Argentina Austral Argentina Sudamericana Argentina Emergente PolicyBrief 23.09.2014 El traslado de la capital en una Argentina Bicontinental Sergio Caplan Investigador del Centro Argentino de Estudios Internacionales (CAEI) La necesidad de rediseñar el esquema demográfico del país es un tema recurrente en la l política argentina. Sin embargo, no es sólo cuestión de elegir otra ciudad y trasladar allí al poder político. Una nueva ciudad capital debe estar pensada dentro de una estrategia de desarrollo a largo plazo. Varias veces se ha planteado la posibilidad de trasladar la capital de la República hacia el interior, lejos del puerto, para intentar balancear el poder que posee Buenos Aires frente al resto del país, siendo el intento del ex presidente Raúl Alfonsín el ejemplo más famoso. En las últimas semanas, ell tema ha vuelto a insertarse en los medios a partir de que Cristina Fernández de Kirchner mencionó la posibilidad de llevar la capital al norte del país, haciendo alusión a la idea del Diputado Julián Domínguez de trasladarla hacia Santiago del Estero, la ciudad más antigua del país. Aunque ello le otorgue una importancia histórica innegable a la ciudad, la idea de modificar el planteo demográfico de la Nación debería estar guiada por una visión proyectada hacia el futuro, y no hacia el pasado. La nueva capital debe ser consensuada por todo el espectro político, con un debate que trascienda la coyuntura actual y las próximas elecciones. Si bien es cierto que la situación económica que atraviesa el país no es la mejor para afrontar tamaña inversión, se podría comenzar por la planificación del proyecto pensado para un mediano plazo y fomentar el debate de todo lo que debe tenerse en cuenta para tomar esta decisión, tanto entre los diferentes partidos políticos como al interior de la sociedad civil. Un cambio io de capital no es una decisión menor, ni algo que pase desapercibido en la historia de un país. Tomando como ejemplo las exitosas experiencias de países como Brasil, Kazajstán o Nigeria, que han tenido excelentes resultados en cuanto al desarrollo de las nuevas ciudades capital, no quedan dudas de que la Argentina necesita un cambio radical en su planificación territorial. En su discurso, la Presidenta justificó la idea refiriéndose al cambio estructural que atraviesa el sistema internacional en la actualidad, donde el eje económico comienza a girar en torno al Pacífico, en lugar del Atlántico como a lo largo del Siglo XIX y XX. Sin Argentina Austral Argentina Sudamericana Argentina Emergente PolicyBrief embargo, no existe correlación directa entre la coyuntura internacional y la situación particular del norte del país. Lo que sí existe es una visión estratégica que marca el Sur como nuestro Norte. La Bicontinentalidad de nuestro país, plasmada cartográficamente cartográficamente a partir de la ley del uso obligatorio del Mapa Bicontinental fue la que comenzó a esbozar un planteo sobre nuestra visión estratégica de futuro. Somos un país del Sur, somos un país antártico, somos un país emergente. El norte de nuestro país no necesita una solución demográfica, necesita desarrollo económico, mientras que el Sur, rico en ingresos per cápita, necesita incrementar su población y enviar un mensaje político estratégico de relevancia de cara el futuro de nuestro país. Por ello, o, sería mejor retomar la idea de que la capital política se traslade hacia la Patagonia, mientras que en el norte podría llevarse adelante un plan de desarrollo social e industrial. Quizá no sea Viedma, quizá tampoco Ushuaia, por cuestiones climáticas, so sobre bre todo. Pero ¿por qué no pensar en Neuquén, por ejemplo? Allí se encuentra el yacimiento petrolífero de Vaca Muerta, que serviría también para emitir un mensaje de futuro y de soberanía plena en materia de protección de nuestros recursos naturales. Además, s, como bien ha planteado la Presidenta, President , el escenario internacional se ha modificado y hoy el mundo mira hacia Oriente. Mudar la capital más cerca del Pacífico sería un buen mensaje de acompañamiento a las tendencias globales actuales. Recordemos que el Presidente esidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin, también ha anunciado la posibilidad de mudar su capital hacia la región de Siberia. El hecho de que nuestro país no tenga salida al Océano Pacifico no constituye ningún impedimento. Aunque el comercio internacional, ernacional, ya sea con Europa, con Rusia o con China, se hace casi en su totalidad por vía marítima, llevar la capital más cerca del Pacífico no significaría que el puerto de Buenos Aires pierda relevancia alguna, ya que seguirá siendo el centro económico-comercial comercial del país, tal como lo es la ciudad de San Pablo en Brasil, donde está su puerto más importante. Por otro lado, vale la pena responder a los que creen que mudar la capital hacia el Norte contribuiría al fortalecimiento de las relaciones con los p países aíses de la región. Aunque ese también es un objetivo de nuestro país, no es el traslado de la Capital la manera de alcanzarlo. La construcción de caminos e infraestructura de comunicación entre nuestros países debe ser independiente de la localización de nuestra Capital. De hecho, la idea es justamente la inversa: lograr que, mediante la descentralización del Poder político, el “interior” del país pueda insertarse a nivel regional sin necesidad de pasar por el “centro”. Esto apuntaría directamente a fortalecer fortalecer el esquema Federal de la República Argentina. De esta manera, no estaríamos cambiando un problema por otro, sino que estaríamos fomentando el desarrollo en varias regiones del país. Debemos generar centros de inversión y diferentes proyectos a lo lar largo go y a lo ancho de nuestro territorio. Se podrían fortalecer proyectos tales como el polo logístico en Ushuaia; puertos en el Atlántico de aguas profundas; y crear en el Norte centros de promoción industrial, cultural y social desde donde se diversifique laa oferta que existe hoy en Buenos Aires. Recordemos que en Argentina Austral Argentina Sudamericana Argentina Emergente PolicyBrief Estados Unidos, por ejemplo, Hollywood (su centro de poder mediático) se encuentra en la Costa Oeste, mientras que Nueva York (poder económico) y Washington (poder político) están en el Este. Hay, sin embargo, todavía muchas cuestiones pendientes de discusión antes de tomar tamaña decisión. En primer lugar, se deberá pensar cuidadosamente el status jurídico del nuevo centro urbano. ¿Se federalizará el territorio o se creará una nueva Ciudad Autónoma? a? ¿Quién elegirá al gobernador? ¿Quién se hará cargo de la seguridad? Estos interrogantes deben ser debatidos en profundidad para no volver a cometer los mismos errores que se vienen sucediendo con la Ciudad de Buenos Aires desde 1994. En resumen, cierto es que el traslado de la capital es una inversión muy grande en términos temporales y de recursos, pero constituye definitivamente un paso necesario para avanzar hacia la construcción de esa Argentina desarrollada y con proyectos de largo plazo que todos queremos.