INVOQUE UN DAIMOKU QUE ESTREMEZCA EL UNIVERSO Por Jeanny Chen, Saratoga, California. Traducción de Susana Oyola disponible en http://www.happyjeanny.com Cada vez que abro mi altar para cantar daimoku frente al Gohonzon, en mi mente me aseguro de que también abra mi budeidad. Imagino que abro la puerta para ingresar al mundo de la budeidad. Tomando de manera consciente tal iniciativa, me pongo exactamente en la posición de ser capaz de comunicarme libremente con el Gohonzon. Mi vida se fusiona con el Gohonzon y mi estado de vida comienza a corresponderse con el de Nichiren Daishonin. El presidente Ikeda compara la práctica del gongyo de cada día con un "entrenamiento espiritual". Y dice: "El gongyo y el daimoku son una ceremonia en la cual nuestras vidas se comunican con el universo. Durante el gongyo, mediante nuestra fe en el Gohonzon, vigorosamente fusionamos el microcosmos de nuestra existencia individual con la fuerza vital del macrocosmos, del universo entero. Si lo hacemos regularmente, cada mañana y cada noche, nuestra fuerza vital se fortalece." -- Fe en la Acción, p. 120 Además de mi ceremonia de apertura de la budeidad, pongo en acción su orientación durante mi invocación de daimoku. Mi mente constantemente trabaja en expandir mi vida para penetrar el universo entero y abarcarlo también. Se siente abstracto pero vívido. Ahora, con toda esta preparación, estoy en mi más elevado estado de vida, armada con el fácil acceso al mundo de la budeidad. Estoy lista para experimentar, una vez más, el apasionante y gratificante aspecto fascinante de mi práctica diaria. "Si ejerce cien millones de eones de esfuerzo en un solo instante de la vida, las tres propiedades iluminadas del Buda aparecerán en usted a cada instante. Nam-myoho-renge-kyo significa justamente tal práctica diligente." En el Gosho Zenshu p. 790, Nichiren Daishonin brindó esta orientación. En consecuencia, comienzo ejerciendo todos los esfuerzos combinados que puedo emplear durante cien millones de eones de mi vida en cada daimoku. Al mismo tiempo, percibo que cada Nam-myoho-renge-kyo que recito, contiene inherentemente el resultado de tales magníficos esfuerzos. Junto con mi invocación sincera, continúo recibiendo su inmensurable poder y beneficios, para nutrir y adornar mi vida. Cuando mi mente trabaja de esta manera, simplemente no quiero parar de invocar. En su escrito "El verdadero aspecto del Gohonzon" (Principales Escritos de Nichiren Daishonin –vol. 1 p. 216), Nichiren Daishonin describe así el Gohonzon: "En el Gohonzon habitan todos los Budas, bodhisattvas y grandes venerables, así como los ocho grupos de seres animados de los dos reinos que aparecen en el primer capítulo del Sutra del Loto. Iluminados por los cinco ideogramas de la Ley Mística, exhiben la naturaleza iluminada que poseen en forma inherente." ¿No significa esto que en el Gohonzon hay cientos de millones de Budas a través de las tres existencias y las diez direcciones? Mientras mi estado de vida está elevándose al mundo del Buda, sólo puedo sentir que me elevo a la par de ellos. Es razonable, por lo tanto, que mediante mi daimoku sincero, pueda convocar toda su protección, sabiduría y fortaleza, mientras trabajo por mis ideales. Además, ¿no han jurado proteger a los Bodhisattvas de la Tierra como yo? Pensando en esto, no puedo evitar sentir mi máximo optimismo y júbilo acerca de la realización de mi oración. De esta manera, la creciente intensidad y profundidad de mi daimoku continúan acelerándose más y más. El presidente Ikeda dice que el ambiente que nos rodea está lleno de ondas de radio de varias frecuencias. Mientras éstas son invisibles, un televisor puede captarlas y convertirlas en imágenes visibles. Sabiendo esto, enviaré mi oración y todo mi ser, junto con mi daimoku para que penetren los tres mil mundos; a través de las tres existencias de todos los seres, sensibles e