LECTURA 1 Sindicatos, ONG, y códigos de conducta corporativos EN : DEVELOPMENT IN PRACTICE La proliferación de códigos corporativos de conducta genera tanto alianzas como tensiones entre los sindicatos y las ONG que trabajan con los derechos de los trabajadores en la economía global. Alianzas debido a que los sindicatos y las ONG comparten el deseo común de detener el comportamiento abusivo de las compañías multinacionales y una meta más amplia de controlar el poder corporativo en la economía global. Tensión, porque los sindicatos y las ONG tienen distintos intereses institucionales y formas de pensar y expresarse sobre la justicia social en la economía global. Existen temores de que los códigos de conducta puedan ser usados para debilitar el poder de los trabajadores en los sindicatos. El fundamento detrás de la retórica de esta nueva generación de códigos de conductas corporativos, está ciertamente cuestionado. Sin embargo, este documento argumenta que dada la débil presencia de los sindicatos en la línea de ensamblaje global y la rápida respuesta de muchas ONG, tales códigos son una valiosa herramienta. Los sindicatos y las ONG aún tienen más en común entre sí que lo que cualquiera de los dos tiene con las corporaciones, los gobiernos o las organizaciones internacionales que ven el libre comercio y el libre flujo de los capitales como la solución a los bajos estándares laborales. Pero ambos necesitan tener claras sus diferencias y roles al asumir los retos y las oportunidades que les esperan. LECTURA 2 LAS ONG Y LOS SINDICATOS : Por Bill Jordan CIOSL Las ONG están desempeñando un papel cada vez mayor en la sociedad civil, tanto en el plano nacional como internacional. Dentro del movimiento sindical se han llevado a cabo muchas discusiones sobre la experiencia que hemos tenido hasta la fecha trabajando conjuntamente con las ONG. En el plano internacional, en esta discusión han tenido una participación particular la CIOSL y los SPI. Las experiencias examinadas han sido muy variadas, algunas de ellas muy buenas, otras muy malas, algunas se refieren a períodos muy largos y otras a campañas muy cortas centradas en un solo tema. Lo que ha quedado claro en el curso de esta reflexión es que es difícil aplicar una política general relativa a la cooperación de los sindicatos con las ONG. Hay muchos tipos diferentes de ONG que a menudo tienen objetivos y métodos muy distintos. La mayoría de ellos son bastante diferentes a los de los sindicatos, debido a que las ONG no disponen de una base importante de miembros que pagan cotización y no tienen que conciliar una amplia gama de intereses dentro de sus estructuras democráticas. Sin embargo, ya no se trata de saber si hay que cooperar o no con las ONG sino determinar qué tipo de relaciones conviene mantener con ellas, y con cuáles de ellas, para abordar temas que van variando y que pueden fomentar los objetivos comunes. 2 LECTURA 3 Redes de trabajo trasnacional Por : Fonow, Mary Margaret, Arizona State University Suzanne Franzway, University of South Australia CENTRO PARA LA JUSTICIA GLOBAL Los sindicatos siempre han estado involucrados en redes de trabajo internacional, pero más recientemente sus redes han venido a ser amplias y más diversas. Ha habido una proliferación de espacios políticos donde los intereses de trabajo se sobreponen con otros movimientos y con organizaciones promotoras preocupadas por los derechos laborales y el desarrollo. Las campañas por los derechos laborales son organizadas y patrocinadas con el apoyo de organizaciones no sindicalizadas como iglesias, fundaciones, ONG’s y universidades. Las conferencias sobre el trabajo y las publicaciones se enfocan más en temas que no tienen que ver con contractos tales como el fortalecimiento del trabajador, organización, democracia sindical y feminismo. Nuevos actores del sector no lucrativo, tales como la Women’s International Coalition for Economic Justice [Coalición Internacional de Mujeres por la Justicia Económica] (WICEJ), Women’s Environment and Development Organization y Women’s [Organización del Medio Ambiente y Desarrollo de la Mujer] (EDGE) y activistas de otros movimientos sociales como la “Fair Wear Campaign” [Campaña por un Justo Vestir] y “Students against Sweatshops” (Estudiante en contra de los Talleres de Explotación], están uniéndose con sindicatos como una estrategia de compañerismo en crecimiento trasnacional de las redes para los derechos de los trabajadores. Algunos sindicatos han tomado el paso de crear sus propias ONG’s. Por ejemplo, la Canadiense Steelworkers (Trabajadores del Hierro) ha creado el The Steelworkers Humanity Fund (Fondo Humanitarios de los Trabajadores del Hierro). Establecido en 1985 por el sindicato, el Fondo apoya a 31 proyectos de ayuda internacional y desarrollo en 13 países— incluyendo siete ONG’s de mujeres en Bolivia, México, Perú, Nicaragua, Bangladesh, Sur África y Guatemala. A todos los proyectos patrocinados 3 por la fundación se les requiere reflejar los principios de igualdad de género, participación democrática y sustentabilidad