FEDERALISMO Y SEGURIDAD PÚBLICA ANTECEDENTES Uno de los problemas sociales que más están afectando a la ciudadanía es el de la delincuencia. Este fenómeno lesiona la integridad física y el patrimonio de las personas, deteriora el estado de derecho, promueve la corrupción entre quienes integran las instituciones públicas, desalienta la inversión y debilita la base competitiva del sector productivo nacional y, por ende, disminuye el potencial de crecimiento económico. La seguridad pública es un bien que debe ser provisto por el Estado para cumplir la función esencial de proteger a las personas y a sus bienes, permitiendo así, el desarrollo del país. Un eficiente sistema público de seguridad no sólo asegura la integridad física de las personas y brinda protección a sus bienes e inversiones, si no también contribuye a la cimentación de un estado de derecho cuyos beneficios se traducen en un ambiente propicio para que los individuos y las empresas desarrollen sus actividades productivas. El objetivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública ha sido el de fortalecer la coordinación de los tres órdenes de gobierno y hacia el interior del las propias Dependencias del gobierno federal. No hay duda de que hay avances en el fortalecimiento de las instituciones policiales y de la propia coordinación, sin embargo, la sola apreciación de los hechos, de los que cotidianamente dan cuenta los medios de comunicación, nos muestran que el saldo general es francamente negativo. El incremento de los hechos violentos en diversas entidades del país, nos obligan a establecer como prioridad el revisar todos los aspectos normativos relacionados con la función del Estado de brindar seguridad pública, para establecer una verdadera política pública en esta materia. Los recursos económicos destinados a ese fin, así como los requisitos de distribución, también deben ser analizados y modificados, ya que los esquemas vigentes de asignación a través del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal, no han dado los resultados esperados. Por lo tanto, es necesario proponer nuevos esquemas que permitan destinar los recursos a los rubros que se han identificado como los que más impacto positivo tendrían en su aplicación en pro de la seguridad pública. 1 En el marco de la XXXI Reunión Ordinaria de la CONAGO, celebrada en la Ciudad de Tlaxcala, Tlaxcala, el 16 de febrero de 2007, como parte de su Mensaje el Lic. Felipe Calderón Hinojosa, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, afirmó: “Desde el inicio de mi Gobierno he señalado a los mexicanos tres prioridades: la seguridad pública, la superación de la pobreza y la generación de empleos.” “Estamos trabajando en los tres frentes, aunque las circunstancias precarias que observamos en la lucha contra el crimen, la lucha por rescatar la seguridad pública, ha llamado y ameritado una mayor atención por parte de todos…” “Para avanzar en los compromisos, tendremos que unir esfuerzos, en el caso del Gobierno Federal, con todos los recursos humanos, materiales, económicos y tecnológicos a nuestro alcance, y en el de las 32 Entidades Federativas, con la fuerza de la policía local, con los recursos acumulados en el Fondo de Aportaciones a la Seguridad Pública y los cinco mil millones adicionales previstos en el actual presupuesto y que recibirán los Estados en los primeros 10 meses del año.” En este marco, debemos considerar algunos antecedentes históricos para poder entender la situación actual que guarda la distribución de los recursos del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal. Hasta antes de que entrara en vigor el esquema fiscal vigente, el sistema tributario se distinguía por la multiplicidad de contribuciones, tanto federales como estatales y municipales, lo que originaba un sistema complejo, poco equitativo y confuso para la sociedad; existían diversas leyes y ordenamientos que se sobreponían entre sí, con frecuencia contradiciéndose entre sí, con una elevada carga de concurrencia que significaba un sobregravamen para los contribuyentes, así como una amplia multiplicidad de funciones similares de administración tributaria, entre diferentes órdenes de gobierno y autoridades fiscales, representando un costo significativo para la sociedad y para la financiación de los servicios personales de la burocracia que este esquema requería. Por ello, en la década de los setenta se sentaron las bases para crear un Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que proporcionase una clara normatividad que permitiera armonizar el sistema tributario, buscando eliminar en lo posible la concurrencia impositiva y tratando de consolidar las finanzas de los distintos niveles de gobierno. Asimismo, en 1980 se gesta una importante reforma fiscal que cambia por completo el esquema tributario vigente hasta ese momento, sustituyendo el impuesto federal sobre ingresos mercantiles por el impuesto al valor agregado; asimismo, se crea la Ley de Coordinación Fiscal, que da formalidad y norma al Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, naciente hace 25 años, y dando paso al Convenio de Adhesión al Sistema Nacional de Coordinación Fiscal. El Sistema Nacional de Coordinación Fiscal se convirtió en el principal instrumento regulador de las relaciones fiscales intergubernamentales, buscando acciones que mejoren la equidad y simplicidad del sistema tributario y tratando de dar mayor fortaleza a las finanzas estatales y municipales. En sus orígenes, el sistema se centró en la distribución de ingresos fiscales; 2 sin embargo, hoy en día se ha manifestado en una ampliación de las relaciones intergubernamentales hacia los ámbitos de gasto y deuda pública, lo que hace evidente la importancia y trascendencia del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal y su funcionamiento. El Sistema de Coordinación Fiscal vigente se distingue por dos elementos sustanciales: la concentración de las más amplias fuentes impositivas en el orden federal, y la normatividad que establece la Ley de Coordinación Fiscal; para que funcione el sistema fiscal, pese al sacrificio económico que significó para los gobiernos locales perder la mayoría de sus contribuciones, la Ley de Coordinación Fiscal estableció el sistema de participaciones federales y a través de este sistema el gobierno federal participa a las entidades de la recaudación de contribuciones federales; con su creación se logró consolidar la coherencia, unidad y complementariedad al sistema tributario nacional. El Ramo 33, "Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios", surge de la integración de programas y recursos que anteriormente se ejercían a través del Ramo 12, "Salud", Ramo 25, "Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos", y Ramo 26, "Solidaridad y Desarrollo Regional”, derivado de una serie de reformas y acciones con el objetivo de descentralizar las responsabilidades y los recursos humanos y materiales. Fue a finales de 1997 cuando se dio un paso trascendental para el proceso de descentralización del gasto público federal, con motivo de la reforma y adición del Capítulo V a la Ley de Coordinación Fiscal, que se tradujo en la creación de la figura de "aportaciones federales para entidades federativas y municipios", incorporándolo al Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal de 1998. Con la creación del Ramo 33 se dotó a las entidades federativas y municipios de mayor certeza jurídica y certidumbre en la disponibilidad de recursos, más responsabilidades sobre el uso y vigilancia de los mismos, y de acuerdo con la Ley de Coordinación Fiscal, estos recursos son transferencias etiquetadas para cubrir las necesidades sociales relacionadas con la educación, salud, infraestructura social, seguridad pública y otras. Los Fondos que integran el ramo son los siguientes: I. II. III. IV. V. VI. VII. VIII. Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal; Fondo de Aportaciones para Servicios de Salud; Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social; Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios y de las Demarcaciones Territoriales del Distrito Federal; Fondo de Aportaciones Múltiples; Fondo de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos; Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal; Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas. 3 El Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal (FASP) fue incorporado al Presupuesto de Egresos de la Federación en 1998 y entró en vigor a partir de 1999. En el FASP se concentraron los recursos que el Gobierno Federal Transfiere a los Estados y Municipios para su ejercicio en acciones en materia de seguridad pública. La Ley de Coordinación Fiscal establece para los fondos de Infraestructura Social; el Fortalecimiento de los Municipios y de las Demarcaciones Territoriales del Distrito Federal; de Aportaciones Múltiples y la Educación Tecnológica y de Adultos, del Ramo General 33, un porcentaje predeterminado sobre el monto total participable. Conforme a lo dispuesto en los párrafos primero y segundo del Artículo 44 de la Ley de Coordinación Fiscal, el FASP se constituirá de la siguiente manera: Artículo 44.