006 Boniface 18/5/06 15:54 Página 6 Pascal Boniface DIRECTOR DEL INSTITUTO DE RELACIONES INTERNACIONALES Y ESTRATÉGICAS DE PARÍS El fútbol, fenómeno global por excelencia 006 Boniface 18/5/06 15:55 Página 8 El fútbol es el estadio final de la globalización. No existe actualmente un fenómeno más global. Su imperio no conoce fronteras ni límites. Y, lo que resulta aún más singular, es el único hondamente popular por el que los pueblos entusiastas aspiran efectivamente a ser conquistados –regocijándose de tal eventualidad cuando tiene lugar– y se esfuerzan denodadamente por convertirse en sus mejores acólitos y discípulos. N O EXISTE EL MENOR PALMO DE SUE- lo habitado del planeta que haya sabido, podido o querido resistir a su conquista por parte del fútbol. Este deporte, típicamente británico, se ha convertido en el deporte mundial. El imperio romano era un imperio regional asentado en las riberas del Mediterráneo. Se decía que el sol nunca se ponía en los dominios del imperio de Carlos V. Sin embargo, de África a Asia, para no hablar de gran parte de Europa y América, parcelas enteras del planeta escapaban a su autoridad. El imperio mongol se alzaba en tierras de Asia central. El imperio napoleónico fue esencialmente europeo y, por otra parte, bastante efímero. El primer imperio realmente global es el forjado en nuestro tiempo por Estados Unidos. Dominan el mundo como ninguna otra potencia lo ha hecho antes jamás. De Oslo a Tokio, su presencia estratégica es omnipresente. Pero tal imperio se ve superado, y con creces –tanto en extensión mundial como en popularidad– por el del esférico. El imperio de este último es ciertamente el más universal, es verdad que de manera pacífica y sin voluntad de imponerse. Los ingleses pueden felicitarse por haber sabido exportar este modelo de forma universal. Si Londres hubiera querido imponer el fútbol por la fuerza, habría seguido siendo un deporte británico, extendido tan sólo en un puñado de países. George W. Bush –e, indudablemente, aún más Tony Blair– habrían tenido que inspirarse, antes de lanzarse a una guerra catastrófica para llevar la democracia a Iraq, en el ejemplo del fútbol y del triunfo incomparable de su exportación. 8 VANGUARDIA | DOSSIER La globalización y la mundialización se han convertido en términos habituales para calificar el período actual. Las fronteras ya no poseen el mismo significado que antes. Los medios de comunicación –ya se trate de difundir los acontecimientos, de darlos a conocer o simplemente de trasladarse y circular– han modificado radicalmente las nociones de tiempo y espacio. El mundo se ha convertido en una aldea global donde todo se sabe o al menos puede saberse. Contamos en lo sucesivo con señales de referencia universal de inmediato identificadas por la mayoría de los seres humanos, ya vivan en Tokio, Berlín, Los Ángeles, Dakar, Buenos Aires o Melbourne. Sin embargo, el fenómeno más global es sobradamente el fútbol. Naturalmente, George W. Bush, Bin Laden, el Papa o el Dalai Lama, Mahoma o Yussu N’Dour son conocidos universalmente y cuentan por supuesto con diversos grados de apreciación y estima. Pero Zidane, Toti y Ronaldhino les superan con creces en notoriedad y, sobre todo, en popularidad. El fútbol es indudablemente y a todos los efectos el arquetipo de la globalización y la mundialización en mayor grado que la democracia, la economía de mercado o internet. A la conquista del mundo La primera federación de fútbol (football association) se creó en Inglaterra (1863), Escocia (1873), País de Gales (1876) e Irlanda (1880). Las primeras asociaciones fuera del Reino Unido se crearon en Dinamarca y en los Países Bajos en 1889, en Bélgica y en Suiza en 1895 y en Alemania en el año 1900. En términos geopolíticos, el fútbol conquistó el espacio interior gracias al