DE LA INFANCIA DEGENERADA A LAS PSICOSIS INFANTILES. SOBRE LOS ORÍGENES DE LA PAIDOPSIQUIATRÍA EN ESPAÑA* RAFAEL HUERTAS Depto. Historia de la Ciencia Centro de Estudios Históricos CSIC. Madrid. *Trabajo realizado en el marco del Proyecto de Investigación n PB98-0659, subvencionado por la DGES. --------------------------------------------------------------- En general, cuando se habla de la preocupación de la psiquiatría y la psicología por la infancia en el cambio de siglo y en el marco del movimiento regeneracionista, resultan obligadas las referencias al desarrollo de la psicopedagogía en sus distintas vertientes, al importante papel que la Institución Libre de Enseñanza jugó en este proceso y a la aparición de la Escuela Obligatoria como espacio de vigilancia y diagnóstico de la llamada "infancia anormal", asimilada durante mucho tiempo a la "infancia degenerada"1. De igual modo, los origenes de la paidopsiquiatría han sido relacionados por diversos autores con la respuesta que desde la medicina se dió al problema de la deficiencia mental2. 1Existe una amplia bibliografía al respecto. A modo de ejemplo, véase VARELA, J. y ALVAREZ-URIA, F. (1991), Arqueología de la escuela, Madrid, La Piqueta; ESCOLANO, A. (1987), "Psicología y Pedagogía", En HUERTAS, R., ROMERO, A.I. y ALVAREZ, R. (Coords.), Perspentivas psiquiátricas, Madrid, CSIC, pp. 27-40. Véanse, asimismo, las aportaciones sobre el tema contenidas en este mismo volumen. 2Sobre el particular, puede verse HUERTAS, R. y DEL CURA, M. (1996), "La categoría 'infancia anormal' en la construcción de una taxonomía social en el primer tercio del siglo XX", Error! Reference source not found. Ahora bien, la verdadera psiquiatrización de esa infancia anormal llega asilimar a su punto directamente culminante con la cuando enfermedad se la mental consigue -con la alienación propiamente dicha- y no solo con un problema de retraso mental o de handicap intelectual. De hecho, la locura en los niños y en los jóvenes se relaciona directamente con la irrupción, demencia en la nosografía precoz continuación, de y de qué psiquiátrica, demencia manera la del concepto de Véamos, a precocísima. psiquiatría española encaró dicha cuestión y las tensiones que todo cambio de paradigma conlleva: el paso, en definitiva, de la "infancia degenerada" a la psicosis infantil. En la producción décadas del amalgama de siglo ideas psiquiátrica XX puede española evideciarse de con las primeras claridad esa propia de cualquier cambio de paradigma. Mientras algunos autores rechazan de plano el nuevo concepto de demencia precoz, otros lo irán asumiento con más o menos reservas, pero, como veremos a continuación, ni siquiera los más firmes partidarios de la nosografía kraepeliniana, dejaron de considerar y aplicar los viejos principios degeneracionistas. Entre los más señalados detractores del nuevo paradigma destacaremos a Vicente Ots y a Tomás Maeste. El primero discute Asclepio, 48 (2): 115-127;HUERTAS, R. (1997), "Los 'niños salvajes' y la medicalización de la deficiencia mental", Revista de Dialectología y tradiciones Populares, 52: 217-234. Para España, véase ROMERO, A.I. y DE DIEGO, I. (1995), "La psiquiatría infantil durante el periodo 1886-1936 y las aportaciones del doctor Lafora en el caso de España", En VV.AA. Un siglo de psiquiatría en España, Madrid, Extraeditorial, pp. 167-182. Error! Reference source not found. la propia existencia de la demencia precoz como una entidad nosológica diferenciada. Demostrando un profundo conocimiento de la obra de V. Magnan, al que cita con profusión, mantiene que las demencias en pacientes jóvenes tienen una explicación fisiopatológica sin necesidad de salirse de los principios doctrinales del degeneracionismo. Indica, en este sentido, que "Magnan nos ha dado a conocer el estigma psíquico degenerativo de la inhibición cortical, y admitida la existencia de la supresión de la función de una neurona subcortical, por la excitación de un axon o soma superior, tendríamos explicada esa paresia, que autómatas, les podríamos convierte razonar en la ocasiones producción en de verdaderos los estados catatónicos, estáticos y catalépticos..."3. Mecanismos somáticos -neurológicos- que tienen como fondo una degeneración cerebral "precoz", al afectar a niños y jóvenes que acaban por "disociar el aparente equilibrio (...) (de) la actividad cerebral, hundiéndole en la pasiva indolencia o perturbadora actividad de la psicopatía"4. La conclusión final de V. Ots es tajante, el cuadro clínico denominado demencia precoz por Kraepelin tiene una dependencia estrecha, directa y absoluta con la degeneración cerebral, de tal forma que "nos atrevemos a afirmar que semejante entidad morbosa no puede aceptarse en la nosografía psiquiátrica como afección aislada e independiente, y que cuantos casos se filian en ella, no son otra cosa que psicopatías de índole 3OTS y ESQUERDO, V. (1902), "Demencia precoz", Revista de medicina y cirugía prácticas, 55: 329-337, p. 336. 4Ibidem. Error! Reference source not found. degenerativa"5. En parecida línea de pensamiento, podemos situar a Tomás Maestre. El viejo catedrático de Medicina Legal de la Universidad Central de Madrid, se resiste también a aceptar la existencia de la demencia precoz en términos que no ofrecen dudas: "no admito la existencia de la llamada demencia precoz como una especie nosológica mental individualizada y definida, pues este proceso dementivo no es otra cosa que la final resolución de varias y distintas formas de locura sobrevenidas en la época de la adolescencia y aún antes en cerebros jóvenes, tarados por ley de herencia con tara degenerativa"6. Dos conclusiones pueden sacarse de esta breve cita; por un lado, que el estado de "equilibrio inestable" por el que atraviesan los cerebros degenerados en la época de la pubertad, hace que éste sea el momento de la vida en que pueden hacer su aparición cuadros muy diversos de locura. No habría, pues, una entidad específica de locura puberal, juvenil o "precoz", sino que la adolescencia es considerada como una edad de especial riesgo, siempre en cerebros predispuestos. Por otro lado, las diversas "formas" de locura, como la melancolía, la manía, el delirio y la propiamente demencia, son entendidas no como enfermedades dichas sino como "estados cerebrales de orden trófico, relacionados siempre con la circulación y la nutrición 5Ibid, p. 330. 6MAESTRE, T. (1906), "Formas y patogenia de la demencia precoz", Revista Frenopática Española, 4: 177-186; 210-221; 314-319; 340-349; p. 183. Error! Reference source not found. del cerebro"7; pudiendo transformarse en un mismo individuo, unos en otros, sin que el fondo de la alteración mental sufra ningún cambio. Tal planteamiento recuerda el concepto de psicosis única, que tanta fortuna hizo, aun con antecedentes muy notables, en la psiquiatría europea de la segunda mitad del siglo XIX8. No se trata aquí de psicuiatría, analizar ni epistemológico, la los sistemas antinosografía defendieron los clasificatorios que, como partidarios de en principio la psicosis única o unitaria (Einheitphychose), pero sí de destacar cómo la noción de "metamorfosis" entre las distintas "formas" de locura, y su evolución final hacia la demencia, implicaba un criterio antinosográfico opuesto a la consideración de enfermedades mentales suficientemente diferenciadas. Como es bien sabido, la nosografía kraepeliniana9 y su enorme influencia supuso el arrinconamiento del concepto de psicosis unitaria y el establecimiento de una precisa sistematización de numerosas Alvarez, enfermedades "se presumieron enfermedades 7Ibid, que, médicas se como naturales, tratara; ha indicado como a si falta de José María auténticas de mayores p. 347. 8Sobre dicho concepto, puede verse GRIVOIS, H. (dir.) (1991), Psychose naisante, psychose unique, París, Masson; BERRIOS, G.E. y BEER, D. (1994), "The notion of unitary psychosis: aconceptual history", History of Psychiatry, 5: 1326; HUERTAS, R. (e. p.), "Nosografía y antinosografía en la psiquiatría del siglo XIX: en torno al concepto de psicosis única" 9Consúltese BERRIOS, G. y HAUSER, R. (1988), "The early development of Kraepelin's ideas on classification: a conceptual history", Psychological Medicine, 18: 813-821. Error! Reference source not found. conocimientos etiológicos, sintomatológicas, se evolutivas enfatizaron y las formas las coincidencias terminales"10. La dementia praecox -con su déficit intrínseco- se convertía en la enfermedad mental por excelencia, por más