www.amorsanto.com ORACIONES CONSAGRACIÓN A LA LLAMA DEL AMOR SANTO Inmaculado Corazón de María, humildemente te pido que lleves mi corazón a la Llama del Amor Santo, que es el refugio espiritual de toda la humanidad. No veas mis faltas ni mis fallas, más bien permite que estas iniquidades sean quemadas por esta Llama purificadora. A través del Amor Santo, ayúdame a ser santificado en el momento presente, y al hacerlo, darte a Ti, querida Madre, cada uno de mis pensamientos, palabras y obras. Tómame y úsame de acuerdo a lo que te sea agradable. Permíteme ser Tu instrumento en el mundo, todo para la mayor gloria de Dios hacia Tu victorioso Reino. Amén. “Las almas que se consagran así, me entregan todas sus faltas, sus pecados, tanto del pasado como del futuro, sus virtudes, aquellas que tienen y que tendrán, sus dolores, sus alegrías y sus miedos. Yo reinaré en sus corazones triunfando sobre sus pecados dominantes. Tomaré dominio sobre los bienes interiores y exteriores. Sólo les pido su eterna fidelidad para vivir en Amor Santo y para extender el Mensaje de Amor Santo. Al hacerlo, ellas serán Mis instrumentos para llevar almas a la Nueva Jerusalén.” “Las almas que deseen hacer esta consagración deben preparar sus corazones por tres días. Cada día deseo que hagan alguna obra de misericordia corporal. Cada día deben evangelizar, al menos a una persona, con el Mensaje de Amor Santo. Cada día deben recibir con reverencia a Mi Hijo en la Eucaristía. Estos tres días de luz servirán como armadura contra los tres días de oscuridad que están por venir. Este es el Amor Misericordioso de Dios que le estoy dando a la humanidad a través tuyo... Dalo a conocer a los creyentes y a los no creyentes por igual.” (Nuestra Señora, 15 de Abril de 1995.) CONSAGRACIÓN AL AMOR DIVINO Mi Jesús, el mismo Amor Divino, me consagro completamente a Ti. En y por medio de esta consagración uno mi alma al Amor Divino, comprendiendo que al hacerlo seré un mártir de amor. Elijo buscar únicamente complacerte en el momento presente, Jesús. Así pues, te entrego mi salud, mi apariencia e incluso lo que me conforta. Por esta entrega suplico que el Amor Divino pueda alcanzar la victoria en cada corazón. Cubierto por esta consagración a Tu Amor Divino, dulce Jesús, recibe mi “sí” a Tu Divina Voluntad en cada momento y en cada respiro. No busco nada que Tú no quieras que busque. No amo persona, lugar o cosa alguna más allá de Tu Voluntad para mí. Abrazo cada cruz que permites para mí y aprecio cada gracia que me das. Amén. ORACIÓN DE AYUDA PARA VIVIR LA CONSAGRACIÓN AL AMOR DIVINO Padre Celestial, Señor Jesucristo y Espíritu Santo de Dios, vengo delante de Ti al haber consagrado mi cuerpo y mi alma al Amor Divino. Pido Tu ayuda para vivir esta consagración en cada momento presente. Ayúdame a entregarme a cada cruz, y a reconocer y corresponder a cada preciosa gracia que das en mi vida. A través de mi consagración al Amor Divino, suplico Tu ayuda para aniquilar mi propia voluntad y así vivir en Tu Divina Voluntad. Amén. “Recita diariamente esta oración junto con la consagración al Amor Divino, y recibirás un ángel a tu lado para ayudarte en la fidelidad a la consagración.” Para todos aquellos que se rendirán al Amor Divino a través de una verdadera consagración, Jesús promete estos beneficios espirituales: *Su Ayuda para entrar profundamente al Amor Divino: Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. *Su Ayuda para un conocimiento más profundo de la Santidad de Dios y Su Divina Voluntad en el momento presente. *Las cruces en sus vidas serán más meritorias, ya que podrán entregarse más completamente a ellas. Así como el Corazón Victorioso de Jesús está abrazado por una corona de espinas, así estarán sus propios corazones abrazados, trayéndole pecadores. *Cada pena en esta vida será dulce y ligera por Su gracia. *Sus vidas serán signos de Amor Divino en el mundo. *Aquellos que vivan en el Amor Divino y en la Voluntad de Dios, tendrán paz en esta vida y la promesa de la salvación en su muerte. Es entonces cuando la Madre de Jesús vendrá por ellos con Sus ángeles. TRABAJOS CORPORALES DE MISERICORDIA Alimentar al hambriento. Dar de beber al sediento. Vestir al desnudo. Proteger al desamparado. Consolar al afligido. Visitar al enfermo. Enterrar a los muertos.