¿PORQUÉ LOS CRISTIANOS NO PUEDEN CONFIAR EN LA PSICOLOGÍA? DR. ED BULKLEY, Editorial Portavoz, Grand Rapids, Michigan, 2001. 383 pp. Sin ánimo de entrar en controversias, ni en un debate con aquellos que defienden una postura integracionista, desearía presentar una reseña alternativa a la que se publicó en la última Revista Síntesis. En primer lugar, creo que es un libro dirijido a los pastores y que ensalza no a los profesionales del púlpito, sino a los ungidos por Dios para desarrollar la tarea más noble encomendada por Dios mismo: el servicio pastoral. A lo largo de la historia de la Iglesia, estos pastores o ancianos se han visto abordados por infinidad de problemas espirituales expresados en desórdenes conductuales, emocionales, físicos y sociales. Y con sus muchas limitaciones, han acudido al auxilio divino por medio de la oración y han confiado en el Consejo de Dios, su Palabra. Los padres de la iglesia nunca tuvieron a quien enviar los casos más complicados y tampoco creo que delegaran su responsabilidad, pues esto sería más bien una negligencia por su parte. No creo que el presente libro pretenda desprestigiar la figura del psicólogo, sino más bien ensalzar la figura del pastor y ayudarle a recobrar confianza y esperanza en que su ministerio y vocación es más pertinente que nunca. El libro se queja del desprecio que está sufriendo el pastor al relegarle "al sermón del domingo" cuando es más que nadie capaz de llevar a cabo funciones diversas ayudando a aplicar TODA la verdad bíblica a TODA la vida de las personas. El autor en su prólogo hace una distinción entre los psicólogos integracionistas (Biblia y Psicología) y aquellos que se dedican a la investigación de las causas físicas de las psicopatologías. Él rechaza lo primero en el sentido que Dios deja muy claro en su Palabra cómo se deben generar los cambios del comportamiento humano, de sus emociones, de sus pensamientos, de sus actitudes, de sus valores y creencias, y que debe ser más bien el experto en la Palabra (el pastor) quien ayude a generar dichos cambios. El libro está dividido en cinco partes. En la primera, se realiza "Una mirada a los hechos" que rodean el debate entre una psicología integracionista y una consejería bíblica. En la segunda parte, se hace un análisis de seis mitos en relación con la Psicología, presentándonos cuestiones tales como: ¿Es la Psicología realmente científica? ¿Es la Psicología efectiva? ¿Está motivada por la compasión? Posteriormente se aborda el tema de la compatibilidad entre la psicología y el cristianismo, presentando sus problemáticas en la Iglesia, en relación con la figura pastoral y en relación con la verdad bíblica. A continuación, el autor presenta una alternativa llamada "consejería bíblica" que tiene como fundamento las sagradas escrituras, y que extrae de la misma la metodología de trabajo. Finalmente, el libro contiene una sección de apéndices que sirven de complemento para entender mejor esta alternativa. La lectura de este libro es amena e interesante, debido a que su base teórica primeramente es introducida por la historia de un pastor que sufre una crisis al sentirse incapacitado para ayudar a una mujer que tenía un largo historial de abusos sexuales. En su búsqueda por la verdad, el pastor irá aprendiendo a ver que su Formación Teológica es la que le ayuda mejor a entender la etiología de los problemas en el hombre. Logrará ver que la Palabra de Dios realmente es útil(2ªTimoteo 3:16) y que todas las cosas que pertenecen a la vida y la piedad nos han sido dadas (2ªPedro 1:3). Llegará a aconsejar no sólo desde el púlpito sino en horarios de oficina, visitando por las casas, consolando a los enfermos, restaurando las familias, animando a depresivos, en fin, el pastor descubrirá que sin saberlo estaba desarrollando el mejor de los oficios. El autor en ningún sentido desprecia la labor metodológica y descriptiva que nos aporta la investigación psicológica, sino que rechaza las diferentes corrientes psicológicas en su aplicación en el ser humano para generar los cambios deseados. Primeramente, muestra que las diferentes corrientes se contradicen entre ellas y que generan un cambio superficial en la persona. La palabra de Dios, no obstante, penetra en lo más profundo der ser humano y por el Espíritu nos convence de nuestro pecado. El humanismo y la psicología están muy influenciadas por la Nueva Era que cree sin duda en el potencial humano y la autosanidad. Pero la Palabra muestra que estamos "muertos en nuestros delitos y pecados" y que por lo tanto, somos incapaces de saber lo que nos conviene y llevarlo a cabo. El único espejo que nos sirve es la Biblia, pues muestra con claridad el origen de toda problemática humana, y no sólo esto, sino también cómo cambiar nuestra situación ante la vida y ante Dios. Recomiendo sin lugar a dudas esta publicación de Portavoz a todos aquellos pastores que deseen refrescar su compromiso para con Dios y con su Iglesia. Sin duda es un libro imprescindible para la labor pastoral, pues hoy más que nunca es necesario que los pastores y ancianos extiendan sus tiendas y reclamen lo que les pertenece. No que roben nada a nadie, sino que puedan ocuparse sin influencias externas de cada una de las ovejas que Dios ha puesto a su cuidado. El mundo vive en confusión y es el pastor quien debe hacer pertinente y aplicable la verdad bíblica para este nuevo siglo. Samuel Barceló, Licenciado en Psicología y estudiante de Teología en el CEEB Terrassa, Barcelona (España)