que, curiosamente, el nuevo sistema tuviera dificultades para ubicar cuadros psiquiátricos como la paranoia11. No es de extrañar, pues, que Tomás Maestre, en su intento de oponerse a la susodicha demencia precoz, recurra a nociones que tienen que ver, tanto en el plano clínico como conceptual, con la psicosis unitaria, encuadrándola, eso sí, dentro del discurso degeneracionista del que, como hemos visto, Maestre hace profesión de fe. Es, precisamente, la doctrina de la degeneración la que permite explicar, según nuestro médico, la rapidísima evolución hacia la demencia de las locuras contraidas a edades tempranas, al asegurar que "lo característico de las locuras de la adolescencia y la juventud es lo rápidamente que estas formas vesánicas corren su ciclo de excitación y caen en el proceso dementivo permanente final, y el cual crónico, forma simulando en tales verdadera casos un estado imbecilidad. Esta rapidez involutiva se explica fácilmente si tenemos en cuenta la constitución incompleta, débil y desequilibrada del cerebro de los niños degenerados"12. Desequilibrio que, en consonancia 10ALVAREZ MARTINEZ, J.M. (1997), "Qué fue de la paranoia?", En VV.AA. La Salud Mental en los noventa. Clínica, prácticas y organización, Valladolid, Asociación Castellanoleonesa de Salud Mental, pp. 43-79. 11Ibid, pp. 78 y 79. 12MAESTRE (1906), p. 348. Error! Reference source not found. con los principios degeneracionistas, daría lugar a un fenómeno regresivo hacia estadíos menos avanzados de la escala evolutiva filogenética y, en este caso, ontogenética: "cuando un órgano se para en su desarrollo antes de llegar a la categoría biológica de los de su especie, se verifica inmediatamente en él un proceso regresivo que tiende a retroceder a su forma embrionaria"13. Otros autores, aun conociendo -y reconociendo- la existencia de la "nueva" entidad, tienden a seguir encuadrándola en los viejos paradigmas. En íntima relación con la mencionada concepción "unitaria" de la enfermedad mental podemos ubicar a Arturo Giné y Marriera cuando, al presentar un caso clínico, explica que el paciente mostró una evolución de "aspecto polimorfo (...) primero, como una psicosis maniaco-depresiva, después como una melancolía ansiosa, más tarde aparentando una paranoia persecutoria, apareciendo, finalmente, la demencia precoz, que hoy sufre"14. Finalmente, algunos autores de la misma época sí se mostraron más abiertos a las nuevas tendencias. A. Rodriguez Morini, en su "Contribución al estudio de las llamadas psicopatías de la pubertad y considera especialmente la perfectamente 13Ibid, demencia definida, de precoz la demencia como sujeta a "una precoz" entidad causas (1903), nosológica precisas, con p. 349. 14GINÉ y MARRIERA, A. (1910). "Caso de demencia precoz.Reconocimiento e informe pericial, ordenados por el juzgado, para decidir la conveniencia de la reclusión definitiva", Revista Frenopática Española, 8: 65-73, p. 72. Cursiva en el original. Error! Reference source not found. sintomatología y curso propio y con episodios psicopáticos múltiples", que tienen en común su origen hereditario y la gravedad del pronóstico que "las hace del todo incurables"15. Años más tarde, E. Fernández Sanz, al presentar un caso de demencia precoz catatónica, llega a asegurar que "La psiquiatría actual admite, no como artículo de fe, sino como artículo de convicción, la magistral concepción kraepeliniana de la demencia precoz"16. Aunque sin alusiones directas, E. Fernández Sanz maneja conceptos de aparente raigambre degeneracionista. Así, al relatar los antecedentes familiares destaca que su paciente era "Hijo de una histérica y de un desequilibrado, arrebatado y violento, con positiva herencia neuropática"17, innatamente indicando, anómalo (...) asimismo, que predispuesto "su (...) cerebro, en ya equilibrio inestable, declaróse definitivamente en quiebra"18. El "desequilibrio" sabemos, dos de degeneracionista los y la "predisposición" elementos propuesta por fundamentales son, de como la ya teoría V. Magnan y P.M. Legrain en 189519; elementos que, precisamente por su vaguedad, podían ser 15RODRIGUEZ MORINI, A. (1903), "Contribución al estudio de las llamadas psicopatías de la pubertad y especialmente de la demencia precoz", Revista Frenopática Española, 1: 129-137; 161-174. 