Los Retos del Poder Legislativo Mexicano Mtra Ana Elena Fierro Ferráez Coordinadora del Programa Análisis Regulatorio y Legislativo CIDE A diario los mexicanos atendemos a las noticias preguntándonos ¿Tendremos una reforma energética esta vez, realmente se habrá debatido y comprobado la eficacia del aumento de las penas para los secuestradores, por fin el Congreso resolvió tal o cual tema? y lo cierto es que la mayor de las veces la respuesta nos deja profundamente decepcionados. Parecería que se gasta mucho tiempo, dinero y esfuerzo sin dar resultados. ¿A caso nuestros Congresos federal y locales se han quedado atrás en el proceso democrático que queremos los mexicanos? La consolidación de la democracia en México ha llevado a que el Poder legislativo tenga un mayor peso que antaño. Con ello importantes avances y cambios del país dependen de la capacidad de negociación y funcionamiento adecuado de los Congresos tanto a nivel Federal como local. Cooter afirma que gobiernos con partidos hegemónicos u oposiciones débiles tienden a regirse por órdenes a partir de la disciplina de partido. Conforme los gobiernos y los cuerpos legislativos se democratizan y hay una oposición fortalecida se transita a gobiernos en los que las negociaciones son la herramienta principal del que hacer público y son los Poderes legislativo los espacios idóneos para este debate, dado su conformación plural y representativa. 1 Las negociaciones por naturaleza son procedimientos más largos que requieren de una profesionalización y desarrollo mayor a fin de resultar en normas producto de los compromisos entre distintas visiones hacia dentro de los cuerpos legislativos y reflejo de 1 Cooter Robert, The Strategic Constitution,Princeton University Press, p.175 a 189 1 un ejercicio democrático. Las negociaciones presentan importantes ventajas como permitir el intercambio de información y disminuir los errores de juicio o percepción que pudieran resultar de una decisión unilateral.2 Así ante un sistema de verdadera democracia resulta esencial establecer las condiciones adecuadas para que pueda darse el debate entre las diversas posturas de una manera eficiente; para ello deben, favorecerse negociaciones con bajos costos de transacción mediante la simplificación de procedimientos y determinación clara de prioridades. Condiciones que es obvio que los Congresos mexicanos actuales no poseen en virtud de la existencia de varios factores que lejos de facilitar las negociaciones, elevan los costos de transacción al constituirse en obstáculos del flujo de información, tales como: lo laxo del derecho a iniciar leyes del país, las excesivas formalidades de proceso de debate en el Pleno, la falta de una agenda legislativa clara, poca cultura de la negociación y de transparencia y acceso a la información. Por ejemplo, la constitución federal en su artículo 71 señala el derecho de iniciar leyes para el Presidente de la República a los legisladores federales y a las legislaturas de los estados sin mayores requisitos y similares disposiciones contiene las constituciones locales. Por otro lado las regulaciones orgánicas tanto a nivel federal como estatal no señalan límite alguno (más allá de quienes están legitimados para ejercer la facultad) para presentar las iniciativas, de suerte que basta con ser diputado para presentarla sin necesidad de acompañar la propuesta con algún estudio de antecedentes o de costos. Antaño cuando la mayorías de los Congresos pertenecían al mismo partido que los titulares del Ejecutivo esta falta de regulación no causaba mayores problemas, ya que en un alto porcentaje de los casos las iniciativas eran del ejecutivo y se turnaban a comisiones y 2 Idem. 2 se aprobaban sin mayor discusión. Si bien tal unilateralidad no es deseable, pues se constituía prácticamente el ejecutivo en un único legislador siendo el Congreso un mero trámite, lo cierto es que los procesos parlamentarios respondían a este fenómeno y no han tenido grandes cambios a pesar de la diferente realidad. Hoy en día afortunadamente el esquema es distinto. Es el Poder Legislativo donde se discuten los temas importantes del país y existe una confrontación plural de las visiones e ideas, que es necesario debatir a fin de llegar a consenso. Sin embargo, dado que permanece el anterior esquema en del proceso legislativo lejos de facilitar la negociación suele entorpecerla.3 En efecto presenciamos