Cardiología RADIOLOGÍA DEL CORAZÓN Mª Isabel García Real. Hospital Clínico Veterinario. Dpto. Patología Animal II. Facultad de Veterinaria de Madrid La realización de radiografías torácicas constituye una parte esencial en la evaluación de pacientes con sospecha de patología cardiaca. La radiografía nos permitirá valorar el tamaño y la forma de la silueta cardiaca, así como el estado del pulmón y la circulación, reflejando de esta manera el grado de insuficiencia cardiaca que presenta el paciente. La radiografía torácica, por tanto, ayuda a determinar la severidad de la enfermedad cardiaca y a evaluar la eficacia del tratamiento. Los estudios de contraste (angiocardiografía) han perdido importancia frente al uso de la ecocardiografía como técnica fundamental en el diagnóstico de patologías cardiacas congénitas, derrames pericárdicos, y en la valoración de la función cardiaca. Para la valoración de la silueta cardiaca se emplean las proyecciones LL derecha y DV. En la proyección LL izquierda la silueta aparece falsamente redondeada, mientras que en la VD presenta mayor grado de magnificación que en la DV. Debemos ser especialmente cuidadosos al colocar al animal para realizar la radiografía. En la proyección LL, la rotación del tórax provoca un falso aumento del contacto cardioesternal y una falsa elevación de la tráquea. En la proyección DV, cualquier grado de rotación torácica provoca deformación de la silueta en la imagen, lo que impide una adecuada valoración de la misma. Para valorar correctamente el tamaño y la forma de la silueta cardiaca es necesario conocer la anatomía radiográfica normal del corazón. ANATOMÍA RADIOGRÁFICA NORMAL Tamaño de la silueta cardiaca Perro En la proyección LL la anchura de la silueta (diámetro craneocaudal) varía de 2,5 a 3,5 espacios intercostales. La altura de la silueta cardiaca, medida desde el centro de la base hasta el ápex, corresponde aproximadamente a dos tercios de la altura de la cavidad torácica medida al mismo nivel. En la proyección DV la anchura de la silueta corresponde aproximadamente a dos tercios de la anchura de la cavidad torácica, medida a nivel del 5º espacio intercostal. 731 Cardiología Gato: El tamaño normal de la silueta es mucho menos variable que en el perro. En la proyección LL la anchura se mide perpendicular a eje longitudinal del corazón, lo cual no es necesario en el perro (comparar los esquemas). En condiciones normales, esta medición coincide con la anchura de 2 espacios intercostales. La altura de la silueta en la proyección LL y la anchura en la proyección DV, coinciden con las descritas para el perro. Otra forma de valorar el tamaño de la silueta en perros es mediante el método de medición vertebral. En la radiografía LL, se toma la distancia entre la parte ventral de la carina y el ápex cardiaco como medida de altura, y a continuación se mide la máxima anchura de la silueta, tomada en perpendicular respecto al eje de altura. Ambas medidas se llevan a la columna torácica, y se toma el número de cuerpos vertebrales que representa cada una de ellas, comenzando siempre por el aspecto craneal de la T4. Se considera que la silueta está aumentada de tamaño si la suma de ambas medidas supera 10.6 cuerpos vertebrales, aunque en algunas razas el límite de normalidad puede ser un poco mayor. Posición de las cámaras cardiacas En la proyección LL, el borde craneal de la silueta está formado por el contorno del apéndice auricular derecho y del ventrículo derecho. El borde caudal está constituido por el contorno de la aurícula izquierda y del ventrículo izquierdo. En la proyección DV se puede comparar la silueta cardiaca con la esfera de un reloj (“analogía del reloj”), empleando los intervalos horarios para la localización de las cámaras cardiacas y grandes vasos: De 11 a 1: arco aórtico. De 1 a 2: arteria pulmonar. De 2 a 3: apéndice auricular izquierdo (la aurícula izquierda se sitúa entre los dos bronquios principales, en la zona central de la silueta cardiaca en esta proyección). De 2 a 5: ventrículo izquierdo. De 5 a 9: ventrículo derecho. De 9 a 11: aurícula derecha. 732 Cardiología SIEMPRE debemos utilizar las referencias ya descritas para valorar el tamaño y la forma de la silueta, y no dejarnos llevar por impresiones subjetivas que generalmente darán lugar a un diagnóstico erróneo de aumento de tamaño cardiaco, sin que éste sea real. Debemos, además, tener en cuenta las variaciones que se producen en la imagen de la silueta cardiaca, en función de la conformación del tórax según la raza, y por una posición incorrecta del animal al hacer la radiografía. Las razas de tórax estrecho y profundo (ej. Afgano, Collie, Doberman) presentarán una silueta más elongada y vertical, con una anchura normal de 2,5 espacios intercostales; en cambio, las razas de tórax ancho y redondeado (ej. Bulldog) presentan siluetas más redondeadas, con mayor contacto cardioesternal y anchura normal de hasta 3,5 espacios intercostales. No es fácil pues, valorar radiológicamente los cambios en el tamaño cardiaco, ya que éste depende de muchos factores (conformación, posición, obesidad, momento del ciclo respiratorio, momento del ciclo cardiaco, entre otros). Ligeros cambios de tamaño deberían ser evaluados con prudencia y siempre dentro del contexto general de la exploración clínica del paciente (examen físico, auscultación, E.C.G.). Además, muchas alteraciones cardiovasculares pueden cursar con imágenes radiológicas normales. CRITERIOS PARA VALORAR EL AUMENTO DE TAMAÑO DE LAS CÁMARAS CARDIACAS Aurícula izquierda Se sitúa justo ventral al bronquio principal izquierdo. El aumento de tamaño de la aurícula origina una desviación dorsal de éste y una prominencia de la silueta a este nivel, visibles en la proyección LL. En la proyección DV se sitúa entre los dos bronquios principales, justo caudal a la bifurcación traqueal. Un aumento de tamaño de la aurícula origina mayor separación de estos dos bronquios, aunque sólo podremos apreciarlo en la radiografía si la realizamos con alto kilovoltaje para que quede intencionadamente sobreexpuesta. Además, el apéndice auricular izquierdo resulta desplazado y ello origina una imagen de prominencia de la silueta entre las 2 y las 3. Ventrículo izquierdo Cuando esta cámara aumenta de tamaño tiende a elongarse, provocando así una elevación dorsal de la tráquea (en toda su longitud, desde su entrada en la cavidad torácica hasta la carina), por lo que disminuye el ángulo formado entre la tráquea y la columna torácica en la proyección LL. La vena cava caudal también resulta desplazada dorsalmente. 733 Cardiología En la proyección DV el borde izquierdo, de 2 a 5, se redondea y aproxima a la pared torácica. Aurícula derecha Aumentos aislados de la aurícula derecha raramente se producen. En la proyección LL el aumento de tamaño de la aurícula produce un desplazamiento dorsal de la porción caudal de la tráquea (sobre la parte craneal de la base del corazón), manteniéndose la carina en su posición normal, a no ser que exista también un aumento de la aurícula y ventrículo izquierdos al mismo tiempo. En la proyección DV es difícil de valorar, aunque puede dar lugar a una prominencia de 9 a 11. Ventrículo derecho Su aumento produce un incremento del contacto cardioesternal (parte del borde craneal de la silueta aparece apoyado sobre el esternón), visible en la proyección LL. Es necesario recordar que esta misma imagen también se produce cuando se ha realizado la radiografía con una posición incorrecta del tórax, dando una falsa imagen de aumento de tamaño. En la proyección DV el borde derecho, entre las 5 y las 9, se redondea, llegando a adquirir forma de “D invertida” cuando el aumento de tamaño es importante. 734 Cardiología En la mayoría de las patologías cardiacas se afecta más de una cámara, por lo que raramente apreciaremos un aumento individual llamativo de alguna de ellas frente a las demás. Lo más frecuente es encontrar: Aumento de corazón izquierdo Se observan signos de aumento de la aurícula y del ventrículo izquierdos. También se pueden observar signos radiológicos de insuficiencia cardiaca izquierda: congestión vascular y edema pulmonar. Aumento de corazón derecho Se observan signos de aumento de la aurícula y del ventrículo derechos. También se pueden observar signos radiológicos de insuficiencia cardiaca derecha: dilatación de la vena cava caudal, hepatomegalia y ascitis. Aumento generalizado del corazón (cardiomegalia global) Se observan signos de aumento de todas las cámaras, y un incremento de la anchura y la altura de la silueta en las dos proyecciones. Así mismo, es posible encontrar signos asociados de insuficiencia cardiaca derecha e izquierda. LESIONES CARDIOVASCULARES ADQUIRIDAS Insuficiencia mitral Como consecuencia de la lesión valvular, se produce una regurgitación de la sangre hacia la aurícula izquierda, lo que origina inicialmente una dilatación de la misma, que irá seguida posteriormente por un aumento del ventrículo izquierdo. A medida que avanza el proceso pueden aparecer signos de insuficiencia cardiaca izquierda. Insuficiencia tricúspide Su aparición como lesión aislada es mucho menos frecuente que la anterior. Generalmente aparece de forma secundaria al desarrollo de una insuficiencia mitral. Da lugar a un aumento de la aurícula derecha y, posteriormente, del ventrículo derecho. Si como consecuencia se desarrolla una insuficiencia cardiaca derecha, pueden aparecer en la imagen signos de hepatomegalia, ascitis y, en ocasiones, derrame pleural. Filariosis Los parásitos adultos residen en el ventrículo derecho y/o en las arterias pulmonares. En la radiografía torácica es posible visualizar el