16FERNANDEZ SANZ, E. (1908), "Un caso de demencia precoz catatónica", Revista frenopática Española, 6: 235-242, p. 235. También FERNANDEZ SANZ, E. (1910), "Demencia precoz y cerebropatía infantil", Revista de medicina y cirugía prácticas, 88: 129-138. 17Ibid, p. 239. 18Ibidem. 19Los otros dos elementos son los "estigmas" Error! Reference source not found. y los aplicados sin dificultad en las explicaciones causales de la demencia precoz, en la cual, según unos, se encuentra siempre el rasgo patognomónico de los degenerados de Magnan, esto es, un desequilibrio entre las facultades morales e intelectuales, observándose a menudo "estigmas de degeneración"20; mientras que, para otros, los dementes precoces están "congénitamente predispuestos"21, considerándose el cuadro como una psicosis endógena, frecuentemente hereditaria y familiar. Ahora bien; el manejo de una terminología común no debe llamarnos a engaño. El propio Kraepelin, fuertemente influido por la teoría de la degeneración, llega a afirmar, en la 3 edición de su Tratado, que "La predisposición psicopática puede ser transmitida a los niños (...) en los que se acumulan las influencias hereditarias -como en el caso de matrimonios cosanguíneos entre familiares con predisposición neuropáticadesarrollandose un handicap orgánico. En los descendientes, las más graves formas de degeneración mental conllevan alteraciones especialmente intelectuales y morales"22. No es, receptores- pues, de extraño la que nosografía los primeros defensores kraepeliniana en -y España "síndromes episódicos". Véase HUERTAS, R. (1985), "Valentin Magnan y la teoría de la degeneración" Revista Asociación Española Neuropsiquiatría, 5: 361-367. GINE y MARRIERA (1910), p. 66. Este autor llega a hablar de una "predisposición latente" en aquellos sujetos en los que la tara hereditaria tarda algún tiempo en manifestarse o no es lo bastante fuerte como para provocar estigmas degenerativos. 20 21Ibidem.FERNANDEZ SANZ, E. (1908) 22KRAEPELIN, E. (1889), Psychiatrie. Ein kurzes Lehrbuch für Studirende und Ärzt, 3 edición, Leipzig, Barth, p. 62. Error! Reference source not found. recurrieran a explicaciones degeneracionistas a la hora de razonar la etiopatogenia de la demencia precoz; lo cual no solo se debe a la amalgama y confusión de ideas, y a la necesaria sistematización revolución ecléctica científica, de sino las que, mismas, como que conlleva acabamos de toda ver, la propia obra de Kraepelin tenía, al menos en sus comienzos, una honda base degeneracionista. Pero, además, conceptos como "predisposición", "desequilibrio" o "herencia morbosa" pudieron ser utilizados indistintamente por partidarios y detractores de la dementia praecox. La diferencia residía, fundamentalmente, en la consideración de la demencia precoz en el viejo sentido moreliano o en el marco de la nosografía kraepeliniana. La démence précoce, descrita por Morel en 1852, remitía a pacientes jóvenes de ambos sexos que evolucionaban prematuramente hacia la demencia23, pacientes que el padre del degeneracionismo clasificó dentre de su 4 clase de "locuras hereditarias", esto es, aquellas que cursaban con "limitación absoluta de las facultades intelectuales (...) Tercera variedad de degenerados intelectuales, físicos y morales de la especie humana"24. Por el contrario, la dementia praecox de Kraepelin aparecía como una entidad nosológica perfectamente difenciada de otras enfermedades mentales y, desde luego, de los estados psicopáticos degenerativos, que siguen siendo considerados por 23MOREL, B.A. (1852), Études cliniques, t.I. p. 234. 