insensibles. Haré que mi daimoku inunde el universo entero, así como también los trillones de células de mi cuerpo. Millones de daimokus son invocados en todo momento por los miembros de la SGI del mundo. Voy a asegurarme que la calidad del mío figure entre los 50 mejores. Aplico resuelta decisión y toda mi energía positiva, y dirijo mi daimoku a trabajar diligentemente por mis objetivos, sin un momento de descanso. No hay duda de que mi daimoku puede alcanzar o viajar a cualquier lugar. Por lo tanto, ¿cómo puede no dar en el blanco que determiné? Trato de invocar daimoku con una determinación penetrante (ichinen), como una afilada y poderosa espada, con la fuerza del rugido de un león, confiando en hacer estremecer, mover y tocar el universo. Sin haber encontrado un problema verdadero y devastador, nunca es fácil para mí invocar daimoku con el sentido de extrema urgencia de una situación de vida o muerte. Me doy cuenta de que sólo mediante tal sentido de extrema urgencia, puedo experimentar la clase de daimoku profundo que mueve el cielo y la tierra. Pero, ni en eones, quiero cambiar mi bienestar y salud por esta experiencia, aunque realmente necesito saber cómo es y cómo invocar de esa forma. Hace cuatro años, me enteré en un noticiero de televisión que cuatro estudiantes universitarios habían quedado enterrados en una avalancha. Tres de ellos fueron rescatados tres horas más tarde, pero uno murió. Manteniendo la tragedia en mi mente, durante mi invocación, comencé a visualizar el accidente. Me imaginaba atrapada dentro de la espesa nieve. No estaba segura si alguien sabía dónde yo estaba cuando ocurrió la avalancha. Tenía poco aire y podía congelarme hasta morir en muy corto tiempo. ¿Qué podía hacer para salir de ahí antes de que fuera demasiado tarde? Era ahora o nunca. Pensando así, finalmente pude cantar daimoku capaz de derretir la nieve en segundos. Estaba emocionada por el descubrimiento. Desde ese momento supe que, sin necesariamente tener que experimentar personalmente una circunstancia difícil, podía imaginarla vívidamente para experimentar cómo extraer el resultado ideal de cualquier situación. ¡Qué conveniente! Las enseñanzas y orientaciones de valor eterno son abundantes en nuestra práctica de la fe. Estando limitada por mi habilidad respecto al idioma inglés, no podía leer el vasto volumen de publicaciones, ni siquiera una pequeña porción referida a este Budismo. Para compensar este punto débil, sin importar cuán poco soy comprendida, me enfoco en personificar la tinta negra en el papel blanco. A saber: dedico mi vida a estudiar, entender, absorber y aplicar todo para obtener resultados. Invocar daimoku es siempre mi herramienta perfecta y preferida para llevar a cabo tal maravilla: "Una mente nublada por las ilusiones de la oscuridad fundamental de la vida es como un espejo empañado, pero cuando es pulido, se convierte en un espejo claro, reflejando la naturaleza esencial de todos los fenómenos y el verdadero aspecto de la realidad. Despierte profunda fe y diligentemente pula su espejo día y noche. ¿Cómo puede pulirlo? Sólo invocando Nam-myoho-renge-kyo." -- Nichiren Daishonin en su escrito "Sobre obtener la Iluminación en esta existencia" (WND p. 4) Basada en esta enseñanza particular, miro mi vida como un espejo empañado. Mi mente, corazón y boca continuamente producen el máximo detergente de daimoku. Sostengo un suave paño puliendo el espejo incansablemente con cada Nam-myoho-renge-kyo que invoco. Finalmente, el espejo llega a ser tan cristalino que comprendo el verdadero aspecto de todos los fenómenos. Mi vida también resulta ser brillante y clara como resultado de cambiar veneno en medicina. El proceso de entrenamiento no toma mucho tiempo. Pero la recompensa es sorprendente. De acuerdo a la simultaneidad de causa y efecto, en el momento que reproduzco la imagen y la actúo en mi mente, su efecto ya