RESUMEN DEL TALLER LOS HOMBRES FRENTE A LA VIOLENCIA SEXUAL MACHISTA Os mandamos lo más destacado del taller de los chicos del 15/11/24. LA GESTACIÓN. Desde un entorno feminista como es el Aula de Género y en su Grupo de Aprendizaje Colectivo (GAC), surge la necesidad y el querer trabajar los varones nuestra responsabilidad y nuestras cartas en pro de la igualdad efectiva. Quienes mostraron intención de asistir pudieron participar en la programación de la actividad vía googledocs y mediante la propia lista de correo del GAC, incluyendo a todxs sus participantes. El grupo extenso emitió cinco comentarios o propuestas que se incorporaron al programa. Realizamos un esfuerzo especial de difusión a conocidxs y contactos para compartir con más gente y reforzar la dimensión pública del taller. Asistimos siete varones; cuatro no habían participado previamente en el GAC. LAS EXPECTATIVAS. La gente acudió inquieta por abordar el género en la vida cotidiana. Se manifestó que la relación previa positiva con otros participantes influyó en varios asistentes a la hora de decidir asistir. EL DESARROLLO. Buena implicación en dinámicas de empatía. El grupo espontáneamente se extendió en cómo afecta el patriarcado a nuestras vidas y qué es el sexismo cotidiano. Se pudo prescindir de dinámicas facilitadoras en varios momentos, dado el empuje grupal y el clima de confianza personal y sobre planteamientos compartidos, así como el no enjuiciamiento hacia otros participantes. Las intervenciones eran breves y fluidas, con elementos vivenciales en muchos momentos. Se apreció humor que favorecía avanzar en temas duros. La fluidez y la espontaneidad pudieron afectar limitando algo el trabajo sobre la violencia sexual como tema específico. Los participantes saltaban con facilidad de lo sexual a otros aspectos de la cultura patriarcal. ALGUNOS CONTENIDOS. El papelógrafo recogió algunas participaciones que resumo para dar una idea del transcurso del diálogo. Sobre el patriarcado y la violencia sexual: - Lo sexual es similar a otros aspectos de la vida: poder, coerción, privilegios, la víctima asumiendo su papel sin poder cuestionar la raíz, invisibilización, autojustificación masculina y evitación de la responsabilidad. - - El orden patriarcal se instala en lo personal afectivo-sexual y daña profundamente las relaciones interpersonales. Graduación insensible de los actos opresivos. Los varones somos responsables del cambio personal y social. La violencia sexual desde la mirada física: la cosificación, el dominio, los estereotipos de belleza y sensualidad… En los conflictos interpersonales aparentemente entre iguales existe una violencia estructural añadida a la situación. La pareja es el espejo de una conducta más igualitaria, un referente para saber qué estamos haciendo realmente. Los medios presentan a la mujer como objeto pasivo de la agresión y al varón como actor invisible e irresponsable. Las mujeres gastan mucha energía vital en no exponerse al peligro más evidente o al más extremo. Hombre-niño tirano en la pareja: la mujer al servicio de sus necesidades/caprichos y planes vitales. Apelación más o menos encubierta a la maternidad incondicional. Educación perpetuadora de la desigualdad y la violencia. El relato de la sombra: Comentamos, a modo de introducción, algunos materiales sobre violencia sexual procedentes de un programa reeducativo penitenciario para hombres que cumplen condena por violencia de género. No hizo falta realizar una dinámica facilitadora de la comunicación. El relato de la sombra, que es una puesta en común entre varones del lado oscuro en nuestras vidas, surgió con facilidad. La propuesta fue verbalizar algún episodio social o en las relaciones heterosexuales en la intimidad, en algún momento de nuestras vidas, en el que hubiéramos entrado en la coerción o la violencia. Compartimos algo de lo que no estamos orgullosos: cuando no estuvimos a la altura de nosotros mismos. Surgieron la inacción ante situaciones de violencia naturalizada, la insistencia cansina en mantener relaciones sexuales, el cortejo que acepta mal la negativa y la frustración consiguiente. Ante conductas que otros participantes consideraban dudosas como coerción o maltrato, se recurrió al relato en profundidad o al posicionamiento de la mujer ante aquella circunstancia concreta para formarnos una idea más precisa. ACCIONES. Discutimos la experiencia con diferentes acciones y el resumen sería el siguiente. Sobre las