Manual de Procedimientos de Anestesia CLASA Reanimación Cardiopulmonar-Cerebral. 2013 1 Nº pag Introducción 3 Aspectos destacados de las guías de la American Heart Association de 5 2010 para RCP 1 Para todos los reanimadores 5 1.1 Cambio de la secuencia de RCP: De A-B-C a C-A-B 5 1.2 RCP de alta calidad 5 1.3 Nuevas secciones con que cuentan las guías de la AHA de 6 2010 2 Para reanimadores legos 2.1 7 Creación del algoritmo universal simplificado del Soporte 7 Vital Básico (SVB) en adultos 3 Para profesionales de la salud 8 4 Ondas de desfibrilación y niveles de energía 8 Uso de los DEA 9 4.1 4.1.1 Intrahospitalario 9 4.1.2 Niños 9 4.3 Energía escalonada frente a un nivel fijo 10 4.4 Cardioversión sincronizada 10 5 4.4.1 Taquicardia supraventricular 10 4.4.2 Taquicardia ventricular (TV) 10 Soporte vital cardiovascular avanzado (SVCA) 11 5.1 Capnografía 11 5.2 Nuevo algoritmo circular para el SVCA 11 5.3 Nuevos protocolos farmacológicos 12 6 Resumen de los elementos destacados en el Soporte Vital 13 Básico de adultos, niños y lactantes 7 Cuidados post paro cardiaco 14 8 Comentarios finales 15 9 Referencias bibliográficas 2 INTRODUCCIÓN El paro cardiorrespiratorio (PCR) es la urgencia médica más grave a la que se enfrentan enfermos, médicos y personal paramédico. Su evolución puede llevar a la muerte o a daño cerebral incapacitante y permanente, si no se tienen los conocimientos necesarios y se actúa con prontitud y destreza. A pesar de que en el año 2010 se cumplieron 50 años del informe ofrecido en 1960 por Kouwenhoven, Knickerbocker y Jude, que documentaba la supervivencia de 14 individuos que recibieron masaje cardiaco externo tras un PCR, el estudio de este evento y su correcto tratamiento persiste como un reto para el conocimiento médico. En 1966 la American Heart Association desarrolló las primeras guías de RCP y en 1993 se creó la “International Liaison Committee on Resuscitation” (ILCOR) que facilita revisiones sistemáticas sobre la reanimación cardiopulmonar (RCP). Su misión es identificar y revisar los estudios y conocimientos internacionales relevantes para la RCP y ofrecer un consenso en las recomendaciones de tratamiento, que se ofrecen cada cinco años; a pesar de que pueden existir características regionales influidas por individualidades culturales y económicas, en general las principales intervenciones recomendadas se pueden aplicar internacionalmente. Para llegar a consenso es necesaria la intervención de especialistas de numerosos países y la revisión de múltiples informes de investigaciones, de este modo, para las recomendaciones de 2010 fueron consultados especialistas de más de 30 países que evaluaron los datos de 277 revisiones sistemáticas. Así, la conducta y la terapéutica aprendida y aplicada en un período puede cambiar radicalmente con la publicación de las nuevas guías de actuación ante un PCR, lo que 3 obliga a una constante actualización por parte del personal médico y paramédico en este tema. A esto se suma el deterioro progresivo de las destrezas aprendidas durante el entrenamiento en reanimación cardiopulmonar (RCP), a las que se hacen referencias en la literatura médica, por lo que se recomiendan reciclajes anuales. 4 Aspectos destacados de las guías de la American Heart Association de 2010 para RCP. 1.- Para todos los reanimadores. 1.1.