INFORME MENSUAL LOS CICLOS ECONÓMICOS Y EL COMERCIO EXTERIOR ARGENTINO Los Ciclos Económicos Nicolai Kondrátieff (1892-1930), fallecido en un campo ruso de concentración1, un estudioso de las series estadísticas aplicadas a la economía, formuló la teoría de “Los Grandes Ciclos de la Vida Económica” después de investigar las series de precios, tasas, bonos, salarios y otras variables. Sus estudios comenzaron a partir de fines del siglo XVIII –pues antes de esa fecha no existían datos fidedignos- y se extendieron hasta el primer cuarto del siglo XX. Este econometrista descubrió la existencia de ciclos largos de aproximadamente 50 años –promedio- cada uno, los que se encontraban divididos en dos partes de 25 años –promedio- aproximadamente. Es decir un ciclo de 25 años de auge y otro igual de depresión. También puso en evidencia ciclos más cortos, algunos de entre 7 y 11 años y otros de 3,5 años. Los estudios de este econometrista arrojaron los siguientes resultados: Entre 1780 / 1800 se originó un ciclo de auge que alcanzó su cenit2 entre 1810 / 1817 con una duración aproximada de 23 años. A partir de allí, el descenso duró aprox. 34 años, encontrando su nadir3 entre 1844 / 1851. Desde ese punto surge un nuevo auge de aproximadamente 25 años hasta 1870 / 1875. El nuevo cenit hallado hace su fase descendente de 20 años hasta llegar al nadir de 1890 / 1896. Reinicia su fase ascendente de 24 años hasta el cenit de 1914 / 1920 y, si a partir de allí extrapolamos las cifras hasta la actualidad, suponiendo un promedio de 25 años por cada fase ascendente o descendente, los datos concuerdan con un nadir originado alrededor de mediados de los ´90 y con una fase de auge que transita por nuestra contemporaneidad. En efecto, la fase actual de la economía capitalista mundial coincide con la del período de auge o ascenso del ciclo, los hechos cotidianos de la economía del mundo así lo están demostrando, lo cual nos hace reflexionar que, si bien la teoría de los ciclos aún no ha sido elevada al rango de ley, no existen contradicciones empíricas suficientes como para desacreditarla. El falsacionismo de Karl Popper aplicado a este testeo observacional daría resultados positivos y nos invitaría a ponernos del lado de la defensa de la teoría de los ciclos económicos, los cuales se encuentran insertados dentro de la economía capitalista. El Problema del Quinto Ciclo Mauricio Prelooker4 siguiendo los análisis de Nicolai Kondriátieff y Joseph Schumpeter5 (1883-1950), pone en evidencia que en dos siglos de estudios econométricos existieron cuatro ciclos económicos, en los cuales 1 Este es el caso de un ideólogo comunista que descubre el lado débil de la economía capitalista y sin embargo el poder soviético lo confina a morir en un campo de concentración. Este hecho llama poderosamente nuestra atención y nos inclina a preguntar si se ajusta a la verdad la division pendular que originó la guerra fría o existe un único poder mundial que mueve los hilos de ambos polos a su exclusivo antojo. 2 Cenit: Punto más alto del ciclo de auge, a partir del cual se origina un descenso o depresión. 3 Nadir: Punto más bajo del ciclo de depresión, a partir del cual se origina un ascenso o auge. 4 La Economía del Desastre. Ed. Grupo Editor del Encuentro. Segunda edición. Buenos Aires, pág. 34, 35, 61, 62 y 63 Rivera Nº 525 – 1º piso – 1832 – Lomas de Zamora -- Tel. 4392-1464 -- mail: fundacionbuenosaires21@yahoo.com.ar la humanidad no tuvo inconvenientes para adaptarse a los movimientos oscilatorios de cada ciclo de cincuenta años (auge y depresión incluidos). Para Prelooker, el cuarto ciclo comenzó con fase desendente en 1945 y continúa hasta el presente porque aparecieron dos grandes condicionamientos que han impedido el desarrollo del quinto ciclo. Uno de ellos es la “contrarrevolución financiera” y el otro es “la informática y la robótica”. El primero de los condicionamientos mencionados denuncia la falta de inversiones en los sectores productivos y de servicios por el desvío de fondos que producen los capitalistas