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REPÚBLICA ARGENTINA
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN
REUNIÓN DE LA COMISIÓN DE PRESUPUESTO Y HACIENDA
Salón Auditorio — H. Senado de la Nación
28 de octubre de 2004
Presidencia del señor senador Jorge Milton Capitanich
— En el Salón Auditorio del H. Senado de la Nación, el jueves 28 de octubre de 2004,
a las 12 y 22:
Sr. Presidente (Capitanich). — Buenos días, damos inicio a la reunión que teníamos programada para el día de
hoy, jueves 28 de octubre de 2004, a las 12 horas con el objeto de tratar principalmente dos proyectos. El
primero es un proyecto del Poder Ejecutivo —expediente PE. 734/04 y mensaje Nº 1495/04— por el que se
establece la prórroga de la ley 25.561, de Emergencia Pública, y sus modificatorias hasta el 31 de diciembre de
2005. El segundo es un proyecto de ley en revisión —expediente CD. 108/03— por el que se exceptúa al
champagne de la aplicación del artículo 1º de la ley 24.674, de Impuestos Internos, por pedido de los señores
senadores de la provincia de Mendoza. En ese sentido, aquí está presente el senador Jaque que es miembro de la
Comisión de Presupuesto y Hacienda. Y por último, tenemos un proyecto de ley en revisión —expediente CD.
68/04— sobre Ley Nacional de Turismo, también a solicitud especial del presidente de la comisión, doctor Mera,
así como del senador Jaque que además es miembro de dicha comisión.
En principio, quisiera hacer un muy breve comentario respecto del proyecto del ley enviado por el
Poder Ejecutivo. Este es un proyecto de ley en donde se establecen claramente con precisión los distintos
fundamentos con respecto a la evolución de los indicadores económicos y sociales así como la necesidad de
contar con este instrumento por parte del Poder Ejecutivo. El proyecto es muy corto, tiene seis artículos: uno es
de forma, otro se refiere a la vigencia de la ley a partir del día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial y
los cuatro restantes son de carácter estrictamente dispositivos o normativos.
El primer artículo se refiere a la prórroga de la ley 25.561 y sus modificatorias. El segundo artículo se
refiere a la posibilidad de que el Poder Ejecutivo tenga, en virtud de la evolución de determinado tipo de
indicadores, la facultad de establecer la suspensión parcial o total de los aspectos vinculados a la emergencia. El
tercer artículo establece que la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Facultades Delegadas pueda
eventualmente propiciar un mecanismo tendiente a garantizar un sistema de información que amerite la toma de
decisión respecto de la continuidad o no de la emergencia.
Por último, el artículo cuarto dispone un tratamiento preferencial respecto de la Emergencia Laboral
estableciendo estrictamente que la indemnización agravada tenga como límite el 10 por ciento de la tasa de
desocupación. O sea, cuando supere el 10 por ciento rige la indemnización agravada a excepción de aquellos
trabajadores que han sido incorporados a la plantilla de personal de la empresa a partir del 1º de enero del 2003,
en cuyo caso rige la indemnización prevista por la ley 20.744, de Contrato de Trabajo, y sus modificatorias a
partir de la previsión del artículo 245 de la misma, siempre y cuanto la empresa acredite que la plantilla del
personal incorporado supera la vigente al 31 de diciembre del 2002. Ese es un mecanismo de incentivo para
establecer un sendero respecto al Régimen de Indemnización Agravada.
Puesto en consideración este proyecto de ley, someto el mismo a la opinión de los señores senadores
presentes. En ese sentido, agradecemos también la presencia del señor senador Sanz.
Tiene la palabra el señor senador Salvatori.
Sr. Salvatori. — Quiero expresar algunas preocupaciones con respecto a este proyecto de ley especialmente en
lo que se refiere a mantener la vigencia de la suspensión de los despidos hasta que el INDEC determine que la
desocupación haya descendido más del 10 por ciento. Al respecto, la fecha es casi imposible de precisar y en ese
sentido me gustaría que hubiera mayores elementos de juicio.
Por otra parte, nosotros queremos producir un cambio en la Argentina y ese sentido creo que los
empresarios hoy deben lidiar con el alto costo laboral porque no pueden ajustar su planta de personal a la
verdadera rentabilidad de la propuesta; y para hacerlo deberán, si quieren despedir personas, pagando doble
indemnización. Esa doble indemnización tiene una vigencia fija cuyo monto indemnizatorio estaba por
determinar pero cada tres meses existía una prorroga del Poder Ejecutivo. Ahora, con el asunto del 10 por ciento
de la desocupación y esa fecha que es absolutamente imprecisa, ocurre que sólo el Poder Ejecutivo será quien
fije sanciones para los empresarios que no cumplan con la suspensión de los despidos. O sea, puede subir la
indemnización al doble así como la puede bajar o directamente no fijar ninguna sanción. Hasta ahora dicha
sanción estaba fijada en un 80 por ciento por encima del monto indemnizatorio que fijaba la Ley del Contrato de
Trabajo.
Además, el Poder Ejecutivo tendrá facultades para decidir cualquier política en materia social,
administrativa, económica y laboral así como también en qué áreas va a mantener la vigencia cuando considere
superado y pueda ser desactivado este régimen de excepción. Al respecto, he escuchado a algunos
constitucionalistas señalar que este artículo es de dudosa constitucionalidad porque el Poder Ejecutivo no puede
tener la facultad de declarar la emergencia ni su finalización. De modo que, como es una facultad exclusiva y
excluyente del Congreso, creo que necesitaríamos analizarla con más detenimiento.
Por último, me preocupa todo lo que aumente los superpoderes del Poder Ejecutivo porque este
proyecto relacionado con el presupuesto que se ha aprobado en la Cámara de Diputados, de acuerdo con los
trascendidos periodísticos, conformaría todo una plataforma que serviría para avalar resoluciones que está
tomando la Corte Suprema en el marco de una situación de emergencia. De todos modos, creo que el Poder
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Ejecutivo tiene que seguir manejando la prórroga de la negociación de los contratos con las empresas
privatizadas. En ese sentido, apoyo el dictamen pero voy a firmar en disidencia parcial por las objeciones que
mencionaba.
Sr. Presidente. — Muchísimas gracias, señor senador Salvatori.
Tiene la palabra el señor senador Jaque.
