EMBARAZO EN LA ADOLESCENCIA El estado de embarazo implica un momento crucial en la mujer, en su pareja y en su familia. Embarazo significa dificultad, impedimento, obstáculo, falta de soltura en los modales y en la acción. Estar embarazado es estar enredado en algo y también comprometido con una causa. Nos vamos a ocupar del estado de embarazo, del tiempo de gestación de un hijo. Muchos factores se entrecruzan más allá del deseo de tener un hijo, concientes o inconscientes. Existen distintos tipos de embarazos: Deseados No deseados Buscados Como producto de una violación. Esperados por largo tiempo Facilitados por los avances de la ciencia. Asumidos por ambos. En mujeres abandonadas por el futuro padre. En épocas no aconsejables por la inmadurez de la pareja, ej: en la adolescencia. La maternidad es un sueño que se gestó en la infancia, debemos distinguir el deseo de embarazo del deseo de hijo. Estar embarazada puede significar la necesidad de plenitud, una prueba de ser mujer, de tener ese niño imaginario tal cual lo simbolizaba cuando era niña y jugaba a las muñecas, de independizarse de los padres, de obviar los duelos de la infancia. En cuanto al logro de tener un hijo existen motivaciones conscientes de perpetuarse, de trasmitir vida, de retener a la pareja. Son inconscientes cuando existe una identificación con la propia madre idealizada o bien odiada y de este modo tener un recurso para competir con ella. El camino a la feminidad es complejo, la interacción de factores internos y externos van dejando marcas desde la infancia. Asumir la identidad sexual se pone en juego en el período de la adolescencia cuando se producen transformaciones simultáneas en el cuerpo, en la personalidad, en la forma de interactuar con los otros. La niña alrededor de los diez años comienza a percibir una cascada de sensaciones, de estímulos, de novedades al descubrirse diferente y al tener una nueva mirada del mundo circundante. En la clínica observamos que este proceso es muy variable, desde el psicoanálisis consideramos “CADA CASO EN SU SINGULARIDAD”. En esta etapa de la vida se recrean las conflictivas vividas en los primeros años de vida, el complejo de Edipo, la castración, sus teorías sexuales, fantasías universales referidas a la fisiología de la reproducción, a la conducta sexual y al nacimiento. Algunos datos estadísticos En la Argentina, el 18% de la población está comprendida entre los 10 y 19 años, si se considera, además el grupo de 20 a 24 años, el porcentaje total asciende a 27%. La tasa de fecundidad adolescente total, (menores de 10 a 19 años que tuvieron un hijo por cada 1000 adolescentes mujeres) es de 31,3 por mil, esta cifra ha descendido en los últimos años, mucho menos que el descenso en la población adulta, por lo que el porcentaje total de nacimientos en la adolescencia ha ido creciendo. Es de destacar que el descenso en la fecundidad se manifiesta en la adolescencia tardía (15 a 19) no axial en los menores de 15 años. Con respecto al nivel educativo, 31 de cada 1000 madres adolescentes pertenece a estratos de bajo nivel de instrucción, mientras que en el nivel de mayor educación la relación es de 2 en 100. La tasa de mortalidad infantil es mayor en el grupo de menores de 15 años, y la causa de estas muertes se debe más a factores nutricionales y sociales que de índole biológica. Otro dato a destacar es que un tercio de las mamás adolescentes no vive en pareja. Por último, otro dato alarmante de este estudio es que el 27% de estas madres no es primeriza y el 7% tiene 3 hijos.1 Con respecto a las complicaciones médicas que podrían estar vinculadas a la edad, la bibliografía indica que al hacer posibles los controles prenatales desde el inicio del embarazo, las complicaciones que pudieran aparecer son similares a las adultas. Es decir, que la edad no constituye un factor de riesgo biológico en sí mismo. La adolescencia comienza con la pubertad, que sigue una cronología definida, con cambios biológicos determinados biológicamente. Pero no todo lo que pasa en la adolescencia es pubertad, va más allá, trasciende lo corporal. En una etapa de máxima vulnerabilidad, donde el ser humano se desidentifica de sus objetos primarios porque surge en él la necesidad de integrar nuevas identificaciones hasta alcanzar su propia identidad adulta. Simultáneamente, padece los conflictos con su propio cuerpo y la sexualidad, que van sufriendo transformaciones. También se reeditan conflictos cruciales propios del desarrollo de las primeras etapas de la vida, que se insertan en las relaciones vinculares actuales escenificadas dentro del marco familiar Posibles causas determinantes La necesidad compulsiva de afirmar la femineidad, empuja muchas adolescentes al inicio de relaciones sexuales tempranas, con el fin de lograr la fertilidad. La omnipotencia y fantasía de mujer adulta, llevan a veces a no pensar en los riesgos de un posible embarazo. Esta situación plantea los interrogantes: ¿La sexualidad es genitalidad? ¿Ser mujer es ser madre? La adolescente tiene que elaborar y superar esta contradicción, mujer-femenina, mujer-maternal. A través del hijo, imagina que será reconocida individual y socialmente, revalorizando, de este modo, su auto-estima. También el hijo representa la 1 Datos del Ministerio de Salud y Acción Social. Área de salud materno-infantil. salida mágica del mundo infantil para entrar, con