ferrocarril. Desde finales de los años 20, la geografía de la pañol en las reuniones de sus directivos. Y en política sigue la senda de la red ferroviaria: una Uruguay la liga de fútbol prohibía que los parestación, un campo de fútbol; tal es la norma. tidos se celebraran en domingo pues la costumLas comunidades rurales deberán esperar la lle- bre inglesa establecía que se jugaran los sábados. En Dinamarca, Rusia, Argentina o Brasil las gada del autobús para verse alcanzadas por el fútbol. También cabe desplazarse en bicicleta, nuevas tierras se conquistaban y poblaban gracias al ferrocarril y sus ingenieros tuvieron pero ello limita el radio de acción. En el plano exterior, el fútbol inició su con- ocasión de enseñar las alegrías del fútbol a sus quista a través de mares y océanos. En los puer- habitantes. En África y Asia sus colonizadores introdutos, marinos y comerciantes ingleses practicaban este deporte en sus escalas, rápidamente imita- cirían el fútbol: de ahí la pronta iniciación de las dos, sin trabas, por la población local. No es de ex- colonias británicas en este deporte. En Japón, el fútbol fue introducido por un trañar, en consecuencia, que los primeros equicoronel del ejército inglés en 1873. pos continentales se formaran en Le También los ingleses llevaron el Havre en Francia, Génova en Italia, El fúbol es el fútbol a Corea en 1882. Bilbao y Barcelona en España, Ham- primer imperio En Costa Rica fueron los inburgo y Hannover en Alemania. auténticamente dustriales que construyeron el priEn 1889, un partido enfrentó a global y, mer tranvía del país quienes dielos ingleses de Montevideo y Buenos a diferencia de a conocer el fútbol. Aires bajo un enorme retrato de la otros, se ha ido ron En Turquía, el primer partido reina Victoria. El primer partido brasileño se disputó entre empleados extendiendo por de que se tiene noticia enfrentó en 1896 en la localidad de Esmirna británicos de la empresa de gas de todo el planeta a dos equipos de residentes britáSao Paulo. La Asociación de Fútbol de manera nicos. Sin embargo, el sultán otoArgentino (AFA) se fundó el 21 de fe- pacífica y sin mano Abdulhamid, temiendo una brero de 1893 a iniciativa de un pro- necesidad ingerencia extranjera en los asunfesor de origen inglés, Alejandro de imponerse tos turcos, veía con malos ojos Watson Hutton, quien sería su primer presidente. Sus entusiastas practicantes que sus súbditos practicaran un deporte tan aceptaban todas sus reglas, aun las que encar- británico y entorpeció el desarrollo del fútbol en Turquía. naban el espíritu más británico. En México, el fútbol fue introducido por los Asimismo, la primera guía de fútbol que circuló en el Río de la Plata señalaba que “el ju- ingleses que trabajaban en las minas y los tengador lesionado puede aceptar las excusas del didos ferroviarios. El primer club, fundado en culpable a condición de que sean sinceras y pro- 1902, se llamaba el British Club. Los jóvenes de las elites que habían estununciadas en correcto inglés”. La asociación futbolística argentina no permitía que se hablara es- diado en los colleges ingleses desempeñarían asiVANGUARDIA | DOSSIER 9 006 Boniface 18/5/06 15:56 Página 10 EL FÚTBOL, FENÓMENO GLOBAL POR EXCELENCIA 1.500 receptores de televisión. Pocos días antes de la retransmisión empezaron a venderse a un ritmo de mil televisores diarios. Las retransmisiones empezaron por dar cuenta lógicamente de los encuentros internaGol por la escuadra cionales, de mayor audiencia y que es menester A partir de los años 30, la radio aceleró la di- retransmitir si se quiere que todos los ciudadafusión del fútbol. Se prestaba oídos a los recep- nos sin excepción puedan seguir a su equipo. La tores para saber ante todo el resultado y, acto se- primera Copa del Mundo que se benefició de la guido, escuchar el