- El Fondo de Aportaciones para la seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal se constituirá con cargo a recursos federales, mismos que serán determinados anualmente en el Presupuesto de Egresos de la Federación. La Secretaría de Seguridad Pública formulará a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público una propuesta para la integración de dicho Fondo. En el Presupuesto de Egresos de la Federación de cada ejercicio fiscal hará la distribución de los recursos federales que integran este Fondo entre los distintos rubros de gasto del Sistema Nacional de Seguridad Pública aprobados por el Consejo Nacional de Seguridad Pública. Por ello, la asignación anual del FASP depende de la estimación que hace la Secretaría de Seguridad Pública Federal en el Anteproyecto de Presupuesto que presenta a la Secretaría de Hacienda y el monto definitivo es determinado por la Cámara de Diputados, al aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación. Lo anterior ha ocasionado que se tomen decisiones que incluso disminuyen el monto total, de hecho, a pesar de la importancia que tiene la Seguridad Pública como tema de la agenda nacional, el monto de los recursos de los últimos años ha sido prácticamente el mismo. DIAGNÓSTICO La distribución de los recursos del FASP, a nivel de cada entidad federativa, se realiza conforme a lo dispuesto en el párrafo tercero del artículo 44 de la Ley de Coordinación Fiscal, en los siguientes términos: “El Ejecutivo Federal, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, entregará a las entidades el Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal con base en los criterios que el Consejo Nacional de Seguridad Pública determine, a propuesta de la Secretaría de Seguridad Pública, utilizando para la distribución de los recursos, criterios que incorporen el número de habitantes de los Estados y del Distrito Federal; el índice de ocupación penitenciaria; la implementación de programas de prevención del delito; los recursos destinados a 4 apoyar las acciones que en materia de seguridad pública desarrollen los municipios, y el avance en la aplicación del Programa Nacional de Seguridad Pública en materia de profesionalización, equipamiento, modernización tecnológica e infraestructura. La información relacionada con las fórmulas y variables utilizadas en el cálculo para la distribución y el resultado de su aplicación que corresponderá a la asignación por cada Estado y el Distrito Federal, deberá publicarse en el Diario Oficial de la Federación a más tardar a los 30 días naturales siguientes a la publicación en dicho Diario del Presupuesto de Egresos de la Federación del ejercicio fiscal de que se trate. Los convenios celebrados entre las partes integrantes del Sistema Nacional y los anexos técnicos, deberán firmarse en un término no mayor a sesenta días contados a partir de la publicación de la información antes mencionada.” Como es sabido, es necesario un incremento en el total de los recursos. Es conveniente mencionar que el FASP representa un monto sumamente pequeño del total de los recursos que las entidades federativas, a nivel estatal y municipal destinan a la Seguridad Pública, de ahí se deriva la necesidad de revisar esta situación. La incertidumbre sobre el monto anual del FASP dificulta la planeación y programación, afectando el desarrollo de programas de mediano y largo plazo. Existe consenso entre las Entidades Federativas sobre la problemática descrita, percibido en las reuniones de la Comisión de Seguridad Pública de la CONAGO, y del Consejo Regional de Seguridad Pública del Centro País, tratado también con los integrantes de las regiones Sur, Sureste y Noroeste. La Región Centro País presenta un índice delictivo de los más altos e integra a las entidades federativas con mayor población de la República; el Distrito Federal y el Estado de México, en las que se realiza un amplio esfuerzo en materia de seguridad pública. Por otra parte, entidades como Hidalgo y Tlaxcala manejan un bajo índice delictivo, por una parte por sus características demográficas y socio económicas, pero también por un