algo propio, en el adulto. A veces, el embarazo es un recurso que permite que afloren la envidia y los celos hacia mujeres estrechamente vinculadas (madre, hermana, amiga). El embarazo se constituye en algunos casos en un sentimiento de venganza hacia los padres, como expresión máxima de rebeldía. Un recurso menos frecuente, es quedar embarazada para sostener una pareja en curso, no estable y con significativas características de hipoafectividad. Otras veces, el embarazo está al servicio de reactivar el contacto primitivo entre madre e hija, en este caso, el hijo se convierte en una ofrenda para la madre. Los conceptos enunciados permiten deducir que el embarazo en la adolescencia implica algo más que el proyecto de vida o fruto del amor. Es la resultante de toda una historia de vida, de situaciones traumáticas pasadas o actuales, de factores socioculturales del nivel de instrucción y del mundo imaginario de la joven adolescente. Abordaje psicoterapéutico Se propone un modelo de abordaje integral, trabajando desde la interdisciplina. Los profesionales que atendemos adolescentes debemos pensar que, además de ocuparnos de los aspectos biológicos, tenemos que ser contenedores de la función maternante. Además de lograr que estas jóvenes adquieran una posición subjetiva, activa y responsable en la sociedad. Estrategias terapéuticas La atención a la joven embarazada, a su pareja y a la familia debe abordarse desde un equipo interdisciplinario ofreciendo continencia y apoyo. En todo momento deben evitarse juicios de valor y serán objetivos inmediatos: Aceptar la realidad. Ofrecer la posibilidad de catarsis. Informar sobre el cuerpo femenino. Considerar las etapas de gestación. Tratar los temores propios de cada momento, es decir las fantasías de malas formaciones, de muerte del niño o de ella, las consecuencias de enfermedades que puedan aparecer en los meses del embarazo, inconvenientes o complicaciones durante el parto o el post-parto. Dar información sobre el trabajo de parto. Tipos de partos. Importancia del primer contacto bebé-mamá. Inclusión del padre cuando ha asumido la paternidad. Cuidados al bebé. Restablecimiento de la vida con nueva estructura familiar. Comentarios desde la clínica. Toda mujer manifiesta, durante la gestación, en distintas etapas, además de los temores, angustias y ansiedades, estados regresivos, baja tolerancia a la frustración, depresiones, cambios en el carácter o en la personalidad. Suelen convertirse en seres vulnerables, tienen vivencias de desamparo o sienten que el mundo externo se torna peligroso. Las emociones no siempre las expresan y es frecuente que aparezcan somatizaciones. Un desmayo puede significar el modo de anunciar su embarazo. El dolor en la espalda quizás revele las dudas sobre la capacidad de sostén de su futuro bebé. Las pérdidas de sangre, los vómitos, trastornos en la alimentación indicarían sentimientos de rechazo, más allá de los cambios en el cuerpo y de su fisiología. Los factores socio-culturales también inciden en la evolución del embarazo. Las formas actuales de constituir la pareja y establecer la familia merecen considerarse. Hay cambios significativos respecto del modelo tradicional de la familia nuclear. Muchas parejas jóvenes no deciden convivir a pesar de un embarazo aceptado por ambos, continúan dependiendo de sus padres. En estas circunstancias existe el riesgo de alteración de roles y controversias sobre la posesión del hijo, particularmente en cuanto a criterios educativos. Cuando la mujer debe afrontar sola la espera, por el abandono de la pareja que no asume la paternidad, es posible que como defensa construya una coraza para protegerse y adopte conductas de omnipotencia. Hemos percibido que en las primeras entrevistas recibimos a una nena y en pocas semanas, cuando concurren a las siguientes consultas, nos asombramos al verla convertida en mujer. Investigando la historia familiar, se detectaron que otras mujeres de la familia se embarazaron en épocas precoces y habiendo establecido parejas pasajeras con poco nivel de compromiso afectivo. La identificación se pone en juego desde el inicio de la adolescencia y el embarazo precoz es una forma de expresión de este proceso. Las conductas no son azarosas y llevan a veces a situaciones de riesgo, no sólo físicas sino psíquicas y sociales. Dra. Sandra Magirena Lic. María Haydée Recasens Bibliografía Clamosa, E. Pelegri, M. “Embarazos en la adolescencia “. Revista El Niño. Instituto del Campo Freudiano. Paidos ibérica. Barcelona Freud,S. “Obras Completas “ La organización genital infantil. Tomo XIX Sobre la sexualidad femenina. Tomo XXI La feminidad. Tomo XXII. Amorrortu editores. Argentina 1997. Melamedoff,S. “Esterilidad”. Aspectos médicos, psicológicos y vivenciales. Mellanby, A, Pearson, “Prevención del embarazo en la adolescencia” Archives of Disease in Childhood 77. Reino Unido. Organización Panamericana De la Salud “Recomendaciones para la atención integral de salud de los adolescentes con énfasis en salud sexual y Reproductiva. Centro de estudios de población (CENEP).2000. Recasens,H.; Inao, Y; Tejada, A “La adolescencia: Tiempo de decidir”. Disertación En el tercer Congreso Argentino de Salud Integral Del Adolescente. Sociedad Argentina de Pediatría. Magirena,S; Recasens, H. “Hacia la feminidad” XIII Congreso Internacional de Ginecología Infanto-Juvenil. Argentina 2001. .