24MOREL, B.A. (1860), Traité des maladies mentales, París, pp. 521 y ss. Error! Reference source not found. el autor alemán en su clasificación de 189925. Pero, si desde el punto de vista de la etiopatogenia, las conexiones entre el degeneracionismo y el concepto de demencia precoz son más que evidentes, desde la clínica, tanto las llamadas psicosis de los degenerados como el delirio crónico de evolución sistemática, descrito por V. Magnan y P. Serieux en 189226, venían a confluir en la nueva entidad. Dicho delirio crónico de evolución sistemática comprendía cuatro estadíos: incubación (humor delirante), cristalización de los delirios de persecución, aparición de delirios de grandeza y demencia27. La presencia el delirio crónico de evolución sistemática en los diagnósticos psiquiátricos del cambio de siglo tuvo una importancia difícil de cuestionar. Por citar un ejemplo español suficientemente significativo, Arturo Galcerán define, en el año 1900, las locuras degenerativas con las siguientes características comunes: "1. La existencia de estigmas de degeneración psíquica y, en la mayoría de los casos, también física.; 2. La sistematización del delirio, terminando en una como cristalización del yo, bajo tema intelectual, moral o potencial; y 3. La involución de la personalidad psíquica en 25Véase BEER, D. (1996), "The endogenous psychoses: conceptual history", History of Psychiatry, 7: 1-29, p. 14. a 26MAGNAN, V. y SERIEUX, P. (1892), Le délire chronique à évolution systématique. París, Masson. 27Un subtipo, incluyendo conducta extravagante y hebefrénica fue descrito el mismo año por MARIE, A. (1892), Etude sur quelques symptômes des délires systematisés, et sur leur valeur, París, Doin. Véase BERRIOS, G. y FUENTENEBRO, F. (1996), Delirio. Historia, clínica, metateoría, Madrid, Trotta, p. 97. Error! Reference source not found. disociación de carácter, hasta llegar no a la demencia, según se repite a diario con sobrado error sino al infantilismo. Las más principales de dichas formas son la alucinatoria, la persecutoria y la megalómana, habitualmente sucesivas en un mismo individuo"28. Para algunos descrito por historiadores Magnan y de Serieux la no Psiquiatría, era sino "un el cuadro constructo equívoco que definía un trastorno que se encontraba más en la teoría que en la práctica"29; para otros se trataba de una categoría diagnóstica que "discurría por lo que actualmente podría considerarse esquizofrenia, depresión psicótica y trastornos delirantes"30. Es, precisamente, esta endeblez y ambigüedad del concepto de delirio crónico de evolución sistemática, junto a la cada vez más anacrónica teoría de la degeneración -al menos en su formulación más tradicional- y el innegable empuje de la noción de dementia praecox lo que hace que a partir de la segunda década del siglo degeneración/no XX se comience degeneración para a prescindir distinguir del los criterio tipos de delirio crónico, describiéndose, entre 1909 y 1913 una serie de cuadros clínicos que suponen un alejamiento de las ideas de 28GALCERAN, A. (1900), "Consideraciones sobre la clasificación de las enfermedades mentales a propósito de la adoptada para el servicio clínico del manicomio de Reus", Gaceta Médica Catalana, 23: 521-525 y 556-561, p. 557. 29PICHOT, P. (1982), "The Diagnosis and Classification of Mental Disorders in French Speaking Countries: Background, Current Views and Comparison with other Countries", Psychological Medicine, 12: 475-492, p. 478. 30BERRIOS y FUENTENEBRO (1996), p. 97. Error! Reference source not found. Magnan e, incluso, como ha apuntado Dominic Beer, una cierta recuperación de Esquirol a la hora de elaborar una semiología psiquiátrica que tiene como eje central el delirio crónico31. En España, los psiquiatras de la llamada generación de los Archivos de Neurobiología32 son, una vez más, los que introducen cambios definitivos en la visión de la enfermedad mental. Si, como hemos visto, durante los primeros años del siglo, el debate se centraba en la existencia o no de la demencia precoz como entidad nosológica aislada, en la segunda década la aceptación del concepto kraepeliniano se hace incuestionable, si bien la manera de incorporar el mismo a los problemas mentales de la infancia resulta diferente según el autor que consideremos. Así, la existencia de niños golfos diagnosticados de demencia precoz, da la posibilidad a Sanchis Banús de explicar algunos comportamientos anti o extrasociales como verdaderas manifestaciones clínicas. Así, las fugas "inexplicables" del seno familiar o de las instituciones (correccionales, orfanatos,...), o la tendencia al vagabundeo son interpretadas en el marco de un cuadro bien definido y caracterizado por algunos prodromos -irritabilidad, inestabilidad, tendencia a la soledad, terrores inexplicables, etc.