intenso trabajo en materia de seguridad pública, a pesar de lo cual reciben una cantidad insuficiente de recursos: de igual manera, Morelos y Puebla mantienen un indicador delictivo que refleja positivamente las tareas que realizan en la materia y que requieren de mayores recursos económicos. Como se mencionó anteriormente, el objetivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública ha sido fortalecer la coordinación de los tres órdenes de gobierno y hacia el interior de las propias Dependencias del gobierno federal. Sin embargo, la delincuencia, el crimen organizado y las nuevas expresiones del delito como el narcomenudeo, han generado un clima que pone en riesgo la seguridad nacional. Por esto se considera como obligación el modificar los aspectos normativos relacionados con la función del Estado de brindar seguridad pública, y en este caso, los fundamentos legales de los recursos económicos destinados a este fin, así como redefinir los criterios de distribución, estimulando a las Entidades Federativas que cumplan con la reducción de los índices delictivos a través de la prevención del delito. 5 PROPUESTA Actualmente el monto que se asigna al FASP depende del Proyecto de Presupuesto que el Ejecutivo envía al Congreso de la Unión anualmente y para su asignación definitiva, de la decisión final del Poder Legislativo. En tal virtud se considera necesario modificar la legislación aplicable, en este caso la Ley de Coordinación Fiscal, a fin de establecer un parámetro objetivo a fin de integrar el monto anual del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal; tal parámetro tomaría como base, un porcentaje de la recaudación fiscal participable, según la estimación que de la misma se realice en el propio Presupuesto, con base en lo que al efecto establezca la Ley de Ingresos de la Federación para un ejercicio determinado. La recaudación federal participable, ha sido un elemento importante en la distribución de recursos para las entidades federativas y municipios en los casos del Ramo General 33, referente a las aportaciones federales en cuatro de los ocho fondos que lo integran. Este criterio ha sido aceptado anteriormente como una herramienta efectiva para eliminar la discrecionalidad y la incertidumbre que se generan en la asignación anual de recursos. En este sentido, debe considerarse que uno de los motivos del Legislador en la creación del Ramo General 33 fue evitar la discrecionalidad de las Dependencias Federales en la asignación de recursos. Los montos que se asignarían a las Entidades Federativas mediante el FASP dependerían de los movimientos que impactan la recaudación federal participable, por lo que, de acuerdo con lo establecido en el artículo 44 de la Ley de Coordinación Fiscal, debe plantearse la necesidad de que el Consejo Nacional de Seguridad Pública revise la fórmula de distribución de los recursos en busca de mayor equilibrio. Asimismo, se propone que se considere el índice delictivo por entidad de los delitos cometidos del fuero federal y local, como uno de los criterios que se tome en cuenta para la distribución de recursos entre las entidades federativas, y que en los rubros de gasto se adicione el programa especial para los estados con mayor incidencia del crimen organizado, así como una mayor dotación de recursos para aquellas Entidades Federativas que muestran un mayor abatimiento de los índices delictivos. En este contexto, con la presente propuesta se obtendrían, los siguientes beneficios: Fortalecer los procesos de planeación de mediano y largo plazo de las entidades federativas, lo que en principio debe mejorar y eficientar el ejercicio del recurso. Se evita la incertidumbre que genera no conocer el monto anual de recursos que recibirán las Entidades Federativas, derivada de la asignación presupuestal al FASP a propuesta del Ejecutivo Federal para la aprobación de la H. Cámara de Diputados. 