del sector financiero, lo que nos mueve a sostener que a las masas de grandes capitales, no les interesa invertir en riesgos productivos, demostrando la existencia de una preferencia por inversiones financieras de rápida respuesta en cuanto a la liquidez, donde el dinero produce más dinero sin abonar la tierra de la economía real y desde donde resulta muy fácil recorrer el camino establecido por Karl Marx6: D-D´ -dinero que hace más dinero- sin pasar por la etapa de bienes, también establecida por el mismo filósofo materialista, es decir: D-M-D -dinero, mercancía, dinero-. El segundo de los condicionamientos –la informática y la robótica- lleva una contradicción en sí mismo porque el avance de las computadoras reduce mano de obra en proporciones alarmantes. Los robots son capaces de fabricar bienes, pero no tienen poder de compra, pues no pueden consumirlos. Se ha creado un monstruo tecnológico que afecta a todo el sector económico-financiero porque produce sin mano de obra y no consume lo que produce. Por ello se pregunta Prelooker ¿qué le ocurrirá a la gente ante los procesos informatizados, en un régimen donde para vivir hay que disponer de dinero, y para obtenerlo se necesita tener un empleo?7 En síntesis, la teoría de los ciclos económicos deja al descubierto que, en la fase final del ciclo de depresión, en cada nadir, el sistema financiero se aparta violentamente del modelo moviendo sus capitales hacia las monedas fuertes y dejando en la economía local el desastre de la devastación financiera por ausencia de circulante, el que fue usado para posibilitar la etapa del atesoramiento y posterior fuga de los capitales8. Es de hacer notar que hasta el lenguaje ha quedado modificado a los efectos de quitarle crueldad a la forma en la cual el modelo trata de corregir la fase descendente, puesto que a las usuales palabras: “crisis”, “ciclos”, se las ha reemplazado9 por: “coyuntura”, “recesión”, “burbujas”, “turbulencia”, etc., para evitar que la gente tome conciencia de la existencia de una especulación atroz constituida en causa de que un importante porcentaje de seres humanos, por quedar al margen del modelo, queden también sumidos en la pobreza. Frente a la problemática descripta en los párrafos anteriores, bien podemos afirmar que el límite del ciclo es el consumo de la gente pudiente que se encuentran dentro del modelo, los que están fuera de él están también fuera del ciclo. Los consumidores, dentro de este modelo, se constituyen en una clase privilegiada en la que son dependientes de las importaciones de los bienes que una minoría puede adquirir, en tanto que los saldos exportables son posibilitados por una inmensa mayoría que deja de consumir debido a que la producción interna no resulta suficiente para satisfacer la demanda, ergo eleva precios. En tal estado de situación no resulta posible financiar el crecimiento del mercado interno porque, según Prelooker, no se puede cumplir con el avance hacia el quinto ciclo10. 5 Ciclos Económicos. Editado en 1939 El Capital. Fondo de Cultura Económica. México 7 Cf. Prelooker. Página 63, op. cit. 8 ¿Será por este descubrimiento que a Nicolai Kondrátieff lo confinaron a morir en un campo de concentración soviético? 9 Cf. Prelooker 10 Conferencia “En la Riqueza y en la Pobreza, Argentina Igual al Mundo” Dr. Juan Carlos Vacarezza 6 Rivera Nº 525 – 1º piso – 1832 – Lomas de Zamora -- Tel. 4392-1464 -- mail: fundacionbuenosaires21@yahoo.com.ar Los Ciclos y la Economía Argentina La economía argentina, por pertenecer al sistema mencionado, no escapa a la regla general que somete sus variables a las oscilaciones de los ciclos económicos. En tal sentido el estudio del comportamiento del comercio exterior nos puede dar una idea acabada sobre la veracidad del aserto que acabamos de enunciar, con la sutil diferencia que los ciclos de Kondrátieff son causa ineludible del camino que recorre la economía capitalista, en cambio los problemas cíclicos del comercio exterior argentino, que se enunciarán infra, pueden ser corregidos o atenuados con cambios en las políticas económicas. Veamos algunos números que fueron redondeados al solo efecto de facilitar su comprensión:11 Año 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 200212 2003 2004 2005 2006 Export. 