Capítulo II: El cuerpo y la voz en la escena

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CUERPO/VOZ
Movimiento energético y sonido.
Autora Marcela Viaggio
Dirección nacional del derecho de autor Nª 552557
Capítulo II: El cuerpo y la voz en la escena.
Los cuerpos de los bailarines, de los actores, los cantantes, los narradores... no
son los mismos en la vida cotidiana como en el espacio escénico. Se tiene que
producir una transformación energética para que el artista se proyecte.
“Se puede hablar de espacio escénico en un ámbito puramente físico –el
escenario de un teatro cuando no se realiza en él espectáculo alguno- y se habla
de espacio escénico en cuanto espacio de ficción, de volumen pleno de
significaciones en un espectáculo determinado.” (2)
Marco Teórico.
El marco teórico lo desarrollaré articulando los contenidos con los que trabajo:
los apoyos, la circulación y reciclaje de la energía corporal, la respiración como
aliada para abrir nuevos espacios, la mirada como puente de comunicación. Son
respuestas a las preguntas y a los problemas planteados.
Estas problemáticas las conozco por mi experiencia bailando, cantando,
actuando, en la docencia de Técnica Corporal de estudiantes de estas artes,
como preparadora corporal de espectáculos de teatro y canto.
Durante estos veinte años de trabajar como docente y terapeuta en el área de
lo corporal con diferentes poblaciones: en lo artístico, la salud y la educación me
ha ampliado la mirada de mí tarea. Fui implementando nuevas formas de trabajar
ante las problemáticas que fueron presentándose. La dialéctica de la teoría y la
práctica me llevan a seguir replanteándome nuevos objetivos. Mis puntos de vista
se fueron enriqueciendo al integrar nuevas técnicas de lo corporal, lo vocal, la
actuación y otros medios expresivos: la música, la escritura, la plástica.
Comencé este camino con la Expresión Corporal, en el Profesorado Nacional de
Expresión Corporal en la Escuela Nacional de Danzas. Valoro los objetivos, los
contenidos, la organización y la estructura de la Expresión Corporal para
2 Francisco Javier (1998) El espacio escénico como sistema significante. Editorial Leviatán.
planificar las clases, para crear secuencias de movimiento y coreografías.
Durante una participación como bailarina en el Teatro Colon, antes de comenzar
la función, como caldeamiento, yo hacía ejercicios de Bioenergía. Me ayudaban a
centrarme, serenarme, descargar tensiones que me bloqueaban y preocupaban
como también desacralizar al “templo de la danza” y disfrutar bailando con mis
compañeros en ese hermoso teatro. Cuando actuaba en una obra de teatro,
antes de entrar a escena, el hacer ejercicios sola o con mis compañeros ayudaba
a que la energía del grupo circulara, estar más livianos, con confianza entre
nosotros. Es indispensable antes de subir al escenario, tonificar el cuerpo y la
voz, reasegurarse a través del movimiento corporal y vocal, hacer un puente entre
lo cotidiano y lo extra cotidiano.
Con respecto a los apoyos, la circulación de la energía, las corazas
musculares:
“La Gorda dijo que el Nagual les había recomendado atarse los chales bajo la
cintura para protegerse las caderas al rodar. Le comenté que Don Juan nunca me
había hablado de rodar. Me explico que solo las mujeres podían hacerlo porque
tenían útero. La energía entraba directamente en él y al rodar la distribuían por el
resto del cuerpo. Un hombre para captar energía, debía echarse de espaldas,
flexionando las rodillas hasta lograr que las plantas de los pies estuviesen en
contacto en toda su superficie. Los brazos debían abrirse hacia los lados, con los
antebrazos en posición vertical y los dedos en forma de garra hacia arriba”
(3)
Y aquí de nuevo el tema del enraizamiento. La importancia de los apoyos, el
descargar y cargarse de energía, el reciclaje de la energía corporal, el dejarse
sostener por el piso.
Los apoyos modifican la emisión sonora, toda dificultad en ésta área se reflejan
en todos los aspectos de la sonoridad: en los tonos, la potencia, en la vibración, la
proyección, la creatividad.