Sr. Jaque. — Frente a este proyecto de ley que estamos analizando debemos tener presente a la hora de decidir
algo que nos puede llevar a una confusión, que es analizar si las causales que dieron origen al nacimiento de la
ley 25.561 siguen ahora estando, porque uno corre el riesgo de querer analizar la necesidad o no de la
emergencia sólo desde el punto de vista de las expectativas y no de la realidad en forma integral. Y hay dos
cosas que uno no puede negar; por un lado, si uno lo ve desde el punto de vista de las expectativas, nadie duda
que han cambiado y que ese cambio se ve reflejado inclusive en algunos indicadores macroeconómicos como el
crecimiento que ha tenido el producto bruto interno y, por el otro, uno puede analizar cómo levemente ha
disminuido parte del desempleo. Es decir, hay elementos que nos permiten entender que las expectativas
cambiaron. Inclusive, los niveles de inflación han estado por debajo de lo que se esperaban. Entonces, si uno
sólo analiza desde el punto de vista de las expectativas es probable que diga que no es necesario apoyar la
sanción de una ley de esta naturaleza.
Sin embargo, el cambio de expectativas no ha significado un cambio en la realidad, especialmente en
los temas sustanciales que dieron origen a la ley. En ese sentido, basta con que observemos el 1° de la ley 25.561
por el que se declaraba la emergencia y, de alguna manera, establecía las situaciones que se pretendían resolver.
En efecto, se determinaba el reordenamiento del sistema financiero o bancario del mercado de cambios.
Es verdad que hay cosas que se han resuelto y que los depósitos se han incrementado, entre otros
logros; pero nadie puede dudar que además de los depósitos existen puntos fundamentales —como lo es el
crédito— que hoy no están funcionando en la medida en que lo necesitamos para resolver el problema de la
economía. Y hay un sinnúmero de cosas más —como lo son las propias modificaciones que deberá tener el
sistema financiero— que todavía no se han resuelto.
Si uno analiza el segundo punto —que era reactivar el funcionamiento de la economía y mejorar el
nivel de empleo y de distribución de ingresos con acento en un programa de desarrollo de las economías
regionales—, obviamente que la economía ha tenido una reactivación pero no la suficiente como para lograr
justamente la mejora en la distribución del ingreso, al menos como nosotros consideramos debe ser la justicia
social y, por otro lado, porque el nivel o índice de desempleo sigue siendo superior a dos dígitos.
Entonces, cuando se observan estas cuestiones existen fundamentos como para decir que lo que la ley
perseguía y debía resolver no está resuelto y, por lo tanto, “cambio de expectativa” no significa “cambio de
realidad”.
Por otro lado, notaremos que el tema la deuda externa está bien encaminado pero no se termina de
resolver. En cuanto a la pobreza —relacionada con la distribución del ingreso, entre otras cosas—, podemos
decir que es un asunto que tampoco está resuelto; y así podríamos seguir mencionando un sinnúmero de temas.
Por otra parte, es verdad que si se analiza la situación de las provincias notaremos que no es la misma
que al momento de la sanción de la ley 25.561, ya que han logrado mejorar su situación financiera merced al
Programa de Financiamiento Ordenado. Sin embargo, si bien es cierto que tienen más ingresos, esto no significa
que se haya resuelto el problema de las provincias respecto de su financiamiento. De hecho, el próximo año
muchas de ellas poseen vencimientos que les representan más del 30 por ciento de los ingresos que reciben por
coparticipación. Y si a esto le sumamos que aún quedan por resolver algunos problemas que tienen muchos
municipios argentinos con los organismos multilaterales de crédito —y que requieren de un trabajo conjunto
entre los municipios, la provincia y el gobierno nacional—, obviamente se advierte que, como producto de esa
gran emergencia que sufrió el país, faltan muchos asuntos por resolver y que requieren de un dinamismo y de
una agilidad que justifican por demás la necesidad de contar con esta ley a través de nuestro apoyo, a fin de
permitir que existan herramientas que ayuden a solucionar estos problemas.
Ahora bien, además de estas justificaciones para el proyecto se observan aspectos positivos.
En primer lugar, no hablamos de una extensión que sea in eternum sino de un año. A su vez, existe un
elemento fundamental y es el que permite que justamente el Poder Ejecutivo —no en forma aislada sino con un
trabajo que se presenta y se establece con una Comisión Bicameral de Seguimiento vigente— pueda hacer un
análisis para establecer en qué momento y en cuáles de estas áreas debe dejarse sin efecto esta emergencia.
Sin duda, podríamos seguir analizando un sinnúmero de elementos más que nos llevan a pensar que es
importante brindar nuestro apoyo favorable a este proyecto de ley que permite al Poder Ejecutivo nacional contar
con una herramienta para alcanzar los objetivos que el propio Congreso se fijó en la oportunidad en que dio
sanción a esta ley que trataremos de prorrogar.
Por eso, señor presidente, sugiero la elaboración de un dictamen favorable, que será acompañado desde
el justicialismo, a fin de contar con las herramientas necesarias para encontrar las soluciones a estos problemas
que nos duelen a todos.
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Sr. Presidente.— Tiene la palabra el señor senador Mayans.
Sr. Mayans. — Señor presidente: ¿este proyecto tiene la firma del señor presidente de la Nación?
Sr. Presidente.— Sí, señor.
Sr. Mayans. — Del ministro de Economía, Roberto Lavagna; del jefe de Gabinete de Ministros, Alberto
Fernández; del ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio De Vido y también del
ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Carlos Tomada. Evidentemente, el Poder Ejecutivo ha hecho
un análisis de la situación en la reunión de gabinete.
Si bien es cierto que este ha sido un año muy favorable económicamente para el país, la emergencia
todavía no ha terminado; porque más allá de haber tenido un año importante en lo económico, aún quedan cosas
por consolidar.
El Poder Ejecutivo demostró que tiene un accionar confiable, que trabaja en forma permanente para
restablecer el orden en todos los aspectos y fundamentalmente para recuperar el gran esquema laboral que ha
perdido el país. Somos conscientes de que el trabajo crea la dignidad del hombre y, en especial, el salario
digno crea más aún la dignidad del hombre. Actualmente la canasta básica familiar ronda los 730 pesos y el
superávit ha permitido a los sectores que estaban marginados en el tema salarial incrementar los ingresos a
niveles que si bien no son óptimos se aproximan a serlo.
Ahora bien, el presidente solicita la herramienta de la ley de emergencia económica. En ese sentido, tal
como lo expusiera el presidente del bloque en la sesión anterior y hoy aquí el senador Jaque, existen índices que
nos hacen pensar que el año próximo —de ser parecido al actual— se podrá mejorar mucho la situación interna
del país.
