Visión Coparmex Ciudad de México COPARMEX demanda un ALTO a la confusión y corrupción en el otorgamiento de permisos y en las verificaciones a establecimientos. Fernando Oscar García Chávez / Presidente de la COPARMEX Ciudad de México 27 de Febrero de 2013 En una Ciudad tan compleja y diversa como la nuestra, la tarea regulatoria de las actividades económicas se vuelve difícil y aún con grandes áreas de oportunidad para su mejora. En días pasados les comuniqué por este medio el Programa de Verificación Voluntaria de Establecimientos Mercantiles, anunciado por el Jefe de Gobierno del Distrito Federal y el INVEA-DF. Aunque hasta la fecha no ha sido publicada su forma de operación en la Gaceta Oficial de nuestra Ciudad, el programa ya ha sido puesto en marcha torpemente. En este Centro Empresarial hemos conocido de casos en los que se hace la solicitud de formar parte de las verificaciones voluntarias y simplemente el INVEA no ha sido capaz de otorgar la información del procedimiento correspondiente, remitiendo al usuario a la Delegación. Como es de suponerse, en algunas Delegaciones ni conocimiento del tema tienen y canalizan a los solicitantes nuevamente al INVEA. Otros casos parecen dar señales de que solicitar estas verificaciones voluntarias, permite a las dependencias conocer de aquellos establecimientos en los que pudiera haber omisiones y, en vez de otorgar el plazo para regularizarse, se procede a sancionar. Lo preocupante de todo esto no es la operación del Programa en sí mismo, sino que deben revisarse con profundidad los alcances regulatorios y administrativos tanto del INVEA como de las Delegaciones, así como el marco normativo que sustenta las actividades de verificación y las responsabilidades de los establecimientos. Mientras todo siga pareciendo tan difuso y no haya procedimientos claros, homologados y públicos, no podremos avanzar en la tarea de garantizar las mejores medidas de Protección Civil y de Seguridad para los usuarios. Al mismo tiempo, como lo hemos señalado en diversas ocasiones, tanta complejidad en el tema deja abierta la puerta para la informalidad, la corrupción y las prácticas extraoficiales deshonestas en la Administración Pública. Manteniéndome al margen de la información que las investigaciones judiciales arrojen, el caso de la denuncia por presunta extorsión de parte del Delegado de Coyoacán a un conocido Empresario de esta Ciudad, es una señal de alerta de que pudieran existir casos en los cuales la operación de la actividad económica se ve desincentivada por la necesidad de realizar compensaciones económicas ilegales a funcionarios con la finalidad de poder obtener las concesiones y permisos de operación correspondientes. Es una llamada de atención para que, de una vez por todas, se ponga en claro qué se puede y qué no se puede en términos de construcciones, establecimientos mercantiles, protección civil, uso de suelo, permisos y licencias y todas aquellas regulaciones que afectan a la productividad y competitividad de la Ciudad en la medida en que permanecen en difusas. Asimismo, es una oportunidad para que los Delegados y Funcionarios Públicos actúen con responsabilidad y eviten estar inmersos en escándalos que perjudican no solo su reputación personal y credibilidad, sino la gobernabilidad en los ámbitos de su competencia. Es momento de trabajar por una sociedad más libre y justa, en la que los empresarios seamos responsables de nuestras acciones y cumplamos con las disposiciones aplicables, los Legisladores y el Gobierno modernicen el sistema regulatorio de acuerdo a las necesidades de la economía, y los funcionarios públicos actúen conforme a derecho y fomenten el desarrollo de la sociedad. Fernando Oscar García Chávez Presidente