Escalas de clima social: FES, WES, CIES, CES [a] Autores: R.H. Moos y colaboradores. Procedencia: Consulting Psychologists Press, Palo Alto, California. Adaptación española: Departamento I+D de TEA Ediciones, S. A., y colaboradores. Manual y estudios: Departamento I+D de TEA Ediciones, S. A. (1984). Aplicación: Individual o colectiva, diez años en adelante; tiempo: variable, veinte minutos para cada escala, aproximadamente. Finalidad: Se trata de cuatro escalas independientes que evalúan las características (con nueve o diez subescalas) socio-ambientales y las relaciones personales en la familia (FES), en el trabajo (WES), en instituciones penitenciarias (CIES) y en centros escolares (CES). Material: Manual de aplicación (1984), Impresos distintos para cada una de las escalas, Hoja de respuestas y perfil (común para las cuatro) y Plantilla de corrección (una para cada dos escalas). Tipificación: Baremos en puntuaciones típicas para los individuos y para los grupos constitutivos del ambiente a medir. Información técnica Las escalas de Clima Social responden al creciente interés que se está despertando en los últimos años por la psicología ambiental. Fueron diseñadas y elaboradas en el Laboratorio de Ecología Social de la Universidad de Stanford (California), bajo la dirección de R. H. Moos. En origen existen ocho escalas de estructura similar que evalúan el Clima Social en diversos ambientes (escolar, familiar, laboral, hospitalario, correccional, universitario, grupal y comunitario). Con igual material (aunque con distintas instrucciones para el sujeto), cada escala puede ser aplicada de tres maneras: Forma R (real) para apreciar lo que las personas perciben respecto al ambiente; Forma I (ideal) para evaluar el concepto que las personas tienen del ideal de ese ambiente, y Forma E (expectativa) para medir los deseos de los sujetos respecto a ese ambiente. Por el momento, en la adaptación española sólo se ha considerado la Forma R de las escalas FES (familia), WES (trabajo), CIES (instituciones penitenciarias) y CES (centro escolar). Con ellas se evalúan nueve o diez (depende de la escala) subescalas que, a su vez, se agrupan en tres o cuatro grandes dimensiones. Estas subescalas y dimensiones aluden a unos constructos o contenidos ambientales bastante similares en las cuatro escalas adaptadas. A título de ejemplo, en la de ambiente laboral (WES) existen las siguientes dimensiones y subescalas: - RELACIONES: Subescalas de Implicación, Cohesión y Apoyo. - AUTORREALIZACION: Subescalas de Autonomía, Organización y Presión. - ESTABILIDAD/CAMBIO: Subescalas de Claridad, Control, Innovación y Comodidad. En la adaptación española, contando con la colaboración de muchos centros y personas, se ha recogido una muestra de casi cinco mil casos para las cuatro escalas. En los análisis, a nivel de elementos (sólo en el caso de CES) o de escalas, los datos se han tratado con dos enfoques: l) el individual o medida de un sujeto sobre su ambiente (alumno de un centro o miembro de una familia), y 2) el grupal o evaluación que hace el grupo (clase/curso escolar o familia) sobre su ambiente. Y con ambos enfoques se ha estudiado la fiabilidad, validez y baremación de los resultados. El Manual informa sobre la fiabilidad de las subescalas y escalas, y presenta índices satisfactorios de tipo test-retest, Kuder-Richardson y homogeneidad. Se han realizado estudios diferenciales atendiendo a varios criterios (por ejemplo, en el WES se ha considerado el tamaño, tipo y rea de la empresa, así como la profesión y el sexo del empleado examinado). La estructura interna (principalmente de tipo factorial) ha sido revisada en diferentes muestras, y los resultados concuerdan en bastante medida con la agrupación que los autores han propuesto en forma de dimensiones aglutinantes