Fíjense que el Poder Ejecutivo ha invertido en el programa de obras públicas más de 11 mil millones de
pesos —hablamos de más de 100 mil viviendas en el país— además de inversiones en las distintas regiones, a
efectos de lograr un desarrollo más armónico; criterio que nosotros compartimos con el presidente desde el inicio
de su gestión. Digo esto porque si queremos corregir las asimetrías que existen dentro del país debemos invertir
en las distintas regiones, a fin de generar ese esquema básico de desarrollo.
Por lo tanto, considero importante este acompañamiento al presidente y que el Parlamento le dé un
respaldo contundente, fundamentalmente porque estamos atravesando un momento crucial en el esquema
económico del país, como lo es la renegociación de nuestra tremenda deuda externa.
El senador Jaque mencionó que el país no pudo resolver el problema del crédito. Hasta que no se
resuelva el problema del default, no se podrá resolver el problema del crédito. Por otra parte, el presidente del
Banco Central habló de bajar las tasas para ayudar a las PyMEs, a las microempresas y al empresario argentino.
En consecuencia, creo que nos organizamos entre todos o no nos organiza nadie.
El tema laboral es central. Por eso es que hay una apuesta firme para mantener los puestos que ya
existen. Lógicamente, eso no se puede hacer solamente por decreto, sino que tiene que haber un crecimiento de
la economía.
Esta ley evita las especulaciones que puedan haber, sobre todo, en el tema del empleo ya generado en la
Argentina. Entonces, hay un nuevo aspecto muy importante de la recuperación del empleo. Esto va a traer
aparejado la distribución del índice de pobreza en nuestro país que ha llegado a niveles alarmantes, casi del 48
por ciento.
Entonces, yo creo que no tenemos que dudar mucho en acompañar al presidente. En ese sentido tiene
que ser un respaldo a la gestión porque necesita, fundamentalmente hacia el exterior, demostrar que todos los
argentinos estamos juntos trabajando en la recuperación de país que necesita.
Voy a acompañar el proyecto.
Sr. Presidente.- Gracias, señor senador.
Tiene la palabra el señor senador Sanz.
Sr. Sanz.- Señor presidente: he venido a esta reunión sin absolutamente ninguna expectativa.
Conozco las reglas de juego. Sé lo que significa que un proyecto entre a las 17 horas de un día y a las 12
horas del día siguiente estemos reuniendo a una comisión que no se reúne los días jueves sino los martes, para
tratar ese proyecto.
En términos políticos esto significa que hay una fuertísima decisión política del Poder Ejecutivo de
impulsar el proyecto y del oficialismo en el Poder Legislativo de apoyarlo y sacarlo cuanto antes.
Estoy sentado aquí para expresar la opinión que tiene el radicalismo sobre esta cuestión pero,
obviamente, entendiendo que las palabras de los señores senadores y la actitud de poner esto en discusión hoy
significan que el oficialismo, en general, tanto del Ejecutivo como del Legislativo, está dispuesto a avanzar en
cuestiones que son muy graves para la República.
En la Cámara de Diputados está dispuesto a avanzar en un proyecto de presupuesto que ha tenido
dictamen con una celeridad inusitada, del que ya darán cuenta los diputados de la Unión Cívica Radical durante
el debate, sin permitir prácticamente modificación alguna al texto del presupuesto, sin permitir modificaciones
en algunas cuestiones muy sensibles que son esenciales para la discusión de la calidad institucional en nuestro
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país hoy, como es el tema de los superpoderes o lo que en el texto del presupuesto de este año es el artículo 13, y
en el proyecto del año que viene el artículo 11.
No está dispuesto a discutir con la celeridad que las instituciones reclaman, la reglamentación de los
decretos de necesidad y urgencia. Y esto del día de hoy viene a cerrar, de alguna manera, el círculo de lo que
nosotros desde el radicalismo mencionamos como las facultades exorbitantes, facultades extraordinarias, la suma
del poder público que significan estas tres cuestiones: el artículo del presupuesto, los decretos de necesidad y
urgencia sin reglamentar haciéndose abuso de ellos y la prórroga injustificada e inaceptable de la ley de
emergencia, por lo menos, en lo que hace a la emergencia en general, dejando a salvo lo que a continuación voy
a mencionar respecto de la renegociación de los contratos de servicios públicos que, quizás, es la única cuestión
que uno pudiera llegar a aceptar porque es dato objetivo de la realidad, que tiene como causa la propia
morosidad del Poder Ejecutivo.
Lo primero que yo digo es que discrepo con la forma. Me parece que esta es una discusión central que
hoy no tiene que ver con que sí el presidente Kirchner conserva su liderazgo, como he escuchado no hoy sino en
alguna otra ocasión. No tiene que ver con que si se acompaña al presidente en la gesta de reconstruir el país o de
garantizar una mejor calidad de vida para los argentinos. No tiene que ver con cosas en las cuales en algunas
podemos discrepar y, seguramente, en otras los hombres de la democracia estamos de acuerdo. Esto tiene que
ver con cómo nos paramos desde un poder del Estado que hoy está absolutamente desvirtuado, desnaturalizado,
con cómo nos sentimos hoy como miembros de ese poder del Estado cada uno de nosotros cuando estamos
votando, precisamente, leyes que desnaturalizan nuestra propia condición de integrantes de un poder que ha ido
perdiendo, no solamente prestigio y valor, sino también facultades que le son propias. Si eran razonables en
enero de 2002 es porque hubo un gobierno de mi partido que fracasó y que dio origen a que hubiera que votar en
ese momento una ley de emergencia porque el país estaba en emergencia. Me hago absolutamente cargo. Es más,
los legisladores de mi partido votaron en enero de 2002 la ley 25.561. Pero, lo que era aceptable o razonable, en
enero de 2002 pudo llegar a ser medianamente aceptable en la prórroga de 2003, era injustificado en el 2004 y
hoy, pretender prorrogarlo por todo el año 2005, a mi juicio parece irrazonable, absurdo, intolerable y un ataque
y agravio al poder que nosotros mismos representamos.
Esto no debe ser analizado por si el proyecto tiene la firma del presidente, del jefe de Gabinete y de los
ministros. Esto lo digo con todo respeto. Obviamente, ellos son los que impulsan este proyecto.