12.399 13.269 16.023 21.162 24.042 26.431 26.433 23.308 26.341 26.543 25.651 29.566 34.550 40.013 46.559 Import. 14.871 16.783 21.590 20.122 23.762 30.450 31.377 25.508 25.280 20.320 8.990 13.813 22.445 28.692 34.159 Fuente: INDEC. Las exportaciones se exponen a valor FOB y las importaciones a valor CIF, ambos en millones de dólares corrientes. Los datos relacionados con los años 2005 y 2006 son estimados. Durante los años anteriores a enero 2002, cuando la convertibilidad no cesaba de inflactar los costos internos, el tipo de cambio se hacía cada vez más inestable por el efecto continuo e incesante de la revaluación de la moneda local. En ese contexto, las importaciones generalmente superaban a las exportaciones, la producción argentina brillaba por su ausencia y los precios de la oferta local eran muy caros. Los saldos negativos del sector externo comprimían la liquidez nacional retroalimentando a la crisis y, la fuga de divisas crecía al ritmo de la desconfianza de tal estado de situación económica. Cuando aparece la devaluación del peso, se revierten los indicadores del comercio exterior. Si bien las exportaciones crecen por precio antes que por cantidad –ayudadas por los altos precios internacionales de las materias primas-, se observa un marcado descenso de las importaciones –sobre todo en los años 2002 / 2003 que son los inmediatos siguientes a la devaluación de enero 2002- que posibilitaron tener excedentes en 11 12 Se agradece el aporte de estos datos numéricos al Lic. en Economía Dr. Jorge Putica Devaluación del peso. Rivera Nº 525 – 1º piso – 1832 – Lomas de Zamora -- Tel. 4392-1464 -- mail: fundacionbuenosaires21@yahoo.com.ar balanza comercial y una pronunciada recuperación de reservas internacionales, cuyos efectos duran hasta nuestros días. Pero es de hacer notar que el crecimiento de las importaciones se verifica en forma más acelerada que el de las exportaciones. En la actualidad están alcanzando cifras preocupantes pues nos marcan una tendencia firme a la reducción de los saldos dolarizados que provienen del sector externo. Ello es así, porque la demanda de bienes que aparece sostenida por el período de auge –fase alcista del ciclo- presiona sobre la industria nacional, la cual es impotente para aumentar la oferta como consecuencia de la ausencia de políticas gubernamentales en tal sentido13 que permitan promover inversiones productivas, y bien sabido es que, frente a una mayor demanda de bienes, cuando el empresariado se encuentra impotente para contestar con mayor volumen, responde con aumento de precios, que inflan los costos internos facilitando luego – frente a una cotización fija del tipo de cambio- el ingreso de importaciones. En este contexto, el tipo de cambio real no cejará en su búsqueda perseverante de una continua elevación y, con el correr del tiempo, si la política económica no se modifica, nos encontraremos nuevamente en la parte final del ciclo de depresión (nadir) esperando una nueva devaluación, la que podrá ser suave –soft landingcon un proceso minidevaluacionista o bien podrá ser brusco –hard landing- como ocurrió en 2002 y otras épocas de la historia argentina. De esta forma, el comercio exterior argentino presenta ciclos de auge cuando se devalúa la moneda local con respecto al dólar y ciclos de depresión cuando dicha moneda se revalúa. Esto demuestra que la economía argentina se mueve en forma cíclica, no sólo por pertenecer a la economía capitalista estudiada por Nicolai Kondrátieff, sino también por ausencia de políticas económicas que apuntalen al sector productivo. Desde su pasado colonial la economía argentina siempre tuvo su talón de Aquiles en el sector externo, el cual irremediablemente traslada su problemática de “stop and go”14 al sector interno. Mientras los dirigentes políticos sigan navegando en el limitado