de varias subescalas. En la tipificación (en puntuaciones transformadas ) se han tenido en cuenta los dos criterios anteriormente citados: el individual y el grupal. De este modo, el usuario de las escalas tiene a su disposición dos tipos de baremos normativos; en el segundo caso, el tratamiento del grupo como una entidad, antes de consultar los baremos, es necesario obtener los promedios del grupo en cada una de las subescalas de Clima Social. Referencias bibliográficas Fernández Ballesteros, R.: Evaluación de contextos. Murcia: Servicio de Publicaciones de la Universidad, 1982. Jiménez Burillo, F.: Psicología y Medio Ambiente. Madrid: CEOTMA, 1981. Moos, R. H.: The Social Climate Scales. An Overview. Palo Alto, California: Consulting Psychologists Press, 1974. N. Seisdedos MBI. Inventario de Maslach (b) Autores: C. Maslach y S. E. Jackson; 1981. Adaptación española: N. Seisdedos. Departamento de I+D de TEA Ediciones S.A., Madrid, 1997. Procedencia: Consulting Psychologists Press, Inc., Palo Alto, California, EE.UU. Aplicación: Individual y colectiva a adultos. 10 a 15 minutos de aplicación. Finalidad: Evaluación de tres variables del síndrome del "quemado": cansancio emocional, despersonalización y falta de autorrealización personal. Material: Manual (1993), Ejemplar, Plantilla y Hoja de respuestas opcional. Tipificación: Puntuaciones centiles y típicas, en cada sexo y en el total de una muestra de población general. Información técnica Ciertas ocupaciones provocan un serio desgaste emocional en los profesionales que las desempeñan. Trabajos que implican a otras personas, como asistente social, profesores, equipos de cuidados paliativos u otros sanitarios conllevan una alta carga de estrés que puede desembocar en el denominado síndrome "burnout" o del quemado". Este síndrome viene ocasionado por la frecuente interacción del profesional con los problemas del sujeto al que se dedica. Sus manifestaciones más comunes suelen aparecer como preocupación, miedo, rechazo, odio, desesperación, etc. El Inventario MBI (Maslach Burnout Inventory) se diseñó para medir tres escalas típicas de este síndrome: - El cansancio emocional (CE): se manifiesta en sentimientos de estar emocionalmente agotado y exhausto por el propio trabajo con personas. - La despersonalización (DP): representa la falta de sentimiento y poca respuesta hacia los que reciben el servicio 'social' que da el profesional. - La falta de realización personal (RP): consiste en la ausencia de sentimiento de competencia y éxito en la labor profesional con personas. La prueba consta de 22 elementos que se contestan en un formato de respuesta tipo Likert de 7 puntos (0 a 6) y en base a la frecuencia con que se da cierta conducta o sentimientos en el evaluado. Los resultados obtenidos se interpretan en una clasificación de tres grados y de forma individual para cada uno de los tres aspectos medidos: bajo nivel, nivel medio y elevado nivel. Al final del inventario se pide al sujeto que cumplimente algunos datos de tipo demográfico o situacional, cuya finalidad principal es encuadrar mejor este síndrome. La puntuación final obtenida en cada escala surge de sumar los grados o frecuencias de cada ítem de esa escala y posteriormente se pasa a encuadrar cada puntuación en los grupos clasificatorios anteriores. La utilidad de la adaptación española queda contrastada con los estudios realizados en 156 profesionales de servicios médicos (Adjuntos, Jefes de Servicio y Jefes de Sección) de varios centros hospitalarios. Los análisis de fiabilidad desarrollados sobre 1.316 casos reflejaron unos índices (alfa de Cronbach) de 0,90 en CE, 0,79 en DP y 0,71 en RP. Referencias bibliográficas Alvarez Gallego, E. y Fernández Ríos, L. (1991). El Síndrome del Burnout o el desgaste profesional (I): Revisión de