Entrevista acerca del cuerpo y la sexualidada los Terapeutas del CesCh Dr. Christian Thomas y Macarena Gómez 1-Ustedes hablan del cuerpo como una construcción que comienza desde la infancia. Cómo son los mapas corporales o cómo describirían al cuerpo físico (si es que solo hablan del físico...porque también está el cuerpo sutil, radiante, emocional) Hay un cuerpo materia que se construye desde la gestación. Es un cuerpo tejido, un cuerpo órganos, un cuerpo sistemas coordinados dentro de otros sistemas corporales orgánicos. Este cuerpo se despliega con una carga genética, una herencia que determina las formas, las magnitudes. Sin embargo en la medida que se va desplegando esta genética, este soma, se va construyendo un cuerpo sensorial, un cuerpo imagen sensorial. Aquí imagen no es el doble visual, sino una imagen de sensaciones. El líquido amniótico al presionar el cuerpo, lo delimita, le da forma sensorial, lo hace tener una cierta tonicidad basal. Luego, este soma vivo, orgánico, despliega sensaciones de movimiento interno, intestinos, fluidos, intercambios con la madre. Por último, un cuerpo sensaciones pulsátiles, como la vida que pulsa, el cuerpo pulsa y se hace sensaciones pulsátiles, en la boca, en el ano, en la uretra y en la vida extrauterina en los ojos, en los oídos, etc. Desde esta perspectiva el crecimiento extrauterino marca un despliegue de sensaciones de cercanía y distancia, de confianza y desconfianza, de seguridades e inseguridades, todas ellas en relación a Otro, y a otro llamado cuidador principal (la madre). Esta capa de sensaciones que recubre el cuerpo del infante, se internaliza en esquemas de sensaciones y más tarde, lenguaje verbal mediante, en esquemas de pensamiento. Estos son Modelos Operativos Internos, patrones de funcionamiento construidos a partir de ritmos de sensaciones, de silencios, de pausas, de intercambios sensoriales y motores primarios. De aquí, se complejizan día tras día hasta alcanzar en la adultez modos de funcionamiento en relación a los otros. Este cuerpo vivo, soma, recubierto de un cuerpo sensaciones (no conscientes), implícitas, no verbales, va relegarse por último en un cuerpo que se devuelve en la mirada, en el cuerpo mirado, en la imagen que el otro me devuelve. Este último cuerpo construido simultáneamente desde el año de vida, se vuelve dominador de los cuerpos propios a partir de los 3 a 5 años y relega las sensaciones más tiernas, íntimas y auténticas del sujeto. El cuerpo se vuelve un territorio de contradicciones entre este cuerpo soma, este cuerpo sensaciones y este cuerpo imagen de los otros. 2-¿Cómo podemos tomar conciencia del cuerpo que tenemos? La conciencia corporal aparece gradualmente en el desarrollo. Primero hay un cuerpo que se vive, en la infancia y con los años un cuerpo que se lleva y muchas veces a desgano pues nos es el cuerpo que los otros exigen. El dolor hace tener conciencia del cuerpo carne, materialidad y las disfunciones sexuales por ejemplo nos patentizan en la conciencia un cuerpo sensaciones. El espejo por otra parte, nos hace tener conciencia del cuerpo imagen especular y lo pone a prueba en las expectativas y exigencias de los modelos arquetípicos de lo que se pide que ese cuerpo sea. 3-¿Cómo son los cuerpos modernos?. Esta es una concepción compartida y tiene que ver estrictamente con el lugar en que se habita o la sociedad que se comparte. En la actualidad debemos hablar de cuerpo contemporáneo, ya que el cuerpo moderno tiene relación con el surgimiento del renacimiento s XV – XVI, en donde el cuerpo queda recluido en el sentir y se pone énfasis en el intelecto y la razón: Pienso, luego existo, René Descartes. Paradigma que se cristaliza con el siglo de las luces y la Revolución francesa. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos por la humanidad de separar el cuerpo y los sentidos como herramientas viables de aprendizaje y desarrollo, nos encontramos con un cuerpo contemporáneo esclavo de la imagen. Una imagen plana, en donde es posible y se debe atenuar el paso de los años, o sea un cuerpo “borrador por corregir”. En donde la “diferencia” es el enemigo por excelencia y el individuo hace suya la demanda que le impone una sociedad sumida en el consumo y la inmediatez. Los cuerpos contemporáneos, están a la deriva de una vorágine de estímulos grotescos y estereotipados en donde el límite, la frontera y la diferencia sucumben ante el paradigma de la igualdad, lo natural y lo light. 