- Cambio de la secuencia de RCP: De A-B-C a C-A-B Iniciar las compresiones torácicas antes que las ventilaciones. Las compresiones torácicas proporcionan un flujo sanguíneo vital al corazón. Los datos obtenidos en estudios hechos en animales demuestran que el retraso o la interrupción de las compresiones torácicas disminuyen la supervivencia, por lo que ambos deben reducirse al mínimo durante la reanimación. El mayor número de pacientes que tienen un PCR son adultos, en tanto que, tienen mayor supervivencia, a cualquier edad, aquellos en los que este evento sucede ante la presencia de testigos, con un ritmo inicial de fibrilación o taquicardia ventricular. Es por ello que los elementos iniciales del Soporte Vital Básico son las compresiones torácicas y la pronta desfibrilación. Con la secuencia A-B-C las compresiones torácicas suelen retrasarse mientras se coloca la cabeza adecuadamente, se abre la vía aérea, se consigue un sello para la respiración boca a boca, se saca un dispositivo de barrera o se aplica la ventilación de rescate con bolsa-mascarilla. Comenzar la RCP con compresiones torácicas asegura que la víctima reciba pronto atención vital y que el retraso de la ventilación esté precedido por un primer ciclo de compresiones torácicas 1.2.- RCP de alta calidad Frecuencia de compresiones de al menos 100 por minuto (no más de 120). Profundidad de las compresiones de al menos 2 pulgadas (5 cm.) en adultos y un tercio del diámetro torácico anteroposterior en lactantes y niños (1,5 pulgadas-4 cm. en lactantes y 2 pulgadas-5 cm. en niños). Permitir expansión torácica completa después de cada compresión. 5 Reducir al mínimo las interrupciones de las compresiones torácicas. Disminuir el tiempo que trascurre entre el cese de las compresiones torácicas, el shock eléctrico y la reanudación de las compresiones torácicas. Evitar la ventilación excesiva. Se mantiene la relación compresión-ventilación 30:2, para un solo reanimador, en todos los casos excepto en los recién nacidos. Una vez colocado un dispositivo avanzado en la vía aérea, las compresiones serán ininterrumpidas a las frecuencias recomendadas y las ventilaciones se harán cada 6-8 segundos, es decir. 8-10 por minuto con una duración de un segundo. 1.3.-Nuevas secciones con que cuentan las guías de la AHA de 2010 En estas guías aparecen dos partes nuevas. Una relacionada con los cuidados post paro y otra con la educación, implementación y equipos. La cadena de supervivencia para adultos resume las intervenciones claves que proporcionan los mejores resultados en las maniobras de RCP. Por la importancia que tienen los cuidados post paro en la recuperación total de los pacientes se le añadió un nuevo eslabón a la misma. La calidad de los conocimientos y el adiestramiento de los reanimadores son factores relevantes y determinantes en la calidad de los resultados de la reanimación pero se pueden deteriorar entre tres a seis meses después de la capacitación. Por ello, para el 6 entrenamiento del personal se recomiendan evaluaciones frecuentes y repaso de los conocimientos según sea necesario. 2.-Para reanimadores legos 2.1.- Creación del algoritmo universal simplificado del Soporte Vital Básico (SVB) en adultos. El mayor número de individuos que tiene un PCR extrahospitalario no reciben atención por testigos presenciales. Ello puede ser consecuencia de múltiples razones, pero quizás la principal sea que abrir la vía aérea y dar ventilaciones sea el procedimiento más difícil para el socorrista. Comenzar por las compresiones torácicas puede hacer que otros testigos se sumen a la RCP. Por ello, en las Guías de RCP del año 2010 se crea el algoritmo simplificado de Soporte Vital Básico en adultos. 7 3.- Para profesionales de la salud No se debe emplear más de 10 segundos en comprobar la existencia de pulso. Si no es posible, se debe comenzar la RCP y emplear el desfibrilador externo automático (DEA) u otro desfibrilador en cuanto se disponga del mismo. Se eliminó del algoritmo “Ver, escuchar y sentir” la respiración. Se insiste en el empleo de reanimación de alta calidad. No se recomienda la presión cricoidea durante la ventilación. Solo debe emplease si la víctima está completamente inconsciente. Por lo general requiere un tercer reanimador que no esté participando en la ventilación de rescate o en las compresiones. Imprescindible la actuación en equipo durante la RCP. 4.