy intenso. Es causado por el espasmo del esfínter interno. 3. Hemorroide interna protruída - Dolor pesado y constante 4. Fisura anal - Dolor lacerante, intermitente, agravado por de la defecación. Por espasmo del esfínter interno. 5. Carcinoma anorrectal que invade la musculatura - En el cáncer rectal existe ausencia de dolor hasta que se afecta el tejido perirrectal. 6. Criptitis y/o papilitis - Es por espasmo del esfínter interno. En la criptitis el dolor es variable y va desde un dolor lacerante o urente al defecar, a un dolor sordo como sensación de peso o malestar anal. En la papilitis el dolor ocurre al defecar. 7. Pliocoma perianal perforado. En general, se puede decir que: a) Procesos como fisuras, úlceras, hemorroides trombosadas, criptitis o protrusiones a través del canal anal, como hemorroides o pólipos, producen dolor por espasmo del esfínter interno. b) Si hay compromiso de la piel anal, el dolor es más intenso y lacerante. c) La sintomatología de las lesiones del tercio distal del canal anal y de la piel perianal se ve agravada con el acto defecatorio. d) Hemorroides internas y tumoraciones benignas y malignas no causan dolor a menos que se hagan presión sobre estructuras vecinas. Hemorragia Es el síntoma más frecuente de consulta. Interesa saber si es durante la defecación o posterior a ella, si envuelve las deposiciones o está mezclada con ellas, su cuantía, su color, su asociación con mucosidades y con el dolor. Los cuadros que provocan hemorragia son: 1. Hemorroides internas - La hemorragia es indolora; puede ser macroscópica o microscópica, pudiendo llevar a una anemia ferropriva. 2. Hemorroides externos trombosados - Solo sangran cuando se sobreagrega ulceración 3. Cáncer anal - El sangrado puede ser el síntoma de presentación en el 60% de los pacientes. Habitualmente es de escasa cuantía y es muy raro que produzca anemia. 4. Cáncer rectal - Es el síntoma de presentación más frecuente. Aparece como estrías de sangre en las heces. 5. Fisura anal - Pequeñas cantidades de sangre (a lo más un par de gotas), se acompaña de gran dolor. 6. Otras causas a. Pólipos rectales b. Amebiasis c. Colitis ulcerosa d. Enfermedad diverticular complicada e. Traumatismo anal Prolapso Es la protrusión a través del ano de estructuras anorrectales. Muchas veces la persona que siente aumento de volumen que lo considera como si fura un prolapso. Los cuadros que pueden presentarse con prolapso son: 1. Hemorroides internas grados II – III – IV - En las hemorroides internas grado II el prolapso es de reducción espontánea, en las grado III el prolapso requiere reducción manual y en las grado IV la protrusión es permanente. 2. Fluxión hemorroidal - Corresponde a la protrusión de hemorroides internas, las cuales son estranguladas 3. Prolapso rectal - Incluye el prolapso parcial mucoso, en el que lo pliegues son radiales. En el prolapso rectal total los pliegues son concéntricos. 4. Condilomas acuminados - No es prolapso pero los enfermos lo consideran como tal. 5. Plicomas perianales - Lo mismo, los enfermos lo consideran como tal. Inflamación (Tumor) Es un síntoma que casi siempre acompaña al dolor. Es importante su ubicación, tiempo de aparición, sensibilidad, consistencia, asociación a pérdida de algún material. Lo podemos encontrar en: 1. Abscesos anorrectales - Corresponde a una zona de tumefacción parduzca con los signos de inflamación (rubor, calor, inflamación y dolor). En los abscesos de migración inferior, perianal e isquiorrectal, la zona de tumefacción perianal corresponde a la zona dolorosa. En los abscesos de migración superior, supraelevador, intermuscular alto y rectorrectal, no se observa tumefacción perianal. 2. Fístulas anorrectales absedadas 3. Hemorroides externas trombosadas - Aumento de volumen localizado, de color violáceo 4. Fluxión hemorroidal - La inflamación alcanza su grado máximo, compromete todo el ano. Secreción o descarga Puede ser serosa, purulenta o mezclada con sangre o deposiciones. Los cuadros en que se producen son: 1. Abscesos anorrectales drenados 2. Fístulas perianales - Habitualmente existe el antecedente de un absceso previo, que se drenó espontáneamente o fue abierto por un cirujano. Existe pérdida de secresión purulenta y mal olor por el orificio secundario del periné. 