lago de sus disputas electorales y no presten atención a la forma en la que debería planificarse el desarrollo industrial argentino, vamos a seguir siendo una sociedad ruralista, de escaso valor agregado e insignificante peso político mundial, lo cual nos acercará cada vez más a las organizaciones tribales que a una nación organizada. Frente a este diagnóstico estructuralista, cuya ausencia de oferta de bienes empuja a la inflación, de nada sirven las políticas limitativas de la expansión monetaria que efectúa el Banco Central con el objeto de controlarla y que responden a criterios monetaristas15. Es como pretender apagar un incendio forestal con el aliento de un pez. La Prueba Documental 13 El Estado Nacional es el eterno ausente –al menos en los últimos 30 años- para diseñar y poner en práctica un plan de industrialización argentina. Los sectores tributario y financiero –por ejemplo-, ponen en evidencia tal falencia estatal. Desde lo tributario se eximen ciertas rentas financieras y se gravan las productivas y las que provienen del trabajo y, desde el sector financiero se observa la falta de un orden que termine con la anarquía en el direccionamiento de los fondos que sólo apunta a satisfacer la rentabilidad del sector, sin tener en cuenta las financiaciones que al país, como estructura macroeconómica, le interese desarrollar. 14 Aquellos que deseen profundizar la problemática del “Stop and Go” pueden consultar mi artículo de título homónimo en el “Informe Mensual de la Fundación Buenos Aires XXI” de fecha setiembre 2005 y también en la Revista “Gran Buenos Aires Profesional” editada por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires de marzo-abril 2006. 15 Teoría Monetarista: La causa excluyente de la inflación es la emisión monetaria . Rivera Nº 525 – 1º piso – 1832 – Lomas de Zamora -- Tel. 4392-1464 -- mail: fundacionbuenosaires21@yahoo.com.ar A mayor abundancia de datos y, al solo efecto de contrastar lo afirmado en estas líneas con el testeo observacional, me permitiré reproducir parcialmente dos artículos publicados en el diario “La Nación” de fecha jueves 22 de febrero de 2007: En enero el superávit comercial fue el menor en seis años: El saldo comercial de la Argentina arrojó en enero pasado un superávit de u$s 418 millones, después de exhibir un alza del 27% en las importaciones y una suba del 7% en las ventas al exterior respecto de igual mes de 2006. La balanza comercial del primer mes de 2007, que cayó un 50% con relación a enero del año anterior, es la peor de los últimos 6 años…..Consultado por La Nación, el investigador jefe del Ieral, Jorge Vasconcellos, dijo que el crecimiento de las compras “refleja cómo tracciona la demanda interna en un país que no puede satisfacerla por completo y la suple con la importación”. Además, expresó que el superávit comercial comenzó a encogerse porque el fuerte crecimiento de la economía “necesita insumos y bienes de capital importados para mantener su aparato industrial en movimiento”.16 Estiman que el peso volverá a apreciarse: La cotización del peso frente al dólar tenderá a apreciarse levemente durante este año, según pronosticó ayer un informe cambiario de BBVA – Banco Francés, que calculó esa suba en torno del 2,4 por ciento. De esa manera, la moneda local recuperaría parte del terreno cedido frente al dólar en 2006, cuando la depreciación 17 nominal llegó al 7% anual “prácticamente impidiendo bajas del tipo de cambio real”…….El informe califica de “errática” la política cambiaria oficial que, después de permitir en 2005 una apreciación nominal del 4% en el tipo de cambio, favoreció una apreciación del 7% un año después, gracias a las sostenidas intervenciones que el Banco Central tuvo en el mercado de cambios local.18 Dr. Carlos Alberto Ragonesi Comité Ejecutivo Secretario General Marzo de 2007 16 Página dos, sección dos. Entendemos que quisieron decir: “apreciación” 18 Página tres, sección dos 17 Rivera Nº 525 – 1º piso – 1832 – Lomas de Zamora -- Tel. 4392-1464 -- mail: fundacionbuenosaires21@yahoo.com.ar