- Ondas de desfibrilación y niveles de energía. Aunque aún no se ha determinado cuál es el nivel óptimo de energía para la primera desfibrilación con ondas bifásicas, se sabe que las descargas con niveles de energía similares o menores que las hechas con ondas monofásicas de 200 J, tienen igual o más éxito en la eliminación de una FV. No es posible hacer una recomendación definitiva sobre la energía que conviene seleccionar para los intentos posteriores de desfibrilación bifásica. Basándose en los datos disponibles, si la descarga inicial bifásica no pone fin a la FV, los niveles de energía posteriores deben ser al menos equivalentes, y podría considerarse el uso de niveles más altos. Si no se cuenta con un desfibrilador bifásico se puede utilizar uno monofásico. En la RCP se recomienda una sola descarga inicial, seguida inmediatamente de la RCP. En desfibriladores bifásicos se recomienda comenzar con la dosis de energía recomendada por el fabricante (120-200 J). Si se desconoce este dato 8 puede ser conveniente emplear la dosis máxima del desfibrilador. En el caso de los desfibriladores monofásicos la dosis será de 360 J. 4.1.- Uso de los DEA 4.1.1.- Intrahospitalario A pesar de la escasa evidencia, su uso puede ser una forma de facilitar la desfibrilación temprana (en 3 minutos o menos), especialmente en zonas donde el personal no posee los conocimientos necesarios para reconocer el ritmo o no es frecuente el empleo de desfibriladores. 4.1.2.- Niños En niños de entre 1 y 8 años de edad se debe emplear un sistema de atenuación de la descarga para dosis pediátricas. Si no se dispone de uno, debe emplearse un DEA estándar. En lactantes (menores de 1 año) es preferible utilizar un desfibrilador manual. Si no, es conveniente uno con un sistema de atenuación pediátrico. Si ninguno de ellos está disponible, puede utilizarse un DEA sin sistema de atenuación de dosis. No se conoce cuál es la dosis mínima de energía a emplear para obtener una desfibrilación eficaz ni el límite superior para que sea segura. En modelos animales de paro cardiaco pediátrico y en niños, se han realizado desfibrilaciones eficaces con dosis mayores de 4 y hasta 9 J/Kg sin efectos adversos significativos. En lactantes se han empleado desfibriladores externos automáticos con dosis de energía relativamente altas, sin efectos adversos. 9 La desfibrilación inicial se realiza con dosis de 2 J/Kg. Para descargas posteriores los niveles de energía deben ser de al menos 4 J/Kg. Dichos niveles pueden ser superiores siempre que no sobrepasen los 10 J/Kg o la dosis máxima para un adulto. 4.3 Energía escalonada frente a un nivel fijo No hay cambios en las recomendaciones del 2010 en relación con las del 2005. Como no se ha determinado el nivel óptimo para la primera y subsiguientes descargas con ondas bifásicas, no es posible hacer una recomendación definitiva en cuanto a los niveles de energía a emplear en las descargas secundarias. Por ello, si la descarga inicial no pone fin a la FV, la energía a emplear en las posteriores debe serle equivalente. Puede considerar el uso de niveles más altos. 4.4 Cardioversión sincronizada 4.4.1 Taquiarritmia supraventricular Fibrilación auricular : Dosis bifásica inicial: 120-200 J. Dosis monofásica inicial 200 J. Flúter auricular y otros ritmos supraventriculares en adultos: 50-100 J con dispositivo monofásico o bifásico. Si la primera descarga de cardioversión no es eficaz, se debe aumentar la dosis. 4.4.2 Taquicardia ventricular (TV) TV monomórfica estable de adultos: Ondas bifásicas o monofásicas sincronizadas con dosis iniciales de 100 J. Si no es exitosa, continuar con aumentos escalonados de las dosis. 10 No emplear cardioversión sincronizada en TV sin pulso o polimorfa (irregular) pues requieren desfibrilación (dosis altas de energía no sincronizada) 5.