comentario en directo del par- retransmisión televisada de los partidos fue la tido. Conservo todavía recuerdos emocionados disputada en Suiza en 1954. Como puede comprobarse, las relaciones de la emisión “Deporte y música” que pasaba revista a los partidos del campeonato de Francia entre fútbol y televisión son recíprocamente positivas y beneficiosas. Si por una parte el fútlos domingos por la tarde. La televisión remató la conquista del planeta bol llega a todos los rincones del planeta gracias a través del fútbol. En la estupenda película La a la televisión, no es menos cierto que ha conCopa podemos presenciar los esfuerzos de dos jó- tribuido en gran medida al auge de esta última. En 1958, la cobertura televisada de los parvenes tibetanos en un monasterio en India para lograr ver por televisión la final de la Copa del tidos aumentó con la retransmisión de doce Mundo de 1998 y la victoria de Francia frente a partidos y los resúmenes de otros seis, entre ellos Brasil. Gracias a sus recursos de imaginación y cuatro del equipo de Francia: la venta de televimaña logran salir de noche del monasterio y, pe- sores en Francia aumentó un 20 por ciento. En se a varios contratiempos, logran hacerse con un 1962 Brasil ganó la Copa del Mundo, pero aún receptor de televisión de forma que, al cabo, to- no era posible retransmitir en directo un partido el monasterio podrá ver la final. En conclu- do que se jugaba en la otra punta del mundo. En 1966, se retransmitió la Copa del Mundo sión, en un lugar dedicado a la oración y al recogimiento –exento de los placeres y tentaciones por Mundovisión. Dos mil millones de telesde este mundo– estos dos jóvenes comparten la pectadores pudieron ver los partidos y presenmisma pasión del planeta logrando incluso que ciaron la final 400 millones de personas en 36 la comunidad, reacia por principio a este tipo de países. En 1970, algunos privilegiados pudieron distracciones, participe de ella a su vez. Se cons- ver por televisión en color la magnífica ejecutata entonces que el fútbol, que apasiona incluso toria de Brasil. La televisión en blanco y negro paen los monasterios tibetanos, se convierte en un só a la historia inexorablemente. Se calcula que 1.800 millones de telespectadores fenómeno auténticamente munvieron en televisión la final del año dial, y la televisión, si no su único En 1950 en toda 1982. vector, sí constituye al menos el Francia sólo “La cifra de telespectadores es vehículo que permite hacerlo vivo había 1.500 uno de los fundamentos del poder y presente en los lugares más apar- televisores, pero financiero y simbólico de la cadena tados e inesperados del planeta. unos días antes retransmisora. El fútbol ayuda a El matrimonio de la televisión ganar cuota de mercado, atrae pay el fútbol, que en nuestros días cae de que se trocinadores y participa de hecho de su peso, no fue así en sus inicios. retransmitiera en la articulación del mercado caDurante mucho tiempo, los res- el primer partido pitalista y liberal, propiciando su foponsables del fútbol tendían a re- se empezaron a mento y globalización y, en consechazar las retransmisiones televi- vender unos mil cuencia, su perenne continuidad sadas que juzgaban podían vaciar aparatos diarios tanto desde el punto de vista práclos estadios: ¿por qué ir a ver un partido desplazándose en transportes públicos tico como filosófico. ¿Existe, en efecto, una igleabarrotados o buscando un lugar para aparcar, sia más amplia y extensa?”, se pregunta Philippe pagando la entrada y pasando frío si uno puede Vasort, que ha observado que la final de 1998 verlo tranquilamente arrellanado en su sofá atrajo más de 2.000 millones de telespectadores. El clásico que enfrenta en la liga española al disfrutando de la repetición de la jugada? El primer partido que se retransmitió en Barça y el Madrid fue seguido en 2005 por mil miFrancia fue el que enfrentó a Francia y Alemania llones de espectadores en todo el mundo. Un auen 1950. Por aquel entonces había en Francia téntico derbi aunque, en este caso, globalizado. mismo un papel importante en la difusión del fútbol al volver de vacaciones a casa con un balón y con ganas de jugar al fútbol. 