estudios. Revista de la Asociación Española de Neuropsicología. Vol XI, Nº 39. Alvarez Gallego, E. y Fernández Ríos, L. (1991). El Síndrome del Burnout o el desgaste profesional (II): Revisión de estudios. Revista de la Asociación Española de Neuropsicolog¡a. Vol XI, Nª 39. Maslach, C. y Jackson, S. E. (1982). Burnout in health professions: A social psychological analysis. En G. Sanders y J. Sals (Eds.), Social Psychology of health and illness. Hillsdale NJ: Lawrence Erlbaum, 1982. Moreno-Jiménez, B., Oliver Hernández, C. y Aragoneses, A. (1991). l burnout, una forma específica de estrés laboral. En G. Buela-Casal. y V. E. Caballo. (Ed) Manual de Psicología Clínica Aplicada. Siglo XXI: Madrid. Moreno-Jiménez, B. y Oliver, C. (1993). El burnout como escala de estrés en profesiones asistenciales. Adaptación y nuevas versiones. En M. Forns y Santacana y M. T. Anguera Arguilaga (Eds.) Aportaciones recientes a la evaluación psicológica. Barcelona: PPU. A. Pamos STAI. Cuestionario de Ansiedad Estado/Rasgo [b] Autores: C. D. Spielberger, R. L. Gorsuch y R. E. Lushene. Procedencia: Consulting Psychologists Press, Inc., California (1970). Adaptación española: Sección de Estudios de TEA Ediciones S. A., en colaboración con J. Bermúdez Moreno, Madrid. Aplicación: Individual y colectiva, aproximadamente unos veinte minutos. en adolescentes y adultos; tiempo: Finalidad: autoevaluación de la ansiedad como estado transitorio (A/E) y como rasgo latente (A/R).Material: Manual de aplicación (1982), Ejemplar y Plantilla de corrección. Tipificación: Baremos en centiles y eneatipos de diferentes muestras españolas. Información técnica El instrumento consta de dos partes (A/E y A/R) con 20 cuestiones en cada una, puntuables en una escala de cuatro puntos (0-3); hay 10 cuestiones afirmativas y 10 negativas de la ansiedad en A/E, y 13 afirmativas y 7 negativas en A/R. La subescala A/E evalúa un estado emocional transitorio o condición del organismo humano que se caracteriza por sentimientos subjetivos, conscientemente percibidos, de tensión y aprensión, as¡ como por una hiperactividad del sistema nervioso autonómico. Este estado puede variar con el tiempo y fluctuar en intensidad. La subescala A/R señala una propensión ansiosa, relativamente estable (las palabras textuales de las instrucciones piden al sujeto que conteste cómo se siente en general), por la que difieren los individuos en su tendencia a percibir las situaciones como amenazadoras y elevar consecuentemente su A/E. Esta A/R se conoce en la literatura como motivos (esas disposiciones que permanecen latentes hasta que son activadas por algunos estímulos de la situación) o como disposiciones comportamentales adquiridas (residuos de experiencias pasadas que predisponen tanto a ver el mundo de una determinada manera como a manifestar unas tendencias de respuesta vinculada al objeto). Ambos conceptos, en ciertos aspectos, se asemejan a la energía kinestésica y potencial en el mundo de la física. El primero es una manifestación en un determinado momento y con un grado de intensidad, mientras que el segundo indica diferencias de fuerza en una disposición latente para manifestar un determinado tipo de reacción. La ansiedad como rasgo, A/R, implica diferencias entre las personas en su disposición para responder con diferentes cantidades de A/E a situaciones de tensión. En general, los sujetos con A/R alta presentan más frecuentemente una elevación de la A/E que los sujetos con A/R baja, porque aquellos ven muchas más situaciones amenazadoras. Por estos motivos, los sujetos con A/R alta son más propensos a responder con un aumento de A/E en situaciones interpersonales que impliquen alguna amenaza a la autoestima (por ejemplo, en situaciones escolares o profesionales, al enfrentarse a una tarea difícil o novedosa, etc.). En