3 Castaneda, Carlos. El segundo anillo de poder. pág, 262. 1°Ed.-Buenos Aires: Booket, Grupo Planeta 2004.
La energía de la vida
Alexander Lowen creó ejercicios con el propósito de asentar los pies en la
tierra, estar en la tierra. Uno de los ejercicios es pararse con los pies paralelos,
bajar la cabeza por su peso, flexionar un poco las rodillas y apoyar las manos o
dedos de las manos. En esta posición se busca que se produzca una descarga de
tensión, mediante las vibratorias. Uno de los objetivos del trabajo de la
bioenergética es el aflojar las corazas musculares que podemos tener en
diferentes partes del cuerpo. En la pelvis, el abdomen, pecho, hombros, cuello,
mandíbula, ojos, entrecejo, centro de la cabeza (mollera). Estas tensiones se
expanden a brazos, manos, piernas, pies, etc. Estas redes de tensión suceden
porque somos una totalidad, un dolor repercute en otras zonas, aunque estén
alejadas una de la otra. Es muy importante bajar a tierra, a la realidad, al cuerpo,
enraizarse, no quedarse colgado de los hombros, de las ideas, de la fantasía, de
los fantasmas. Para integrarse tiene que existir un intercambio entre el adentro y
el afuera, lo inconsciente y lo consciente, el presente y el pasado.
“... existe la ansiedad de sostenerse uno sobre sus propios pies, lo cual supone
que se está solo. Cuando somos adultos, todos nos sostenemos solos, esta es la
realidad de nuestra esencia.” (4)
Así es, el crecer da temor. Con relación a lo que dice Lowen me siento
identificada en el tener como uno de los objetivos de trabajo que los alumnos
vayan sintiéndose autónomos. Autónomos al elegir un compañero para
trabajar, estar en compañía y volver a estar solos, volver a elegir con quien
trabajar, estar centrados. Ejemplo de una de las consignas con las que trabajo:
piensa con quien te gustaría trabajar, y búscalo..., cuando quieras aléjate y
acércate a otro compañero. Tomarse la libertad de ir y volver, de estar solo. En la
utilización del espacio aparece el miedo a mostrarse. Muchos alumnos se pegan a
las paredes, ocupan lugares pequeños donde se chocan con los compañeros o
con la pared. Les digo que busquen más espacio para estar, que trabajen sobre
ese obstáculo, que se permitan ser en el espacio.
4 Lowen, Alexander(1977) Bioenergética, Pág. 186 de la Editorial Diana- México.
Muchas veces sucede que al estar en el piso pueden aparecer imágenes de
muerte (en la horizontal) y puede causar angustia, o bien el piso da seguridad y
tienen miedo de subir a otros niveles por el temor de perder el equilibrio y caer. Se
agarran en la musculatura de la mandíbula, apretando los dientes, del cuello,
hombros, pecho, las manos tensas, el aire no entra, no sale libremente; podría
seguir mencionando zonas que se tensan.
Estas corazas musculares que investigó Wilhem Reich, maestro de Alexander
Lowen tienen que ver con la caracterología de cada persona. Cada uno de
nosotros tiene corazas musculares en diferentes lugares del cuerpo, depende de
nuestra historia personal con relación a los otros, en el mundo donde vivimos.
Estas corazas se fueron armando en el transcurso de nuestra vida.
El concepto de energía. Carga, descarga, circulación y movimiento.
Reich se refería a la estructura de la personalidad, al conjunto de tensiones
musculares crónicas del cuerpo. Suele denominarse “armadura” porque sirve para
proteger al individuo de las experiencias emocionales dolorosas y amenazantes.
Lo defienden de los impulsos peligrosos de su propia personalidad, y también de
los ataques de los demás. Sostengo que estas corazas también impiden el vivir
plenamente, lo bueno queda anestesiado por las tensiones, el expresar nuestras
emociones y pensamientos están obstaculizados por esta dureza. Estas tensiones
pueden “partir” a la persona, haciendo una analogía con una planta. La flojedad
tampoco es buena porque uno no se puede sostener, ni tener la fuerza necesaria
para accionar, pensando esta palabra como movimiento que transforma a uno
mismo y al otro en lo vincular.