10 VANGUARDIA | DOSSIER EL FÚTBOL, FENÓMENO GLOBAL POR EXCELENCIA En cualquier caso, es indudable –guste o no– que la televisión convierte el planeta en un estadio único donde todos pueden tomar asiento. En Birmania, donde el Gobierno prohíbe a la población ver los programas occidentales, se autoriza sin embargo la retransmisión del programa de la BBC “El partido de la jornada”. En Bielorrusia se organizó una manifestación porque la población se veía privada de las retransmisiones de los partidos del Mundial en la televisión pública, que no había comprado los derechos –demasiado caros–, y la televisión rusa limitaba las retransmisiones a las fronteras de la Federación. Poder seguir la Copa del Mundo forma parte de los derechos inalienables de los ciudadanos, incluso bajo un régimen autoritario. Por otra parte, han pasado a la historia los días en que uno de los presidentes de los clubs ingleses amenazaba con quemar las cámaras que entraran en el estadio. Horizontes más amplios Otra manifestación significativa de la globalización del fútbol estriba en la elección del adversario. En principio, y sin que sea menester siquiera plantearse la cuestión, los primeros partidos internacionales se disputaban entre los vecinos más próximos. Antes de la globalización, las distancias eran mayores si se toma como factor de medida el tiempo de desplazamiento. El horizonte no era tan amplio. Por otra parte, el primer partido internacional no fue total ni enteramente internacional. Enfrentó a Inglaterra y Escocia en 1872 –con el resultado de 0-0– que forman parte de un mismo Estado, Gran Bretaña. Sin embargo, las identidades nacionales escosa e inglesa eran –y siguen siendo– sólidas. Aparte de esta singular circunstancia, muy británica, la historia indica que en los comienzos se afianzó la tendencia a jugar primero con el equipo más cercano. El fútbol se profesionalizó en Inglaterra en 1885. Hubo que esperar a 1929 para asistir a la primera derrota inglesa (frente a España, por 4 a 3) y a 1950 para que Inglaterra se dignara participar en una Copa del Mundo. Sufrió, por otra parte, una humillante derrota ante Estados Unidos (1 a 0). Portugal jugó su primer partido contra España en 1923 (1 a 3) y Costa Rica contra El Salvador el mismo año. Suecia se enfrentó a Noruega en 1908 (11 a 0). El equipo de Francia comenzó sus encuentos internacionales contra Bélgica (en 1904, 3 a 3). Argentina jugó su primer partido contra Uruguay. Brasil se enfrentó a Argentina en su primer partido internacional en 1908. El primer adversario extranjero de Japón fue China, en 1917 (perdió China por 5 a 0). Senegal jugó contra Mali en 1965 después de la independencia. Eslovenia jugó su primer encuentro contra la Croacia que había formado parte de la federación yugoslava en 1991, y en 1992 fue admitida en la ONU y en la FIFA. Sudáfrica representa un caso especial en el que se entremezclan íntimamemente fútbol y política. Jugó su primer partido contra los Países Bajos en 1924. Casi toda África estaba colonizada y no se hallaba en condiciones de facilitar ningún competidor independiente, afiliado a la FIFA, a Sudáfrica. Además, a esta última tampoco le hubiera atraído excesivamente jugar encuentros contra equipos compuestos de jugadores negros. Después de 1955, Sudáfrica no participó más en encuentros internacionales, bajo los efectos del boicot a su política de apartheid. En 1992, reintegrada a la familia deportiva mundial tras la supresión