3. Prurito anal - Otros síntomas : - Prurito: fístula perianal - Irritación anal - Cambio de hábitos intestinales - Incontinencia - Pérdida de peso - Operaciones anteriores AFECCIONES ANORRECTALES FRECUENTES COMO DIAGNOSTICARLAS Y MANEJARLAS Criptitis (Criptopapilitis) Es la inflamación de las criptas de Morgagni. La mayor parte de las veces pasa desapercibida, pero no puede dar síntomas como: Dolor: es variable y va desde un dolor lacerante o urente al defecar a un dolor sordo como sensación de peso o malestar. Prurito: como sensación de arena, es discreto y pasajero. Dolores reflejos: a nivel del sacro, región urogenital y pélvico. No existe descarga Diagnóstico: se hace por la clínica, tacto rectal y anoscopía, donde se puede ver o enganchar con un estilete la cripta. Tratamiento: de preferencia es médico, con medidas higiénico-dietéticas), AINE y calor local con baños de asiento. Si es necesario puede hacerse una criptectomía. Papilitis Es la inflamación de papilas de Morgagni. Sintomatología: Prurito: como sensación de arena Tenesmo Dolor al defecar Secreción anal mucosa Protrusión por el ano Diagnóstico: Se hace por la clínica, el tacto rectal y la anoscopía, donde se ven como mamelones en la línea pectínea. Tratamiento: Si es agudo, mejoran con tratamiento médico, pero si es una papilitis crónica se puede realizar una papilotomía sola o resecar junto a los paquetes hemorroidales. Hemorroides Son dilataciones vasculares que se producen en los plexos hemorroidales. Estarían causadas por una degeneración del tejido conectivo, produciéndose un deslizamiento de la mucosa que arrastra los vasos del plexo hemorroidal. Como causas coadyuvantes estarían la constipación, factores congénitos o hereditarios, factores laborales, como consecuencia de alguna patología general (ej.: aumento de la circulación portal). Se pueden distinguir las hemorroides internas, que están sobre la línea pectínea y corresponden al territorio de la vena hemorroidal superior y las hemorroides externas, que están bajo la línea pectínea y corresponden al territorio de la vena hemorroidal inferior. Según su grado de avance, las hemorroides internas se clasifican en: Grado 1 No protruyen, el único síntoma es el sangramiento. Grado 2 Protruyen al defecar, pero se reducen espontáneamente. Grado 3 El prolapso requiere reducción manual. Grado 4 El prolapso es permanente e irreductible. Los hemorroides externos solo producen molestias cuando se complican con una trombosis hemorroidaria, en este caso, los síntomas son: Dolor Aumento de volumen localizado de color violáceo Fluxión hemorroidal, cuando la trombosis es generalizada. En este caso el dolor es intenso y hay edema generalizado del ano. Si la trombosis se deja evolucionar, puede ir a la regresión total o ir a una ulceración, agregándose sangramiento a los síntomas previos. Los síntomas que producen los hemorroides internos son: Sangramiento: macroscópico o microscópico; puede llevar a una anemia ferropriva de poca cuantía. Prolapso hemorroidal: depende del grado de los hemorroides. Dolor Fluxión hemorroidal: cuando al prolapso se agrega una trombosis. Como ya mentamos, el dolor es intenso y existe edema generalizado del ano. Prurito: puede acompañar a ambos tipos de hemorroides. Diagnóstico: Se hace por la clínica, la inspección anal, el tacto rectal y la anoscopía. Siempre debe hacerse una rectosigmoidoscopía para descartar otras patologías rectales. Tratamiento: El criterio terapéutico actual en la enfermedad hemorroidal es aliviar los síntomas. Por este motivo, la cirugía se ha visto limitada a las hemorroides externas sintomáticas y las hemorroides internas en sus etapas evolutivas más avanzadas. El tratamiento está encaminado a cumplir 2 objetivos: 1. Mejorar el hábito intestinal aumentando el consumo de fibras, y con el uso de laxantes suaves o semillas de Psilio que aumenten y ablanden el bolo fecal. 