Jubilada dicta clases de perfeccionamiento a maestros; una pedagoga genial, fueron notables sus cursos difundidos en distintos lugares de enseñanza, cómo los de Jardín de infantes en la escuela Normal incorporada a la Hermanas Mercedarias en Capital Federal; en Córdoba por pedido del Consejo General de Educación; los cursos en Tucumán por igual pedido de su respectivo Consejo; en Mendoza destacado su curso sobre material didáctico, lo mismo en Paraná, Rió Cuarto; sus cursos en la Escuela Práctica, por ella organizada en Bell Ville, sobre temas variados de trabajos prácticos como: tejidos, valijeria, confección de juguetes, uso de maquina para repujado, bordado, etc. Todas estas conferencias, cursos como quiera llamarlas, fueron como dice Martha Herrera de Ocampo,1 son verdaderas charlas como de una madre a sus hijos, sus hijos carentes de esa experiencia, de ese saber que los años han ido acumulando en su intelecto. En 1935 fue miembro en el congreso en Buenos Aires. En el año 1945, Rosarito cumplió sus bodas de oro con la enseñanza, y como no podía ser de otra manera, un día muy feliz seguramente para ella, al recibir tantas adhesiones, felicitaciones, mensajes afectuosos, no solo de sus compatriotas sino de admiradores de sus obras en todos los países vecinos como Chile, Uruguay, Perú, Brasil y Bolivia. La Verdad fue una mujer, con alma de acéro, no conoció descansos prolongados, solo con pocas horas de sueño se recuperaba de todas las fuerzas empleadas. Durante la formación del Museo, sus diarias etapas de trabajo fueron generalmente desde la seis de la mañana hasta muy entrada la noche, en los meses invernales se quedaba a dormir y a comer ahí en el instituto, con todo lo que significaba, las incomodidades propias de un lugar en construcción y sobretodo frió, no existían en su almanaque días marcados de rojo, es decir feriado; tenía un pensamiento solamente de vivir para el trabajo, dedicarse, abocarse de pleno en él. Un 28 de Mayo de 1950 falleció en esta ciudad a los 77 años de edad; por misteriosa coincidencia fue a morir junto a la casa donde vivió el Dr. González. En palabras del Dr. Jorge Vera Vallejo, en una entrevista realizada por las profesoras Ignacia Garro y la profesora Mercedes de Funes2, para la publicación de un librito que se hizo con 1 2 -Autor: Martha Herrera Ocampo”Vida y obras de Rosario V Peñaloza”, Editorial Mayo BS AS. Pág. 19 - Prof. Ignacia F Garro, Prof. Mercedes G de Funes, OP, CIT, Pág. 02. el objetivo de recoger testimonios orales de la gente de influencia de Rosarito, nos decía lo siguiente: “Ella vino a la Rioja por un homenaje que le hacían en Chamical, pues allí se creaba el Jardín de Infantes con el nombre de ella; recuerdo que en esa fiesta Rosarito bailo una zamba, estaba muy feliz, se divirtió mucho, pero también a pesar de su fortaleza, el dolor físico la doblo, es decir se hizo ostensible su enfermedad. Desde Chamical se dirigió a esta casa (quinta del DR. Vera Vallejo ubicada en la quebrada), en ese entonces vivía mi padre con quien tenia una gran confianza y acercamiento, sintiéndose muy enferma y resguardándose en una habitación”. Mientras tanto, el padre de Dr. Vera Vallejo, fué en búsqueda de ayuda de los médicos para que tenga una atención mas adecuada. Uno de los doctores de esa época fue Cesar Vera Barros, hermano de Enrique Vera Barros, se la internó en el Sanatorio Modelo; pero muy pronto Rosarito empezó con hemorragias, era un cáncer terminal, entonces la sacaron de ese Sanatorio y fue traslada a la casa de la señorita Estelita Peñaloza ubicada frente del Sanatorio, al lado del actual Archivo Histórico por Calle Rivadavia al 952. En ese domicilio vivió las últimas horas de vida, junto a su familia. Pero antes de morir, con las últimas energías que le quedaban, decidieron en compañía de sus dos sobrinos, uno de ellos ex presidente de la Corte Suprema de Mendoza, quienes la acompañaron hasta el último minuto de vida, expresaron su preocupación por los inconvenientes que surgirían cuando se intentase la publicación de sus trabajos, no teniendo una autorización legal otorgada por la autora, es decir Doña Rosarito Vera Peñaloza. De esta manera se procedió a escribir el testimonio que otorgue la autorización, posterior a su muerte y que dice de la siguiente manera: Primer Testimonio: Escritura número treinta y cuatro3._ En la ciudad de la Rioja, capital de la Provincia del mismo nombre, Republica Argentina, a veinte y un días de Mayo de mil novecientos cincuenta, año del Libertador, - Conferencia realizada por Marta A Salotti, “Comisión Central de Homenaje Rosario V Peñaloza” 28 de Mayo de 1951, Impreso por M. A Della Torre, 1951. 