-, tras los cuales "la 31Nos referimos a la descripción del délire chronique d'interprétation por Capgras y Sérieux en 1909; la psychose hallucinatoire chronique por Ballet en 1911 y el délire chronique d'imagination por Dupré y Logre en 1911. Véase BEER (1996), p. 5. 32Véase GRACIA, D. (1971), "Medio siglo de psiquiatría española, 1885-1936", Cuadernos de Historia de la Medicina Española, 10: 305-339. Error! Reference source not found. afectividad, apatía y los la atimia Episódicamente, ambición y sentimientos, de sin son las completamente: características embargo, persecución, desaparecen presentan abandonan de algunas sin motivo su la estado. ideas de alguno el domicilio de sus padres y vagan a la aventura"33. Sin embargo, tal como indica Lafora, "La demencia precoz es una psicosis de la pubertad, aislada por Kraepelin como tal, y que suele iniciarse entre los diez y seis y los veinticinco años. Existe, sin embargo, una forma prematura que empieza ya a los tres o cuatro años y de la que se han escrito solo algunos casos"34. La referencia a la "demencia precocísima" es evidente y nos indica que la influencia de Sante de Sanctis en la incipiente paidopsiquiatría española tiene otra dimensión, además de la ya expuesta, que no podemos dejar de destacar. A comienzos del presente siglo, S. de Sanctis describió una nueva entidad nosológica al intentar establecer el diagnóstico diferencial de la deficiencia mental con un cuadro psíquico en el que los niños: "escapan al diagnóstico de idiocia o de imbecilidad y más bien se les debe considerar bajo el concepto de demencia precoz, en el sentido de que presentan síntomas de esta psicosis, tales como buena memoria, buena capacidad de percepción, cosas todas que contrastan con la inestabilidad extrema de la atención, una debilidad o ausencia de formación del pensamiento de orden superior, perturbaciones graves de la 33SANCHIS BANUS (1916), golfo, Valencia, p. 89-90. Estudio médico-social 34LAFORA del niño (1917), Los niños mentalmente anormales, Madrid, La Lectura, p. 417. Error! Reference source not found. actividad voluntaria, del carácter y de las actitudes, tales como negativismo, tendencia a las acciones rítmicas, impulsividad..."35. La influencia de la nosografía kraepeliniana se deja sentir en esta nueva mirada hacia el niño loco y el término de "demencia precocísima", en clara alusión a la dementia preacox de Kraepelin, es aceptado y asumido por diversos autores36, hasta llegar a la definición de esquizofrenia infantil establecida ya en 193737. Sanchis Banús no parece conocer o, al menos no cita en ningún momento, los trabajos de de Sanctis ni el concepto de "demencia precocísima", lo que sí hace es, como acabamos de indicar, Kraepelin, seguir en todo distinguiendo momento formas de los planteamientos demencia precoz como de la hebefreno-catatónica o la paranoide en este tipo de niños. El trabajo de Lafora es, en nuestra opinión, más fino y documentado y, en él, podemos destacar dos aspectos relevantes: la minuciosa descripción clínica de los cuadros y la clara vocación higienista del autor a la hora de intervenir sobre el 35Existen varios trabajos de este autor dedicados a esta nueva entidad y publicados entre 1906 y 1909; la cita textual ha sido tomada de SANCTIS, S. (1908), "Dementia praecocissima catatonica oder Katatonie des früheren Kindesalters?", Folia neurobiologica, 2: 2-12, p. 9. 36Así, AUBRY, E. (1910), "Psychoses de l'enfance à forme de démence précoce", L'Encéphale, 10: 272-278. 37Tal descripción fue presentada en el Primer Congreso Internacional de Psiquiatría del Niño, celebrado en París en 1937 y publicado con detalle en LUTZ, J. (1937), "Über die Schizophrenie in Kindersalter", Arch. Neurol. Weurochir. Psych., 39: 335-372 y 40: 141-161. El esquema que sigue, aplicado al niño, es muy similar al de Bleuler. Error! Reference source not found. problema. En lo que se refiere a la primera cuestión, a las tradicionales formas hebefrénica, catatónica y paranoide, añade la heboidofrenia, descrita originariamente por Kahlbaum, y denominada también demencia simple por ser "la menos intensa, la de desarrollo más lento, y en la que faltan esos síntomas peculiares de las otras o están muy velados"38. Nos parece interesante la consideración de esta variedad, ausente en Sanchis Banús, por ser precisamente