LA CIUDAD, UN ESPACIO HEREDADO

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LA CIUDAD, UN ESPACIO HEREDADO
Introducción
-Las ciudades organizan el territorio. Han pasado de ser cerradas, dentro de una muralla,
a ser abiertas, desdibujando los límites entre campo y ciudad.
-Los criterios para definir una ciudad pueden ser cuantitativos o cualitativos. Se
prefieren estos últimos: predominio de actividades secundarias y terciarias, carestía del
suelo y centro de flujos de todo tipo.
-En 2.025 el 75% de la población mundial vivirá en ciudades. Especialmente, en el
Tercer Mundo: Hoy, 19 de las 25 mayores aglomeraciones urbanas se encuentran en el
Tercer Mundo.
-Las ciudades presentan rangos diferenciados, pudiendo darse entre ellas competencia y
complementariedad.
-Las áreas metropolitanas, las conurbaciones y las megalópolis caracterizan la forma
dispersa en que se van edificando las ciudades. Las periferias residenciales crecen y
crecen, frente a los centros históricos que tienden a degradarse.
Emplazamiento y situación
-Para el emplazamiento y la situación respecto del entorno es muy de tener en cuenta la
topografía del lugar, que permite determinar las razones de su fundación: necesidades
defensivas (colinas) o comerciales (orillas de ríos o frentes marítimos).
Plano
-El plano de una ciudad muestra la trama de edificación y los espacios no edificados
(red viaria, plazas, parques).
-El plano muestra igualmente la evolución de una ciudad.
-También resalta las preocupaciones del poder: la ostentación hace que la residencia del
poder se ubique en espacios abiertos y privilegiados.
-Tipos de planos: Ortogonal ( según un plan preconcebido, con vías rectilíneas y
edificación en manzanas, destacado en la antigüedad y con ocasión de los ensanches
decimonónicos), Radiocéntrico y Reticular, e Irregular (propio de la ciudad islámica y
de la ciudad medieval en general, con vías sinuosas y edificación compacta). Pueden ser
complementarios en el plano de una ciudad. La ciudad funcional establecida en pleno
siglo XX muestra la jerarquía viaria.
-La ciudad presenta líneas de fijación (físicas, humanas e inmateriales1) y cinturones de
expansión (cuando las líneas de fijación dejan de serlo, y se atiende a la presión
demográfica y constructora).
Edificación
-Cambia, según nos encontremos en el casco histórico (donde las vigas maestras, por
ejemplo, son de madera), en los ensanches (manzanas cerradas o semicerradas) o en la
ciudad-jardín (con viviendas unifamiliares y gran extensión). La ciudad funcional y
postindustrial edifica en altura (gracias a la combinación del hierro y del hormigón, y a
las ventajas del automóvil): encontramos bloques, torres y rascacielos. También permite
la existencia de asentamientos marginales, que tienden a ser sustituidos, por iniciativas
públicas, por construcciones prefabricdas.
Entramado
-Es diferente según hablemos de cascos históricos y ensanches, con entramado cerrado
y ocupación continua e intensiva del suelo, o hablemos de ciudad-jardín y polígonos
residenciales de la ciudad funcional, con un entramado abierto, con edificios aislados,
espacio entre ellos, equipamientos colectivos y zonas verdes.
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Físicas: una montaña o un frente marítimo. Humanas: Una estación, un complejo industrial o un cuartel.
Inmateriales: legislación, estructura de la propiedad.
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-El volumen de la construcción es la combinación de edificación y de entramado.
Usos del suelo y planificación urbana
-Se tiende a la especialización funcional del suelo.
-Existen fuerzas centrífugas que actúan en la ciudad: la industria, las grandes
superficies, las opciones residenciales de las clases altas.
-Existen, igualmente, fuerzas centrípetas que tienden a regresar al centro de la ciudad,
reformado o rehabilitado: comercios, servicios especializados, que aprovechan la
centralidad, jóvenes cultos que aman regresar al centro histórico.
Agentes sociales actúan sobre la ciudad
-El suelo es escaso. Posee un bien de uso (para edificar viviendas, que son un bien de
primera necesidad) y un bien de cambio, sobre el que se aplica capital y trabajo.
-Sobre la ciudad en construcción y en reforma actúan intereses capitalistas (propietarios
del suelo, grandes empresarios y promotores inmobiliarios), que siguen las leyes del
mercado y de la especulación, e intereses sociales, que deben ser atendidos
generosamente por los poderes públicos. Los intereses sociales (el colectivo de
ciudadanos) no aceptan la especulación del suelo, y piensan en plazas, grandes
equipamientos, escuelas, centros de salud y parques, ampliamente localizados y con la
mayor calidad ambiental.
-Los poderes públicos son árbitros de estos intereses diversos, pero también deben de
ser favorecedores del bien común. En particular, deben evitar que aparezcan “barbechos
urbanos” allí donde la especulación inmobiliaria no llega, por caída de la demanda o
escasa capacidad de ésta. Tal es el caso de los cascos históricos de las ciudades.
-En los antiguos países socialistas, el protagonista de todas las actuaciones urbanas era
el Partido-Estado. Pudo caber igualmente la corrupción, pero ya no actuaban los
intereses particulares ni la especulación, lo cual no era poco.
Recuperar el centro
-De la suburbanización y el crecimiento metropolitano se ha pasado en las últimas
décadas a la renovación del centro: su radical transformación, aprovechando las ventajas
de la centralidad y el apoyo público. La consecuencia fue la destrucción de la trama
antigua.
-El debate sobre renovación interior o rehabilitación se decanta por esta última. Se trata
de reforzar los valores sociales y usos colectivos de la ciudad frente al negocio y a la
especulación. Se trata de ver a la ciudad como un espacio heredado.
-Con la crisis de los 70, la caída de la natalidad y la finalización del éxodo rural, se
tiende más a la recuperación de espacios frente a la expansión y renovación indefinidas.
-Merece la pena remarcar la dimensión colectiva de la ciudad; mantener la mezcla
social y la diversidad funcional en las áreas centrales; rehabilitar y conservar la ciudad
heredada. Tarea, a la vez, compleja y costosa, que exige el diálogo de todos: poderes
públicos, colectivos vecinales, propietarios de zonas afectadas y fuerzas económicas.
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