CREATURIDAD Y NATURALEZA HUMANA Existencialismo según Sartre: Intento de sacar todas las consecuencias de una posición unitariamente atea No hay naturaleza humana, el hombre no es otra cosa de lo que el mismo hace de sí. Es una filosofía que afirma: la existencia precede a la esencia. Esencia: conjunto de cualidades mediante la cual se hace posible una definición. Existencia: presencia efectiva en el mundo. Si bien los conceptos coinciden con la concepción tradicional, Sartre pretende invertir la relación entre ellos. El hombre primero existe, y solo después se define, el hombre se define a sí mismo progresivamente. El hombre no es definible, siempre queda abierta. No hay naturaleza humana alguna (derivada del ateísmo de Sartre, ya que el no acepta que haya un Dios para concebir esta naturaleza). Para Sartre el hombre en principio es nada, y después lo que él mismo hizo de él, sin proyecto previo (libertad). El hombre en este sentido se encuentra solo en el mundo sin nada en que apoyarse/orientarse, está condenado (abandonado: nosotros elegimos lo que somos, angustia, desesperación, absurdo: el mundo y la existencia humana, nosotros creamos los valores, la vida no tiene sentido a priori, La nausea) En las primeras dos se puede coincidir con Sartre ya que el hombre va evolucionando, no se puede definir de una vez y para siempre. Ninguna cosa no artificial puede, porque no podemos conocer el proyecto original de ellas. La visión técnica del mundo: Dios creó al mundo y al hombre, lo que implica que la esencia precede a la existencia. Pero ¿es esto la esencia o un proyecto del conductor?, haciendo una analogía con un artesano concluye que en es esta visión no se puede afirmar que ninguno de los 2 conceptos preceda al otro. Critica: el acto de creación es un acto que confiere la esencia, pero es el acto mediante el cual las cosas creadas obtienen la existencia. Ante todo esto hay que rever los vínculos de la filosofía tradicional entre Creaturidad y Naturaleza Sartre critica a los filósofos de su época diciendo que no se puede hablar de naturaleza humana, a no ser que se reconozca que hay un Dios que la ha pensado y proyectado creadoramente. (Coincide con S. Tomas) Gaudy (marxista existencialista) concluye que conforme a lo nueva teología cristiana, el sentido de la existencia humana consiste el liberarse de su propia naturaleza y del propio pasado para adoptar las propias decisiones. Reina el desinterés más o menos expreso por la creación del hombre: los ateos la niegan y otros creen que la naturaleza humana fue totalmente corrompida por el pecado original. Habrá que considerar también la nueva moral (si así se puede llamar) la vieja moral, la doctrina tradicional del cristianismo, que siempre se reservo un lugar para la creatividad, a las respuestas nuevas a cuestiones imprevisibles, incluso un lugar para el invento. Pero, no tiene que ser un invento (comenzar de cero) como lo es en Sartre, un concepto fundamental de la ética cristiana. Significa más bien que la moralidad humana tiene el carácter de continuación de algo que ya empezó. Esto empezado es lo que desde siempre somos y tenemos por naturaleza, por creación. Cuando hablamos de nueva moral, está el problema de la manipulación del hombre por el hombre y la evolución conscientemente dirigida. Para superar estos problemas hay que tener bien presente a la naturaleza humana como algo creado, proyectado y llamado a la existencia por un espíritu creador que está absolutamente por encima del hombre. Si no se cae n la deshumanización y desnaturalización y no podemos tener una posición firme y clara ante los cambios. Ahora para Sartre nada tiene sentido, y Dios no existe, pero no es el absurdo y la experiencia que él llama la nausea uno de los principales argumentos a favor de la existencia de Dios. Como dice Hegel, el mundo es contingente, por lo tanto sería absurdo, A NO SER QUE HUBIERE UN SER ABSOLUTO, Y NECESARIO QUE LO SOSTUVIERA. Y, ¿no puede ser simplemente absurdo? Ningún hombre en el mundo es capaz de llevar hasta el final con toda consecuencia, esa ida. No podría hablar de justicia, responsabilidad, libertad… No habría motivos, ni razón para nada. Ya nada podría fundamentarse, ni siquiera la no existencia de Dios.