Notas para situarnos en torno a la cultura popular en la tardo-modernidad “Cultura” = Acción simbólica (Geertz) Abner Cohen define los símbolos como objetos, actos, conceptos o formaciones lingüísticas que permanecen ambiguas por una multiplicidad o disparidad de significados, que evocan sentimientos y emociones e impulsan a los hombres a la acción. Cultura: como un proceso constante de producción de significaciones de y desde nuestra experiencia social. Producen una identidad social. Cultura = proceso constante Cultura = proceso social Lo popular puede enfocarse desde dos posiciones: Folklorismo: preservar lo auténtico, todo cambio es degradación, deformación de una pureza original. Paradigma rural. Concepción de la dominación social: piensa lo que producen las clases populares en términos de reacción a lo que induce la clase dominante. Situamos la cultura Popular Gramsci entiende la cultura en el sentido fuerte. Concepción de la vida y del mundo contrapuesta a las concepciones oficiales del mundo. Liga cultura popular a subalternidad. (García Canclini) Cultura, hegemonía y cotidianeidad […] el papel jugado por el pensamiento de Gramsci en el desbloqueo, desde el marxismo, de la cuestión cultural y la dimensión de clase en la cultura popular. (Martín Barbero) 'Benjamin había esbozado algunas claves para pensar lo no-pensado: lo popular en la cultura no como su negación, sino como experiencia y producción' (Martín Barbero) El aporte de Le Goff estriba en haber logrado rescatar la dinámica propia del proceso cultural: la cultura popular haciéndose en una dialéctica de permanencia y cambio, de resistencia e intercambio. (Martín Barbero) Cierese hace residir lo esencial en concebir 'la popularidad como un uso y no como un origen, como un hecho y no como una esencia, como posición relacional y no como una sustancia'. Es decir frente a toda tendencia culturalista el valor de lo popular no reside en su autenticidad o su belleza, sino en su representatividad sociocultural, en su capacidad de materializar y de expresar el modo de vivir y de pensar de las clases subalternas, las maneras como sobreviven y las estratagemas a través de las cuales filtran, reorganizan lo que viene de la cultura hegemónica, y lo integran y funden con lo que viene de su memoria histórica1 (Martín Barbero) Martín Barbero: Tras la aparición de las masas urbanas lo popular ya no puede ser lo mismo… La cultura de masas es la primera en posibilitar la comunicación entre los diferentes estratos de la sociedad, y como es imposible una sociedad que llegue a una completa unidad cultural. La circulación que consiguen los medios de comunicación de masas (periódico, radio, cine y TV) posibilitó el flujo comunicativo, intensificó los encuentros, a diferencia del libro que mantuvo y reforzó durante mucho tiempo la segregación cultural entre clases. Lo masivo en esta sociedad no es un mecanismo aislable o un aspecto, sino una nueva forma de sociabilidad. Hemos pasado de sociedades dispersas […] a una trama mayoritariamente urbana, donde se dispone de una oferta simbólica heterogénea, renovada por una constante interacción de lo local con redes nacionales y transnacionales de comunicación. (García Canclini) …, la comunicación se está convirtiendo en un espacio estratégico desde el que pensar los bloqueos y las contradicciones que dinamizan estas sociedadesencrucijada, […] De ahí que el eje del debate se desplace de los medios a las mediciones, esto es, a las articulaciones entre prácticas de comunicación y movimientos sociales, a las diferentes temporalidades y la pluralidad de matrices culturales. (Martín Barbero) … haciendo posible pensar el proceso de dominación social ya no como imposición desde un exterior y sin sujetos, sino como un proceso en que una clase hegemoniza en la medida en que representa intereses que también reconocen como suyos las clases subalternas. Y ‘en la medida’ significa aquí que no hay hegemonía, sino que ella se hace y deshace, se rehace permanentemente en un ‘proceso vivido’, hecho no sólo de fuerza sino también de sentido, de apropiación del sentido por el poder, de seducción y de complicidad. (Martín Barbero) Por lo que pasa en el barrio popular se interesan hoy no sólo los sociólogos, los antropólogos y los comunicadores… El barrio aparece ahí definido desde dos coordenadas: el movimiento de dislocación espacial y social de la ciudad por fuerza del ‘aluvión migratorio’ y el movimiento de fermentación cultural y política de una nueva identidad de lo popular… el barrio anuda, teje nuevas redes que tienen como ámbito social la cuadra, el café, el club, la sociedad de fomento y el comité político’ […] ‘Las bibliotecas organizadas en torno a comités partidistas o sociedades de consumo, harán posible el