Esto debe ser analizado a luz de nosotros mismos, que somos los que tenemos que decidir si vamos a
ser un Poder Legislativo con todas las atribuciones y funciones en el libre juego del pluralismo que significa un
Poder Legislativo en el cual el partido del gobierno tiene absoluta representación en ambas cámaras, incluso en
la nuestra hasta quórum propio como para poder sesionar, votar, aprobar y apoyar al gobierno del cual se forma
parte. Me parece que lo que hoy estamos discutiendo aquí no es si el presidente necesita algunas herramientas
para poder seguir luchando contra algunos de los flagelos que, obviamente, no están resueltos.
En la Argentina, durante muchos años más, no van a estar resueltos muchos de estos flagelos.
Seguramente, en nuestro país, vamos a tener que seguir combatiendo durante mucho tiempo la desocupación, la
pobreza, la marginalidad, la exclusión, la injusta distribución de la riqueza, etcétera. Pero, lo que estamos
discutiendo hoy es cuál es el rol que nos corresponde a cada uno de nosotros en esta República para,
precisamente, abordar esos temas en los cuales, en muchos de ellos, tenemos posiciones y visiones similares.
Lo que estamos haciendo acá es negarnos a nosotros mismos la posibilidad de combatir todos esos
flagelos en conjunto con el Poder Ejecutivo Nacional, respetando la división de poderes, respetando lo que la
Constitución dice que cada uno de nosotros tiene que hacer.
Discrepo en la forma porque esta es una discusión central y porque lamento, señor presidente, que esta
discusión la estemos dando seis senadores de un cuerpo que tiene setenta y un senadores, más allá de que esta
sea una comisión y, obviamente, no un plenario. Estas discusiones en nuestro país son de fondo.
Así como discrepo en las cuestiones de forma, discrepo totalmente en la cuestión de fondo. No es la
Argentina de hoy la misma de enero de 2002. Reconozco que hay muchos temas pendientes pero también reitero
lo que dije recién respecto de que van a estar en la agenda de la Argentina durante mucho tiempo muchos de esos
temas pendientes.
No encuentro razonablemente que ninguno de esos temas pendientes hoy tengan la entidad, la gravedad,
de enero de 2002 como para que el Poder Ejecutivo siga teniendo facultades que le son propias del Poder
Legislativo de la Nación. Repito, no encuentro ninguna de esas cuestiones.
En alguna conversación por allí pasajera, algún miembro del gobierno me ha dicho qué pasaría si no
funciona lo del canje de la deuda externa, qué pasaría si no se puede reestructurar la deuda externa. Esa es una
posibilidad que no tiene que ver con la emergencia; en todo caso, tiene que ver con la Argentina que tenemos
que empezar a transitar en donde la calidad institucional es central para que exista seguridad jurídica, división de
poderes y para que nosotros podamos, desde el Poder Legislativo, hacer todas las contribuciones que en el tema
de la deuda externa o en cualquiera de los otros temas, tengamos que hacer.
No son las mismas condiciones y el propio Poder Ejecutivo, de alguna manera, lo ha ido reconociendo
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en el tiempo.
Nosotros, con el presidente de esta Comisión, formamos parte de otra que es la Bicameral de
Seguimiento de las Facultades Delegadas que, precisamente, es la comisión que tiene a su cargo el control y la
fiscalización de las facultades de la ley de emergencia.
No por casualidad, la mayoría de los últimos decretos que el Poder Ejecutivo ha enviado en ejercicio de
las facultades de la ley 25.561 son a la vez fundados en el artículo 99, inciso 3), de la Constitución Nacional. Es
decir, son a la vez necesidad y urgencia. Y no es casualidad, porque el Poder Ejecutivo ha querido curarse en
salud y ha querido decir que, si por razones de no estar fundados en la emergencia, porque ya no existe, esto se
cayera —porque la Comisión Bicameral a pesar de que tiene mayoría oficialista pudiera dictaminar en contra—,
también lo hago como DNU y mientras estos no se reglamenten, ese decreto va a ser inalterable e inconmovible
por la opinión del Poder Legislativo mientras no se reglamente la Comisión Bicameral que estudia los decretos
de necesidad y urgencia.
Es en virtud de que la emergencia no tiene hoy la misma contundencia y los mismos argumentos que
tenía en enero de 2002. Esta ley tiene también algunos vicios potenciales que a mí me gustaría que se
discutieran en el ámbito de la Comisión de Asuntos Constitucionales, como es el artículo segundo que establece
esta cuestión, para mí novedosa, de que el Poder Ejecutivo puede a su arbitrio declarar el cese de la emergencia
en algún momento de la vigencia de esta ley. Esto es facultad excluyente y exclusiva del Poder Legislativo y no
puede interpretarse, por lo menos en mi criterio al hacer una delegación amplia de facultades también dentro de
esa delegación amplia de facultades está la del Poder Ejecutivo de decretar el cese de la emergencia.
Así como el comienzo o el nacimiento de la emergencia lo decreta el Poder Legislativo y es facultad
excluyente y exclusiva el cese es facultad de este poder.
Señor presidente: no sé si habría que hacer un análisis —volviendo al tema de la forma— acerca de si
somos o no cámara de origen, si es la Cámara de Senadores la de origen. Y dejo sentada la pregunta aunque no
tengo la respuesta, porque no lo he podido estudiar, pero me ha llamado la atención que seamos cámara de
origen cuando todos los proyectos de prórroga habían ingresado por la Cámara de Diputados.
La delegación de facultades es tan amplia y el objeto de la ley de emergencia es tan amplio que hasta
puede considerar cuestiones tributarias. Sería bueno que se hiciera un estudio respecto de la cuestión
reglamentaria o formal de si podemos, desde la Cámara de Senadores, ser cámara de origen.
Sr. Presidente.— La 25.790 es el antecedente.
Sr. Sanz.— Pero tengo entendido... En realidad, estoy seguro, porque la tengo acá, de que la 25.790
habla solamente de los contratos de obras y servicios públicos contenidos en el artículo 9. En eso sí podíamos ser
cámara de origen porque en realidad era un aspecto de la ley de emergencia, exclusivamente la renegociación de
los contratos de servicios públicos.
Le adelanto, si a este parlamento hubiera entrado un pedido de prórroga de la ley 25.790 solamente,
probablemente hubieran encontrado un eco favorable en el radicalismo porque entendemos que es un tema
pendiente que le corresponde al Poder Ejecutivo y que necesita facultades delegadas excepcionales pero sólo
para la renegociación de los contratos de los servicios públicos.