3 General San Martín, yo el escribano autorizante, titular del registro número treinta y dos, siendo las veinte horas, fue llamado en tal carácter al domicilio de la calle Rivadavia número novecientos sesenta y dos, de esta ciudad, para extender un testamento por acto público y habiéndome constituido allí, casa del Ingeniero don Dionisio Peñaloza Vera, éste me condújo a una habitación donde se encontraba en cama, la profesora Rosario Vera Peñaloza, persona hábil de mi conocimiento personal por su actuación en actos públicos y docentes realizados el año próximo pasado, en esta ciudad, doy fé, quien en presencia de los testigos que al final serán nombrados, me expresó su voluntad de otorgar su testamento por acto público, por encontrarse enferma en estado delicado desde hace algunos días; y habiéndome cerciorado de que se encuentra en estado de lucidez y en pleno goce de sus facultades mentales, procedí a extender esta escritura de su testamento con las disposiciones que ella me dictó con voz clara en la siguiente forma: PRIMERA: mi nombre es Rosario vera Peñaloza, hija legitima de don Eloy Vera y de doña Mercedes Peñaloza, ya fallecidos; soy Argentina, nacida en Atiles, Departamento Rivadavia de esta Provincia, soltera, educacionista, de setenta y siete años de edad, domiciliada en la ciudad de Buenos Aires, Calle Independencia número dos mil trescientos siente y accidentalmente en esta Provincia, a donde vine para dictar un curso en Chamical, instalar en el Consejo de Educación el Rincón Sanmartiniano y organizar el Museo didáctico y Luego buscar en mi tierra el restablecimiento de mi salud un tanto quebrantada desde Febrero de este año._ SEGUNDA: Soy Cristiana, pertenezco a la religión Católica Apostólica Romana, en la que me he criado como mis antepasados; creo en los misterios y dogmas que proclama y enseña su Iglesia; y para el momento de mi muerte encomiendo mi alma a nuestro Señor Jesús Cristo, a la Santísima Virgen Maria, Madre y señora nuestra y a San Nicolás de Bari, Patrono y Protector de esta Provincia._ TERCERA: carezco de herederos forzosos y de bienes que no sean las cosas insignificantes de mi uso personal y mi obra intelectual._ CUARTA: Nombre mis albaceas en órden sucesivo; Primero, el Dr. Jorge Vera Vallejo; segundo, al Dr. Ricardo Vera Vallejo y en tercer lugar a mi hija espiritual doña Marta Alcira Salotti, sin prejuicio para ésta última de las funciones y misión que especialmente le encomiendo en la cláusula siguiente._ QUINTA: Pido y encargo a la Señorita Marta Alcira Salotti, la revisión y ordenación de mis trabajos en materia docente, filosófica o literaria, destinados según fue siempre mi intención servir a la cultura pública; a cuyo efecto los originales existentes en carpetas que ella conoce, libros, o en empresas entregados para la misión de esos trabajos editoriales, les serán que le encomiendo y que ella me tiene aceptada, como necesaria y previa para la publicación de mis trabajos._ SEXTA: Anhelo para servir a la cultura pública de patria, la publicación de mis trabajos, pues no tuve otro móvil al realizarlo. No teniendo herederos forzosos, renuncio mis derechos de autor en beneficio de la entidad Nacional, Provincial o Privada, como ser la Junta de Historia y Letras de la Rioja, a la que ya le tengo ofrecido mis trabajos, que hiciere la publicación; pero si ésta fuere el gobierno Nacional o Provincial y la publicación produjera algún beneficio, de éste se destinará lo necesario para servir de base a la fundación de una escuela que llevará el nombre de mi tía y madre de crianza, doña Jesús Peñaloza de Ocampo, en el pueblo de Malanzán donde he pasado mi infancia._ Esta escuela sera politécnica, en ella se dará a la niñez tares variadas, que sirvan para despertar vocaciones y desarrollar aptitudes latentes en cada uno, enseñando el aprovechamiento del material que brinda el medio ambiente, las flores intensamente aromáticas para la preparación de extractos, la arcilla que es de primera calidad para facilitar las creaciones plásticas, las fibras, las numerosas materias de la zona para la preparación de bases de juguetes para que el mismo niño los haga. Podían ser base de estos juguetes los modelos de cuyo mecanismo, es autor Ricardo Ocampo, ejecutados bajo mi dirección e idea que tienen por finalidad despertar las vivencias del niño y cultivar su capacidad creadora, al mismo tiempo su venta será una fuente de ingreso para el sostenimiento de la escuela._ SÉPTIMA: Dos sillones hamaca de valor artístico que me fueran obsequiados, los destino al Museo Histórico de la Rioja._ OCTAVA: Declaro que el moblaje y enseres de la cama de mi domicilio, pertenece a mi hermana Teolinda Vera de Vera, con quien vivo hace muchos años, pero respecto a los objetos que constituyen homenajes a mi modesta labor, los cuales me pertenecen, dispongo como última voluntad que los albaceas los destinen a instituciones publicas o privadas que por la índole de sus actividades sean las