en los Congresos una enorme cantidad de iniciativas presentadas por los legisladores, el ejecutivo etc. Independientemente del tiempo que se requiere simplemente para procesarlas a través de su envió al Pleno y turno a Comisiones para análisis, tal cantidad de iniciativas en ocasiones no puede ser abordada por las comisiones, o implican el entorpecimiento del trabajo de las mismas e impiden que exista un programa global y priorizado de cuales son las normas preponderantes a crear o reformar en un momento dado. Además existe muy poco control de las iniciativas presentadas y de su trámite, o resguardo lo que provoca una gran pérdida de información aun en contravención de la nueva regulación en materia de archivos, transparencia y acceso a la información. Por ello cada cambio de legislatura suelen ser enviadas a “la congeladora”, haciendo que toda esa información se pierda, lo que implica un gasto innecesario de recursos, tanto por lo invertido en su elaboración y trámite, como por el hecho de que, en no pocas ocasiones, legislaturas subsecuentes vuelven a presentar nuevas iniciativas en esos mismos temas. [economía legislativa] De ahí la importancia de establecer requisitos más estrictos para presentar iniciativas. Sólo como ejemplo, en el caso del Congreso 3 Cooter Robert, The Strategic Constitution,Princeton University Press, p.171 a 175 3 Norteamericano el derecho a iniciar leyes si bien constitucionalmente corresponde a los legisladores en lo individual, existen reglas importantes respecto de su preparación que permiten controles más estrictos, así suelen ser presentados por un conjunto de legisladores incluso de ambas Cámaras y estar acompañadas de estudios y soportes de grupos de interés, suficientes para considerar que se trata de un tema prioritario.4 Tales elementos permiten que al momento del análisis de la iniciativa se cuente con suficiente información para generar un adecuado análisis de los antecedentes de la misma, de los costos y beneficios que traerá tal o cual legislación y de su impacto regulatorio. En este aspecto resulta interesante propuestas como la de Cooter en el sentido de poseer normas que ligan el proceso legislativo a la disponibilidad presupuestaria y a una estricta evaluación de los beneficios que la misma acarrea.5 De forma tal que previo al inicio de periodo legislativo se determine en la agenda los asuntos a tratar, los recursos con los que se cuentan y los tiempos. Así mismo debe reconocerse que el Poder Legislativo no se agota en el hecho de crear leyes, aunque éste es sin duda uno de sus roles más importantes, En el esquema de frenos y contrapesos tiene un importante papel como regulador del quehacer de Ejecutivo y el Judicial por ejemplo: mediante la aprobación del presupuesto, a través de la glosa del informe, el nombramiento de funcionarios y de la revisión de la cuenta pública. Sin embargo, hoy por hoy, en México los legisladores son evaluados por la sociedad generalmente por el número de leyes o propuestas que presentan y esto genera en los Congresos una enorme presión por aceptar iniciativas de leyes o reformas sin seguir en realidad una agenda legislativa, en la que se ponderen, desde una visión global, las verdaderas necesidades normativas en un momento dado, 4 5 Legislative Drafting Manual.mht Cooter, op.cit. 192. 4 provocando la virtual paralización de los Congreso o su baja productividad en asuntos prioritarios del país y nuestra gran decepción ante la noticia diaria. A todo lo anterior habría que sumar un método de debate anquilosado, con excesivas formalidades como las lecturas integras de las iniciativas y dictámenes que aún prevalecen en muchas leyes orgánicas de los Poderes Legislativos así como una falta de profesionalización de los cuerpos técnicos parlamentarios.6 Si bien es cierto que han proliferado los centros de investigación legislativa al interior de los congresos aún falta mucho por hacer. De ahí el gran reto de contar con un Proceso legislativo moderno, con agendas reales y bajos costos de transacción, a través de fáciles flujos de la información, con políticas de transparencia y acceso a la información veraz y oportuna, así como procedimientos y métodos que favorezcan las negociaciones. Trabajar en ello contribuirá que nos sintamos satisfechos con la labor de nuestros representantes. 6 Héctor Fix Zamudio, La Función Actual del Poder Legislativo, Porrúa, 1998, p.31 5