Finalmente, creo que lo que estamos tratando hoy, que seguramente se va a aprobar porque el número
del oficialismo así lo indica, le hace mucho daño al Parlamento y consolidad que la gente crea cada vez menos
en nosotros, en el Poder Legislativo. Después no hay derecho al pataleo, no hay derecho a llorar. Y, después,
cuando los legisladores nos quejamos de que no somos escuchados y de que no tratamos los temas importantes,
no debatimos los temas importantes, seguimos hablando de cuestiones secundarias, es porque nosotros mismo
somos los responsables y culpables de esto.
Señor presidente: vine esta mañana a decir que estamos consolidando un esquema de sumatoria de
facultades extraordinarias que no es buena para el Poder Ejecutivo, más allá de cómo se haya comportado.
En esto quiero abrir un paréntesis porque estas facultades, la ley de emergencia, los DNU y el artículo
13 del Presupuesto no se pueden analizar a la luz de si se han usado bien, sin ejercer atribuciones abusivas, o no.
Se debe analizar desde la potencialidad que tienen. También quiero hacer una mención: el año que viene es un
año electoral que pone a prueba la calidad institucional también en materia electoral y le estamos dando a un
gobierno la sumatoria del poder público, con los DNU sin reglamentar, con la ley de emergencia y con los
artículos del presupuesto que entiendo que van a salir de la Cámara de Diputados y van a ser votados aquí con
mucha celeridad.
Por esas razones, señor presidente, le adelanto que la Unión Cívica Radical no va a apoyar este proyecto
de usted ha puesto en consideración.
Sr. Presidente.— Tiene la palabra el senador Marcelo Guinle, por la provincia de Chubut.
Sr. Guinle.— Nosotros vamos a acompañar el proyecto del Ejecutivo. Pero me hago algunas preguntas
cuando escucho algunas otras dudas. Por ejemplo: ¿cómo se razonaría si el año próximo no fuera un año
electoral? Se borrarían las circunstancias que hablan de una clara emergencia en el país y de números que se
están modificando gracias a un esfuerzo sostenido del pueblo argentino pero que necesitan estabilizarse y la
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experiencia mundial indica que la crisis debe sostenerse, fundamentalmente, en etapas como estas, donde se
empieza a subir escalón por escalón de crisis terminales como la que tuvimos a fines de 2001.
Me da la impresión de que se mezclan las cuestiones que tienen que ver con el año electoral —que
nosotros sacamos de lado— y la necesidad de fortalecer un proyecto de salida de la emergencia que se
corresponde con votar esta prórroga a la emergencia. Esto nos parece absolutamente razonable, por los
indicadores económicos y por las consideraciones que realiza el propio Poder Ejecutivo que muestran la mejoría
y que dice: conviene mantener la posibilidad de estabilizarnos y seguir creciendo hacia el futuro.
Lo que hay que ver es cómo se usan esas facultades y para ello hay que ejecutar un fuerte mecanismo
de control: para ello funciona una comisión bicameral y los organismos de control que deben ponerse al límite y
para eso la oposición tiene un rol. Ellos tiene la posibilidad de ejercitar el control y la denuncia pública y en los
estrados judiciales.
Nosotros lo que tenemos muy en claro es qué diferencia hay entre el dicho y el hecho. El gobierno tiene
que gobernar. Hay una diferencia grande entre el discurso y la necesidad de hacer. El gobierno tiene que
ejecutar. Nosotros apoyamos, gestionamos y apuntalamos un esfuerzo mayúsculo y no somos seguidores
pacíficos de una etapa en la que en realidad acompañamos, algunos muchas veces con un ojo crítico. Pero
estamos convencidos que los tiempos del Parlamento no son los de las decisiones. Por ejemplo lo que implicaría
un fracaso de la negociación que se está llevando a cabo por la deuda pública. Ese es un indicador claro de la
necesidad de mantener el estado de emergencia. Las demandas que el país tiene en los tribunales internacionales
y obviamente el aspecto de las renegociaciones de los contratos con las privatizadas en materia de servicios
públicos.
El espectro es amplísimo. Nuestros parámetros de pobreza y de indigencia indican claramente que la
emergencia existe y que hay mecanismos que deben mantenerse aún cando se acepten críticas como la que
señalaba el senador Salvatori en el aspecto, fundamentalmente, laboral.
Es decir que para nosotros resulta absolutamente necesario apuntalar el esfuerzo que se está realizando,
mucho más en esta etapa en la que se intenta estabilizar y acentuar el crecimiento futuro. El justicialismo va a
acompañar este proyecto.
El senador Sanz lo ha dicho bien, tenemos la convicción para aprobar el proyecto. No vamos a reunir
el debate. En el plenario van a poder decir y acentuar cada una de las críticas y seguramente nosotros vamos a
poderlas rebatir y contestar cada uno de los argumentos. Eso es todo, señor presidente.
Sr. Presidente. — Muchas gracias, señor senador Guinle.
Como ya se han vertido los argumentos me gustaría simplemente hacer una consideración política antes
de someter al proceso de dictamen de este proyecto a los miembros de la comisión con el objeto de que puedan
evaluar y fundar efectivamente una decisión en torno al tema. Reitero, quiero hacer una consideración política
mínima esencial porque nos reservamos argumentos para el debate en el recinto.
Sr. Sanz. — Señor presidente, puede decirlos aquí porque yo no me reservo nada. Si además de la
fuerza del número se reserva los argumentos, estamos (arreglados).
Sr. Presidente. — En algún momento, muy ingeniosamente como todas sus intervenciones, el ex
senador y ex diputado Raúl Baglini formuló el “Teorema de Baglini” con respecto al grado de responsabilidad
vinculado a la cercanía o lejanía del poder.
Sr. Guinle. — Luego, agregó la “frutera”. Es decir, respecto del lado en que uno se para frente a la
frutera.