existe. Por lo tanto, la creciente sabiduría de siempre buscar la verdad fundamental para resolver de la mejor manera cualquier situación, se convierte en un piloto automático para dirigir mi vida. Funciona como una maravilla. Sobre todo, me siento tan aliviada y tranquila al disfrutar el sentimiento de tener una vida fresca y pura, sin culpa, tristeza, vergüenza ni suciedad, y sin importar cuán terrible y fea haya sido antes. En lo que se refiere a invocar daimoku, soy bastante detallista. Como mi plan es invertir una gran cantidad de mi vida realizándolo, mejor me aseguro de estar en el camino correcto. Al comienzo de mi práctica, cantar daimoku durante quince minutos me parecía una eternidad. Más adelante, debido a la necesidad de cumplir mi objetivo imposible, comencé a invocar de cuatro a cinco horas. Gradualmente, he alcanzado un promedio de una hora y veinte minutos o dos horas por día. Un día me di cuenta que, si invocaba daimoku dos horas por día, significaba que en doce meses, sería como estar cantando daimoku sin parar las 24 horas de día, los 7 días de la semana, durante un mes entero. La amplitud de la tarea era bastante. Era demasiado grande de comprender. Afortunadamente, fui capaz de encontrar un modo de justificar mi comportamiento valiente: generar el valor equivalente o uno aún mayor al de los esfuerzos. Siendo una miembro de menor antigüedad en esta práctica budista, si deseo no quedarme atrás, tengo que tener un correcto empujón inicial para obtener sólidos resultados, sin demora. Por lo tanto, además de asistir a las reuniones de diálogo de la SGI, de leer las publicaciones de la SGI y de buscar orientación de mis antecesores en la fe, dependo profundamente de mi fe pura para encauzar mi camino. Las enseñanzas documentadas de Nichiren Daishonin son uno de mis indicadores. En consecuencia, invoco daimoku con fuerte determinación, paciencia, persistencia y optimismo. Cuando realmente quería sobrepasar un desafío, era natural que cantar daimoku fuera lo primero. En la actualidad, invocar daimoku siempre es mi primera prioridad, pase lo que pase. También he aprendido de los goshos cómo invocar. Invoco daimoku con sincera disculpa (sange), agradecimiento y alegría. También lo hago alabando el Sutra del Loto. Verdaderamente, no quiero omitir nada. Mi postura de penetrar en diferentes aspectos del daimoku contribuye a concretar mis explosivos beneficios. Cada vez que leo el Gosho, esas enseñanzas me enseñan la mejor forma de cómo practicar. Una vez que los comprendo, los aplico a mi vida: "Así como ansía la comida cuando está hambriento, busca agua cuando está sediento... así debería depositar su fe en el Sutra del Loto" (WND p.965) "Aún una grave ofensa puede ser erradicada si uno se arrepiente sinceramente." (WND p. 662) "Aquellos que desean pagar su deuda de gratitud con el Buda, deben primero pagar su deuda con la Ley Mística." (WND p. 44) "Por lo tanto, cuando cante el daimoku de este sutra, debe estar consciente que es algo más reconfortante que para un ciego de nacimiento, recobrar la vista y ver a su padre y a su madre". (WND p. 143) "Mientras más uno aprecie los beneficios del Sutra del Loto, más se incrementarán. Tenga en cuenta que los veintiocho capítulos del Sutra del Loto contienen sólo unos pocos pasajes elucidando la verdad, pero posee muchas palabras de alabanza." (WND p. 673) Este ensayo resume varios "entrenamientos espirituales" que he implementado en mi invocación a través de mis trece años de práctica. Como un mortal común, mi mente divaga mucho. No siempre puedo concentrarme totalmente mientras invoco. Tampoco puedo ejercitar todos estos entrenamientos al mismo tiempo. Sin embargo, he llegado a darme cuenta que, cuando soy extremadamente seria, invocando por mi objetivo de cumplir una cierta misión, reconozco y me encargo de la aplicación de alguno de ellos y funciona a las mil maravillas.