4-¿Cómo es el cuerpo de los chilenos? Uno de los principales objetivos del trabajo en terapia corporal tiene que ver con pasar de este cuerpo que llevo, que cargo, que sólo aparece cuando hay algún dolor, hacia un cuerpo que habito y que siento. En este sentido, los cuerpos de los chilenos están por una parte, constantemente bombardeados de estímulos pseudo erotizantes, que instalan la idea absurda de seguir un prototipo que se impone y no desde donde el individuo en su propia búsqueda comience a establecer los lazos de sintonía con su corporalidad como materia y como imagen que proyecta a los otros. Por otro lado, el cuerpo de los chilenos sigue escindido y culposo ante el placer y si a eso le sumamos que no tenemos un cuerpo que este entrenado, educado, facultado para sentir, ya sea por la religión, la educación y la política, entonces tenemos como resultado, el bloqueo ante la sensaciones placenteras. Pero al mismo tiempo, una manera de experienciar este placer es a partir de cómo me permito vivir mi cuerpo: estoy en lucha constante, en crisis, crítica permanente, disconformidad. Desde ese lugar es difícil convidar o seducir a otros a compartir de este pobre festín. En general las mujeres chilenas acarrean un cuerpo, cuerpo que pesa y que hace que se defienda masoquistamente engrosando el tren inferior, voluminoso y pesado, incapaz de conectar con el placer propio, sino más bien el placer que le puede dar al otro. En el hombre, es un cuerpo disociado, angustiado por zonas que son sometidas al permanente escrutinio del culto de lo masculino retrógrado, el machismo y el poder fantasioso del culto al falo. 5-¿Qué significa tener sexo entre dos cuerpos? El sexo no se hace en los cuerpos-carne, en lo real, se tiene sexo en lo que esos cuerpos simbolizan, en el lenguaje, en lo que el lenguaje a significado de esos cuerpos o trozos de cuerpo. Porqué preferimos el seno de nuestra pareja?, si finalmente un seno es un seno, carne, grasa, glándula, piel, etc. Es por lo que significa para mi ese seno, es por lo que lo recubre del lenguaje y no del cuerpo carne. Por esta razón los terapeutas podemos trabajar en estos cuerpos, a diferencia del cirujano que trabaja en lo real del cuerpo pero que cura y no sana necesariamente. El sexo es una participación de sensaciones históricas reactualizadas en el presente, aquí y ahora y que nos pueden conducir a rozar lo real, el gozo, el placer extremo, el orgasmo. Se agitan en cada uno de nosotros, fantasías, imágenes vicariantes de experiencias pretéritas en la relación con nuestros padres. Ellos nuestros padres y nuestros familiares más cercanos, fueron quienes nos enseñaron el arte del amar, del erotismo, nos abrieron al deseo y paradoja de la humanidad, son los únicos con los cuales no podemos de adultos ejercer ese privilegio. Buscamos luego a tientas, en la penumbra de la conciencia, cuerpos, que nos devuelvan esas sensaciones, a veces placenteras, a veces dolorosas, a veces traumáticas. 6-¿Cómo influye el estado de salud mental, física y emocional de cada persona al tener un encuentro sexual? El ser humano es “un ser todo”, dividido artificialmente por teorías cartesianas que proponen al cuerpo por una lado y la mente por otra, las sensaciones por un lado y la razón por otra. Esta división artificial no ha dañado por milenios, por generaciones y hoy somos efecto de esa arbitraria forma de construir realidad. Todo influye, todo es causa, todo es efecto. La materia es espíritu y el espíritu materia. 7-Cómo es posible tener encuentros más limpios y enriquecedores con la pareja. ¿Esto pasa por cambiar nuestra concepción del cuerpo? Tener una pareja es tener un problema. El problema no es el problema, el problema es la solución. Entonces, ¿cómo solucionamos este desencuentro que la pareja nos evoca? Hay muchas maneras de llegar a responder esta pregunta. Desde esta perspectiva de los cuerpos, podemos decir que el estar en presente, el sacar las expectativas, el salirse de la moral y entrar en la ética personal o de pareja es un forma de solución. Limpiar los cuerpos es sacar expectativas, es conectarse con las sensaciones de este cuerpo vivo, histórico pero actualizado y reconstruirlo en este encuentro de dos. Somos un invento, que se construye a cada