2. Ir a tratar las hemorroides: Hemorroides externas trombosadas recientemente: trombectomía. Agregar siempre AINE, baños de asiento y algún laxante. Hemorroides externas que se trombosan a repetición: es preferible una hemorroidectomía externa. Fluxión hemorroidal con prolapso de hemorroides internas: el tratamiento de elección es la técnica de Lord (dilatación del esfínter agregando o no una ligadura elástica de los paquetes internos, bajo anestesia raquídea o general). Cuando son hemorroides internas, la conducta va a depender del grado de los hemorroides: Grado 1: Grado 2: Grado 3: Grado 4: Tratamiento médico conservador (medidas dietéticas como el uso de fibras y laxantes, corrección de los malos hábitos defecatorios). Si Persiste la rectorragía, tratamiento esclerosante. Esclerosis de los hemorroides pequeños, ligadura de los grandes. Ligadura hemorroidaria; si fracasa, cirugía (hemorroidectomía). Cirugía (hemorroidectomía). Fisura Anal Es una ulceración que se produce en el canal anal, de preferencia en línea medio-posterior, menos frecuentemente en línea medio-anterior. Se acompaña de espasmo esfinteriano y existe frecuente asociación a estreñimiento. En la etiopatogenia destacan 3 mecanismos que integran un círculo vicioso (inflamación, anomalía esfinteriana e isquemia) y constituyen el fundamento de un tratamiento racional. Sintomatología: Dolor: es intenso, aparece durante la defecación y continua después de ella, siendo más intenso post-defecación. Ulceración: fácil de visualizar. Espasmo esfinteriano: se puede palpar al tacto. Es tan intenso que no dejar hacer un tacto rectal. Sangramiento: es poco intenso, a lo más un par de gotas. Tratamiento: Las fisuras agudas deben tratarse medicamente, mediante reblandecedores de heces o semillas de psilio, que pueden corregir el estreñimiento y los esfuerzos de defecación, logrando en su gran mayoría la cicatrización y desaparición de los síntomas. En un pequeño porcentaje recidivan. En éstas y en las que no regresan con el tratamiento médico, está indicada la esfinterotomía interna lateral subcutánea (EILS). En las fisuras crónicas debe irse de inmediato a la EILS. Absceso Perianal (anorrectal) Son colecciones purulentas que se ubican en los espacios anorrectales. Algunos son originados en estructuras de la piel u otras estructuras ajenas al canal anal, y otros se originan en una cripta, y son éstos los que pueden evolucionar con una fístula. Una clasificación simple los divide en abscesos de migración inferior o superficiales, y abscesos de migración superior o profundos. Síntomas Se caracteriza por dolor local agudo, intenso, constante y progresivo, fiebre, compromiso del estado general, retención urinaria, aumento de volumen e hipotonía esfinteriana. El dolor al comienzo es sólo al obrar, pero pronto se hace continua e intolerable. Abscesos de migración inferior: El dolor es referido a una zona de tumefacción perianal; es un dolor inicial muy agudo, intenso progresivo, de carácter pulsátil, que se acentúa al sentarse, toser, estornudar y defecar; puede inhibir el reflejo de la defecación; la fiebre y el compromiso del estado general es discreto y ocasionalmente produce molestias urinarias. Al examen físico se observa una zona de tumefacción parduzca con los signos de inflamación. El tacto rectal demuestra hipotonía esfinteriana y la palpación dolorosa de una prominencia en la zona del canal por encima de la tumefacción visible. La anoscopía corroborará, en ocasiones, la cripta comprometida, que al engancharla con el estilete producirá dolor y salida de pus. En un alto porcentaje es imposible ubicar la cripta que da origen al absceso, observando sólo edema y congestión de la zona afectada. Abscesos de migración superior: el dolor rectal es intenso, profundo, progresivo y referido a la región de