VAMPIROS EMOCIONALES Hace tiempo leí un libro con este título que me gustó mucho y que expresa una realidad que viven miles de personas en el mundo. Esas pobres víctimas de “vampiros emocionales” que destruyen la salud emocional y psicológica. Probablemente usted puede ser víctima de uno de estos seres o, por qué no, tal vez usted es uno de estos siniestros personajes y lo peor, es que no se ha dado cuenta. El Dr. Albert Berenstein, explica magistralmente las claves para entender este comportamiento “vampírico” capaz de agotar a cualquier persona, por muy fuerte que psicológicamente sea. Son colaboradores, amigos o familiares que se ganan nuestra confianza y afecto para luego robarnos toda la energía emocional que tanto necesitamos. Esas criaturas “de la oscuridad” que pueden tener egos tan desmesurados o consciencias tan insensibles que dañan a las personas que dicen querer más. Pueden ser monstruos coléricos, seres incapaces de asumir responsabilidades o individuos que no pueden hacer nada por sí mismos. La clasificación es la siguiente: 1. Vampiros Antisociales. Pensarías que son personas que no les gusta tratar a la gente, pero no, son precisamente todo lo contrario. Estos personajes son adictos a la excitación y todo lo que esto conlleva. Les encantan las fiestas, pero no las reglas sociales. Por eso se les llama así. Odian el aburrimiento y lo único que buscan es “pasársela bien”, con acción y una gratificación inmediata de todos sus deseos. Son divertidos y les encantan los retos y los grandes momentos. Ellos afirman que las reglas sociales son para romperse y además ¿para qué tanta regla? ¡Lo importante es divertirse y ya! Son personas que no profundizan en las relaciones con los demás porque no quieren compromisos; lo que desean es disfrutar el momento. Como les encanta la diversión son malísimos en sus finanzas. Tienden a ser muy aceptados por los demás por la diversión y alegría que transmiten. Sus encantos cautivan. En su afán por estar siempre alegres y estimulados, pueden caer en excesos como es la drogadicción y el alcoholismo. 2. Vampiros Histriónicos. Estos seres viven para conseguir atención hace falta para que los dejes entrar en tu y aprobación. Tienen lo que vida. Se hacen serviciales y sumamente amables. Procuran ayudarte en los mínimos detalles para que, si en algún momento quieres prescindir de ellos, sientas culpabilidad por rechazarlos. Histriónico significa teatral. Hacen todo un espectáculo y creen que jamás hacen algo inaceptable, porque todo es por tu bien. Expresan continuamente que no quieren hacer daño y que lo único que más desean es agradar y ayudar. Laboralmente utilizan la adulación para lograr obtener beneficios. A nivel familiar, un ejemplo típico es cuando el marido le dice a la esposa (histriónica por cierto) que va a ir a jugar fútbol con los amigos. Ella contesta: “Claro ve, pero te voy extrañar mucho. Me voy a quedar muy sola pero ve, diviértete, disfruta con tus amigos. Yo veré que hago aquí solita”. Obviamente que con todas estas palabras aderezadas con un toque de victimismo y con una carita de amor desmedido y abnegación, el hombre siente culpabilidad y le dice: “No quiero que estés triste. Solo voy unas horas”. “¡Claro!” –contesta ella- “¡Ve no hay problema! No te preocupes por mí”. Y con esto concluye su magistral actuación. Pero el daño ya está hecho. La herida ya fue realizada y el hombre (sumiso por cierto) se va con un dejo de culpabilidad. 3. Vampiros Narcisistas. Son esos individuos que desean vivir sus fantasías grandiosas y ser las personas más inteligentes, con más talento y los mejores del mundo. El narcisismo no radica tanto en que se consideren a sí mismos mejores que otros, sino que no piensan en los demás. Como su ego es muy grande, alardean de haber conseguido más que la mayoría de los demás que están en su misma edad y continuamente fantasean con hacer algo grande o ser muy famosos. Lo más significativo de estos personajes, es que tienen muy poco interés en lo que los demás piensan o sienten, a menos que necesiten algo de ellos. Creen firmemente que las críticas que se les hacen son por celos o por envidia; tienen una gran incapacidad para reconocer sus propios errores. No obstante, tienden a ser personas inteligentes y dotadas. 4. Vampiros Obsesivos-Compulsivos. Son adictos a la seguridad. Creen que la pueden obtener mediante una atención escrupulosa al detalle y al control completo sobre todo. Son quienes no pueden ver el bosque debido al gran número de árboles superfluos, excesivos y redundantes. No disfrutan haciendo daño a los demás, pero lo harán si hacemos actos que amenazan su sentido de control. Para ellos, las sorpresas, incluso las agradables, son lo peor que les puedes hacer, porque es algo que no está bajo su control. Pueden ser adictos al trabajo y encuentran constantemente los errores en la forma en la que hacen su trabajo otras personas. Son “cuadrados” en su forma de pensar y siguen fielmente el proverbio que dice: “si quieres las cosas bien, hazlas tú mismo”. 5. Vampiros Paranoicos. En términos coloquiales, paranoico significa pensar que la gente los persigue. Su objetivo es conocer la verdad y desterrar toda ambigüedad de sus vidas. Viven conforme a reglas concretas y esperan que todos los demás vivan de acuerdo con dichas reglas. Miran constantemente debajo de la superficie de las cosas en busca de significados ocultos y realidades más profundas. Si tienes algo que ocultar, el vampiro paranoico lo encontrará. Pueden caer en sobreprotección en su familia o con sus amigos más allegados y a excluir de su vida a la gente por desaires insignificantes. Exigen lealtad total de pensamiento y hechos. Espero que esta clasificación te ayude a identificar este tipo de comportamiento en ti o en la gente que te rodea. Recuerda que los “vampiros emocionales” son seres brillantes y carismáticos y es fundamental protegerse de sus ataques. Cuanto más los conozcas, menos poder tendrán contra ti cuando exhiban hipnóticamente sus cualidades encantadoras y peligrosas. ¡Ánimo!