los estudios españoles realizados con la primera versión experimental (colaboración del doctor Bermúdez Moreno), se han definido cuatro dimensiones a partir del análisis de los elementos: dos de afirmación de la ansiedad (A/E y A/R) y dos de negación de la misma (también A/E y A/R), que se corresponden en bastante medida con las cuestiones afirmativas y negativas existentes en cada subescala del STAI. A partir de los resultados de la versión experimental, se hizo una revisión de las cuestiones, y la edición definitiva ha sido analizada en muy diferentes muestras y estudios de la conducta, cuyos resultados se encuentran resumidos en el Manual. Referencias bibliográficas Bermúdez Moreno, J.: Ansiedad y rendimiento en tareas intelectuales¯. Rev. Psic. Gral. y Apl., 1978, 33, 151, 183-207. Bermúdez Moreno, J.: Análisis funcional de la ansiedad. Re.Psi. Gral. y Apl., 1978, 33, 153, 617-634. N. Seisdedos EPI. Cuestionario de personalidad (Formas A y B) [b] Autores: H. J. Eysenck y S. B. G. Eysenck. Procedencia: Hodder and Stoughton, Londres (1964). Adaptación española: Departamento I+D de TEA Ediciones (1973).Aplicación: Individual y colectiva, a adolescentes y adultos; no exige formación cultural previa; tiempo: variable, la mayoría lo completan en unos 12 minutos. Finalidad: Medida de dos grandes dimensiones de la personalidad: neuroticismo y extraversión, con una escala adicional de sinceridad. Material: Manual de aplicación (7¦ edición revisada, 1994), Ejemplar del Cuestionario, Formas A y B (existe Hoja especial de respuestas para facilitar su corrección mecanizada), Plantilla de corrección. Tipificación: Baremos en centiles para las Formas A, B y A+B, independientemente para cada sexo, sobre muestras generales de profesionales y estudiantes. Información técnica El Eysenck Personality lnventory (EPI) es el resultado del desarrollo de un instrumento similar (Maudsley Personality lnventory, MPI, de H. J. Eysenck, Londres, 1959, y R. R. Knapp, San Diego, 1962), incluyendo varias ventajas: existencia de dos Formas paralelas (A y B), redacción verbal más elaborada, alto grado de independencia entre los dos grandes factores, introducción de una escala de sinceridad, elevados coeficientes de fiabilidad test-retest, y su valor como instrumento descriptivo de las manifestaciones de la conducta. Eysenck ha desarrollado en sus obras, de una manera descriptiva y con estudios factoriales, un esquema ortogonal de dos dimensiones fundamentales de la personalidad. En el estudio se han considerado los aspectos fenotípicos y genotípicos: la conducta de una persona (Pc) est en función de sus aspectos constitucionales (Pg) y de las influencias ambientales o entorno (E), esto es, Pc=PgxE. El Cuestionario EPI apunta a diferencias descriptivas, fenotípicas y en este sentido debe considerarse la significación de los resultados que se obtienen con él. En la adaptación española se ha realizado una cuidadosa redacción de los elementos y se han llevado a cabo diversas aplicaciones experimentales y cuatro análisis factoriales para intentar definir estas mismas dimensiones de la personalidad que indica Eysenck. Análisis recientes con el EPI Forma A (recogidos en el Manual) han puesto en relación el Cuestionario con diversas aptitudes, el rendimiento escolar, los hábitos de estudio y las preferencias vocacionales, y las matrices de intercorrelaciones se han sometido a varios análisis factoriales para determinar el peso de los rasgos de personalidad en estas otras reas de la conducta de los sujetos. Su estructura ortogonal se ha puesto en relación con la multiplicidad de factores de los cuestionarios de Cattell (16PF) para definir sus semejanzas y divergencias (Prieto Zamora,1980); a pesar de las similitudes, queda patente la peculiaridad que presentan los diversos