contacto de la cultura , predominante en esos sectores, con la del libro y la revista. La revoltura del pueblo y masa en lo urbano. (Martín Barbero) Entendiendo la cultura popular, la óptica radical de J. Fiske: La cultura popular y la cultura masificada capitalista operan a través de estos conceptos: - Excorporación: es un término de la cultura popular utilizado cuando un elemento de la cultura dominante es modificado para adecuarlo a los intereses de los grupos subordinados en el sistema social. Esto libera un significado alternativo de ese elemento, de ese recurso del sistema. Para que los productos culturales sean adoptados por la gente ordinaria, estas deben atraer de alguna manera sus intereses. Para que un producto se convierta en popular, la gente ordinaria tiene que ser capaz de adaptarla a sus propias vidas. (Detournement o desvío del Situacionismo) - Contención: la cultura popular está en todas partes y la excorporación es muy común. Cuando grupos subordinados utilizan recursos de una manera nueva, y este estilo underground se transforma en popular a nivel de base social, las corporaciones productoras de los recursos utilizan el proceso de la contención, con el fin de explotar su popularidad, reproduciéndola en la fábrica. Ejemplo de pantalones vaqueros gastados y remendados por los hippies para no consumir, simbolizando la contracultura. (caso de Argentina y vaqueros gastados). El proceso de adopción de los signos de resistencia por el sistema dominante es un intento de robarlos de sus significados oposicionales, de co-optarlos. Al incorporarlos al modelo económico, llevar vaqueros desgastados se convierte en un modo de adopción del consumo y no de oponerse a él. Pero para Fiske la diferencia reside en la persona que lleva sus propios vaqueros remendados y aquella que lleva los producidos en la fábrica como una señal de conformismo con los que dicta la maquinaria corporativa) (Recuperación para los Situacionista) Otro concepto útil es: - Incorporación: se da cuando los miembros de una sociedad prefieren el significado común de algo, la definición de la corriente principal que lleva los intereses de los grupos dominantes. (Emulación competitiva, Veblen) La Cultura Popular es siempre una cultura de conflicto, en la sociedad capitalista lo popular es la subversión de lo masificatorio mercantilizado Siempre conlleva una lucha para hacer que los significados sociales se adapten al mundo de los subordinados, pero utilizando los recursos proporcionados por los mismos grupos que hacen la subordinación. Esencialmente la Cultura Popular se da cuando la cultura dominante es reconstruida y “hecha popular” por distintos grupos de las no-elites. El mismo recurso proporcionado por la sociedad de masas puede servir para ambos, para la élite y para los subordinados a través de la incorporación y la excorporación. Los significados de la cultura popular no pueden ser nunca identificados con el recurso solamente, los significados emergen cuando estos recursos son tomados e introducidos en el día a día de la vida de la no-élite, que excorporan nuevos significados de ellos. Hay una abundancia de polisemia, el mismo objeto cultural puede significar algo diferente para gente diferente, también puede ser utilizado de manera diferente. Como hemos visto que la Cultura Popular se levanta a partir de unas estructuras de dominación. Fiske distingue dos tipos de cultura popular - Cultura Populares resistente/en Resistencia. La resistencia corresponde a la creación de significados de resistencia, alternativos a las interpretaciones de la corriente común, hegemónica de los textos, de los programas de TV o cualquier otro soporte de la mass mediación. La creación de estos significados alternativos es el primer escalón para el desarrollo de una ideología oposicional frente al status quo. Reírse de las élites es un placer común para lo popular. Esto supone una brecha importante con el corpus marxista que argumenta que se debe de desarrollar la conciencia de clase, de lucha colectiva, para conseguir llevar a cabo la revolución y poder rehacer el sistema social. Así, para Fiske, los significados resistentes no tienen porque ser necesariamente quejas revolucionarias al status quo, son simplemente significados alternativos, que sin embargo fertilizan el campo para el cambio social y pueden llevar a la conciencia de clase. (Para los Situacionistas esto se denomina detournement/desvío). - Cultura Popular evasiva. Es la otra forma de cultura popular. Conlleva evadirse o evitar la influencia hegemónica del sistema social dominante. Si en la cultura popular Resistente los placeres se centran en lo mental, en la cultura popular evasiva se centran en el cuerpo. El ejemplo que nos ofrece Fiske es la subcultura de los