hipogastrio, fiebre alta, compromiso del estado general, inhibición del reflejo de la defecación, disuria y retensión urinaria. Al examen físico no se observa tumefacción perianal. Al tacto rectal el esfínter es hipotónico y la palpación demuestra una masa endorrectal lateral o posterior. En algunos casos, el examen abdominal puede revelar signos de irritación peritoneal, ya que el peritoneo pélvico forma el techo del absceso supraelevador. Tratamiento: es siempre una urgencia; el vaciamiento y drenaje debe ser precoz y se realiza en cuanto se hace el diagnóstico. La conducta ideal frente a todo absceso anorrectal es su hospitalización y vaciamiento quirúrgico en pabellón, con anestesia regional o general. El uso de antibióticos está contraindicado en la fase aguda, pues produce retardo en la evolución del absceso con infiltración indurada. En la mayoría de los casos se puede hacer una incisión en cruz y drenar el proceso, con lo cual se sale de la urgencia, dejando la posibilidad de que se produzca una fístula perianal. Cuando se tiene experiencia se puede drenar el absceso tratando inmediatamente la cripta enferma y el trayecto fistuloso; para esto se destecha el absceso y la fístula resecando la cripta, esto permite que cicatrice sin dejar fístula. Fístula perianal (anorrectal) Es un trayecto anormal con un orificio interno o primario en canal o mucosa rectal, y un orificio externo o secundario en la piel de la región perianal. El orificio externo puede ser único o múltiple, en cambio el orificio interno múltiple es muy raro. El trayecto fistuloso es un tubo fibroso con tejido de granulación en su interior. En más de un 90% de los casos son secuela de un absceso anorrectal. Una clasificación simple, basándose en su relación con el esfínter anal, es la siguiente: 1. Fístula interesfinteriana 2. Fístula transesfinteriana 3. Fístula supraesfinteriana 4. Fístula extraesfinteriana Síntomas: Antecedentes de abscesos anorrectales drenados en forma espontánea o quirúrgica. Generalmente la fístula es indolora. El paciente acusa pérdida de secresión purulenta y mal olor por el orificio secundario del periné, humedad local y prurito anal. Si la secresión deja de fluir puede formarse un nuevo absceso recidivante y doloroso. En las fístulas secundarias a rectolitis, enfermedad de Crohn, actinomicosis, cáncer rectal o tuberculosis existirán otros síntomas intestinales o generales, por lo tanto, debe preguntarse sobre hábitos intestinales, pérdida de mucosidad o sangre, dolor abdominal, baja de peso, compromiso del estado general, tuberculosis pulmonar. Examen Físico: Al entreabrir los glúteos se pueden observar uno o varios orificios fistulosos y cicatrices en caso de drenaje quirúrgico previo. La palpación comprueba la presencia de un cordón fibroso que se dirige al canal anal y al comprimirlo puede dar salida a pus; este examen es generalmente indoloro. Al tacto rectal el esfínter es tónico y es posible palpar un cordón fibroso de extensión variable. La palpación bidigital ayuda a comprobar la induración y la dirección del trayecto fistuloso. La introducción de un estilete maleable por el orificio perianal y el índice en el canal anorrectal puede percibir la puna y orientar el diagnóstico del trayecto fistuloso. La anorrectoscopía es fundamental para el diagnóstico : corrobora la presencia del orificio interno, ya se enganchando la cripta afectada u observando la emergencia del estilete en la pared rectal. Además, permite observar el aspecto de la mucosa rectal en caso de etiología no críptica y biopsiar. Tratamiento: El único tratamiento efectivo es el quirúrgico. Debe tratarse el orificio interno, pudiendo dejarse o resecarse el trayecto fistuloso. EL no tratamiento del orificio interno conduce a la recidiva. Se puede hacer fisulotomía, fistulectomía con resección retardada del esfínter o resección quirúrgica y reparación inmediata del esfínter. Frente a una fístula no críptica, debe tratarse la enfermedad de origen. Prurito Anal El prurito es