cuestionarios. La medida de los dos factores bipolares de Eysenck ha demostrado su utilidad en una gran variedad de situaciones: industriales (selección, clasificación y orientación profesional, estudio de mercados, etc.), pedagógicas (orientación, clasificación, selección y consejo de escolares, estudios de comportamiento y aprendizaje, etc.), clínicas (casos individuales y programas terapéuticos) y estudios experimentales. Referencias bibliográficas Eysenck, H. J.: ®The questionnaire measurement of neuroticism and extraversion¯. Revista de Psicologia, 1956, 50, 113-140. Eysenck, H. J.: The structure of human personality. Londres: Methuen, 1960.Eysenck, H. J.: The validity of questionnaires and rating assessments of extraversion and neurocicism and their factorial validity¯. Brit. J. Psychol., 1963, 54, 51-62. Eysenck, H. J.: Personality structure and measurement. San Diego (California) Knapp, 1968. Eysenck, H. J.: Fundamentos biológicos de la personalidad. Barcelona: Edit. Fontanella, 1970. Eysenck, H. J.: Estudio científico de la personalidad. Buenos Aires: Edit. Paidos, 1971. Prieto Zamora, J. M.,: Estructura multidimensional de la personalidad humana con datos Q. Tesis doctoral, Madrid, Fac. de Psicología, 1980. N. Seisdedos JAS. Inventario de Actividad, de Jenkins (c) Autores: C. D. Jenkins, S. J. Zyzanski y R. H. Rosenman. Adaptación: E. G. Fernández Abascal. Procedencia : The Psychological Corporation, USA. Aplicación: Individual y colectiva, adolescentes y adultos; tiempo: variable, entre 15 y 20 minutos. Finalidad: Evaluación del patrón de conducta Tipo A y tres dimensiones relacionadas (Impaciencia, Implicación e Impulsividad).Material: Manual (1992), Cuadernillo. Tipificación : Baremos en centiles y una puntuación típica especial del JAS. Información técnica El instrumento es un autoinforme con 52 cuestiones de elección múltiple diseñadas para medir el 'Patrón de conducta tipo A', es decir ese estilo de actuación que conlleva un elevado riesgo de problemas coronarios. Se trata de un síndrome comportamental o estilo de vida caracterizado por extrema competitividad, elevada motivación para el logro, agresividad, impaciencia, apresuramiento, inquietud y sensación de estar en desafío constante con la responsabilidad y bajo la premura del tiempo. En la conducta Tipo A no se manifiestan necesariamente todas las características aludidas y, puede predominar únicamente alguna en particular. Sin embargo, la persona Tipo B se caracteriza por no tener ninguna de esas notas; puede estar interesada también en progresar y acumular bienes materiales, pero tiende a actuar siguiendo su propio ritmo de vida en vez de sentirse compulsados a incrementar ese ritmo. El JAS proporciona además una cuantificación en tres componentes de este tipo de conducta: el factor de rapidez, prisa impaciencia (S), el factor de envolvimiento o implicación en el trabajo (J) y el factor de comportamiento duro y competitividad (H). Inicialmente, la conducta Tipo A era evaluada mediante una Entrevista Estructurada y el juicio de profesionales expertos. Este criterio fue utilizado para validar los constructos del minventario JAS, los elementos que los evalúan y las puntuaciones resultantes. Para hacer una predicción en una persona individual del riesgo de desarrollar trastornos coronarios, no bastan exclusivamente las puntuaciones del JAS; ésto es sólo uno de los importantes factores de riesgo de un trastorno cuya patogénesis es multifactorial. En los estudios originales se emplearon diferentes criterios de validación, tales como la validez concurrente de las puntuaciones del JAS con los juicios de los entrevistadores. En cuanto a su validez predictiva se ha observado que entre las personas que ocupan el tercio superior de la escala se da casi el doble de incidencia de