apropiadas para conservarlos, según el criterio de mis albaceas que conocen mis predilecciones, efectos y algunas instrucciones verbales que les tengo dadas._ NOVENA: Si algunos derechos patrimoniales tuvieran fuera de los que he mencionado, serán para mis herederos legítimos._ DÉCIMA: Pido a mis pariente se mantengan unidos._ UNDÉCIMA: Recomiendo a mis albaceas y parientes la modestia de mis honras fúnebres y anhelo que mis restos mortales descansen aquí, entre los de mi familia._ No teniendo mas que disponer la testadora, procedí a leer este testamento que oyeron los presentes y ratificó la misma en presencia de los testigos que la vieron y oyeron porque estaban en la misma habitación y que son los Doctores Elías Octavio Ocampo, Gustavo Adolfo Castellanos y Don Alberto Marcelo Vega, de cincuenta y tres, cuarenta y cinco y veinte y cuatro años respectivamente, todos hábiles, de mi conocimiento y residentes en esta ciudad, los que conjuntamente con la testadora firman por ante mí de todo lo que doy fé._ EL ESCRIBANO: FAUSTO B SÁNCHEZ . Esta mi sello y una estampillaCONCUERDA fiel y legalmente con su Matríz que bajo el número expresado, folio cuarenta y nueve del protocolo a mi cargo, correspondiente al año del Libertador General san Martín, mil novecientos cincuenta, doy fé._ para el interesado expido este primer testamento que autorizo, sello y firmo en el lugar y fecha de su otorgamiento._ Hay una firma y un sello que dice: Fausto B. Sánchez _ escribano Nacional_ la Rioja, hoy nueve de Octubre de mil novecientos cincuenta, a las once horas treinta minutos. Conste: inscripto en la fecha el presente testamento por acto público de la señorita Rosario Vera Peñaloza, bajo el número quinientos quince, folio quinientos cincuenta y nueve, de éste registro, sin determinar bienes inmuebles. Hay una firma: Hugo R. N. Salguero_ Escuela pública Nacional y un sello que dice: Registro de la Propiedad Protocolo”A”, La Rioja. Luego de leer el testamento, nos dedicamos a prestarle mucha atención a cada una de las palabras e intensiones manifestadas verbalmente por la testadora, con la intención de ver cual de todas ellas, esta a nuestro alcance de poder corroborar como cumplidas después de su muerte. En el primer punto hace referencia al lugar de nacimiento, menciona sus padres, entre otras cosas. Con respecto al segundo punto, sus palabras describen a Rosarito, una mujer muy religiosa, atenta a las enseñanzas de la iglesia Católica, tal es el caso que ella dice, que al momento de mi muerte encomiendo mi alma a nuestro Señor Jesús Cristo, a la Santísima Virgen Maria, Madre y señora nuestra y a San Nicolás de Bari, Patrono y Protector de la Rioja. En el tercero, la Maestra resume en pocas palabras parte de nuestra investigación, cuando dice, carezco de bienes que no sean las cosas insignificantes de mi uso personal y mi obra intelectual, ésta es una prueba más de que dedicó toda su vida a la educación, no tenía nada que no sea, libros, carpetas, trabajos manuales, es decir todo lo relacionado con su labor como una verdadera docente. En el quinto y sexto punto, pide y encarga a la Señorita Marta Salotti, que le hagan entrega para la misión que le encomienda, la publicación de sus trabajos renunciando a los derechos de autor en beneficio de la entidad Nacional, Provincial o Privada. Pero lo lamentable de esta cuestión es que su discípula la Sra. Salotti, así llamada por muchos investigadores, no supo valorar y lo mas grave, cumplir con la misión encomendada por Rosarito, de hacer la publicación de los trabajos que dejó incompletos, nos parece que es, faltarles el respeto a los familiares, a la educación, y sobre todo a la patria. También nos parece que su discípula, solo le quedaron los mejores recuerdos y vivencias de una Maestra, Profesora, llámesele como quiera, de una mujer muy trabajadora, muy envidiable por todos sus saberes, conocimientos que tiene que tener un/a docente; si bien la Sra. Salotti a publicado varios trabajos, pero son reflexiones sobre el pensamiento de su gran madre Maestra. En lo que respecta a los últimos tres puntos, por versiones de algunos familiares como lo es la Sra. Maria Ester Galiano de la Vega de Ocampo, Sobrina Nieta de Rosario, a través de una entrevista nos dijo, que todos los bienes materiales, como obsequios, diplomas, placas de oro, sillas, entre otras cosas, se encuentran en poder de sus familiares, uno de ellos, los hijos y sobrinos del Dr. Jorge Vera Vallejos, ya fallecido también. Como así también los restos físicos o mortales de Rosarito, descansan en el mausoleo de los Vera vallejos, en el actual Cementerio el Salvador de nuestra ciudad Capital. Estas fotos nos muestran el lugar donde descansan los restos físicos de Rosarito, también algunas de las tantas placas que tiene el mausoleo de la familia Vera Vallejo.