del apartheid, jugó su primer partido contra Camerún, faro del continente negro. La Copa del Mundo ha hecho saltar por los aires la visión local y la adscripción exclusivamente geográfica del mundo. La Copa del Mundo es símbolo y señal, si se quiere de menor importancia, de la rápida y brusca aceleración que tiñe el siglo XX de las comunicaciones y las redes de información y que permite el intercambio de proyectos transculturales. Una rápida comparación entre las modalidades de la primera Copa del Mundo y la forma en que estas comunicaciones se desarrollan hoy día da una idea de la magnitud del cambio. Con ocasión de la primera Copa del Mundo en 1930, numerosos equipos, entre ellos el de Italia, no viajaron a Uruguay por considerar el viaje demasiado largo. Argumento plausible en la época que actualmente en absoluto resultaría disuasorio. Como represalia, Uruguay se negó a acudir a Italia para la Copa del Mundo de 1934. Para participar en los Juegos Olímpicos de 1924, los uruguayos viajaron en barco con billetes de tercera clase, durmieron en el tren en vagones de segunda clase sobre bancos de madera y jugaron los partidos a cambio de hospedaje. Uno mal puede imaginarse a Ronaldinho, Ronaldo o Roberto Carlos desplazándose en las mismas condiciones. En ocasión de la primera Copa del Mundo, los jugadores franceses –todos ellos amateurs– tuvieron que acordar con sus em- Hoy sería impensable que Ronaldinho, Roberto Carlos o Ronaldo viajaran en tercera y jugaran a cambio del hospedaje como hicieron los del equipo uruguayo en los Juegos Olímpicos de 1924 VANGUARDIA | DOSSIER 11 006 Boniface 18/5/06 15:57 Página 12 EL FÚTBOL, FENÓMENO GLOBAL POR EXCELENCIA 23 MIEMBROS DE LA FIFA NO MIEMBROS DE LA ONU Entre paréntesis, año del ingreso en la FIFA Anguila (1996) Antillas Holandesas (1932) Aruba (1988) Bermudas (1966) Escocia (1910) Gales (1910) Guam (1996) presas las condiciones de su desplazamiento. Gaston Varot no pudo participar, retenido en su puesto en la secretaría del Conservatorio Nacional de Música. Alex Tepot, el portero, pudo ir en el último minuto gracias a un permiso extraordinario de la administración de aduanas. Fue menester que interviniera el Quay d’Orsay ante el Ministerio de Defensa para que Marcel Pinel, militar, pudiera reunirse con el equipo. “L’Auto” dedicó 18 líneas al acontecimiento de la apertura del torneo el 13 de julio, e igual extensión a la segunda jornada. He aquí cómo informó un periódico deportivo sobre un partido del equipo de Francia: “Ayer en Montevideo, Francia derrotó a México. Un buen resultado.” Es patente el camino recorrido desde entonces... Trece equipos participaron en la Copa del Mundo de 1930 en Uruguay, entre ellos cuatro equipos europeos al precio de una travesía muy larga en barco. Las informaciones llegaban con cuentagotas. En la actualidad se han podido ver instantáneamente las imágenes del partido entre Australia y Uruguay o entre Bahrein y Trinidad-Tobago que, en noviembre 2005, dieron derecho a las dos últimas plazas de clasificación para el Mundial 2006. En este Mundial de Alemania, todo el planeta suspenderá el aliento, pendiente de los encuentros más electrizantes y de la senda hacia la final. Hong Kong (1954) Islas Caimán (1992) Islas Cook (1994) La FIFA, ¿más fuerte que la ONU? Islas Feroe (1988) La Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) fue creada en 1904 por delegados procedentes de Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Países Bajos, Suecia, Suiza. Los ingleses eludieron el acontecimiento, estimando que debían, en tanto que inventores del juego, mantenerse aparte. Sin duda, un rasgo muy inglés. Aguardar a que el tren haya salido para subir en marcha. El fútbol pone de relieve, igualmente, una característica nacional francesa: organizar las cosas, acentuar el impulso