un síntoma frecuente en patología orificial. Se considera enfermedad cuando evoluciona en accesos frecuentes, penosos, rebeldes y recidivantes. Al parecer, el prurito comienza el grataje, entrando en un círculo vicioso prurito-grataje, que va produciendo erosión de la piel, agregándose eczematización y sobreinfección. Puede ser idiopático o secundario a otras enfermedades (proctológicas, dermatológicas, parasitarias, colónicas, generales). Síntomas Además de la sensación de prurito o comezón, los enfermos se quejan de secresión y sensación de ardor. Al examen se ve una zona perianal eritematosa, con hipertrofia de los pliegues, cubiertos por una secresión blanquecina. Tratamiento: Si es un prurito secundario, se trata la patología causal. En el caso del prurito idiopático, el tratamiento frecuentemente es difícil, lográndose sólo un alivio parcial y existiendo periódicas recidivas. El manejo en este caso consta de : a) Medidas higiénicas: Es el pilar fundamental del tratamiento. El objetivo es mantener la piel seca, limpia y evitar su lesión. b) Medicamentos de uso tópico: Cremas de corticoides (ej: hidrocortisona al 1%) para cortar el ciclo prurito-grataje; su uso no debe exceder las 2 semanas. Alternativas: compresas de ácido acético, solución acuosa y astringente de nitrato de plata. c) Dieta: Evitar los alimentos irritantes y cálidos, como café, bebidas cola, cítricos, chocolate, alcohol, tabaco, etc. d) Inyecciones subcutáneas: Para lograr la denervación química de la región perianal y con esto, suprimir el prurito. Prolapso Rectal Se define como el descenso circunferencial de toda la pared rectal pudiendo o no protruir por el conducto anal. Si no hace procidencia por el ano se denomina prolapso interno o procidencia oculta. Si la procidencia por el ano es sólo de la mucosa, se habla de prolapso mucoso o incompleto rectal. En la etiología estarían implicados defectos anatómicos, sobre los cuales se agregan causas desencadenantes. Síntomas Generalmente enfermos añosos; también se da en jóvenes con bajo coeficiente intelectual. Los pacientes consultan frecuentemente por salida del recto por el año, incontinencia a los gases o las deposiciones, sangramiento por ulceración del segmento prolapsado y pérdida de mucosidades. Dependiendo del grado de salida del recto, o la parte de la pared que se prolapsa, se clasifican en: a) Prolapso parcial o mucoso: Preferentemente en niños, no es gradual y tiene los pliegues radiales. b) Prolapso total: Aparece en los adultos, es gradual y sus pliegues son concéntricos. Tratamiento Existen numerosos procedimientos (por vía perianal, sacra o abdominal) descritos para el prolapso rectal total. V. gr: Operación de Ripstein (sacro-promonto fijación del recto con malla de Marlex), técnica de Wells, etc. Cáncer Anal Tumores de baja frecuencia y de una variada gama histológica. El más frecuente es el carcinoma epidermoide (75%). Existen lesiones benignas del ano predisponentes: leucoplastía, hemorroides crónicos, físuras anales, linfogranuloma venéreo, fístulas crónicas, piel del ano irritada. Síntomas Los síntomas más frecuentes son: hemorragia, dolor y sensación de peso perineal. El sangrado puede ser el síntoma de presentación en el 60% de los pacientes, habitualmente es de escasa cuantía y es muy raro que produzca anemia. Es importante señalar que la sintomatología es similar a la de lesiones benignas, por lo que es fundamental la sospecha clínica, sobre todo en lesiones que no van rápidamente a la mejoría. Tratamiento: Depende del tipo histológico. En la actualidad se prefiere un tratamiento conservador que salve el ano. Nigro usó radioterapia combinada con 5-fluorouracilo más mitomicina C, obteniendo buenos resultados, dejando la resección para un segundo tiempo. Es factibles, además, hacer radioterapia más quimioterapia con resección local. BIBLIOGRAFIA Azolas Sagrista, Carlos; Jensen Benítez, Christian: Proctología Básica. Sociedad de Cirujanos de Chile. Sociedad Chilena de Proctología, 1992.