surfers, quienes desarrollan su propio estilo de vida, se evaden, evitan la corriente principal de las expectativas sociales, persiguen típicamente el placer apolítico. Los evasores tienden a enfatizar los placeres del cuerpo. El sexo, las drogas y el rock’n’roll, llevados al extremo para producir placeres evasivos. Estas experiencias son totalmente subjetivas y están más allá del poder manipulador del control de los grupos dominantes, esta es una de las grandes razones por las que se han dado tantos intentos de controlar y disciplinar el placer sexual. Estas experiencias temporales empoderan porque nos recuerdan que hay aspectos de nuestra vida que van más allá de las normas sociales. El empoderamiento viene de que estos placeres evasivos producen la energía y el empoderamiento que fluye por debajo de la producción de significados resistentes. En la cultura evasiva el mensaje es el de la fiesta, el de colocarse y se debe de hacer a partir de figuras de autoridad (en esto no estoy de acuerdo). Lo que se pretende es evitar la disciplina hegemónica de la sociedad de masas y a sus normas y regulaciones burocráticas, que han visto el placer del pueblo como un peligro para el orden social, considerando muchas formas de placer como comportamiento indisciplinado. Ej., navidades como fiesta de embriaguez a fiesta reglada para premiar al trabajador obediente, pero seguimos emborrachándonos en Navidad. (Ej.: El imperio de los sentidos, Nagisa Oshima) Algunas características de la cultura popular en Fiske: La Cultura Popular es fluida y diversa: Bien pueden evitar el sistema, engañarlo, redefinirlo o rechazarlo abiertamente. Aquellos que se evaden o resisten frente al sistema no son un grupo homogéneo y unificado. Son gente que un día engañan al sistema y otro día se comportan adecuadamente. La cultura popular tiene en cierto modo un comportamiento de resistencia, de guerrilla dentro de su propia naturaleza. La cultura popular es la cultura de los subordinados que de alguna manera no pueden admitir su subordinación. Para Fiske, mientras algunas personas son “ingenuos pasivos” (conformistas) del capitalismo industrial y de sus ideologías dominantes, otros muchos no lo son. En nuestra sociedad de masas, hay un juego interno constante de poder y resistencia al poder. Y como hemos visto, gran parte de esta lucha es una lucha de significados. La resistencia de la cultura popular no es fútil, puede no tener la forma y la organización de un movimiento social, pero son resistentes. La cultura popular está en todas partes y a menudo es vulgar: La cultura popular está plagada de resistencias, de vulgaridades que asaltan a las élites, bromas, parodias, cualquier cosa que no se conforme con el orden socialmente disciplinado al que impele el sistema social. Por ejemplo la cultura de la juventud está llena de vulgaridades que se enfrentan a las represivas normas adultas. (Carnavalización: Batjin, Hakim Bey, situacionistas…) La cultura popular empoderar: El comienzo del empoderamiento político es la capacidad de pensar de un modo diferente (anuncio de Nike). La resistencia se deriva del deseo de evitar el control sobre los significados de nuestras propias vidas. La gente subordinada se enfrenta al problema de que los grupos más poderosos los definan. Si permiten esto, pierden su propia estima y pueden transformarse en individuos pasivos. Por el contrario, cuando se tiene el control sobre los propios procesos de definición se gana estima, y esta confianza lleva a acciones más visibles de resistencia. Un guerrilla de resistencia puede parecer pequeña, un tatuaje desaprobado por la sociedad, es semilla de empoderamiento. La contención nunca es plenamente exitosa porque los resistentes se mueven para crear nuevos estilos de resistencia. Las corporaciones están muy atentas a las personas que se les resisten y evaden en las mismas calles, institutos, colegios, clubs de música y demás lugares de la cultura de la juventud. Pero la moda de la cultura popular, su música, va siempre por delante de las de la cultura de masas. La Cultura popular y cultura de masas, operan simultáneamente, y están conectadas a través del proceso de contención y excorporación. La Cultura Popular es inclusiva: Un miembro de un grupo dominante puede participar en la cultura popular, pero al hacerlo deben modificar su lealtad (filiación) respecto de aquellos que le dan su poder social. Un próspero blanco puede identificarse con el feminismo, o estar alineado en algunos aspectos en contra de las estructuras de poder. Nuestros estatus sociales son complejos, también lo son nuestras lealtades. Cualquier producto ofertado por la sociedad de masas pude ser utilizado para interpretarlo desde la cultura popular, y prácticamente todos podemos hacerlo.