LA EXPERIENCIA PENTECOSTAL – Kittim Silva – Editorial Carisma

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LA EXPERIENCIA PENTECOSTAL – Kittim Silva – Editorial Carisma – 87 paginas
CAPITULO 1: Factores que contribuyeron al avivamiento pentecostal moderno
El movimiento pentecostal del siglo XX fue el resultado de muchos factores eclesiológicos,
sociológicos, teológicos y psicológicos que se sumaron en el tiempo histórico de Dios, dando
nacimiento al mismo. Ellos son:
 Una paradoja espiritual
 Una decadencia moral
 Un redescubrimiento doctrinal
I. Una paradoja espiritual
En los últimos 15 años del siglo XIX evangelistas como Moody y Sankey fueron instrumentos
para despertar a miles de personas y encaminarlas hacia una nueva y fresca experiencia
religiosa. Los convertidos tuvieron el problema de la falta de nutrición espiritual. Una vez
que los evangelistas terminaban sus campañas de avivamiento, las congregaciones no podían
alimentarlos. Brumback señala el aspecto positivo y negativo que preparó al avivamiento
pentecostal moderno:
1) Aspecto Negativo: El denominacionalismo imperante en esos días: procreó un
cristianismo vacío de Cristo. Síntomas religiosos:
a) El abandono de la fe: atacado por el darwinismo y el alto criticismo bíblico,
abrazando el liberalismo, la racionalización y la fe intelectualizada.
b) El formalismo: adoración controlada, liturgia libre de lo espontaneo y
emocional, las campañas de avivamiento se descontinuaron.
c) La religión no se experimentaba: el nacimiento físico vino a ser lo esencial para
la membresía de la iglesia. Los credos y ordenanzas fueron desplazados.
d) La mundanalidad: el movimiento de la Santidad trató de contrarrestarlo.
e) El profesionalismo clerical: el énfasis era en la capacidad intelectual y
preparación académica que en el llamado divino.
f) La conciencia de clases: la aristocracia en las iglesias fue abortando a los
pobres.
2) Aspecto positivo: condiciones descriptivas
a) El arrepentimiento: mediante ayuno, llano y oración.
b) La intercesión: la oración se convirtió en una necesidad del alma, y en un
deber del creyente que buscaba a Dios.
c) Énfasis en la biblia: Se llamó a escudriñarla, se celebraban convenciones
bíblicas y se levantaban institutos bíblicos.
d) La expectación de la lluvia postrera: Se presentía que Dios quería mojar con su
lluvia del Espíritu Santo a muchos creyentes. Joel 2:15-29, Hch. 1:14-21, era
algo que podía repetirse de nuevo.
e) La segunda obra de gracia: la regeneración producida en el corazón del
penitente arrepentido era la primera obra de gracia producida por el Espíritu
Santo, el bautismo del Espíritu Santo era la segunda obra de gracia.
f) El sentir misionero:
g) La restauración de lo sobrenatural: hubo un despertar a la sanidad divina.
Algunos de los predicadores fueron: Gordon, Simpson, Murray, Dowie.
II. Una decadencia Moral
Los elementos que contribuyeron a que muchos creyentes fueran llenos del Espíritu
Santo con la evidencia de hablar en lenguas son:
1. Una reverencia a la Biblia: En el colegio Betel, en Topeka Kansas, donde se
encendió la chispa pentecostal, la Biblia era el libro de texto principal.
2. Una vida de santidad: el énfasis en la santidad desde el principio caracterizó a
la Iglesia Pentecostal.
3. Un énfasis en el sacrificio vicario: El movimiento pentecostal siempre declaró
que el pecado humano sólo es perdonado cuando se transfiere con
arrepentimiento a la obra redentora de Jesús.
III. Un redescubrimiento doctrinal
Lo que comenzó como una experiencia general para toda la Iglesia se
transformó en una denominación.
1. Toda la experiencia Pentecostal fue un nuevo redescubrimiento de las Sagradas
Escrituras. La iglesia había enfatizado tanto el ministerio de Cristo que había
sumergido el del Espíritu Santo.
2. El culto que se daba a Dios era muchas veces producto de un solo líder. Los primeros
pentecostales reconocen el carácter de la “koinonía” del cuerpo de Cristo.