Me interesa trabajar los diferentes roles: activo- pasivo, crear las condiciones
necesarias para que en las clases se juegue esto, para que se pueda vivenciar el
tener una actitud de proponer al otro, dejarse llevar por el otro, la escucha
receptiva y el decir. Tener la posibilidad de aparecer de diferentes maneras,
saliendo de estereotipos. Para que se produzca un cambio energético tiene que
haber dos elementos como mínimo: dos personas con características diferentes,
dos fuerzas opuestas, el intercambio que se da en las células, en las neuronas, el
movimiento celular, la relación entre el inconsciente y el consciente. Ese juego de
tensiones produce una transformación energética, un cambio cualitativo. En el
caso de la bioenergía, se repiten determinados movimientos, produciéndose una
tensión, que se acumula y luego se produce una descarga a través de
movimientos vibratorios.
Pensar que tenemos la posibilidad de modificarnos a través del trabajo, es una
más de las múltiples herramientas y recursos que podemos utilizar.
Bioenergía como su palabra lo indica, bio = vida, energía. Practicando ejercicios
de esta técnica he podido abrirme a mi potencia, a mi fuerza. Me ha ayudado a
verme de otra manera, de estar diferente con los otros. Esto lo estoy llevando
hace quince años aproximadamente a las clases que coordino. Los relatos de los
alumnos que escribí con anterioridad expresan el beneficio que han encontrado
al practicar este trabajo. En varias disciplinas de lo corporal se trabaja con la
energía, con el objetivo de que la energía circule y se recicle, por ejemplo, el Tai
Chi, el Chi -Kun, el Yoga, las artes marciales, las danzas afro - cubanas (Yoruba).
No estamos acostumbrados a pensar a la personalidad en función de la energía.
La cantidad de energía que tenga el individuo y la forma que la use tiene que
determinar su personalidad y reflejarse en ella. Unas tienen más energía que
otras.
Sonido y personalidad.
”La palabra “ personalidad “ puede derivarse de dos raíces: la primera es
persona, que significa en latín la máscara que los actores llevaban al representar
una obra de teatro y que describía más o menos su papel. Por lo tanto la
personalidad está, en un sentido, condicionada por el papel que asume el
individuo en la vida o por el rostro que presenta al mundo. La segunda raíz posible
significa todo lo contrario que la primera. Dividiendo caprichosamente la palabra
“persona”, obtendríamos per sona, expresión que podría significar “por el
sonido”. Ídem, Ibíd.
El sujeto que suena, que se hace oír, que se calla, que se esconde detrás de la
máscara, de la sonrisa constante, la mueca, por debajo de su emisión débil o
forzada expresa su manera de ser. Es muy importante trabajar las corazas
musculares de la cara, la máscara; en la zona de la mandíbula, la boca, la lengua,
los ojos, el entrecejo, se acumula mucha tensión, porque el rostro está expuesto
constantemente, y es una de las razones porque la gestualidad de la cara queda
fija. Se tiende a utilizar mal la articulación témporo - maxilar, la lengua queda
aprisionada dentro de la boca, los dientes apretados, reduciéndose el espacio
dentro de la boca. Todo queda apretado, tensionado, no hacemos el uso
adecuado de los huesos de nuestra cabeza como caja de resonancia. La voz
pierde su vibración, su color se opaca, se respira mal, el aire llega solamente
hasta el pecho, entonces sale ahogada, sin cuerpo. Una voz rica, es la que tiene
diferentes matices, tonos, subtonos. Para poder proyectarla, aparecer con la
propia voz es indispensable trabajar corporalmente. El desbloquear las corazas
musculares para que la energía circule, que el aire pueda hacerse paso hacia
abajo, al centro de gravedad, hacia atrás, a la cintura, que la voz pueda moverse
de atrás hacia delante, y viceversa, de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba,
que tenga armónicos. ¿Qué es una voz monótona?, lo relaciono con la utilización
de un tono, sin variables, con poca energía, pobre, aburrida, también puede ser
con un tono alto, a los gritos, con un esfuerzo innecesario, displacentero, que
aturde, molesta.
