INDICACION E INDICADORES EN LA TERAPIA FAMILIAR

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INDICACION E INDICADORES EN LA TERAPIA FAMILIAR
PSICOANALITICA1
MYRIAM ALARCON DE SOLER2
NELIDA SAKALIK3
LIDIA RINGACH4
PLANTEO DEL PROBLEMA
En ciertos momentos en la práctica clínica nos enfrentamos con la necesidad de tomar
decisiones respecto a la indicación del tratamiento más apropiado en un determinado
caso. Generalmente, la opción está dada entre tratamiento individual, de grupo o
tratamientos vinculares, pareja o familia.
DEFINICIÓN DEL PACIENTE FAMILIA
La terapia familiar es un nuevo paradigma que ordena datos de una manera
significante y que utiliza para este ordenamiento un modelo diferente al de la terapia
individual psicoanalítica. Constituye un cambio epistemológico tal, que determina
observables distintos y por lo tanto, una manera diferente de enfocar las relaciones
vinculares.
Si nos referimos al modelo individual, podríamos decir que el mundo mental, el aparato
psíquico, se puede definir como un conjunto de representaciones de relaciones de
objeto. Hacia esta está orientada la terapia psicoanalítica individual, desplegada en la
transferencia con la figura particular del analista.
El modelo psicoanalítico estructural de las relaciones familiares, desarrollado por
Isidoro Berenstein (l982) postula que las relaciones familiares tienen un carácter
simbólico cuyo significado yace en la estructura familiar inconsciente (EFI). Relaciones
familiares y EFI corresponden a dos niveles lógicos diferentes. En el orden de las
primeras estarían ciertos observables tales como maneras de interactuar, modo de
comunicarse, distribución de la vivienda, los nombres propios, la organización espacial
en la consulta. etc. Son efectos de un segundo orden, el orden inconsciente,
determinado por la EFI.
Berenstein define a la EFI como un conjunto ligado de relaciones entre cuatro
términos: la relación de alianza, o sea, la relación entre marido y mujer, la relación de
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Trabajo elaborado a partir de la discusión del tama “Indicaciones y Contraindicaciones en Terapia de
Familia” en el Departamento de Familia, dirigido por el Dr. Isidoro Berenstein, en la Asociación Argentina
de Psicología y Psicoterapia de Grupo. (AAPPG). Noviembre, l985.
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Psicóloga, Master en Psicología Clínica.
Miembro del Departamento de Pareja y del Departamento de Familia, AAPPG.
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Psicoanalista, APA. Miembro de los Departamentos de Pareja y Familia de la AAPPG.
Licenciada en Psicología, Miembro del Departamento de Familia, AAPPG.
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filiación, es decir, la relación entre el hijo y sus progenitores, la relación de
consanguineidad, o relación entre hermanos, y la relación avuncular (palabra derivada
de avúnculo: tío materno) es decir la relación con la familiar materna o su
representante.
Un terapeuta de las relaciones familiares pretende una comprensión más abarcativa
de la dinámica familiar, a partir de las interacciones familiares, como expresión de la
EFI. La dinámica familir tiene una historia comprensible y vigente si se toma como eje
de análisis la EFI como organizador de las relaciones actuales y de las relaciones
recordadas como históricas.
Además, la terapia familiar psicoanalítica incluye como fundamentales conceptos tales
como la transferencia y la contratransferencia.
LA FUNCION DE INDICACION
El diccionario Larouse define “indicar” como señalar o designar. Sinónimo de denotar,
marcar, mostrar. La “indicación” es la acción de indicar, señar: dato, informe, guía.
La indicación terapéutica en terapia familiar implica denotar o marcar una estrategia
terapéutica, fruto del análisis de signos o indicadores, y de la discriminación entre los
mismos, que se despliegan en el ámbito particular de la interrelación entre el terapeuta
y el paciente-familia. Pensamos que el paciente es la familia y su interrelación con el
marco referencial y la persona del terapeuta determinan un campo epistemológico
propio, diferente del campo del análisis individual.
La función de indicación es un proceso complejo que supone los siguientes órdenes
de datos:
1. Recabar indicadores clínicos, en la cantidad de entrevistas diagnósticas necesarias,
que permitan al terapeuta una visión lo más amplia posible de la dinámica de la familia
2. Evaluar la interacción del grupo familiar con este terapeuta en particular, lo cual
apunta al análisis de la transferencia, la contratransferencia y la analizabilidad
específica, para lo cual es indispensable que el terapeuta pueda pensar su propia
familia y su incidencia en transferencia con el paciente- familia.
3. Evaluar las posibilidades de esta familia para acceder a un determinado tipo de
tratamiento, lo cual supone por un lado un verdadero deseo de cambio, y por otro, un
contraste entre lo óptimo y lo posible. Aquí el terapeuta deberá evaluar sus propias
limitaciones y las de la terapia familiar, y las características del vínculo terapéutico que
irá construyendo con la familia en cuestión.
4. El análisis de los indicadores le permitirá al terapeuta formular un “saber consciente”
que le permita construir la indicación terapéutica.
5. Finalmente, la comunicación de esta indicación al paciente-familia, es un acto
ejercido a través de la palabra como instrumento terapéutico. La convergencia entre el
saber del terapeuta y el de la familia deberá llevara a una ampliación de la gama de
representaciones conscientes que permitan comprender de otra manera los motivos
por los cuales la familia accede a la consulta.
La indicación es pues una conclusión del proceso diagnóstico interaccional.
Incluye la significación, la semantización y la anticipación como funciones terapéuticas
y constituye un momento clave en el proceso terapéutico, por la función de síntesis
esclarecedora acerca de lo que ocurre.