acciones colectivas, un compañero no participante en el GAC comentó que la propia Aula de Género era una acción social. Otro propuso elaborar un documento guía para situaciones de violencia sexual de género destinado a colectivos transformadores de la sociedad. Este documento se elaboraría en reuniones posteriores de un grupo abierto y tras documentarse. Fue una idea general que habría que concretar. En cualquier caso, se verbalizó que los varones como colectivo no íbamos a decir a las mujeres qué hacer ante una agresión sexual. Resumimos experiencias y propuestas en lo cotidiano: - Comprender la violencia para transformarla. Mirarme, incluirme en esa comprensión. - Soluciones interpersonales en forma de respeto como una actitud de partida y también en forma de negociación cotidiana basada en la escucha de lo que ellas expresan verbal y no verbalmente. - Asumir la responsabilidad de dar referencias verbales y con hechos cotidianos en nuestro entorno; sobre todo, los actos. Reconocemos que los varones significativos del entorno influyen mucho entre sus pares. El patriarcado se construye socialmente y se puede desmontar socialmente. - Elegir en lo posible el momento temporal y emocional más adecuado para intervenir. - Ser concretos y evitar discursos. Hablar en plural si el contexto es congruente para evitar parecer los buenos aleccionando a los malos. Nosotros también tenemos algunas conductas patriarcales, seamos coherentes con nuestra realidad. - Dar valor a comentarios breves al paso. En cualquier caso, tener la actitud de tomar la palabra o actuar para poner nombre y señalar situaciones y alternativas posibles desde la equidad y el respeto a las mujeres. - ¿A quién nos dirigimos? Prioridad en intervenciones con niños y adolescentes del entorno para que perciban otros modelos, incluso cuando consideramos que los adultos no van a cambiar ni un milímetro. Actuar también con el único objetivo factible de aliviar la situación anímica de las mujeres que son agredidas de alguna manera en nuestra presencia. - Hablar en privado con los varones de nuestro entorno que se comportan muy dañinamente. Esto suscitó debate sobre el cómo hacerlo y sobre la efectividad. - Ante comentarios sexistas, exagerar el discurso para ponerlo en evidencia. Entre risas, se advirtió de algunos peligros de esta técnica. - Hacer algo ostensiblemente opuesto a lo que se espera patriarcalmente de nosotros como reacción a una situación determinada. - En general, dialogar sobre género con otros hombres como iguales y empleando el vocabulario más comprensible. Atender a los adolescentes. Generar espacios masculinos en los que la fuerza del grupo propicie cambios personales. VALORACIÓN. La estructura fue conforme a lo previsto, salvo alguna dificultad con el pc. El cañón del CCH funcionó. El proceso siguió lo previsto en general, con flexibilidad y con decisiones de grupo como saltarnos el punto de las violencias específicas. La gente se implicó en la actividad con una participación fluida de todos los asistentes y un viaje por lo personal y lo social que era un objetivo prioritario del taller. La asistencia de siete personas, por un lado escasa, la valoramos positivamente en la medida que el varón ha de atravesar un proceso de pérdida de privilegios para reconstruirse en la igualdad. Abordar el género supone un malestar positivo y esperanzador en un proceso de cambio, pero malestar al fin. También supone poner en marcha la responsabilidad propia. La tendencia social es aceptar poco malestar conscientemente, muy poco. Las parejas de varios compañeros asistían al taller sobre autodefensa frente a las agresiones sexuales a la misma hora. Todos los varones mostraban por su actitud e intervenciones haber realizado algún trabajo de género personal previo. Un compañero con experiencia previa propuso crear un grupo de hombres con enfoque de género. La idea se valoró positivamente pero no hubo compromiso de los asistentes para participar en él. Dos compañeros manifestaron la intención de sumarse al GAC. En la ronda de valoración todos verbalizamos bienestar en la tarea compartida y se valoró mucho esta interacción y refuerzo positivo entre varones. Creemos que fue un trabajo fructífero y que podemos avanzar por este camino. Como expresó un compañero con años largos de militancia muy activa en la transformación de la sociedad: “De todos los retos sociales que me he encontrado, este del patriarcado es el más difícil con diferencia”.