instante, que se re construye en cada encuentro con cada uno de los otros. El obstáculo es el ego, que campea, que se adueña y se nutre de la imagen del otro y nos hace ser para el otro. Aquí la responsabilidad pasa por cada cual, darse un espacio para reconectar los dos de ti, sensación y cognición y llevar esta percepción a un campo más amplio donde la aceptación en este campo más amplio tiene que ver con la postura estética y no con el fundamentalismo del arquetipo de la imagen, del deber ser. Poder incorporar en la intimidad de la pareja, todos aquellos aspectos negados, disociados, apartados por prejuicios, por miedo, por vergüenza es un gran paso en pos de ampliar las vivencias y el campo de relaciones del Self. 8-¿Por qué hablan de satisfacción y/o dolor dentro de los cuerpos de la pareja en interacción?. Los cuerpos en interacción son efecto de historias, historias que se construyen en la infancia. Nos reconstruimos permanentemente en la interacción con otros siempre que estemos prestos y conscientes a estar allí, a estar en plenitud. Entonces somos subjetividades en actualización constante, en donde el dolor y placer estarán siempre en juego. Poder entrar en esta paradoja de dolor y placer implica conexión emocional y lecturas mutuas, lecturas que llevan a la anticipación y así el poder sentirse entendidos y comprendidos. Creemos que tenemos un gran rezago en Chile de emocionalidad, es decir de no haber sido entendidos, regulados, mentalizados desde el origen de nuestros días. Vivimos una sociedad que no acepta las emociones, la rabia, la pena por ejemplo y que se adormece en esta huida, en este escape de sentir. Las interacciones nos revelan este drama de cada cual, drama que se manifiesta en disfunciones evitativas, falta de conexión con el otro y consigo mismo, que se ve por ejemplo en la eyaculación precoz (muy frecuente en la población masculina chilena), en la falta de deseo de la mujer, por temor a conectarse, por temor a acceder al placer, a sentir pero también a hacerse cargo de ese sentir en sí misma. 9-¿De qué sirve el tantra y cómo beneficia este intercambio en la pareja? La palabra tantra proviene del sanscrito que significa tejido, red, donde se cruzan dos polaridades. Todo es parte de una misma trama, nada queda suelto todo está unido al todo. Como primer acercamiento, debemos distinguir dos aspectos cuando hablamos de tantra. El primero tiene relación con la filosofía tantrica que sustenta al tantra yoga, este último en términos reducidos serían las prácticas y asanas en donde se busca la complementariedad, por esa razón se ejecutan de a dos, es decir, con la polaridad. A este le llamaremos “tantra rojo”. Pero esta es sólo una parte de lo que hoy como imaginario colectivo rememoramos cuando escuchamos la palabra tantra: orgías y prácticas sexuales para alcanzar el orgasmo y el placer eterno. Bastante pobre para una filosofía que según antropólogos y arqueólogos posee más de 10.000 años y que corresponde al quinto Veda para el segundo período de la historia del hinduismo, que se denomina Smriti. Según la mitología hindú, nos plantea que Shiva posee 5 bocas y que 4 de los Vedas salieron por estas bocas, mientras que el tantra salió de su boca central. Es por esta razón que como segunda instancia debemos entender al tantra como una filosofía que va más allá del coito sofisticado, exótico manipulado por una estructura mental-representacional occidental. El tantra es ante todo: “Amor fundamental”. Es la posibilidad que tanto hombres como mujeres tienen para permitirse dentro de un espacio de intimidad y contención, la exploración hacia aquellos aspectos que la cultura por una identificación a un género no se es permitido. En este sentido, el hombre puede tomar un rol pasivo y la mujer el activo. Dicho de otra forma, es experimentar la polaridad. El tantra abre la posibilidad a las parejas de hoy, a no proponerse metas, ni objetivos específicos en el ámbito del encuentro amoroso, ya que lo único que generan es ansiedad ante las expectativas y angustia ante el no cumplimiento de dichos fines, muchas veces fura del juicio de realidad. Este es un espacio lúdico, en él se abre la posibilidad de aprendizaje, ya que no existe el juzgar, porque me conecto con el otro desde el sentir y no desde el pensar. Cuando me pongo desde esta vertiente, entonces surgen las comparaciones, las demandas, la insatisfacción y el dolor. El sexo en el tantra es un acto meditativo, espontaneo e intimo. Tal como el niño siente satisfacción ante la exploración con el entorno que le es desconocido. El niño está viviendo ese momento en el presente y no en la expectativa de lo que vendrá después. La invitación es volver a sentir el cuerpo y a explorarnos como niños. 