Juan Siso Martin Derecho Sanitario SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ATENCIÓN AL USUARIO DE LA SANIDAD VII Symposium Nacional - 25 de Mayo 2006 LOS ORÍGENES DE NUESTRO SISTEMA SANITARIO Quiero comenzar llamando la atención sobre el hecho de que la asistencia sanitaria, en la forma y modo en la que actualmente la conocemos, no ha sido siempre así y que nuestra situación actual es el fruto de una larga marcha. Permítanme una breve introducción al respecto, pues para comprender donde estamos, es preciso exponer de donde venimos y cual ha sido el camino recorrido. Los orígenes de la asistencia sanitaria en España son privados. Eran objeto de atención pública la higiene y la salud pública (salubridad, vacunaciones etc.), pero la atención sanitaria la obtenían los ciudadanos, en su núcleo familiar a través de la figura (aún hoy en nuestro recuerdo) de las llamadas “igualas” que se concertaban con los profesionales de la salud. Este era el modo ordinario de obtener la asistencia, si bien a quien, por falta de recursos económicos, no podía hacerlo, el Estado le facilitaba dicha atención a través de la entonces llamada beneficencia. A medida que iba avanzando el pasado siglo se fueron introduciendo medidas de protección pública a través de la vía del aseguramiento, dirigido a los trabajadores, como asegurados, y a sus familiares como beneficiarios. Fue implantándose el modelo Bismarck para los accidentes de trabajo, el retiro obrero o la invalidez, no existiendo atención sanitaria pública hasta 1942, año en el que se publica la Ley del Seguro Obligatorio de Enfermedad. Supone el reconocimiento a los trabajadores y a los familiares a su cargo del derecho a una asistencia sanitaria pública. http://www.juansiso.es 1 Juan Siso Martin Derecho Sanitario LA SANIDAD PÚBLICA COMO COMPROMISO ESTATAL El hito histórico, que supuso la apertura del tiempo actual, fue la Constitución, cuando en su artículo 43 reconoce: o Derecho de todos a la protección de la salud o Obligación del Estado de adoptar medidas conducentes a materializar dicha protección. Debo de resaltar que en el artículo 41 de nuestro Texto Fundamental se declara, por otra parte, el derecho a las prestaciones de Seguridad Social de los españoles. Separar la asistencia sanitaria, con un precepto aparte para ella (el mencionado artículo 43), no fue gratuíto, sino que supuso la declaración formal del avance trascendental que el constituyente había decidido: Acceder al derecho a la protección de la salud por la exclusiva condición de ciudadano y con independencia de la situación de trabajador del sujeto protegido. Nada menos que operar el tránsito de la beneficencia a la protección sanitaria como derecho social. Pasar del Modelo Bismarck al Beveridge actual en los países más avanzados del mundo. EL MOMENTO ACTUAL Una vez formulado el postulado de universalidad de la asistencia había que convertirlo en legislación ordinaria y operar los cambios institucional y financiero consecuentes y necesarios. Se promulgó la Ley General de Sanidad, cuyos 20 años acabamos de celebrar, y que recoge, en su artículo primero dicha declaración de universalidad. A este texto seguirían un nutrido grupo de disposiciones de desarrollo, se operaría las citadas adecuaciones institucionales y al fin, en 1999, llegaría la sanidad pública a financiarse exclusivamente con impuestos, desapareciendo la doble vinculación financiera de cuotas e impuestos, existente hasta ese momento temporal. http://www.juansiso.es 2 Juan Siso Martin Derecho Sanitario Hoy, culminado el proceso transferencial, en enero de 2002, es una realidad la consideración de sujeto de derecho a la asistencia del ciudadano, por su simple condición de tal, como lo evidencian la existencia de las tarjetas sanitarias individuales o la atención a las personas sin recursos. LA DISCONFORMIDAD CON LA ASISTENCIA La asistencia sanitaria pública y universal es un logro de la máxima relevancia, pero si situamos al ciudadano como protagonista de esta prestación, debemos de reconocerle su derecho a mostrar su opinión y eventual disconformidad con aquella. Esa inquietud motivó la aparición, en 1984, del entonces llamado PLAN DE HUMANIZACIÓN DE LA ASISTENCIA HOSPITALARIA, que dio origen, precisamente, a los Servicios de Atención al Paciente como vínculo de enlace con los usuarios del sistema sanitario. Han ido, estas Unidades, recibiendo cometidos y funciones, de las cuales interesa destacar las siguientes: Informar a los usuarios de sus derechos y de las formas de utilización de los servicios del Sistema Sanitario. Servir de vehículo de relación entre los profesionales del centro y sus usuarios. Canalizar las reclamaciones de aquéllos, recibiendo las mismas y procurando su respuesta. Estos Servicios, en ejercicio de una función imprescindible al Sistema, quiero enfatizar que tienen incuestionables puntos en común con la Institución del Defensor del Paciente. No son un mero mostrador de recepción de reclamaciones, sino un vehículo de optimización del uso y provecho de la asistencia y sobre todo un canal de relación con la administración sanitaria y sus profesionales. http://www.juansiso.es 3 Juan Siso Martin Derecho Sanitario Este triángulo relacional: Administración, profesionales y usuarios ha de ser correctamente orientado, por ustedes y por nosotros, en el correcto entendimiento de que las tres partes son actores (necesarios) en el escenario sanitario y de que en cada reclamación siempre hay algo de razón en cada parte. No es posible pensar en un usuario casi siempre inocente y una Administración casi siempre culpable, como tampoco cabe concebir al usuario como un ser habitualmente ingrato y latoso que no aprecia las bondades del sistema. REFLEXIÓN FINAL: ¿ES BENEFICIOSO QUE RECLAMEN LOS PACIENTES? Con la respuesta a esta pregunta y una breve reflexión, permítanme que concluya mi intervención. Premisa: Una reclamación es una fuente de información, que nos muestra los puntos calientes del sistema y algunas deficiencias que podemos no conocer. En el primer caso detectamos su importancia, en el segundo su existencia misma. La peligrosa cadena del paciente tranquilo: Cuando un usuario resulta insatisfecho puede actuar de alguna de estas dos formas Presentar una queja. Lo hace 1 de cada 10 insatisfechos. Marchar sin quejarse y no volver. Es la actitud de 9 de los 10. Estos últimos, con su actitud, no nos permiten detectar nuestros fallos. http://www.juansiso.es 4 Juan Siso Martin Derecho Sanitario Además son peligrosos, porque, también, transmiten a los otros una imagen negativa del servicio con el que quedaron descontentos. Es la peligrosísima antipublicidad sumergida. Apología del buen servicio: La diferencia entre un buen servicio y un servicio excelente es cuestión de milímetros y un servicio excelente se recuerda siempre. Permítanme que concluya con una reflexión: En el servicio público hay obligatoriedad en su utilización, por parte de los ciudadanos, y este hecho, es preciso resaltar, aumenta la responsabilidad de todos nosotros como servidores públicos que somos. Esta es, precisamente, la grandeza y la trascendencia de nuestro esfuerzo de cada día. Muchas gracias Juan Ignacio Barrero Valverde DEFENSOR DEL PACIENTE DE LA COMUNIDAD DE MADRID Madrid, 25 de Mayo de 2006 http://www.juansiso.es 5