aumento de tamaño del ventrículo derecho, así como la dilatación y trayecto tortuoso de las arterias pulmonares. Cardiomiopatías En el perro generalmente originan cardiomegalia generalizada. En el gato la imagen varía según el tipo de cardiomiopatía: 735 Cardiología - - Hipertrófica: el aumento de grosor de las paredes de los ventrículos no da lugar a un aumento ventricular evidente en la imagen radiográfica; en cambio, sí se visualiza la dilatación de las dos aurículas, que se desarrolla secundariamente en este proceso. En la proyección DV el aumento de tamaño de las aurículas da lugar a una silueta cardiaca cuya forma se compara con un corazón de “San Valentín” (). Dilatada:se desarrolla una cardiomegalia generalizada, aunque predomina el aumento de corazón derecho. Derrame pericárdico Presencia de líquido en el espacio pericárdico. En la radiografía la silueta presenta un aumento de tamaño generalizado y aspecto globoide. Radiológicamente, esta forma globalmente redondeada en las dos proyecciones, y la falta de distinción de cámaras cardiacas, ayuda a diferenciar esta imagen de la que aparece en una cardiomegalia global. No obstante, el método de elección para su diagnóstico es la ecocardiografía. Microcardias La disminución del tamaño de la silueta cardiaca en una radiografía puede ser real o aparente. Un aumento de la cantidad de aire en los pulmones (enfisema) o en el espacio pleural (neumotórax) pueden originar una falsa imagen de microcardias. Cuando se produce un shock hipovolémico por hemorragia o deshidratación severa, y en casos de hipoadrenocorticismo (Síndrome de Addison) se produce una disminución real del tamaño del corazón. LESIONES CARDIOVASCULARES CONGÉNITAS El valor de la radiografía simple en el diagnóstico de las patologías congénitas del corazón y grandes vasos es muy limitado. La realización de técnicas de contraste ha sido prácticamente sustituida en la actualidad por la ecocardiografía, que constituye el método de elección para su diagnóstico y evaluación. En algunos casos la radiografía simple aporta datos que pueden ayudarnos u orientarnos ante la sospecha clínica de una patología cardiaca o vascular congénita: Estenosis pulmonar Debido a las turbulencias creadas al pasar la sangre a través de la válvula se produce una dilatación post-estenótica de la arteria pulmonar, que será evidente en la proyección DV como prominencia de la silueta de la 1 a las 2. Secundariamente se suele producir un aumento de tamaño del ventrículo derecho, por la dificultad de paso de la sangre del ventrículo a la arteria pulmonar. Estenosis aórtica Por las mismas causas se produce una dilatación post-estenótica del arco aórtico y elongación del ventrículo izquierdo. La dilatación del arco aórtico se visualiza en la proyección DV como prominencia de las 11 a la 1. Persistencia del cuarto arco aórtico Es una anomalía vascular que da lugar a una dilatación del esófago, craneal a la base del corazón. La silueta cardiaca aparece normal. 736 Cardiología En otras patologías (Conducto Arterioso Persistente, defectos del tabique atrioventricular, Tetralogía de Fallot, etc) los hallazgos radiológicos varían mucho dependiendo del grado de lesión. GRANDES VASOS Vena cava caudal Su diámetro normal es muy variable, por lo que no constituye un indicador adecuado de enfermedad cardiaca interpretándolo de forma aislada. En casos de insuficiencia cardiaca congestiva se observa un aumento marcado y constante de su tamaño. En cambio, aparecerá disminuida si existe hipovolemia. Aorta Se produce un aumento llamativo de la misma en casos de estenosis aórtica o conducto arterioso persistente, originando en la proyección LL un aparente engrosamiento de la porción caudal del mediastino craneal y prominencia de la silueta entre las 11 y la 1 en la DV. Arteria pulmonar En la proyección DV su aumento produce prominencia de la 1 a las 2. 737 Cardiología Referencias bibliográficas - - - Buchanan JW, Bucheler J (1995): Vertebral scale system to measure canine heart size in radiographs. J Am Vet Med Assoc;206:194-199. Buchanan JW (2000): Vertebral scale system to measure heart size in radiographs. Vet Clin North Am Small Anim Pract;30:379-394. Burk RL, Ackerman N (1996): The Thorax. En: Small Animal Radiology and Ultrasonography. A Diagnostic Atlas and Text. 2nd ed. W.B. Saunders Company, Philadelphia. pp: 23-214. Dennis R, Herrtage M (1995): The thorax. En: Lee R, ed. Manual of Small Animal Diagnostic Imaging, 2nd edition. British Small Animal Veterinary Association, Shurdington. pp:43-67. Dennis R, Kirberger RM, Wrigley RH, Barr FJ (2001): Handbook of Small Animal Radiological Differential Diagnosis. WB Saunders, London. Kealy JK, McAllister H (2000): Diagnostic Radiology and Ultrasonography of the Dog and Cat, 3rd edition. 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