10-Cómo se descubren o arman los espacios de silencio, placer e intimidad. Los espacios de silencio, placer e intimidad son un trabajo a lograr por la pareja. Ninguno de estos tres está por el hecho de tener pareja o ser quien soy. Son instantes, situaciones, actos que van develando una relación con la historia personal, con la relación y consigo mismo. Implican tareas, trabajo de elaboración y construcción, implican esfuerzo y frustración, implican desarrollar del lado de la pareja instancias de acuerdos y de superación de desacuerdos, de reparaciones que lleven hacia un objetivo final el cual es la consecución de un núcleo distinto al de origen (la familia), en donde se desarrollen los aspectos fundamentales que la pareja quiere desarrollar. En esto hay libertad para que cada pareja desarrolle lo que quiera y desee. La intimidad implica cortes, protección, límites a los otros (incluido los hijos). Es elaborar espacios de lo interior y lo exterior, diferencias en sumo. Diferencias que producen tensiones, angustias y que muchos eluden sumándose al totalitarismo cultural del momento. (reaggetton, progresismo, por ejemplo). La intimidad es la no transparencia, pero no es la opacidad. Es la no transparencia en el sentido de dejar espacios propios al que el otro (pareja) no llega. Hay una gran confusión con la intimidad. Se cree que tener intimidad es contarse todo, es decirlo todo, es que no haya rincón que la pareja no conozca. Creemos que es todo lo contrario, que son espacios míos y espacios tuyos que se viven en lo diario en la confianza de confiar en el otro y por tanto no necesitar saber del otro, al menos todo del otro. Es el no control, es la libertad, es la fidelidad así mismo y sólo así se puede ser fiel al otro. Si se es fiel al otro y no así mismo lo que ligará esa relación es la desconfianza, el rencor, la rabia. El silencio implica eternidad, implica zambullirse entre las palabras y entrar en una dimensión interior, personal. Pocas parejas viven el silencio con placer, con constancia. Pocas parejas se encuentran en los cuerpos en silencio, sin movimientos, sin gestos, sin palabras. Para estar en silencio hay que estar sin el ego, sin la chicharra interior, hay que estar pleno en sí mismo, (entusiasmado consigo mismo, palabra que significa estar lleno de dios). Sólo al estar lleno de sí mismo puedes no estar en el otro con las palabras. Sólo así no necesitas rellenar nada para tapar nada. Se puede estar en silencio si hay aceptación de sí mismo, del cuerpo, de lo que hay. El placer surge como respuesta de un cuerpo sintiente, en donde la mente ocupa el lugar que le corresponde. Si la mente desborda los límites del cuerpo, entonces se evita sentir, se evita la conexión. La conexión autentica con el otro crea el campo del amor, de la aceptación, no de la necesidad. Podemos conectarnos por necesidad o por amor. Ambas se parecen pero son diametralmente distintas. En una hay miedo, en la necesidad. Yo necesito al otro, imperativamente, pues sin ese otro no existo, no hay nada en mi que me haga existir, por lo que vampirizo al otro para existir. Este tipo de conexión es por miedo. La contrapartida es el amor, la libertad, la aceptación. Aquí hay sustento propio, aquí hay silencio en mí y por lo tanto hay existencia. Aquí se abre un campo de conexión donde se puede experimentar la lógica de la estética, es decir un espacio de pareja que abre los límites de la creatividad, del sentir, del experienciar, y en donde no se reduce a fijarse en la figura, la apariencia, la imagen, lo light. Es el campo de todas las posibilidades y el lugar donde el ego se diluye. Christian Thomas Torres Macarena Gómez Tapia Médico ginecólogo terapeuta sexual, Sexólogo Terapeuta Corporal Magister en Psicoanálisis UNAB Actriz PUC Diplomada en sexualidad CesCh Miembro de la Sociedad Chilena de Salud Mental Terapeuta Sexual CesCh Miembro de FLASSES y de la AIERP Instructora Yoga infanto adolescente Director General CESCH Docente CesCh