medio ambiental (Fonow , 2003). Estas colaboraciones ayudan a expandir ideas tradicionales acerca del rol que los sindicatos pueden jugar en el movimiento por la justicia global. Las redes de apoyo de trabajo internacional han venido movilizando estructuras para las feministas y activistas del trabajo; así se abre el camino a sindicatos feministas para que jueguen un rol activo en determinar los discursos y las estrategias de movilización del trabajo organizado. Dentro de estas redes sindicales, las feministas están en la posición de retar las nociones convencionales de solidaridad del movimiento del trabajo de clase, reconociendo las diferencias de género, raza, sexualidad y etnicidad dentro de una clase y la solidaridad de género basada en el movimiento de la mujer, reconociendo las diferencias de clase entre las mujeres. La formación y articulación de un género específico y las demandas políticas de clase cambian los límites de aquellos incluidos o excluidos en el proceso de formación de los movimientos sociales, consecuentemente creando nuevos tipos de demandas políticas y nuevas solidaridades—que Curtin (1999) ha llamado solidaridades contingentes. En el caso de las feministas sindicalizadas, estas solidaridades contingentes son mediadas a través de activistas y redes de apoyo. En el contexto de la intensificada globalización, nuevas interconexiones de redes y comunidades revelan necesidades y preocupaciones comunes y producen nuevas alianzas. En nuestra investigación, identificamos un número de sitios donde las feministas sindicalizadas han movilizado recursos para atender el impacto de la globalización en los derechos del trabajo de la mujer y para forjar identidades colectivas de activistas trasnacionales. Estos sitios pueden ser lugares de revitalización del trabajo e incluyen organizaciones formales, redes y foros tales como la International Labor Organization [Organización Internacional del Trabajo] (ILO), la International Confederation of Free Trade Unions [Confederación Internacional de Sindicatos Libres] (ICFTU), la Global Union Federations [Federación Global de Sindicatos] (GUFs), el World Social Forum [Foro Social Mundial] y sitios menos formales como los de las campañas internacionales para el pago equitativo, y en contra de talleres de explotación e injustos acuerdos comerciales. Incluso algunos sorprendentes sitios como los festivales de orgullo gay. 4 Federaciones Globales de Sindicatos Como sitios de apoyo, los sindicatos unen a los trabajadores dentro y a través de los centros de trabajo, firmas y comunidades; y dentro y a través de fronteras nacionales. Esto ocurre a nivel internacional a través de una membresía sindical formal de acuerdos internacionales secretariales y cuerpos de trabajo confederado y, menos formalmente, a través de estratégicas colaboraciones y alianzas entre movimientos sociales trasnacionales y organizaciones no gubernamentales y con agencias intergubernamentales. Un sitio de importancia creciente para los sindicatos feministas es la red de comités de mujeres y oficinas de equidad dentro de la Global Union Federation. Estos cuerpos de trabajo federados internacionales originalmente surgieron en los siglos 19 y 20 para aminorar los efectos de la competencia económica en los trabajadores de los diferentes países, para construir una solidaridad internacional y para facilitar el intercambio de información y recursos entre los sindicatos en el mismo sector de la economía. Ellos son organizados regionalmente y por sector—representando millones de trabajadores del transporte, servicios públicos, textiles, manufactura, turismo, construcción, educación, medios masivos de comunicación, química, metal, minería, electrónico, agricultura y procesamiento de comida. Los comités de mujeres de cada federación están enlazados a través de las actividades coordinadas de la International Confederation of Free Trade Unions (ICFTU), la cual ha iniciado recientemente una gran campaña para incrementar significativamente la membresía de la mujer en los sindicatos a nivel mundial y para incrementar su representación y participación en programas sindicales, actividades y en las estructuras de toma de decisiones. La campaña tiene como blanco grupos específicos de mujeres trabajadoras, incluyendo mujeres trabajando en la economía informal, mujeres jóvenes, mujeres migrantes, mujeres de minorías étnicas y mujeres empleadas en las Zonas de Procesamiento de Exportaciones (Export Processing Zones). En febrero del 2003 la ICFTU trajo a 300 mujeres delegadas de 92 países a Melbourne, Australia para la Octava Conferencia Mundial de la Mujer. Las delegadas participaron en talleres y paneles en un amplio rango de tópicos, desde los específicamente asociados con los tratados sindicales como los regateos colectivos, hasta los temas políticos más 5 urgentes como la guerra en Irak. Las delegadas pasaron una fuerte medida feminista antiguerra que detalla las vías específicas en que la guerra impacta a las mujeres y niñas. El ILO anima a los trabajadores a trabajar con las ONG’s y