6 Dicha incertidumbre obliga a las Entidades Federativas a programar recursos totales en un solo año, en acciones que pueden ser de carácter multianual. (Por ejemplo, los recursos de infraestructura para seguridad pública se programan generalmente en un ejercicio fiscal, aún cuando se ejercen en diversos años) Lo anterior provoca que contable y presupuestalmente los recursos permanezcan varios años, en el ejercicio fiscal en que fueron asignados hasta el término de los trabajos de las obras, lo cual genera una percepción de existencia de saldos a través del tiempo. En otros casos, se impide programar de manera simultánea, recursos suficientes para acciones que requieren de altos niveles de inversión (Red Nacional de Telecomunicaciones, Sistema Nacional de Información, entre otras) toda vez que podrían ser truncados en caso de que no contar con suficiencia presupuestal para su ejecución en años subsecuentes, con las responsabilidades que esto conlleva. Por el contrario, al garantizar un nivel de ingresos al FASP mediante la participación de un porcentaje de la Recaudación Federal Participable, se facilitará una programación estratégica de los recursos en diversas actividades prioritarias de manera simultánea en cada Entidad Federativa, en virtud de que tendría la seguridad de la suficiencia presupuestal. Adicionalmente, la garantía de poder contar con recursos suficientes, permitirá entre otras acciones: Consolidar los Sistemas Estatales de Inteligencia Policial, mediante la incorporación de tecnologías de punta e implementación de sistemas de recolección, procesamiento y análisis de la información, para incrementar la eficacia de la investigación policiaca. Modernizar permanentemente los sistemas de comunicación interinstitucional y entre los tres órdenes de gobierno, apoyando su capacidad de respuesta en situaciones de emergencia y en la prevención del delito. Fortalecer los recursos en materia de profesionalización y capacitación a un mayor número de elementos de las diversas corporaciones dedicadas a la prevención y combate al delito, entre otros. Es relevante establecer que los niveles de participación del FASP dentro de los programas sectoriales de las Entidades Federativas de prevención y combate al fenómeno delictivo, representan en la mayoría de los casos, cuando más, un 20% del total de los recursos propios que los Estados destinan para estos fines. En este sentido, se propone modificar los párrafos primero y segundo del artículo 44 así como el artículo 45, ambos de la Ley de Coordinación Fiscal en los siguientes Términos: 7 Artículo 44. El Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal se constituirá con cargo a recursos Federales, mismos que serán determinados anualmente en el Presupuesto de Egresos de la Federación por un monto equivalente, sólo para efectos de referencia, al 1.0 por ciento de la recaudación federal participable a que se refiere el artículo 2o. de esta ley, según estimación que de la misma se realice en el propio presupuesto, con base en lo que al efecto establezca la Ley de Ingresos de la Federación para ese ejercicio. La Secretaría de Seguridad Pública formulará a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público una propuesta para la integración de dicho fondo. ....... El Ejecutivo Federal, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, entregará a las entidades el Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal con base en los criterios que el Consejo Nacional de Seguridad Pública determine, a propuesta de la Secretaría de Seguridad Pública, utilizando para la distribución de los recursos, criterios que incorporen el índice delictivo por entidad, de los delitos cometidos del fuero federal y local, el número de habitantes de los Estados y del Distrito Federal; el índice de ocupación penitenciaria; la tasa de crecimiento anual de indiciados y sentenciados; la implementación de programas de prevención del delito; los recursos destinados a apoyar las acciones que en materia de seguridad pública desarrollen los municipios, y el avance en la aplicación del Programa Nacional de Seguridad Pública en materia de profesionalización, equipamiento, modernización tecnológica e infraestructura. La información relacionada con las fórmulas y variables utilizadas en el cálculo para la distribución y el resultado de su aplicación que corresponderá a la asignación por cada Estado y el Distrito Federal, deberá publicarse en el Diario Oficial de la Federación a más tardar a los 30 días naturales siguientes a la publicación en dicho Diario del Presupuesto de Egresos de la Federación del ejercicio fiscal de que se trate. Los convenios celebrados entre las partes integrantes del Sistema Nacional y los anexos técnicos, deberán firmarse en un término no mayor a sesenta días contados a partir de la publicación de la información antes mencionada. ........ Artículo 45.