3. Las señales y milagros eran promesas para la Iglesia entonces había que volver a
darle su lugar. Hebreos 13.8
CAPITULO 2: Un movimiento sin “padre” y sin “abuelo”.
1. El movimiento de la Santidad
La teología del Movimiento de la Santidad es fundamentalista (interpretación literal de la
Biblia, el nacimiento virginal de Jesús, su sacrificio expiatorio), arminiana (libre voluntad y
gracia gratuita), wesleyana (la santificación como una segunda obra de gracia es proclamada
desde el punto de vista de Juan Wesley) y separatista (un énfasis marcado en la santidad
como separación del mundo).
El movimiento de la Santidad de manera general, tanto en la teología como en la práctica, es
el hijo denominacional del Metodismo. La influencia metodista se revela en su fe y
costumbres wesleyanas. Los fundadores en su mayoría habían sido ministros metodistas y
los primeros miembros provenían de iglesias metodistas.
A pesar de la contribución que el Movimiento de la Santidad indirectamente aportó en
prepara el escenario para el drama pentecostal del Siglo XX, no podemos referirnos al mismo
como el padre del Movimiento Pentecostal.
La contradicción doctrinal de la santificación entre el Movimiento de la Santidad y los
Pentecostales está en la manera como ambos describen esta obra de gracia. Para los
primeros es la segunda obra de gracia. Para los pentecostales la segunda obra de gracia
necesitaba certificarse por la señal de hablar en lenguas, llegando el Bautismo en el Espíritu
Santo a considerarse una tercera obra de gracia.
2. El metodismo o wesleyanismo
John Wesley fundo el metodismos con su llamado a al doctrina de la perfección cristiana del
siglo XVIII, sin incurrir como referencia al Bautismo en el Espíritu Santo.
La expresión Bautismo en el Espíritu santo podría significar entre los metodistas:
Santificación, conversión, unción.
En 1908 Frank M. Boyd con su entrada al Movimiento Pentecostal, trajo consigo una
escatología que determinaría muchos de los principios a los cuales se aferran los
pentecostales al tratar temas apocalípticos.
Entre los años 1910 a 1916 muchos bautistas se unieron al Movimiento Pentecostal de
manera individual. Estos crearon un conflicto en cuanto a la obra de la gracia, produciéndose
una de las primeras rupturas doctrinales pentecostales.
CAPITULO 3: El nacimiento de la Iglesia Pentecostal
La iglesia Primitiva o apostólica tenía ciertas características:
1. Las iglesias del primer siglo se reunían en los hogares.
2. Su adoración cantada consistía de “himnos y de salmos”
3. Las congregaciones eran dirigidas por una junta de “ancianos”, llamados “presbíteros”
posteriormente y luego “obispos”; además de un grupo de “diáconos”.
4. Las ofrendas se recogían el primer día de la semana, y no todos los días o cuando llegara
el predicador invitado.
5. Los líderes eran mantenidos por las congregaciones, la mayor parte de las veces.
6. Las iglesias primitivas practicaban un judaísmo mezclado con cristianismo, las no
helenizantes.
La iglesia apostólica o del primer siglo no era pentecostal. Las comunidades cristianas
primitivas eran de un carácter “carismático”.
La “glosolalia” o “hablar en lenguas” es un fenómeno pneumatológico que en la escritura
neotestamentaria, es expuesto por Lucas y Pablo. La glosolalia cobra importancia dentro del
cúmulo de valores doctrinales de la iglesia primitiva. Marcos menciona la experiencia físicoPneumatologica “hablarán en nuevas lenguas”
En el siglo II, los montanistas, seguidores del profeta Montano, reclamaban el ser poseídos
por el Espíritu Santo e inspirados a hablar en lenguas extrañas. Los anabaptistas del siglo
XVI, hicieron alusión a este tipo de experiencia.. Los camisardos del sur de Francia en el siglo
XVII mencionaban el hablar en lenguas como algo recibido. Los jansonitas (movimiento que
buscaba reformas católicas dentro de la Iglesia Católica) testificaban de este idioma del
Espíritu Santo que le había sido dado a la iglesia primitiva. En los Estados Unidos existió un
grupo religioso llamado “Shakers” en el siglo XVIII que según lo relatado hablaban lenguas
desconocidas en sus cultos. En el siglo XIX, en la iglesia de Edgard Irving en Inglaterra,
muchos creyentes practicaban la glosolalia. Hay ciertas evidencias históricas de que muchos
mormones, y grupos de la Santidad de las montañas de Tennessee y Carolina del Norte
hablaron lenguas en el siglo XIX.