aparición de problemas coronarios, aunque el índice de predicción es inferior al que logra una entrevista estructurada. El conocimiento de factores de riesgo es usado en la prevención de la salud, especialmente en personas cuyas edades se sitúan en una categoría de alto riesgo. Aunque no se ha demostrado que reduciendo los factores de riesgo se de necesariamente una reducción en la futura incidencia de estos trastornos, muchos médicos y psicólogos clínicos, sobre la base de la sugerente evidencia aludida en los párrafos anteriores, han optado por intentar reducir un amplio número de factores de riesgo, incluyendo los asociados al patrón de conducta Tipo A. El JAS puede ayudar efectivamente en la planificación de una preventiva modificación de conducta; si además, se tiene en cuenta el perfil de las puntuaciones en sus componentes se determinan cuáles son los agentes o causas. En la Tipificación española se ha empleado una muestra muy amplia y se ofrecen los estadísticos básicos de algunos grupos específicos (tales como 275 casos de cardiopatía isquémica o 515 profesionales liberales), y el profesional debe juzgar sus propios resultados con referencia a la composición de la muestra normativa. Hay que señalar la probabilidad de que el instrumento sea susceptible a una actitud defensiva o de 'deseabilidad social', puesto que sus cuestiones no tratan de ocultar los constructos a medir. Además, conviene recordar que el instrumento exige un complejo sistema de ponderaciones para obtener las puntuaciones, lo cual hace poco aconsejable la corrección manual; es preferible acudir a un procedimiento mecanizado. En el caso de grupos numerosos se pueden utilizar hojas de respuestas especiales para ser tratadas mediante una lectora óptica, y cuando se trate de casos individuales o pequeños grupos se acuda a una programación adecuada para ordenadores personales. Referencias bibliográficas Jenkins, C. D.: The coronary-prone personality. En W. D. Gentry y R. B. Williams (Eds.): Psychological aspects of myocardial infarction and coronary care. San Luis: Mosby, 1975. Price, V. A. : Type A behavior pattern. Nueva York: Academic Press, 1982. N. Seisdedos CEP. Cuestionario de personalidad [b] Autor: J. L. Pinillos. Procedencia: TEA Ediciones, S. A., Madrid (1957-64). Manual y estudios: Departamento I+D de TEA Ediciones. Aplicación: Individual y colectiva, a partir de los 14/15 años; tiempo: variable entre 20 y 25 minutos lo completa la mayoría de los sujetos. Finalidad: Evaluación de varios rasgos de la personalidad: estabilidad emocional (control), extraversión social y paranoidismo; incluye las escalas adicionales de sinceridad y número de interrogantes. Material: Manual de aplicación (3¦ edición, 1978), Ejemplar de la prueba (existe Hoja especial de respuestas para facilitar su corrección mecanizada), Plantilla de corrección. Tipificación: Baremos en centiles (independientemente para cada una de las cinco escalas y cada sexo), para cinco cursos escolares y nueve grupos profesionales. Información técnica Los estudios y trabajos del Dr. Pinillos en el área de personalidad han tenido como fruto la elaboración de este Cuestionario, ampliamente conocido y extendido entre los medios psicológicos españoles. Las siglas que le dan nombre responden a las iniciales de los términos control, extraversión y paranodismo, factores que el autor se proponía evaluar al construir esta prueba. Los elementos han sido elaborados teniendo en cuenta algunos cuestionarios ya existentes, como son el S.T.D.C.R. de Guilford, las escalas F y L (validez y sinceridad del Cuestionario M.M.P.I. de Hathaway y McKinley), y los instrumentos de H. J. Eysenck. La naturaleza de las escalas es la siguiente: - C: Más que control, se refiere casi exclusivamente a estabilidad emocional, a variaciones profundas