y talante institucional. La FIFA, la Copa del Mundo, la Copa de Europa de Campeones que se convertiría en la Champions League, son el balón de oro de las creaciones francesas, país que sólo reconocerá una federación por país. Las federaciones adheridas reconocerán en consecuencia el monopolio en sus respectivos suelos nacionales. Y, sin afiliación a la FIFA, no pueden organizar encuentros internacionales. La FIFA cuenta, por otra parte, más miembros que la ONU, 207 contra 191. Hong Kong y Macao –conservaron su plaza pese a la reunificación de China en 1997 y 1999– y Taiwán son miembros de la FIFA pero no de la organización mundial. Señalamos de paso que la FIFA triunfa donde la ONU ha fracasado desde sus inicios: hacer participar en la misma instancia internacional a China y Taiwán. Pero Taiwán hizo una concesión no revindicando el nombre de China aunque fue admitida como delegación china de Taiwán. Entrevistado por la revista “France Football”, Joao Havelange, que fue presidente de la FIFA de 1974 a 1978, respondió a la pregunta “¿cuál es su mayor satisfacción?” diciendo: “La entrada de China después de 25 años de exclusión. Invertí cinco años en lograrlo.” Aunque también hay que decir que no ha hecho depender su llegada de la exclusión de Taiwán, que es lo que hace en todas las organizaciones internacionales. Es asimismo el caso de Palestina, que fue admitida en el seno de la FIFA pero sigue sin serlo en el de la ONU en calidad de Estado. Sea cual fuere el porvenir deparado a esta parte atormentada del mundo, el equipo nacional de fútbol de Palestina habrá precedido al Estado palestino, como el equipo nacional de Argelia ha precedido al Estado argelino. Se trata, en consecuencia, de entidades unidas por vínculos menos estrechos con el Estado central que el resto del país. El hecho de constituir un equipo de fútbol independiente del Estado que se incorpora o ingresa en la organización en cuestión es la señal de la distancia que pretende subrayar- Islas Vírgenes Británicas (1996) Islas Vírgenes de EE.UU. (1998) Irlanda del Norte (1911) Macao (1976) Montserrat (1996) Nueva Caledonia (2004) Palestina (1998) Puerto Rico (1960) Samoa Estadounidense (1998) Tahití (1990) Taiwán (1954) Turcas y Caicos (1998) SIETE MIEMBROS DE LA ONU NO MIEMBROS DE LA FIFA Entre paréntesis, fecha del ingreso en la ONU Est. Fed. de Micronesia (17/IX/1991) Islas Marshall (17/IX/93) Kiribati (14/IX/1999) Mónaco (28/V/93) Nauru (14/IX/1994) Palau (15/XII/1994) Tuvalu (5/IX/2000) 12 VANGUARDIA | DOSSIER EL FÚTBOL, FENÓMENO GLOBAL POR EXCELENCIA se, del distanciamiento de la metrópoli que se trata de consolidar. Puede ser incluso un factor preliminar de un proceso de independencia formal. Un espacio europeo Cuando yo era adolescente –sobre este punto hay criterios opuestos y contradictorios; mi mujer piensa que sigo siéndolo, mis hijos que esa edad mía se remonta a antes de la Primera Guerra Mundial– seguía los torneos extranjeros leyendo los resúmenes de marcadores que publicaba “France Football”, deleitándome con algunos comentarios sobre el campeonato en cuestión. Mejoraba entonces mis conocimientos geográficos gracias a la lectura de estas tablas, aunque sabía poco de la vida y milagros de esos equipos. Nada de retransmisiones televisivas de torneos europeos si los equipos franceses no se hallaban directamente involucrados –y aún así no siempre–, nada de imágenes de campeonatos extranjeros. Lujo supremo: a finales de los años 60 o principios de los años 70, la televisión retransmitió la final de Copa inglesa. Y que cada cual se entretuviera comparando la calidad de la realización que contrastaba con la mediocridad de la retransmisión de los partidos franceses a la que ya estábamos acostumbrados. Naturalmente, había clubs más conocidos por ocupar los primeros puestos