La voz es otro medio de expresión, como la expresión corporal. La voz tiene
cuerpo, porque se proyecta desde adentro del cuerpo hacia el afuera. Una voz
puede ser opaca, sin timbre ni resonancia, baja como si careciese de energía, sutil
y sin cuerpo. Todas las cualidades de la voz tienen alguna relación con la
personalidad.
Lowen dice: "Llamamos vibraciones a estos temblores. La ausencia de ellos
denota tensión en el cuerpo o en la voz. En esta última produce una falta de
resonancia. He aquí las relaciones: tensión = retención = falta de vibración = baja
de afecto o sentimiento.”
La voz está totalmente ligada a los sentimientos. La garganta es un puente
entre la razón y las emociones, de la zona alta a la baja. De esto se trata el
integrar estas partes. El instinto y el pensamiento, integrar la sexualidad, la
afectividad, la mente, lo espiritual.
Para Lowen la boca y la garganta son parte de un canal de comunicación del
corazón con el mundo externo, el sistema respiratorio y digestivo comparten la
función de entrada y salida de las emociones. Observando anatómicamente este
canal, encontramos tres áreas en que las tensiones crónicas pueden formar anillos
de constricción. Desde lo más superficial hacia adentro. El primer anillo es
alrededor de la boca, en la articulación témporo -maxilar, la lengua. El segundo en
la intersección del cuero cabelludo y el cuello. Esta zona es crítica porque se
produce allí el pasaje de los movimientos voluntarios a los involuntarios. En la
boca y la faringe podemos voluntariamente decidir lo que tragamos o escupimos.
Cuando los alimentos o la bebida llegan al esófago no se puede decidir
voluntariamente que es lo que entra y que sale, ya está adentro. La tercera en la
zona del cuello y el tórax. La zona en que se localiza este anillo de tensión puede
verse descrita en la figura siguiente (copiada del libro Bioenergética de Lowen, pág. 265).
Este anillo de tensión no es una unidad anatómica, sino funcional. Intervienen en
su formación muchos músculos, y diversas estructuras, como la mandíbula inferior
y la lengua, en su actividad. La mandíbula inferior, al apretarla, encierra la tensión
repercutiendo en otras zonas como: el pecho, brazos, manos, costillas, cintura,
pelvis, piernas, pies, etc. Esta tensión es la que no permite enraizarnos en la
tierra, produciéndose cortes energéticos en diferentes partes del cuerpo, en la voz
esto repercute directamente.
Al escribir este párrafo tengo presente a un alumno, es muy tenso, pareciera
que su pecho tuviera una armadura, su mandíbula apretada, sus piernas y pelvis
tiesas. Pareciera que se puede partir, quebrar. Lo vi en una escena de Moliére, su
voz parecía ahogada, no bajaba, quedaba atorada en su cuello. Su peso no
descendía, estaba “colgado” todo el tiempo. Agarrado de sus ideas, le propuse
que trabajara con la entrada y salida del aire, que permitiera que entre y salga y al
salir podría decir el texto. Había un corte energético en las muñecas, que no le
permitía moverse y vincularse con fluidez.. Le costaba mucho probar, poner su
cuerpo, estar ahí, consigo mismo y sus compañeros de escena, entonces
quedaba aislado. Este es uno de los ejercicios que trabajo con mis alumnos, con
el objetivo de abrir el cuerpo, que la energía corporal circule y no se quede
estancada, ni atrapada.
Cuando le propuse que el aire vaya abriendo camino para llegar hasta su
abdomen y costillas, me decía que estaba tratando de trabajarlo dramáticamente,
dándole forma al contenido. Se distanciaba de lo que pasaba por su cuerpo,
trabajaba con la idea, con la forma. Hasta entonces estaba teniendo una actitud
defensiva, armándose, sin que haya intercambio ni enriquecimiento. Cuatro meses
después de esa observación, él cambió notablemente, está mucho más abierto, su
voz se escucha con tonos graves, sus apoyos son más sólidos al permitirse
entregar su peso al piso; la entrada y salida del aire le ayudan a abrir nuevos
espacios.
El cantar es muy placentero, es una manera de transformar la tristeza, que la
angustia no quede estancada en el pecho, aprisionada, de darle cauce a la
emoción, compartir con los otros la alegría o la bronca, las emociones, es estar
presente.
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