Iglesia Lomas Oeste – www. iglesialomas.com CLASE Nº 04.15 CONTROLANDO NUESTRAS EMOCIONES: LA ANSIEDAD Filipenses 4:4-7 Del 26.01.15 AL 01.02.15 INTRODUCCIÓN: ¿Cómo influyen las emociones en nuestra vida? Dios las puso en nosotros no para que nos molesten sino para que vivamos con ellas, disfrutando la vida y relacionándonos con los demás. Mientras nosotros tengamos el control sobre ellas las cosas van bien, pero si les permitimos dominarnos comienzan los problemas . 1. LA ANSIEDAD Y NOSOTROS: Es una de las emociones a la que más nos enfrentamos hoy en día. Sentir ansiedad no es pecado, pero Dios no quiere que vivamos controlados por ella. Ahí comienza el problema. a. ¿Qué es la ansiedad? Viene de una palabra latina que sgnifica “oprimir” “apretar” “angustia”. Lo opuesto (que a veces sirve para definir una palabra) es la paz. Se basa en el miedo y la incertidumbre y puede estar causada por situaciones actuales, pasadas o futuras. b. La ansiedad tiene parientes que vienen a vivir con nosotros si se lo dejamos: Hace dos décadas nadie tenía estas afecciones: ataque de pánico y fobia, que realmente incapacitan a la gente para vivir la vida en paz, salir de sus casas, etc. 2.¿CUALES SON LOS ORIGENES DE LA ANSIEDAD? Hay causas legítimas para estar ansiosos: nos llaman para un trabajo. Antes de la entrevista nos sentimos ansiosos. Es lógico. Nos enfrentamos a un examen y sentimos que no estamos muy preparados, nos da ansiedad. Eso es normal y debería ser pasajero. Hay razones peligrosas para la ansiedad: En ocasiones nuestra preocupación es causada por el deseo de tener más (posesiones, poder, etc.) o por el temor constante a lo que vendrá (esperando siempre lo peor). Hay gente que vive convencida de que se va morir, le dará un ataque, lo atacarán en la calle, le faltará el trabajo o el dinero, etc. A veces comienza con una razón lógica (ejemplo, temor porque un perro nos mordió en la calle) y se va transformando en una situación crónica (si hay un perro empiezo a transpirar y me angustio, esperando que me muerda). 3. LA ANSIEDAD: UN MONSTRUO PARA EVITAR: Mateo 6:25-34 Jesús fue muy claro cuando dijo: No se preocupen (hoy diría, basta de ansiedad!!) porque el Padre se ocupa por nosotros.La ansiedad no es buena porque: a. Divide nuestras mentes: Influye negativamente en todas las áreas de nuestra vida. Primero afecta la mente y ocupa un alto porcentaje de nuestros pensamientos. b. Nos hace improductivos: Nos distrae con preocupaciones y con posibilidades que quizás nunca lleguen a cuemplirse. c.Nos cansa físicamente: Cuando estamos ansiosos sentimos el cuerpo agotado (como si nos estuvieran golpeando) y nos falta la fuerza. El cuerpo al estar en estado de ansiedad genera un montón de sustancias que nos intoxican y nos dan la sensación de agotamiento. d. Afecta nuestras relaciones interpersonales: Es difícil escuchar a los otros e interesarnos cuando nos consume la ansiedad. Es más probable que agobiemos a los otros con nuestros terrores, sin ocuparnos por los demás. e. Nos lleva a malas decisiones: Nadie decide bien cuando se deja gobernar por la ansiedad. Miremos el claro ejemplo de la gente ansiosa que decide comer o fumar o drogarse para manejar la ansiedad y termina con adicciones, obesidad y enfermedades (y con la ansiedad igual que antes) por elegir mal. 4. ANSIEDAD: RECONOCERLA, ENFRENTARLA, SOLUCIONARLA: ¿Cuál es la forma correcta de hacer frente a la ansiedad? Mucha gente recurre a la psicología para corregir una conducta de ansiedad (y muchos aprenden a manejarla). Nosotros tenemos una opción que no es para todos sino para los que tenemos al mejor psicólogo (ya que habla a nuestra mente), al Espíritu Santo de Dios: a. Llevemos nuestras preocupaciones a Dios: Dios dice que le dejemos nuestras ansiedades a El , que se va a encargar. Jesús dijo que le dejemos nuestras mochilas que El tiene fuerza. b. Aprendamos a confiar en El día a día, disfrutándolo y dando gracias: Mateo 6:34. Los días se viven uno a uno, por esto es mejor disfrutar el hoy, pedirle a Dios su cuidado cada mañana y agradeciendo todo lo que tenemos. d. Ayudemos a los demás: servicio de amor. Cuando nos ocupamos del otro dejamos de preocuparnos por nosotros. Sacamos la mirada de nosotros como centro y ponemos la vista en otros. Ahí la ansiedad deja de tener un lugar para vivir. CONCLUSION: La emoción “ansiedad” puede visitarnos pero jamás puede quedarse a dormir con nosotros. Hay que echarla de nuestra vida al llegar la tarde, para que podamos vivir una vida con la paz de Dios, como dice el Sal.4:8