de la clasificación: el Real Madrid, el Benfica, el Inter de Milán y el Milán AC, el Manchester, el Bayern, el Barcelona, el Ayax, el Liverpool, la Juventus de Turín... pero su lugar en el palmarés variaba. Actualmente, mis hijos podrían citar los miembros de las dos terceras partes de los equipos que juegan en las ligas inglesa, españolas, italiana y alemana así como de los clubs destacados en diversos campeonatos. Los canales de televisión y la prensa dan cuenta de su trayectoria y evolución. En las tardes de la Liga de Campeones se pasa revista a los encuentros. Los juegos de vídeo familiarizan a niños y adolescentes con los nombres de todos los jugadores en activo en el continente europeo. En suma, se ha ampliado nuestro horizonte. El horizonte nacional subsiste pero se ha superpuesto a él un horizonte europeo. Y conviene ser consciente de ello. A menudo expresamos el temor de que Europa borre o difumine las identidades nacionales. No hay riesgo de ello en el ámbito del fútbol. Ante todo, porque los equipos nacionales siguen constituyendo intensas señas de identidad. Tal vez no sea inminente la aparición de un equipo europeo, tenemos instituciones y moneda común... en todo caso, el interés que prestamos al ámbito europeo no va en detrimento del ámbito nacional. Quienes se interesan por el fútbol se interesan al mismo tiempo por la liga de su país y de países vecinos donde juegan, por lo demás, futbolistas de todos los países europeos. No se trata, pues, de Europa contra las naciones: es la Europa y las naciones, o ni Europa ni naciones. Globalización, no americanización El fútbol constituye, por otra parte, uno de los raros fenómenos de la globalización que escapa a la dominación estadounidense. Las nuevas tecnologías son el Silicon Valley, la Bolsa es Wall Street, el poder es la Casa Blanca, el cine es Hollywood, la información es la CNN. El fútbol es una excepción a esta regla. Estados Unidos no es una gran potencia del fútbol, aunque obtuvo un sorprendente buen resultado en el Mundial de 2002. En este caso, la superpotencia es Brasil, no Estados Unidos, donde incluso se llama soccer a este deporte, reservando los términos de fútbol americano y hockey sobre hielo a estos deportes que ocupan el lugar preferente del escenario deportivo. Los sociólogos consideran que estos deportes cuajaron entre 1870 y 1930 en que adoptaron una postura hegemónica desplazando en parte a otros deportes. El fútbol (soccer) se consideró durante largo tiempo un juego de emigrados de forma que la integración pasó por la adopción de deportes nacionales. El hecho de que el fútbol sea una invención inglesa pesó asimismo notablemente en su relativo rechazo inicial por parte de Estados Unidos. Los estadounidenses quisieron crear su propio modelo deportivo. El béisbol (baseball), por otra parte, es una adaptación de un deporte inglés, el criquet (cricket), a la moda americana. En cuanto al básquet (basket), es una invención americana. Se creó en 1892 en un college de Massachussets para ofrecer a los estudiantes una actividad que pudieran practicar a cubierto durante el largo invierno. El soccer era en cierto modo un deporte que los atletas elegían tras ser eliminados de otros deportes más importantes, y un deporte igualmente de carácter femenino. En tanto que el equipo masculino estadounidense no destaca demasiado –aunque alcanzó los cuartos de final en el Mundial de 2002–, el equipo nacional femenino ganó los recientes campeonatos del La FIFA, que cuenta con más miembros que las Naciones Unidas, ha conseguido el éxito de hacer participar a China y Taiwán en una misma instancia internacional VANGUARDIA | DOSSIER 13 006 Boniface 5/6/06 10:41 Página 14 EL FÚTBOL, FENÓMENO GLOBAL POR EXCELENCIA bol/fútbol estadounidense refleja dos concepciones del tiempo y de la acción: brusca y violenta en Estados Unidos, más sosegada y regular en Europa. En 1930, los estadounidenses quedaron en tercer lugar en la Copa del Mundo, en la que participaron nuevamente en 1934 y 1950. Estados Unidos se clasificó para la Copa del Mundo de 2006 y ha participado en las últimas cuatro ediciones sin interrupción desde 1990. Pero, además del hecho de ser país organizador en 1994, debe igualmente su éxito a su presencia en la zona CONCACAF (Confederación del Fútbol Asociación del Norte y Centroamérica y el Caribe) que ofrece tres plazas, más una de repesca. Hay que señalar, en cualquier caso, que Estados Unidos es indudablemente el único país participante en la Copa del Mundo este año cuya clasificación no suscitó reacción alguna de júbilo popular. Tras la victoria contra Mexico, que clasificó para sorpresa general al equipo estadounidense para los cuartos de final, el presidente Bush telefoneó a los jugadores: “Muchas personas que no entienden nada de fútbol están estusiasmadas como yo y os apoyan.” La ausencia de lugar en el palmarés y de victorias explican, en fin, el escaso interés por este deporte en un país de tan intenso y acendrado nacionalismo deportivo aun cuando no cabe evitar mundo. Adquiere, no obstante, una creciente im- pensar que la participación de Estados Unidos en el portancia entre las jóvenes generaciones pues re- fútbol mundial resulta preferible a su modo de quiere equipo más económico y ofrece menor ries- participar en los restantes asuntos mundiales. En el go de lesión que otros deportes exclusivamente fútbol, pues, no hay unilateralismo ni voluntad de norteamericanos. En la franja de edad de 6 a 17 años, imponerse a los demás arguyendo la superioridad 7,2 millones de estadounidenses juegan al soccer, se- y universalidad de sus valores. Participan, y plenagún los datos de la SGMA, Sporting Goods Ma- mente, sin querer imponerse de manera agresiva. Bill Shankly, mánager del Liverpool de 1959 a nufacturers Association. Se practica en barrios urbanos relativamente acomodados. Según un perio- 1974, declaró que “el fútbol no es asunto de vida o dista estadounidense, “no es un deporte propio de muerte... ¡es mucho más importante que eso!” Con esta afirmación como mínimo categórica, gente dispuesta a desfondarse con tal de vencer. Es un deporte agradable, para jóvenes simpáticos y no es seguro que el técnico del Liverpool quisiera enabiertos, que no precisa de excepcionales aptitudes tonces subrayar que el fútbol pudiera –más allá de los físicas en envergadura o estatura corporal, fuerza o desafíos deportivos, de la pasión de los aficionados velocidad”. Es decir, se vive más como actividad de e incluso de los intereses económicos– convertirse igualmente en una apuesta esentretenimiento –se calcula que tratégica. Sin embargo, lo cier14 millones de aficionados jue- El fútbol es posiblemente el gan al fútbol todos los domin- único de esos raros factores to es que en eso consiste. El no es sólo –o ya no es sógos– que como una competide una cultura mundial que fútbol lo– un deporte que quepa adsción entendida como trampolín todos entienden por encima cribir exclusivamente a la afide ascensión social. ción de las masas o a la alta En términos de espectáculo, de naciones y generaciones competición. Se ha convertial fútbol le faltan elementos esenciales para el público estadounidense, la mêlée do en una pasión planetaria, uno de los raros eleo formación y la puntuación elevada. El béisbol, por mentos –incluso el único– de una cultura mundial su parte, es un deporte de conquistas regulares, a la que todos entienden y que salta por encima de la imagen de la conquista del Oeste. Se considera al soc- diversidad de las regiones, naciones y generaciones cer un deporte lento y aburrido: la oposición fút- del mundo. 14 VANGUARDIA | DOSSIER