de la emotividad, bastantes independientes de las voliciones del yo. - E: Alude a la extraversión social, optimismo y sociabilidad, gusto y facilidad por las relaciones sociales, despreocupación y preferencia por la acción frente a la reflexión. - P: En la escala se destaca la agresividad, la suspicacia y la tenacidad rígida, con una cierta convicción de la propia superioridad sobre los demás. - S: No es fácil determinar si la escala aprecia la sinceridad o la auténtica asimilación de las normas sociales. - ?: Se ha considerado este dato como de interés, puesto que presenta alguna relación con la sinceridad y el paranoidismo. Estas dimensiones son definidas con un total de 126 elementos; existen, además, 19 preguntas finales no estudiadas aún ni incluidas en la clave de respuestas. En 1964, Pinillos realizó dos análisis de elementos (para una validación interna); se calcularon unos 1.000 índices de consistencia; los resultados del segundo análisis revalidaron en gran medida los del primero y, en general, se mantuvieron en las dos muestras independientes, mostrando una cierta solidez dentro del tipo de población utilizada en los estudios (adultos de nivel socioeconómico alto). Los índices de fiabilidad (procedimiento de pares-impares) obtenidos en la Tipificación oscilan entre 0,70 y 0,90; los mejores son los de las escalas C, E, ?, con valores muy aceptables en este tipo de pruebas; los de P y S son sólo moderados. Las intercorrelaciones de las escalas no apoyan estrictamente la idea de una ortogonalidad de los factores; existe una ligera correlación positiva (0,21 y 0,24 en cada una de las dos muestras del estudio de 1964), entre C y E, y negativa entre C y P (-0,35 y -0,34) y entre C y S (-0,37 y 0,50); además, se destacan los índices obtenidos entre P y S (0,33 y 0,34).En el Manual se informa de las relaciones encontradas cuando se correlaciona el CEP con otros cuestionarios (EPI Forma A de Eysenck, Bernreuter y Cuestionario de inadaptación de BELL). Recientemente se han estudiado también (resultados no publicados aún) sus relaciones con las diez escalas de intereses de Thurstone y los 16 factores primarios y cuatro secundarios del Cuestionario de personalidad 16PF de Cattell; los resultados son congruentes con la estructura de personalidad que intenta definir el CEP, aunque cada cuestionario parece tener sus peculiaridades a la hora de hacer la medición. Conocidas las limitaciones de todo cuestionario, las aplicaciones del CEP son muy diversas; en casi todas las situaciones de psicodiagnóstico es necesario, o al menos valioso, conocer diferentes aspectos de la personalidad de los sujetos examinados, ya sea en una situación práctica de tipo industrial, pedagógica o clínica, o en un análisis experimental de muy diversas variables. Referencias bibliográficas Pinillos, J. L.: Actitudes sociales primarias. Rev. Univ. Madrid, 1953, VII. Pinillos, J. L.: Tests de Personalidad. I. Cuestionarios. Rev. Psic. Gral. y Apl., 1954, IX. Pinillos, J. L.: Datos para la adaptación y validación del Cuestionario Maudsley de inestabilidad emocional¯. Rev. Psic. Gral. y Apl., 1957, XII. Pinillos, J. L.: Consistencia y validez del Cuestionario de Personalidad CEP¯. Rev. Psic. Gral. y Apl., 1960, 53, 65-76. Pinillos, J. L.: Validez interna del Cuestionario de Personalidad CEP. Separata de Saitabi, Rev. de la Facultad de Filosofía y Letras de la Univ. de Valencia, 1964, XIV, 205-237 N. Seisdedos Información Editorial TEA Ediciones, S.A., empresa fundada en 1957, es la primera empresa española en la edición y elaboración de tests y pruebas de evaluación psicológica. En su catálogo figuran más de 250 instrumentos editados entre los que se encuentran los de más prestigio en el mundo. Para cualquier consulta dirigirse a: Tel. 912 705 000 madrid@teaediciones.com