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INDICADORES EN LA TERAPIA FAMILIAR
Los observables en la entrevista, el relato conjunto, da cuenta de una trama vincular
que remite a funcionamientos inconscientes.
A continuación he incluido una categorización o clasificación esquemática de los
distintos órdenes de índices susceptibles de observación.
1. INDICES A PARTIR DEL MOTIVO DE CONSULTA: motivo de consulta en sus
distintas modalidades de síntoma de uno o varios miembros de la familia, crisis vitales,
sufrimiento familiar, duelo, etc.
1.1. Motivo manifiesto de consulta: nos referimos al motivo tal como es descrito por
la familia y las circunstancias específicas que motivaron este pedido. Incluye las
explicaciones racionales y conscientes por las cuales la familia considera que está en
problemas. Por ejemplo: desde que nos cambiamos de casa, desde que murió tal
persona, desde el nacimiento de este.
1.2. El síntoma de uno o varios miembros de la familia. Desde la clínica
observamos que muchas veces las familias concurren con uno o varios miembros con
síntomas claramente definidos. Para ellos son los que necesitan ayuda, es decir son
los “pacientes designados”.
Por ejemplo, un niño enurético, un niño con problemas de conducta o aprendizaje,
tendencia a accidentarse, etc. Las familias consultan generalmente por el síntoma de
uno de los hijos y no por el de los padres.
1.3. El sufrimiento familiar: Este aparece como angustia o dolor psíquico en el grupo
familiar, o en forma de de manifestaciones sintomáticas, como somatizaciones,
adicciones, etc.
1.4. Crisis vitales: son crisis desencadenadas por acontecimientos como muertes,
matrimonios, nacimientos, alejamiento de un miembro de la familia, migraciones, etc.
1.5 .Urgencia del motivo de consulta o del síntoma: tentativas de suicidio, psicosis,
anorexias, etc.
A partir de este motivo de consulta el T se pregunta que relación tiene esto con la
dinámica familiar, por qué ahora, desde cuando, a partir de qué.
2. INDICES A PARTIR DE LA INTERACCION ENTRE LOS MIEMBROS
Nos referimos aquí a observables tales como la comunicación, el lenguaje, el manejo
de la agresión, de la distancia, del silencio, como también otros índices más complejos
que el terapeuta va construyendo a partir de los datos aportados por la familia.
2.1. Características del vínculo de alianza: se observa el fortalecimiento o
debilitamiento del vínculo matrimonial, con el consiguiente fortalecimiento o
debilitamiento de otros vínculos familiares.
2.2. Características del vínculo de filiación: lugar del hijo en la familia y relación de
los padres con sus hijos.
2.3. Características de la función paterna: nos preguntamos si el padre es capaz de
introducir un orden simbólico en la familia, a través del corte en la relación de la madre
y los hijos.
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2.4. Características de la relación avúncular o con las familias de origen: indagar
acerca de la función de las familias de origen en la organización actual. Por ejemplo,
la relación avuncular puede estar representada por uno de los hijos vinculado de
manera simbiótica con la madre, con el consiguiente alejamiento del padre.
2.5. Observación de lo intergeneracional, en forma de genograma o en la
exploración de las relaciones entre las generaciones.
2.6 Los datos observados se van ligando en cadenas significantes, tomando ejes de
análisis como tiempo, espacio, nombres propios, repetición de sucesos significativos.
Por ejemplo: en qué momento de la historia familiar acaeció tal suceso, o cómo
modificó tal suceso el curso de la historia familiar, quien tiene tal nombre y cómo este
lo determina o qué significa, etc.
2.7. La presencia de lo mítico, los mandatos familiares y los secretos familiares
son puerta de entrada para la comprensión de la estructura familiar inconsciente. Los
secretos familiares en general remiten a situaciones universales tales como
nacimiento, copulación y muerte, pueden ser privativos a un miembro de la familia o
ser tácitamente compartidos con los demás o inconscientemente suscritos por todos
los miembros de la familia, muchas veces de generación en generación.
3. INDICES A PARTIR DE LA INTERACCIÓN CON EL TERAPEUTA
3.1. Quien o quienes vienen a la terapia familiar y quién y cómo se demanda el
tratamiento familiar. Así mismo, es interesante observar aquí el tipo de expectativa
conque la familia viene a la consulta, tal vez esperando soluciones mágicas, tal vez ser
absueltos, tener la razón, avalar a alguno como chivo expiatorio, etc.
3.2. La presión de la familia para que el terapeuta llene un lugar vacío, que no es
precisamente el del pensamiento. La capacidad de pensar del analista es con
frecuencia obstaculizada, de tal manera que puede estar presionado para actuar en
vez de pensar o interpretar.
3.3. El registro contratransferencial del terapeuta. La transferencia y la
contratransferencia son índices muy importantes en la terapia familiar psicoanalítica.
En terapias de pareja o en entrevistas con padres, es frecuente que el terapeuta se
sienta tratado como tratan a sus hijos estas parejas.
4. INDICES PARA BUSCAR EL ADECUADO CONTEXTO PARA LA TAREA
Nos referimos aquí a cómo registra y elabora la familia las interacciones con el
terapeuta y si puede o no aceptar la propuesta terapéutica. A veces puede ser
necesario comenzar con una terapia familiar exploratoria, para ir encontrando la
capacidad de pensar de la familia.
CONCLUSION
La pregunta acerca de la conveniencia de incluir como estrategia terapéutica la terapia
familiar puede ser respondida desde diversos ángulos. Los diversos métodos
terapéuticos apuntan a espacios distintos, y por lo tanto no hay respuestas únicas.
Tanto la terapia familiar como la terapia de pareja incluyen una realidad vincular que
generalmente desborda al análisis individual.
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