los organizadores de la conferencia ICFTU hicieron un esfuerzo para incluir prominentes lideres feministas del sector de desarrollo no lucrativo en el programa de la conferencia. Elmira Nazombe de la Women’s International Coalition for Economic Justice se dirigió a las delegadas y habló de construir alianzas entre los trabajadores y las ONG’s trasnacionales. Alertó a la audiencia acerca de la necesidad de desarrollar, por parte de los de los activistas, movimientos estratégicos que tomen en cuenta las relaciones de poder asimétrico entre los diferentes grupos de mujeres preocupadas por los mismos temas. La United Steelworkers of America (USWA), afiliada a la International Metalworkers’ Federation [Federación Internacional de Trabajadores del Metal] (IMF), ha patrocinado eventos y actividades para facilitar la solidaridad internacional entre las mujeres. El tema de su conferencia, la mujer 2002, fue la hermandad global y las actividades de la conferencia fueron devotas en construir la solidaridad global y en crear alianzas con organizaciones de base. Las Mujeres Trabajadoras del Hierro de México, Canadá y E.U. han participado en varios intercambios de trabajadora a trabajadora y el curso del sindicato Women of Steel leadership (Liderazgo de las Mujeres del Hierro) ha sido adoptado para ser usado en México (Fonow , 2003). La activa colaboración con las mujeres de la Authentic Labor Front [Frente Auténtico del Trabajo] (FAT) ha ampliado la comprensión de las feministas trabajadoras del Hierro acerca del valor de construir alianzas a través de varios sectores de luchas políticas, incluyendo grupos comunitarios de base y ONG’s. Las feministas sindicalizadas de diferentes países se apoyan unas a otras en su lucha por reclamar espacios políticos para las mujeres dentro del movimiento laboral. Las mujeres del FAT, por ejemplo, ven el movimiento laboral como “un espacio en el cual la mujer puede discutir sus problemas y canalizar sus demandas”. Ellas creen que es deseable “que los hombres en el movimiento laboral vean la eliminación de la discriminación sexual como su responsabilidad y no sólo como responsabilidad de la mujer”. La igualdad entre los sexos es valorado en el trabajo y dentro de las relaciones íntimas. 6 Las mujeres del FAT activamente buscan alianzas con feministas de otros sindicatos en México así como en los Estados Unidos y Canadá, y ven las luchas en torno al TLC y los temas sobre tratados de libre comercio como una oportunidad para formar alianzas estratégicas. Ellas también participaron en coaliciones comunitarias preocupadas por temas económicos amplios y las relaciones fronterizas, tales como la Southwest Network for Economic Justice [Red del Sudoeste para la Justicia Económica] y la Mexican Network for Action on Free Trade {Red Mexicana para la Acción del Libre Comercio]. Conclusión Aquellos preocupados con la renovación del movimiento laboral deben de considerar cómo el género sirve para estructurar la globalización neoliberal, los mercados de trabajo, los tratados de libre comercio, etc. Las feministas sindicalizadas ya activas dentro de la red de las federaciones globales de sindicatos, están en posibilidad de entender las tensiones y contradicciones entre las esferas productivas y la reproducción social, la política sexual de los sindicatos y la importancia de construir formas contingentes de solidaridad trasnacional entendiendo las diferencias culturales y sociales entre los trabajadores. Las feministas sindicalizadas tejen juntas las fuerzas y estrategias que emergen del movimiento laboral, el movimiento de los derechos gay y los movimientos de mujeres. Construyendo y movilizando redes trasnacionales entre esos movimientos, los sindicatos feministas crean espacios políticos para nuevos trabajadores y para un nuevo entendimiento de temas y preocupaciones de los trabajadores que surgen por el impacto de los cambios de la rápida globalización tanto en los lugares de trabajo como en las vidas íntimas. Fantasia y Voss (2004, 107-108) argumentan sobre una nueva “metafísica laboral” que se dirija organizacional y simbólicamente los espacios entre los sindicatos. Ellas creen que la renovación sindical descansa en la cultivación activa de los espacios entre los sindicatos existentes y entre los sindicatos y otras instituciones (comunidades, iglesias y organizaciones religiosas, 7 asociaciones cívicas, movimientos sociales, etc.), y entre el movimiento laboral y aquellos grupos estigmatizados previamente ignorados por el movimiento laboral. Esta es la vía para que el trabajo retome algo de su anterior significancia en el vocabulario simbólico de la sociedad. Nosotros creemos que los sindicatos feministas están al frente del cultivo de nuevos espacios para el activismo laboral. Sin embargo, para que los trabajadores se beneficien del trabajo de las mujeres feministas sindicalizadas, deben incrementar y fortalecer la participación de la mujer dentro de sus espacios. Esto requiere repensar las estructuras y practicas que perpetúan el dominio masculino en el movimiento laboral. 8