1. El derramamiento del Espíritu Santo en Carolina del Norte
En el año 1896 unos cien creyentes experimentaron el bautismo del Espíritu Santo en este
estado, evidenciado por el elemento glosolálico. Ellos pertenecían a un movimiento religioso
llamado la unión Cristiana. En el año 1902, le cambiaron dicho nombre por “Iglesia de la
Santidad” y en 1907 volvieron a llamarle “Iglesia de Dios”. A esta iglesia se le llama
generalmente Iglesia de Dios de Cleveland, Tennessee.
2. El derramamiento del Espíritu Santo en Topeka, Kansas
En el año 1900 el reverendo Charles F. Parham, adquirió la “Mansión de Piedra”, un edificio
en Topeka, Kansas, como sede para el Colegio Bíblico Bethel. En la mañana del día 31 de
diciembre de 1900, la inquietud de lo que sería evidente entre los alumnos, después de
iniciado el año 1901, el Espíritu santo se derramó sobre la señora Inés Ozmán y a los pocos
días sobre los alumnos y doce ministros. El poder del Espíritu Santo estaba tomando control
de cada lugar en el Colegio Bíblico. Las invitaciones llovían a granel para Parham, invitándole
a ministrar en distintos lugares.
CAPITULO 4: El avivamiento en la calle Azusa
Una mujer negra, llamada Lucy Farrow, cocinera en la escuela bíblica de Houston, Texas,
después de la experimentar la operación glosolalia del Espíritu Santo, habló con el reverendo
Charles Parham de su llamado a la ciudad de Los Ángeles en California. la hermana Farrow
comenzó con servicios de oración, y pronto le pidió al hermano Parham ayuda ministerial y
Seymour le fue enviado como ayudante, llegándose a convertir en el líder. el matrimonio
Asberry pusieron su hogar al servicio de Dios para se celebraran culto, allí unas 7 personas
fueron bautizados en el Espíritu Santo. Lo ocurrido atrajo la atención de muchos curiosos,
que venían a ve y a escuchar a los creyentes que estaban bajo la bendición del Espíritu Santo,
danzando y hablando en lenguas.
Del hogar de los Asberry, se tuvieron que trasladar a los servicios a la calle Azusa Nº 312, lo
que llegaría a ser la “meca” del pentecostalismo norteamericano. El hermano Seymour le
llamó a esta obra la “misión del Evangelio de la Fe Apostólica”. Durante tres años la misión
de Azusa estuvo bajo un continuo avivamiento. Peregrinos de todas partes venían para ver
lo que Espíritu Santo estaba haciendo. Los servicios de adoración eran continuos, tanto de
día como de noche. Los cultos eran informales, nada se planificaba de antemano, los himnos
eran escogidos en el momento, los predicadores hablaban de manera extemporánea. El
tema de las predicaciones o los títulos de los sermones no se anunciaban. Cualquiera podía
ser levantado y transmitir el mensaje que a juicio de la congregación venía de Dios. La
plataforma estaba a nivel de la congregación. No había diferencias raciales, clasismo o
prejuicios intelectuales. Nadie parecía controlar las cosas, sino el Espíritu Santo.
Parham no estuvo muy de acuerdo con la manera como Seymour dirigía la misión Azusa.
la experiencia pentecostal de Azusa, de algo espontáneo y de una liturgia informal, comenzó
a tomar forma administrativa, litúrgica y denominacional. La famosa Misión Azusa ya no
existe. Donde una vez estuvo la “meca” del Movimiento Pentecostal del siglo XX,
encontramos un edificio de orientales. Pero esa Misión en la Calle Azusa Nº 312 continuará
grabada en la memoria del Movimiento Pentecostal Moderno.
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