Sr. Presidente. — Es muy interesante e ingenioso como teorema. En ese sentido, voy a formular el
“Teorema peronista elemental”, que indica que el Partido Justicialista aumenta la disciplina y el sometimiento a
la conducción política en forma directamente proporcional a la cercanía del poder e inversamente proporcional a
la lejanía de ello. Y eso es cierto, el justicialismo tiene una vocación de acompañamiento a la conducción
política del presidente y al liderazgo de gestión. Y nosotros creemos que eso no significa una desvalorización del
rol del Congreso ni nuestra como legisladores porque entendemos y respetamos el rol de la oposición política y
las observaciones que ustedes hacen. Nosotros no sentimos una minusvalía en nuestra intervención porque
tenemos confianza en el presidente, valoramos su gestión y entendemos que con liderazgo y conducción política
se pueden instrumentar medidas que cuenten con el aval del Congreso. Y eso lo digo en el sentido siguiente:
muchas veces desde el exterior existe una opinión respecto a la Argentina sobre la calidad institucional pero
resulta que muchos de esos señores que en muchos casos tienen acciones en empresas privatizadas no emplean
los mismos parámetros de calidad institucional en sus países que en el nuestro cuando establecen mecanismos de
presión para pretender que el Estado nacional resigne sus potestades o le otorgue ciertas prerrogativas que no
estamos dispuestos a dar.
Entonces, muchas veces la calidad institucional es de acuerdo al prisma o parámetro con el cual se
mide. Y del mismo modo, el tema de calidad institucional y el rol del Congreso se tiene que medir desde el punto
de vista político. ¿O acaso no se critica cuando un Congreso no apoya desde el oficialismo al presidente en
términos de gestión? ¿O acaso no lo debilita institucionalmente o genera pérdida de liderazgo que muchas veces
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provoca la caída de un presidente, que causa un peor deterioro de la calidad institucional? Porque si hay peor
deterioro de la calidad institucional es aquel que no logre una masa crítica de conducción política que permita
gobernar con eficiencia en términos de gestión. Y me parece que es muy importante no confundir nuestro rol
oficialista con el apoyo a la gestión del presidente en el Congreso de lo que significa minusvalía en nuestra
actuación desde el punto de vista político.
Me parece muy bien el rol de la oposición política. En ese sentido, nosotros tenemos que valorar que la
oposición política establezca todo tipo de cuestionamientos pero nuestro rol es asumir la legítima defensa de un
presidente que ejerce conducción política, liderazgo de gestión y cumple con los objetivos que nosotros desde el
punto de vista doctrinal e ideológico entendemos como la mejor solución para la Argentina en términos políticos,
económicos y sociales. Simplemente, quería haces esa consideración desde el punto de vista político.
Por último, quiero hacer una mínima apreciación técnica. Me parece que este proyecto de ley tiene una
particularidad, que es la posibilidad de que la Comisión de Bicameral efectúe un seguimiento efectivo de la
emergencia desde el punto de vista cambiario, financiero, administrativo y social; me parecen muy interesante
los sistemas de incentivos respecto de la Emergencia Laboral; me parece muy importante que lo que nosotros
planteamos como facultad del Poder Ejecutivo para aquellas cuestiones establecidas en los incisos 1º al 4 del
artículo 1º de la ley 25.561 implica observar si efectivamente se ha reordenado el sistema financiero y cambiario,
se ha restructurado la renegociación de los contratos o se ha restructurado la deuda pública. Si efectivamente
todos estos pasos se van dando el Poder Ejecutivo por decreto puede decir que se deroga la emergencia que tiene
el Poder Ejecutivo en el inciso 3 del artículo 1º de la ley 25.561 y sus modificatorias. Y eso me parece
importante que también lo podamos plantear en el Congreso. Simplemente, creo que esta va a ser una interesante
discusión que podamos trabar en el recinto y obviamente nosotros lo hacemos con mucho respecto y con mucha
consideración por usted, a quien consideramos un gran compañero senador de bancada que en algún momento lo
vamos a afiliar, pero para eso va a pasar el tiempo.
Sr. Sanz. — Señor presidente, esto es parte de la brutalidad del poder, después de haberme pasado con
una topadora por encima vienen con la ambulancia para ponerme Merthiolate. (Risas)
¿Me deja hacer una apreciación?
Sr. Presidente. — Cómo no.
Sr. Sanz. — El Teorema de Baglini en este tema tiene una excepción y se llama Cristina Fernández de
Kirchner. En el 2002 se abstuvo de votar la Ley de Emergencia con un discurso impecable desde el punto de
vista de la calidad institucional. Y en el 2003 también se abstuvo de votar la prórroga con un discurso impecable.
Si el teorema de Baglini se aplicara ustedes tendrían que revisar muy fuertemente dentro del peronismo para ver
cuál es el argumento central de este gobierno. Quiere decir que, si el Teorema de Baglini se aplicara, en el 2002
cuando la senadora Kirchner votó en contra de la norma estaba muy lejos del poder. O estaba muy lejos del
poder porque no sabía, no quería, no tenían intenciones o no se sentían preparados para asumir el gobierno. Eso
lo van a tener que responder desde el propio gobierno pero es un excepción al Teorema del Baglini.
Sinceramente, me quedó con el discurso de la senadora Kirchner. Y todos aquí sabemos de lo que
hablamos, todos los que estamos aquí sabemos lo que significa la senadora Kirchner: es el gobierno de la
senadora. Me quedo con ese discurso y no con esta intención de desvirtuar esa calidad institucional que ella ha
pregonado.
Sr. Guinle. — Eso nos trae a la “frutera de Baglini”, que es simplemente elegir cuál es la fruta que le
gusta, y usted sólo se responde con la fruta que le gusta. Tome de la frutera la totalidad de las frutas y trate de
lograr la respuesta para las necesidades de los argentinos.
Sr. Sanz. — Eso es lo que pretendemos, senador. Yo quiero votar leyes que acompañen el gobierno a
resolver los problemas del país.
Sr. Guinle. — Pretendemos lo mismo.
Sr. Sanz. — No.
Sr. Guinle. — Seguramente nos vamos a estrechar al final.
Sr. Sanz. — No.
Sr. Guinle. — Obviamente, estamos absolutamente convencidos de que algunos no quieren acompañar
un proceso y que en realidad apuestan a que un proceso esté atentando contra la posibilidad de gobernar. Es la
diferencia entre los discursos y los hechos. El peronismo como siempre apuesta a gobernar y a hacerlo de manera
eficiente y ustedes puede ejercitar el organismos de control, el debate, la oposición, lo pueden hacer y valoro la
altura con que lo hacen pero obviamente, lo que nosotros tenemos es la necesidad absoluta de gobernar.
Sr. Sanz. — Sin duda.
Sr. Guinle. — Lo que no se puede hacer es elegir una fruta de la frutera. Alguna vez Baglini de manera
muy ingeniosa en el recinto dijo que nosotros elegíamos sólo una fruta pero en realidad creo que lo están
haciendo ustedes.
