Fernández Taboada : “Para venderle a China, primero hay que construir un sueño argentino”. ¿Cómo son los chinos? ¿Cómo es su mentalidad? ¿Cómo es hacer negocios con ellos? Ernesto Fernández Taboada explica que para hacer negocios con el gigante asiático se necesita principalmente tiempo, mucha paciencia y perseverancia. En general, dice, los chinos son duros negociadores e inteligentes (cerrar una negociación con ellos puede demandar meses e incluso hasta años). Pero para entender al empresario chino hay que tener en cuenta principalmente que es un hombre afecto a la familia, que si bien no practica una religión en particular tiene un culto riguroso por sus antepasados. Esto refleja una enorme sensibilidad de su parte. Además él cree que el mundo debe estar balanceado y sobre todo tiene en claro que la competencia puede llevarlo a la disarmonía. En materia de negociación, siempre se orientan a lo grupal y no a lo individual. “En las reuniones de negocios es común enfrentarse a número considerable de ejecutivos y aunque uno es el que lleva la voz cantante, las decisiones son tomadas en conjunto. Esto difiere de los ejecutivos argentinos, acostumbrados a hablar todos encimados y al mismo tiempo. Estas actitudes los desorientan muchísimo”, explica durante la conferencia. Por eso, recomienda, que a la hora de encarar en una negociación, es útil designar a un representante. Además, los chinos acostumbran a tomar apuntes de todo lo que se dice, algo que luego sacan a relucir en las reuniones posteriores. Para ellos, es además importante la relación personal que llegan a establecer con su proveedor. “Necesitan crear un clima de confianza con la persona que tienen enfrente. Para ellos esto es más importane incluso que el prestigio de la propia empresa del ejecutivo con quien están negociando. Y estén seguros que si no les resultamos de confianza no van a hacer negocios con nosotros”, acota. Los chinos saben también hacer un amplio uso de los silencios. Es mejor hablar poco y en un lenguaje sencillo, evitando los discursos floridos. La recomendación, entonces, es hablar en forma directa y concreta. Otra cosa y que, por cierto, detestan es el ridículo en público. “Nunca conviene retarlos en público, ni hacerles notar equivocaciones o defectos ya que el prestigio es fundamental para ellos”, agrega. * Apuntes sobre la actual relación comercial Más allá de los anuncios de inversiones que pudieran concretarse por parte del gobierno nacioanl, Fernández Taboada habló sobre los futuros vínculos comerciales que pueden llegar a concretarse con China. Actualmente, en materia de trasporte, el Puerto de Buenos Aires y los principales puertos chinos están conectado por 2 compañías marítimas: La China Ocean Shiping (con una flota de 600 barcos oceánicos y la Evergreen, una compañía taiwanesa). Ambas compañías -joinventure mediante- envían semanalmente y alternadamente un barco por la ruta del Río de la Plata. Aerolíneas Argentinas es otro de los players locales que se encuentra en plena etapa de negociaciones por el espacio aéreo. Su objetivo no es otro que establecer una frequencia directa Buenos Aires-Pekín (pasando por Madrid). Las Fuerzas Armadas -a través de su lazo comercial con LADE- también está estudiando enviar un servicio de carga con un Boeing 747 que partiría de Buenos Aires y llegaría a Beijing en 23 horas con una sola escala técnica y que permitiría llevar carga enfriada entre 3 y 5 grados. Esta carga no solamente sería argentina (también quieren transportar productos brasileños, peruanos, chilenos y bolivianos). Además, el avión bordearía la costa de Sudáfrica y volvería por el Pacífico aprovechando los vientos. Es conocida la lista de productos locales que se están exportando a China (entro otros se encuentran al tope del ranking los porotos y el aceite de soja, seguido por los cueros y pieles, aceros, pescado, lanas, vino tinto, extracto de quebracho, algodón, productos farmacéuticos y utilitarios como Mercedes-Benz). Pero Argentina también está tratando de colocar software, más productos farmacéuticos, equipamientos para gas en automóviles, autopartes, menudencias vacunas, leche en polvo (que sería reconstituida para fabricar yogur), maderas duras, limones frescos, granola (que lo consumen como snacks), embriones vacunos (cada uno cuesta entre US$ 500 y US$ 800), ropa interior femenina (de buena manufactura y buen diseño algo que ellos no tienen) y césped sintético para tapizar algunas canchas techadas. * ¿Por qué no vendemos más a China? Sucede que el mercado