- Soporte vital cardiovascular avanzado (SVCA) 5.1 Capnografia El registro cuantitativo de la onda de capnografía se recomienda en pacientes intubados durante todo el período peri paro cardíaco. Se recomienda para confirmar la colocación de tubo endotraqueal, monitorizar la calidad de la RCP y detectar el restablecimiento de la circulación espontánea en función de los valores del dióxido de carbono espiratorio final (PETCO2). Las compresiones torácicas ineficaces se asocian a un bajo nivel de PETCO2 así como en la reducción del gasto cardíaco o la aparición de una nueva parada cardiaca tras un período de circulación espontánea. Por su parte, el restablecimiento de la circulación espontánea tiene resultados contrarios. 5.2 Nuevo algoritmo circular para el SVCA El algoritmo para el SVCA del paro cardíaco se ha simplificado para destacar la importancia de la RCP de alta calidad (realizar compresiones con frecuencia y profundidad adecuadas, permitir completa expansión torácica tras cada compresión, con mínimas interrupciones durante las compresiones y sin ventilación excesiva) unido a la desfibrilación temprana para la FV y la TV sin pulso. Persiste la recomendación el acceso vascular, la administración de fármacos y la colocación de dispositivos avanzados para la vía aérea, sin que esto ocasione interrupciones importantes en las compresiones torácicas ni retraso en las descargas eléctricas. Se ha introducido un nuevo algoritmo circular. 11 Las Guías de la AHA de 2010 para RCP y ACE persisten en lo planteado en las guías del 2005: lo ideal es guiar la RCP mediante monitorización fisiológica, con oxigenación apropiada y desfibrilación temprana en tanto que el profesional de SVCA valora y trata las posibles causas del paro cardíaco. El tratamiento farmacológico complementario y el uso de dispositivos avanzados para la vía aérea pertenecen al SVCA. No existen datos clínicos concluyentes de que la intubación temprana o el tratamiento farmacológico mejoren la supervivencia sin secuelas neurológicas hasta el alta hospitalaria. 5.3 Nuevos protocolos farmacológicos No se recomienda el empleo de atropina en el tratamiento de la Actividad eléctrica sin pulso (AESP) y la asistolia. Se ha eliminado del algoritmo del SVCA. Se recomienda la adenosina para el diagnóstico y tratamiento inicial de la taquicardia estable regular monomórfica de complejo ancho no diferenciada No debe utilizarse la adenosina para la taquicardia irregular de complejo ancho; puede causar deterioro del ritmo y provocar una FV. En la bradicardia sintomática e inestable en adultos , se recomienda la infusión de fármacos cronotrópicos como alternativa al marcapasos. No se recomienda el empleo de calcio en el paro cardiorrespiratorio pediátrico a menos que se documente hipocalcemia, sobredosis de antagonistas de calcio, hipermagnesemia o hiperkalemia. 12 El etomidato facilita la intubación endotraqueal en lactantes y niños con un efecto hemodinámico mínimo, pero se recomienda precaución en pacientes pediátricos con evidencia de shock séptico. 6.-Resumen de los elementos destacados en el Soporte Vital Básico de adultos, niños y lactantes 13 7.- Cuidados post paro cardiaco Constituye una nueva sección de las Guías de la AHA de 2010 para RCP y ACE.. Es necesaria la atención multidisciplinaria de los enfermos que, tras un paro cardiaco, recuperan la circulación espontánea y son admitidos en un centro hospitalario. El objetivo es mejorar la supervivencia y por ello es preciso tener un sistema , integrado, estructurado y completo de cuidados post paro cardíaco. El tratamiento debe incluir soporte neurológico y cardiopulmonar. La intervención coronaria percutánea y la hipotermia terapéutica deben realizarse cuando esté indicado. La hipotermia inducida (32-34º) mediante la administración endovenosa de 30 mL.kg-1 en 30 minutos de soluciones frías en pacientes que no responden órdenes, ha probado aumentar la supervivencia. Realizar e interpretar lo antes posible un electroencefalograma para el diagnostico y tratamiento de convulsiones, frecuentes en el período post paro cardiaco. Una vez restablecida la circulación espontánea se debe ajustar la FiO2 a la concentración mínima necesaria para conseguir una saturación de oxihemoglobina arterial igual o superior al 94%, con el objetivo de evitar la hiperoxia y garantizar una administración adecuada de oxígeno. Se debe buscar la normocarbia con la ventilación por los efectos deletéreos que puede tener la hiperventilación sobre la perfusión cerebral. 