- Las aportaciones federales que con cargo al Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal reciban dichas entidades se destinarán exclusivamente al reclutamiento, formación, selección, evaluación y depuración de los recursos humanos vinculados con tareas de seguridad pública; al otorgamiento de percepciones extraordinarias para los agentes del Ministerio Público, los Peritos, los Policías Judiciales o sus equivalentes de las Procuradurías de Justicia de los Estados y del Distrito Federal, los policías preventivos o de custodia de los centros penitenciarios y de menores infractores; al equipamiento de las policías judiciales o de sus equivalentes, de los peritos, de los ministerios públicos y de los policías preventivos o de custodia de los centros penitenciarios y de menores infractores; al establecimiento y operación de la red nacional de telecomunicaciones e informática para la seguridad pública y el servicio telefónico nacional 8 de emergencia; a la construcción, mejoramiento o ampliación de las instalaciones para la procuración e impartición de justicia, de los centros de readaptación social y de menores infractores, así como de las instalaciones de los cuerpos de seguridad pública y sus centros de capacitación; al seguimiento y evaluación de los programas señalados; y, al Programa Especial para los Estados con Mayor Incidencia de Crimen Organizado, así como a aquellos que alcancen una mayor abatimiento del índice delictivo. Los recursos para el otorgamiento de percepciones extraordinarias para los agentes del Ministerio Público, los policías judiciales o sus equivalentes, los policías preventivos y de custodia, y los peritos de las procuradurías de justicia de los Estados y del Distrito Federal, tendrán el carácter de no regularizables para los presupuestos de egresos de la Federación de los ejercicios subsecuentes y las responsabilidades laborales que deriven de tales recursos estarán a cargo de los gobiernos de los Estados y del Distrito Federal. Dichos recursos deberán aplicarse conforme a los programas estatales de seguridad pública derivados del Programa Nacional de Seguridad Pública, acordado por el Consejo Nacional de Seguridad Pública, de acuerdo a la Ley General que establece las Bases de Coordinación del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Serán materia de anexos específicos entre la Federación y los Estados y el Distrito Federal, los programas de la Red Nacional de Telecomunicaciones e Informática y el Servicio Telefónico Nacional de Emergencia del Sistema Nacional de Información. Los Estados y el Distrito Federal proporcionarán al Ejecutivo Federal, por conducto de la Secretaría de Gobernación, la información financiera, operativa y estadística que le sea requerida. En conclusión reiteramos que el alcance de la presente propuesta es producto del consenso entre las Entidades Federativas sobre la problemática descrita, percibido en las reuniones de la Comisión de Seguridad Pública de la CONAGO y del Consejo Regional de Seguridad Pública del Centro País, también tratado con los integrantes de las Regiones Sur-Sureste y Noroeste, para establecer un porcentaje irreductible de la Recaudación Federal Participable, convenido ya en la Conferencia Nacional de Gobernadores en los Acuerdos logrados ante la Cámara de Diputados en el año de 2007 que definió: El aumento del FASP en mil millones de pesos, autorizándose en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2008, la cantidad de seis mil millones de pesos. El planteamiento del Acuerdo del Pleno de la CONAGO a fin de establecer un porcentaje específico sobre la Recaudación Federal Participable, para la determinación del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de las Entidades Federativas, del Ramo General 33 del Presupuesto de Egresos de la Federación, planteamiento que no tuvo respuesta en lo inmediato, pero se ha continuado con las gestiones a fin de obtener una respuesta favorable. 9 Por todo lo anterior, las Entidades Federativas integrantes del Consejo Regional de Seguridad Pública del Centro País (Distrito Federal, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala), con el apoyo de las Regiones Sur-Sureste y Noroeste del País, insistimos en la solicitud de aprobación de la propuesta hecha en la Comisión de Seguridad Pública de la Conferencia Nacional de Gobernadores y ratificada ante las Comisiones de Seguridad Pública del Congreso de la Unión por el Ing. Eduardo Bours Castelo, Coordinador de aquélla Comisión de la CONAGO. 10