Sr. Sanz. — A ver.
Sr. Presidente. — Le piden una interrupción.
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Sr. Sanz.— Bueno, pero quiero contestar una última cosa.
— Varios senadores hablan a la vez.
Sr. Sanz.— Dejénme que por lo menos me salga de la brutalidad del poder, senador. La responsabilidad
de gobernar y administrar es del Poder Ejecutivo. La responsabilidad de gobernar es de todos y nosotros desde el
Poder Legislativo también podemos gobernar con leyes, acompañando aquellas normas que necesite el Poder
Ejecutivo y oponiéndonos a las que no, pero el Poder Legislativo tiene un rol.
Sr. Guinle. — Senador, una sola de sus frases de hoy. Usted dijo que si venía la prórroga de la ley
25.790...
Sr. Sanz. — Sí.
Sr. Guinle. — ... “probablemente”...
Sr. Sanz. — ¡No! ¡No!
Sr. Guinle .— ¡Vaya a la versión taquigráfica!
Sr. Sanz. — ¡Lo hemos dicho públicamente!
Sr. Guinle. — “Probablemente...”
Sr. Sanz. — ¡Lea el diario “Clarín” de hoy, que mi presidente habló y ha dicho que es lo único que
votaría!
Sr. Guinle. — Vaya a la versión taquigráfica... “Probablemente podríamos acompañar”.
¿Y qué necesitamos nosotros? Que acompañen ya. Y nosotros acompañamos de manera conducente los
esfuerzos que hace un gobierno —que es de todos— para darle respuesta a los argentinos.
Sr. Presidente.— Tiene la palabra el señor senador Salvatori y, luego, ponemos a consideración el
dictamen correspondiente.
Sr. Salvatori. — No intento polemizar ni entrar a debatir sobre ese tema. Simplemente quiero hacer
una simple acotación: a nosotros no nos alcanza el “Teorema de Baglini” ni tampoco el teorema que
recientemente ha tomado luz pública porque pertenecemos a una fuerza provincial y nunca hemos tenido un
presidente de la República. Eso sí: tenemos la oportunidad de elegir la mejor manzana. (Risas)
Sr. Presidente.— Si ningún otro senador va a hacer uso de la palabra, daríamos por concluido este
punto para considerar dos temas que me parecen importantes. Uno de ellos se refiere a la ley de turismo...
Sr. Guinle. — Pido mis excusas porque debo retirarme.
Sr. Presidente.— Lo excusamos y haremos circular el expediente.
Sr. Mayans. — Señor presidente: como dije anteriormente, las circunstancias de nuestra emergencia
permanecen. Además, creo que la Unión Cívica Radical no va a acompañar este proyecto porque ya está en
campaña. Ese es el problema. Está buscando la forma de ser la oposición número uno del gobierno. Como bien
lo dijo el presidente del partido de la Unión Cívica Radical, están tratando de renovarse y de buscar un rol de
oposición. En ese sentido, creo que tienen una actitud irresponsable, porque la situación del país es
verdaderamente de emergencia.
Recordemos que la Alianza dejó al país en una situación postrada. Actualmente, se percibe una leve
recuperación del país. Este año —gracias a Dios y al esfuerzo de los argentinos— los índices económicos
mejoraron, pero no significa que esto esté consolidado.
Yo dije que es un pedido del presidente, del ministro Lavagna y prácticamente del gabinete en su
conjunto porque evidentemente están a cargo de la ejecución de la acción de gobierno. Entonces, la situación del
país es realmente grave.
Por lo tanto, si la Unión Cívica Radical va a sostener esta posición de campaña política, que lo haga,
pero realmente para mí es una actitud sumamente irresponsable ante la situación que está viviendo el país. Hay
una leve recuperación, pero necesitamos recomponer esta situación y por eso el presidente solicita al Congreso
que esta ley de emergencia económica nuevamente lo acompañe. En efecto, observamos la seriedad con que el
presidente está tratando de llevar adelante la situación y resolviendo problemas graves que hemos tenido en el
país.
Hasta las provincias viven en otras condiciones. Durante el gobierno de la Alianza, las provincias
quebraron y usaron papel pintado para pagar los sueldos a la gente. Está situación es totalmente distinta en la
actualidad, ya que se ha mejorado muchísimo a través de la acción realizada por el gobierno.
Por ello, nosotros consideramos que debemos acompañar a un gobierno que está haciendo un gran
esfuerzo para revertir esta situación. De manera tal que tenemos que actuar responsablemente y lo vamos a hacer
acompañando al presidente.
Sr. Prades. — Si bien no formo parte de la comisión, me gustaría hacer algunas consideraciones.
Sr. Presidente.— Cómo no.
Sr. Prades. — Escuchaba al senador Guinle y realmente es una pena que se haya retirado.
Es cierto que los radicales siempre nos hacemos cargo de los errores que cometemos. Está bien que nos
hagamos cargo.
Sr. Mayans. — No, no se hacen cargo, porque no acompañan. Dicen que se hacen cargo.
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Sr. Prades. — En ese sentido, comparto plenamente lo que dijo el senador Sanz.
El senador Sanz no era senador en 2002 y usted, senador Capitanich, era jefe de Gabinete y lo
recibimos en dos o tres oportunidades. Recuerdo que siempre vino educada y respetuosamente a hablar al
Senado, informándonos de la grave situación del país, y obtuvo de nosotros una respuesta positiva. Usted puede
dar fe de eso.
En la peor crisis de la historia institucional del país, el radicalismo apoyó a un presidente que había sido
elegido por el Congreso de la Nación. Estábamos con una fuerte crisis por haber abandonado el poder, y lo
acompañamos desde el camino de la responsabilidad y de la defensa de las instituciones de la Nación.
Sin embargo, recuerdo que la señora senadora Fernández de Kirchner estaba en contra. No votó un solo
proyecto. Y no solamente el de los poderes sino que no votó un solo proyecto a favor del ex presidente Duhalde,
que estaba junto con todas las instituciones del país peleando fuertemente por la grave crisis que nos azotaba.
Entonces, me parece injusto que se diga que no acompañamos. El propio presidente Kirchner ha tenido
de parte del radicalismo un apoyo incondicional en su primer año de gobierno, donde hemos votado acuerdos
que en una situación normal jamás lo hubiéramos hecho. Hemos contribuido seria y responsablemente en el
momento que realmente se vivía una emergencia.