la que se describe como más frecuente entre los sujetos inadaptados socialmente y la que más se aproximaría al perfil del "golfo". "A ella pertenecen" explica Lafora- "muchos desertores, criminales, vagabundos y prostitutas en perpetua inadaptación al medio, y que, más o menos tarde, con motivo de alguna emoción violenta o profunda, caen en un estado de mayor perturbación intelectual o en la demencia simple"39. En cuanto a la "demencia precocísima", Lafora asegura que "el cuadro clínico corresponde bastante exactamente con el de la demencia precoz; pero su evolución es mucho más rápida y progresiva, produciéndose en poco tiempo, una desintegración intelectual que da lugar a una verdadera demencia infantil, tanto, que estos casos han sido confundidos con otros de precoz como la cerebropatías infantiles adquiridas"40. En segundo precocísima lugar, deben 38LAFORA tanto ser, en la demencia opinión de Lafora, (1917), p. 421. 39Ibidem. 40Ibid, p. 422. Error! Reference source not found. objetivo prioritario de la Higiene mental. Nuevamente la escuela juega un papel preponderante en la observación de estos niños. "No sólo interesan al educador y psiquiatra los raros casos de demencia precocísima, sino también aquellos muy frecuentes de demencia precoz, los cuales, desde la infancia, muestran ya ligeros síntomas precoces hebefrénicos. presentan en los estos años candidatos escolares a dementes peculiaridades intelectuales y modificaciones des caracter de tipo autístico, que motivan el que los camaradas los llamen 'chiflados' o 'raros' y los diferencien y se aparten de ellos"41. El diagnóstico precoz de determinados "signos de alarma" facilitará, obviamente, la aplicación de medidas higiénicas que prevengan la instauración del cuadro clínico, por eso, "en presencia de un escolar con una personalidad muy marcada, que se aisla de los demás, que muestra impulsiones y acciones inesperadas, que presenta depresiones transitorias y épocas de alguna indiferencia sospechar en la o de delirio posibilidad de una persecutorio, demencia debemos precoz en incubación y antes de que empiece a marcarse el defecto en toda su pujanza, debe seguirse una higiene mental cuidadosa, evitando toda fatiga mental y toda emoción fuerte al niño, sobre todo al aproximarse a la adolescencia"42. 41Ibid, p. 418. 42Ibid, p. 419. El concepto de "incubación" de la enfermedad mental es mucho más antiguo. Sobre el particular, véase MARTINEZ-PEREZ, J. (1993), "La noción de 'incubación' de la locura y su significado para el desarrollo de la psiquiatría forense francesa en el primer percio del siglo XIX", En GONZALEZ DE PABLO, A. (coord.), Enfermedad, clínica y patología. Estudios sobre el origen y desarrollo de la Medicina Contemporánea, Madrid, Ed. Complutense, pp. 265-280. Tampoco Error! Reference source not found. Se confirma, de esta médico-social de proyecto reforma de los manera, la psiquiatras psiquiátrica vocación que preventiva prepararon de la II el y gran República española43, trascendiendo el interés eminentemente clínico y sin connotaciones sociales que hacia el degeneracionismo demostró el alienismo español decimonónico. Encuadrando el discurso psiquiátrico en el marco de la Medicina Social y de la Salud Pública, se pretendía abordar la patología mental en general -y el ya muy devaluado y matizado problema de la degeneración en particular-, desde mediante presupuestos la que intervención pretendieron en el espacio superar la social estricta asistencia manicomial incorporando los principios de la Higiene Mental. puede olvidarse, como ya hemos apuntado, que en el delirio crónico de evolución sistemática, descrito por Magnan y Sérieux, se considera una etapa de "incubación", que los autores franceses denominan "humor delirante". 43ESPINO, J.E. (1980), "La reforma de la legislación psiquiátrica en la Segunda República: su influencia asistencial", Estudios de Historia Social, 14: 59-106; COMELLES, J.M. (1988), La razón y la sinrazón. Asistencia psiquiátrica y desarrollo del Estado en la España contemporánea, Barcelona, PPU; HUERTAS, R. (1995), "El papel de la higiene mental en los primeros intentos de transformación de la asistencia psiquiátrica en España", Dynamis, 15: 193-210. Error! Reference source not found.