Libros electrónicos vs. dispositivos de lectura DOMINGO 06 DE FEBRERO DE 2011 Por: Gloria Cajavilca Con el desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones – TICs, se abrieron nuevas posibilidades para acceder a obras musicales, literarias, artísticas y audiovisuales, a través del formato digital, evolucionando nuestra manera de apropiar las obras protegidas por el derecho de autor. La creación de contenidos no volverá a ser la misma, y la literaría en particular no será la excepción. La era del libro digital forma parte del presente no del futuro, por lo que la comercialización de contenidos en este formato ha crecido, generando distintas modalidades en la explotación de obras literarias a través del entorno digital. Buen ejemplo de esto es la comercialización en línea, que incluye las entregas virtuales de obras directamente a los ordenadores de los usuarios y el sistema que entrega al comprador una clave de encriptación personal que permiten que el usuario las descargue a su computador, entre otros. En Europa y en Estados Unidos, la comercialización de los contenidos digitales y los dispositivos de lectura se ha desarrollado rápidamente en los últimos años, en virtud de que prácticamente cada dispositivo de lectura de libros electrónicos se ha asociado o ha desarrollado su propio sistema de comercialización, como son los casos del Kindle para Amazon, el iPad para Apple y el e-reader para Sony. Así mismo, otros distribuidores de e-books a gran escala se están originando, como por ejemplo el portal Libranda; la plataforma de distribución de libros digitales que concentraba en su lanzamiento en el 2010, a diez de las más grandes editoriales en español: Grupo Planeta, Random House Mondadori, Grupo Santillana, Grupo Wolters Kluwer, Grupo SM, Grup 62, Roca Editorial, Anagrama, Maeva y Siruela, así como nueve distribuidoras de libros tradicionales con baja oferta para América Latina. Por su parte el mercado de los tablets también se ha desarrollado, el iPad y el iPad2 de Apple están mostrando el camino que otros grandes en dispositivos móviles como Blackberry, Samsung o Dell vienen siguiendo, al mismto tiempo que empresas como MoviStar, que sólo comercializaban equipos, preparan ahora sus propias plataformas de contenidos digitales, incluyendo e-books. Los tablets también permiten disfrutar de todo tipo de contenidos, desde noticias a televisión por Internet, por lo que su masificación está creciendo con fuerza, incluso en Latinoamérica, lo que permitirá que los usuarios aumenten su uso durante 2011. Sobre la penetración de los libros digitales en las editoriales iberoamericanas, el CERLALC, en su noveno “Boletín de Percepción sobre el Clima Empresarial Editorial” presenta los siguientes datos: El 25% de las empresas están publicando en formato digital. El formato más usual en esta modalidad es el PDF, utilizado por 68% de las editoriales. El formato e-pub fue utilizado por 18% de las empresas y, en total, la protección con DRM se aplica a 26% de estos títulos. Lo anterior demuestra que se está empezando a desarrollar la industria editorial en este formato, pero también pone en evidencia que las editoriales y empresas distribuidoras de contenidos deben estar a la par de la importante demanda de los tablets; de rápido crecimiento en la región. El sector editorial en América Latina tiene en la actualidad importantes retos que debe superar para ajustarse a la comercialización electrónica. Desarrollar la competencia entre calidad y precios, para que los usuarios tengan alternativas a la hora de acceder a obras literarias legales, promoviendo así la seguridad jurídica de los autores y de los usuarios. Y continuar y fortalecer el debate sobre el futuro del libro en el entorno digital en América Latina como una nueva y gran oportunidad para la industria