Pero hoy escuchamos en todos los medios de comunicación de la Nación el tremendo superávit que
tiene el país. Escuchamos clara y concretamente desde los propios ámbitos del justicialismo cómo el país ha
salido del estancamiento en el que estaba. Hemos escuchado decir al propio señor diputado de la Nación,
Lamberto —ex senador nacional y por quien tenemos un gran respeto— que se están manejando casi 20 mil
millones de pesos de manera ajena al presupuesto de la Nación, con una actitud indiscriminada en su manejo y
sin ningún control de los organismos del Estado.
¿Cómo vamos a decir que estamos en emergencia? ¿Cómo nosotros, cuando desde la oposición seria
debimos acompañarlo, no vamos a señalarle a este gobierno que esta forma de gobernar es equivocada y
errónea? Esto es lo que queremos decirle. ¡Claro que nos hemos equivocado y asumimos nuestras
equivocaciones! Pero quiero decir que no todo el justicialismo acompañó a Duhalde cuando era presidente y sí lo
hicimos nosotros, con mucho costo. Hoy estamos asumiendo esos costos. Y lo hicimos porque creíamos que las
instituciones del país estaban por sobre nuestro partido; y asumimos nuestro costo. Sin embargo, no lo hacía así
la senadora por Santa Cruz. En ese momento, era una opositora férrea al otorgamiento de los poderes e incluso
decía que el Congreso de la Nación se estaba desdibujando y estaba concediendo su facultad y su poder al Poder
Ejecutivo. Ahora bien, si en la peor crisis que vivió el país —como fue la de 2002— la señora senadora no
quería otorgar poderes al presidente Duhalde, hoy, desde la oposición y aun estando cerca de una campaña
electoral, ¿el radicalismo puede tener una actitud diferente a la que está asumiendo?
Solamente quería decir eso, señor presidente.
Sr. Presidente.— Muchas gracias.
Simplemente quiero dejar aclarada una circunstancia: la senadora Cristina Fernández de Kirchner es
miembro de esta comisión y le tengo un gran respeto personal y político. Si hay algo que valoro profundamente
en sus intervenciones es que mantiene un profundo respeto a sus propias convicciones y a sus principios.
Efectivamente, eso es lo que la caracteriza como expresión de nuestro cuerpo; y si mantiene una convicción
respecto de una posición acerca de una ley, eso la enaltece mucho más en el ejercicio de sus funciones.
Me parece que está agotado el debate en comisión y seguramente se va a profundizar en el ámbito del
recinto.
Hay dos cuestiones que me parecen importantes remarcar. En primer lugar, el presidente de la Comisión
de Turismo —el senador Mera— tenía la intención de desarrollar un tratamiento conjunto sobre la ley nacional
de turismo que viene en revisión de la Cámara de Diputados.
En ese sentido, haremos circular este expediente para que ustedes puedan establecer su opinión. No sé
si esto se concretó, senador Jaque.
Sr. Jaque. — La Comisión de Turismo está citada para el martes.
La Comisión de Turismo está citada para el martes. Lo que tendríamos que ver es si esta Comisión va a
sesionar o no el martes.
En el caso de que no estuviera previsto que esta comisión sesione, tendríamos que dejar habilitado el
hecho de que nosotros fuéramos parte en el dictamen que vaya a surgir de la Comisión de Turismo.
Esto lo digo teniendo en cuenta que en el proyecto que ya cuenta con sanción tuvimos participación
previa en su elaboración antes de que lo mandara el Poder Ejecutivo. Desde el Senado, con la Comisión de
Turismo, hicimos llegar una serie de recomendaciones y sugerencias a la Cámara de Diputados, que fueron
incorporadas en el proyecto que hoy cuenta con sanción.
Tendríamos que dejar habilitado que en el caso que no hubiera reunión, pueda ser parte en el dictamen.
Sr. Sanz.- No conozco personalmente el proyecto, pero lo que podemos hacer también es involucrar a
ambas comisiones en una suerte de plenario permanente y analizar nosotros la parte que le compete a la
Comisión de Presupuesto y Hacienda que no creo que sea el cuerpo central de la ley.
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Nosotros podríamos ir analizando esa parte para ir ganando tiempo si se quiere sacar rápido la norma.
Sr. Jaque.- La intención sería que tuviera dictamen para dejarlo habilitado para el 10.
Sr. Presidente.- Hacemos circular el proyecto.
Sr. Sanz.- Yo sugiero que nosotros nos aboquemos a la parte que compete sólo a la Comisión de
Presupuesto y Hacienda.
Sr. Presidente.- Otra cuestión es el tema del impuesto interno al champagne.
Como ustedes que son senadores por la provincia de Mendoza han tenido un especial interés,
quisiéramos escucharlos.
Sr. Sanz.- Este es un proyecto que ya viene con sanción de la Cámara de Diputados en donde fue
votado en forma unánime. Se trata de la modificación de dos artículos de la ley de impuestos internos.
Estuvo eximido durante toda la vida y en algún momento, inexplicablemente, en algunas de esas
reformas tributarias se coló el impuesto interno al champagne.
A nosotros como senadores de Mendoza, que es una provincia vitivinícola, nos cuesta mucho hablar de
esto sin que por allí aparezca el mito de que estamos hablando del impuesto al champagne que es una cuestión en
donde se mezclan los tantos ideológicos. No es una exención a quienes toman champagne. Es una exención a la
industria, que es la misma industria vitivinícola que está eximida del impuesto interno.
Creo que no habría más explicaciones que la que decir que la misma industria vitivinícola está eximida
del impuesto interno y que hay un pequeño sector de esta industria, que es la del champagne, que tiene un
impuesto interno inaceptable y del que toda la vida estuvo exento.
Sr. Jaque.- Quisiera agregar que esto está generando algunos problemas importantes en la economía
regionales del noroeste argentino y que nosotros, como bien lo decía el senador Sanz, no estamos buscando una
exención sino una justicia tributaria porque no se pude tener en un mismo elemento, cuando solo una parte del
procedimiento es diferente, una parte gravada y otra no.
Por otra parte, no es una quita de exención que hoy tenga un basamento jurídico técnico que permita
que esta situación siga estando.
Con todas las provincias vitivinícolas queremos darle dictamen favorable a este proyecto que ya cuenta
con sanción de la Cámara de Diputados.
Sr. Presidente.- Si ustedes senadores así lo ratifican, habilitamos el tratamiento y hacemos circular el
expediente para la firma.
Damos por finalizada la reunión.
- Son las 13 y 24.
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