tiene sus difícultades. Primero exige mucho tiempo e inversión (cada viaje a China cuesta no menos de US$ 4.000). Además la presencia debe ser permanente para establecer y afianzar las relaciones comerciales. Además si se fracasa comúnmente es porque los empresarios desconocen los códigos de la negociación china. Cómo se organiza una reunión de negocios, cómo se sienta la gente, cómo se dirige uno al líder del otro grupo, el intercambio de pequeños regalos que hay que hacer al terminar cada reunión sin factores a tener en cuenta. El respeto es otra de las claves. Llamar a los chinos por su nombre y no por su apellido es un símbolo descortés ya que el nombre está reservado para el entorno familiae. Además si la persona tiene un título universitario o académico nunca hay que olvidarlo u obviarlo. * Radiografía del consumidor chino Para entender cómo funciona el mercado del gigante asiático hay que tener en cuenta que China no es un país homogéneo, sino de realidades bien diferentes. Para agruparlos de manera sencilla se pueden citar 3 radiografías de consumidores. Entre ellos: * La zona de los corredores ricos (son las zonas costeras como Pekín y Shangai donde viven alrededor de 200 millones de habitantes). Estos gozan de un estándar de vida medio. De ese total de habitantes, cerca de entre 10 y 15 millones de chinos son ricos. De ese total, 5 millones son muy ricos. *En la segunda línea se ubican otros 500 millones de habitantes en vías de entrar a una economía de consumo. * Finalmente hay 600 millones de habitantes, casi la mitad de la población china, que se encuentra en un régimen de economía de subsistencia (es la gente que vive en la zonas rurales del oeste de china con un ingreso per cápita anual de entre US$ 300 y US$ 400. En los últimos años, la población china -en general- ha registrado un aumento en el nivel de vida. Esto se traduce en mayores ingresos sobre todo para la franja de consumidores que tienen mayor nivel adquisitivo. Esto provoca que la población demande mejores productos, quiere vestirse, entretenerse y alimentarse mejor. También empiezan a diferenciarse los consumos entre las clases más pudientes. Por ejemplo en el área de Shangaise son tanta la cantidad de campos de golf que se están construyendo que las autoridades están por prohibir la apertura de nuevos campos de golf porque consideran que ya son suficientes los que existen. También se está acrecentando el número de chinos de clase alta que se asocian a clubes hípicos. Por otra parte, el chino ha sido siempre muy tradicionalista y únicamente compraba cosas cuando tenía dinero en efectivo. El gobierno chino ha comenzado a revertir esto diseñando campañas publicitarias para que la gente vuelva a tomar crédito. Tal es así que es común ver avisos y carteleras en los diarios entusiasmando a la población para que tome crédito: “Si no tiene efectivo, endéudese”, citan algunas consignas. La juventud también está provoca cambios en el consumo. Ellos prefieren la Coca-Cola al té, les gusta exhibir su tarjeta de crédito, van a restaurantes fast-food, prefieren las zapatillas Nike al calzado tradicional chino, les gusta exhibir un buen reloj, vestimenta de calidad y -en general- admiran el modelo americano. En materia de negocios, por ejemplo, son importantes las mejoras en los sistemas de ventas. Hace 25 años no existían los sistemas de distribución y luego con la instalación de las grandes cadenas como Walt Mart, Carrefour y Metro y desde su incursión en el mercado la distribución y la logística han adquirido importancia. Pero todavía es difícil encontrar en China algún sistema de distribución de alcance nacional ya que todos se limitan a lo regional. También se abrieron muchas tiendas (tipo maxi-kioscos) que están abiertos todo el día, estimulando el negocio interno. * Claves a tener en cuenta Recordar entonces que: El éxito en una negociación con China se consigue: * Apuntando al mediano y largo plazo. * Informándose acerca de lo que quieren comprarnos. * Armando una estrategia clara y afianzando las relaciones personales. * Siendo flexibles. * Conociendo su cultura. * No teniendo miedo al desafío chino. Hay que tratar de agruparse, de asociarse entre los competidores, homogeneizando la producción a través de un especialista en comercio exterior fuerte y resistente. Y la fórmula del fracaso en China se consigue: * Trabajando para el corto plazo. * Estando mal preparados. * No comprometiéndonos, no dedicándonos. * Siendo inflexibles. * Llenándonos de preconceptos y no adaptándonos.