14 Debe evitarse la hipotensión arterial. Se recomienda una presión arterial media entre 60-100 mmHg, aunque la presión ideal es aquella que permita un adecuado flujo cerebral sin sobrecarga del corazón en recuperación. Los valores de glucosa en sangre no deben sobrepasar los 8 mmol.L -1 ni ser inferiores a 6 mmol.L. -1 8.- Comentarios finales La reanimación cardiopulmonar cerebral es un tema en constante desarrollo. A pesar de la revisión periódica de los resultados informados sobre reanimación para mejorar o variar las pautas de actuación en busca de mejores resultados, persisten temas en los que todavía no se ha llegado a un consenso. Este es el caso del manejo de la vía aérea durante la RCP, cuyo método óptimo no se conoce. Algo similar ocurre con el empleo de adrenalina. Se han realizado investigaciones que encontraron mayor velocidad de recuperación de la circulación espontánea con este medicamento, pero ninguna diferencia en la supervivencia hasta el alta. En un estudio de observación de 417188 paros cardíacos extrahospitalarios en Japón, el empleo de adrenalina se asoció con la recuperación de la circulación espontánea 2,5 veces antes, pero la supervivencia a un mes fue alrededor de la mitad de la de aquellos que no recibieron adrenalina. 15 9.- Referencias bibliográficas 1.-Aspectos destacados de las Guías de la American Heart Associstion de 2010 para RCP y ACE http://www.heart.org/idc/groups/heart-public/@wcm/@ecc/documents/ downloadable/ ucm_317346.pdf 2.- Nolan JP, Ornato JP, Parr MJA, Perkins GD, Soar J. Resuscitation highlights 2012. Resuscitation 2013;84:129-36 3.-Field JM, Hazinski MF, Sayre MR, Chameides L, Schexnayder SM, Hemphill R et al. Part 1: Executive Summary: 2010 American Heart Association Guidelines for Cardiopulmonary Resuscitation and Emergency Cardiovascular Care. Circulation 2010;122;S640-S656 4.-Seoane L. ¿Qué cambió en las recomendaciones sobre Paro Cardiorrespiratorio? Resumen práctico. http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=71303 5.- J.B. López-Messa. Novedades en resucitación. Presentación. Med Intensiva. 2011;35(4):246—248 6.- Nolan JP, Soar J,Perkins GD. Cardiopulmonary resuscitation. Clinical Review. BMJ 2012;345:e6122 7.- Lee K. Cardiopulmonary Resuscitation: New Concept. Tuberc Respir Dis 2012 May; 72(5): 401–408. 8.-Reynolds JC, Lawner BJ. Management of the post-cardiac arrest syndrome. J Emerg Med 2012; 42 (4): 440–449 9.-Binks A, Nolan JP. Post cardiac arrest syndrome. Minerva Med 2010;76(5):362-368 10.-Mongardon N, Dumas F, Ricome S, Grimaldi1 D, Hissem T, Pène F et al. Postcardiac arrest syndrome: from immediate resuscitation to long-term outcome. Ann Int Care 2011; 1(45):1-11 11.- Taccone FS, Donadillo K, Beumier M, Scolletta S. When, where and how to initiate hypothermia after adult cardiac arrest. Minerva Med 2011;77(9):927-933 12.-Post-cardiac arrest syndrome: Epidemiology, pathophysiology, treatment, and prognostication.A Scientific Statement from the International Liaison Committee on Resuscitation; the American Heart Association Emergency Cardiovascular Care Committee; the Council on Cardiovascular Surgery and Anesthesia; the Council on Cardiopulmonary, Perioperative, and Critical Care; the Council on Clinical Cardiology; the Council on Stroke. Nolan JP, Neumar RW, Adrie C, Aibiki M, Berg RA, Böttiger BW et al. Resuscitation 2008;79: 350—379 16